sábado, agosto 30, 2008
frases de "Caos"
-¿Nos puede decir algunas palabras detective Conners?
-Si: “¡Chupamela!”. Si necesita otro comentario hágamelo saber.
El caos tiene que ocurrir.
No te preocupes no tengo ningún plan hasta mañana cuando amanezca. Relájate, ya a ser una larga noche.
En estos acontecimientos sin orden surge un patrón donde se unen todas las partes.
-De todos modos cruzaste la línea.
-La única línea que hay por aquí es la azul.
Detective Conners, ¿está uniendo las piezas? ¿Empieza a ver el patrón?
El buda tenia problemas asi que regresó al principio, de donde provenía. Para encontrar el camino. La respuesta. Asi que cuando encuentres un camino sin
final, regresa y encontrarás la salida.
-Hay algo que no te he enseñado. Si el sistema se desmorona tienes que compensar la situación para obtener resultados.
-Entonces tienes razón al romper las reglas.
-Malerlas. No romperlas. Quiero decir que la justicia es absoluta. Hay otra cosa que no te he enseñado.
No he matado a nadie que no se lo merezca. Callo era insignificante.
¿Quién lo conocería mejor? ¿A quien protegerías? ¿Quién estaba del otro lado de la calle?
No lo merecía, lo sabia. Lo sigo amando. A todos nos dispararon hoy.
Un acontecimiento aleatorio causa otro y otro. Y al final el patrón emerge. Esa es la teoría del caos.
-Ésta es una muy buena lección para aprender.
-¿Sí? ¿Cuál es?
-No siempre ganas.
Hemos tenido una interesante amistad. Pero debo irme ahora.
viernes, agosto 29, 2008
pochoclo pero bien
CAOS
Anoten este título: “Caos”. Si a usted le gusta las películas de acción, con un enigma atrás, bien hechita y sin grandes aspavientos, “Caos” es su película. Es el típico título que va a andar muy bien en el DVD o en el cable. Tiene un guión ingenioso (no original, porque hay cosas de “El plan perfecto”, “Swordfish” y si rebuscamos un poco, hasta de “Tarde de perros”.
La historia empieza convencional. Unos ladrones toman un banco y amenazan con matar a los rehenes si no les traen como interlocutor al Detective Quentin Conners. En principio, no habría ningún problema, si no fuera que dicho detective está bajo investigación, con un pie fuera de la fuerza policíaca, por una toma de rehenes que terminó con la muerte de un civil. La jefatura policíaca se traga su orgullo y le ruega que los ayude. Allí va Conners, vigilado por un joven e inteligente policía, el detective Dekker, hijo de un policía muerto en acción.
El robo al banco termina de modo atípico: los ladrones escapan sin robar nada tras volar medio edificio. Ahí empieza la intriga: ¿qué es lo que quieren los tipos? ¿cuál es el plan subyacente?
No vamos a contar más detalles, para no revelar la trama, pero el guión de Tony Giglio (director del filme) logra mantener el suspenso, proporciona buenas frases y logrados momentos de humor. Es un muy buen exponente del cine pochoclo. No es una obra maestra, está claro (en “El plan perfecto”, por ejemplo, Spike Lee usaba la excusa policial para describirnos el racismo de la institución y la sociedad; no hay ninguna segunda lectura en este guión).
La eficacia del guión de “Caos” reside en su escena final, cuando todas las preguntas son contestadas y el significado de todas las escenas reasignado.
Hay un acertado casting para un elenco parejo, con Jason Statham como protagonista bien secundado por Ryan Philippe. Statham es, a esta altura, es un actor fetiche del género. Y aquí no defecciona.
Escenas destacadas: la escena final en el aeropuerto; la voladura del banco; la llamada de Lorenz en casa de Callo; el gracioso diálogo de la policía que le tira directas “indirectas” al joven policía mientras verduguea a Conners.
Las mejores frases, mañana.
CONSEJO: esperar al DVD, pero agendar como prioridad.
martes, agosto 26, 2008
como dos extraños
LOS EXPEDIENTES SECRETOS X: YO QUIERO CREER
Ya sé, no digás. Tenés razón. Yo sabía bien que “X-Files” se acabó ahí, en ese cuarto de un motel, con Scully y Mulder en fuga, su hijo dado en adopción y una invasión extraterrestre ahí afuera que parecía, por primera vez desde Roswell, que podía darse vuelta. Listo, lo sabía. No me digás. No daba para más. Pero... ¿qué querés? ¿qué los dejara ahora, después de tanto tiempo de extrañarlos?
Sí, ya sé, está “Lost”. Pero a estos tipos los vi desde el principio, cuando ni sospechábamos de lo que se trataba la conspiración del gobierno contra el pueblo, cuando no imaginábamos que ellos ya estaban aquí y que se había acordado la invasión, un fin de semana largo. Pucha... sí, lo sé. No debí haber vuelto. Que es como encontrarte con la novia del colegio, gorda, el pelo grasiento y en chancletas. Pero... me lo pidió el corazón. No los podía dejar en banda. Crucé los dedos y me dije que Chris Carter no podía ser tan turro como para lucrar justamente con ellos, con la agente especial Dana Scully y con el agente Fox Mulder. Pero no... ya no se puede creer en nada... sí, lo sé...
No me da pena perder la plata de la entrada... eso lo acepto... ¡uno ha visto cada bodriazo que otra mancha más al tigre! Pero verlos ahí, tan desteñidos, sin esa química que encendía la pantalla sólo con rozarse un dedo, con una historia tan pava, tan desganada, tan poco sutil. ¿No viste la iluminación pedorra y el sonido (¡el sonido!) austero? ¡No! ¡Era demasiado! Y un cura pedófilo con visiones en las que cree Mulder y no Scully. ¿No te parecía conocida la historia? ¿No la viste en un par de capítulos por lo menos? No... Si me daba vergüenza, ajena... ¿podés creer?
Miraba a los que estaban alrededor y me decía: “no, estos tipos son del palo, son de Expedientes desde el principio, ya saben que no era así...”. Pero... ¿y si alguno caía por casualidad? ¿Si entró en el cine porque no tenía otra cosa que hacer? ¿Si era uno de esos tipos que no supo que “X-files” fue la mejor serie de los '90 y que hay tanto de ella en “Lost” y todas las copias que le siguieron? Sí, ya sé... es un marciano... Pero los hay, créeme, como esos tipos que no saben quién es Maradona o te preguntan: “¿Phelps? ¿Qué Phelps?”. Los hay, seguro que los hay... ¿Y si el tipo se cree que esto, esta rapiña que proyectan en la pantalla, es auténticamente “X-files”?
Me puse colorado, mirá. Quería levantarme y gritar: “¡No! Pero esto no tiene nada que ver con eso...”. Interrumpir la función y contarle de Garganta Profunda, del Hombre Cáncer, de los Navajos, de Krycek, de
Marita Covarrubias, del Sindicato... Pero... no me salían las palabras. Puta, che... Carter... dejate de joder. ¿Necesitabas esto? Si andabas corto de vento, no sé... te hubieras sacado una versión masterizada, un extra con escenas descartadas... no sé, algún currito... pero esto... es como vender a tu abuela... Carter, Carter... puta, che...
CONSEJO: sirva otra copa, mozo.
sábado, agosto 23, 2008
frases de “La escafandra y la mariposa”
Sr. Bauby, mantenga los ojos abiertos. Está despertando de un largo sueño.
Como amigo, sé lo difícil que le resulta esto. Y sé que no le han contado toda la verdad. Es mi trabajo decírsela.
¡Dios! ¿Quién es? ¿Yo?
La traté muy mal. A ella y a los niños. Y ahora... nunca podré corregir mis errores. Nunca.
¿"Yo" es su primera palabra?
Tengo 42 años y me bañan como a un bebé grande. Me lavan el culo y me lo limpian. Causa gracia. Pero, como dijo el poeta: “Sólo un tonto se ríe cuando nada es gracioso”.
Aférrese fuerte a lo humano que tiene en su interior y sobrevivirá.
¿Qué quiere, Sr. Bauby? ¿M? O. R. I. "Morir". Quiere morir.
Hoy mi vida parece una sucesión de pequeños fracasos. Mujeres que no supe amar, oportunidades que no aproveché, momentos de felicidad que dejé escapar. Una carrera cuyo resultado conocía de antemano, pero no escogí al ganador. ¿Habré sido ciego y sordo, o hacía falta un desastre para que hallara mi verdadera naturaleza?
Si dejo de lado el ojo, dos cosas no están paralizadas: mi imaginación y mi memoria. Son las únicas dos salidas para escapar de mi escafandra.
Mi tarea actual consiste en escribir las notas del viaje inmóvil de un náufrago
en las costas de la soledad.
El movimiento de la lengua es crucial. Hay esperanzas.
Un texto existe sólo cuando puede ser leído.
Tener una amante no es una excusa para abandonar a la madre de tus hijos. El mundo ha perdido sus valores.
Déjame verme. ¡No está mal! Por Dios, ya no los hacen como yo.
Todos somos hijos. Todos necesitamos aprobación.
Las palabras no pueden expresar la pena que me invade. Yo, su padre, no puedo tocarles el cabello, pellizcarles el suave cuello, ni abrazar sus pequeños,
suaves y cálidos cuerpos. Pero me regocijo de verlos vivos, moviéndose, riéndose... Es lo que llamo un buen día.
Una vez que logre decir "L", podrá tragar. Y podrá decir "Lourdes".
¡Cuatro pisos de escaleras a los 92 años! Los dos estamos encerrados. Tú, prisionero de tu cuerpo; yo, de mi apartamento. Recuerda esto.
-“No llores”.
-Es fácil decirlo. Pero eres mi hijo, por el amor de Dios.
No debe de ser fácil hablarle a tu hijo sabiendo que no responderá.
No debí intentar reescribir a Dumas. No se toca una obra maestra. Es el destino. Es una lección.
-Mi escafandra la lleva conmigo al fondo del mar.
-Jean-Do, no me importa que me arrastre al fondo del mar. Porque usted también es mi mariposa.
Cada día yo te espero.
Creer en milagros personales es peligroso, te hace sentirte engreído.
viernes, agosto 22, 2008
prisionero de tu cuerpo
LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA
Nacido en París en el 52, promoción baby boom. Conoció los castigos en el cole. Después de breves Humanidades y un breve paso por el maoísmo, tendencia Marcel Proust, aprendió periodismo en Le Quotidien de Paris, donde debutó el día de la muerte de Pompidou. Participó en la aventura de Le Matin y en Paris-Match para borrar pistas, su ocupación favorita. En 1991, aprovechando el lío de la Guerra del Golfo, se convirtió en director de Elle. Desde el 8 de diciembre del 95 lleva una existencia totalmente inédita; minusválido para unos, mutante según él mismo. Sigue siendo padre de dos hijos hermosos a los que ha dedicado “Le scaphandre et le papillon”.Jean-Dominique Bauby era un redactor de la revista francesa “Elle”. A los 42 años, una tarde de diciembre de 1995, sufrió un accidente cerebro vascular, del que despertó tras varias semanas de inconsciencia para comprobar que sólo podía mover su párpado izquierdo. Estaba totalmente paralizado, en un raro cuadro que los médicos del hospital de Beck diagnosticaron como “síndrome de encierro”.
Autobiografía de Jean-Dominique Bauby
Sus terapeutas se empeñaron en lograr progresos para rehabilitarlo. Una de ellas le propuso comunicarse con un alfabeto ordenado según la frecuencia de uso de las letras. Un parpadeo era “sí, esa es la letra”.
Cuando, desde su cama del hospital, Jean-Do se hundió en la desesperación y la desesperanza, llegó a la conclusión de que había un sólo modo de escapar de su prisión de cuerpo. Como tantos otros, apostó a su imaginación, alas de mariposa para abandonar el cuerpo encerrado en el traje del buzo que derivaba a su suerte en el fondo del mar.
De ese modo, parpadeo a parpadeo, Bauby escribió su último libro, “La escafandra y la mariposa” que sirvió de base para la transposición cinematográfica de Julian Schnabel. Bauby pudo ver las primeras pruebas de galera y saber que su libro se convertía en éxito de público. Murió pocos días después, el 9 de marzo de 1997, en París.
Schnabel recrea el mundo interior de Bauby traduciendo en texturas y sonidos el guión de Ronald Howard. El film es una experiencia visual y sonora, enfatiza en la primera mitad al trabajar, con exclusividad, con la subjetiva de Bauby. Su visión, borrosa, atormentada, los personajes que desfilan frente a su campo visual, los diálogos entrecortados o bruscos.
El relato mezcla recuerdos reales e inventados de Bauby. En su postración, Bauby examina su vida con un dejo de melancólica tristeza, de terrible certeza del tiempo que ha perdido, de lo irremediable de todo acto humano. En ese atardecer que precede la noche definitiva, Bauby llega a un grado de comprensión suprema. Su mente se ilumina con las posibilidades infinitas de lo que puede ser y de la mezquindad de lo que, efectivamente, es.
La deliciosa fotografía de Janusz Kaminski (director de fotografía de Spielberg) es uno de los principales sostenes de una película que desafia el relato convencional, hasta atreverse a afrontar el peligro del relato en off. La banda de sonido (desde los acordes iniciales de “La Mer” de Charles Trenet) es otra. La actuación de Mathieu Amalric (el actor francés del momento) superlativa. Desafío para cualquier actor, expresarse con lo mínimo: un ojo y su párpado.
“La escafandra y la mariposa” nos recuerda, sólo tangencialmente, a “Mar adentro”, otra historia de un hombre preso de su cuerpo. La liberación de Ramón Sampedro era con la destrucción de su cuerpo; la liberación de Bauby recurre al método del absurdo: ignorar la existencia del mismo.
No apta para espectadores no entrenados en el cine arte, “La escafandra y la mariposa” es una pequeña joyita para entender con todos los sentidos.
Una mención para Max Von Sydow (brillantes su puñado de escenas con Amalric) y para Marie-Josee Croze, una de las bellas terapeutas de Jean-Do (la chica drogadicta de “Las invasiones bárbaras”).
Para los afectos a la transcripción literal, “La escafandra y la mariposa” tiene varias licencias poéticas. Entre ellas, la más notable, Jean-Do tenía dos hijos y no tres. Más discordancias entre ficción y realidad, tipeando el nombre de Bauby en Google. A los efectos artísticos, esas inconsistencias nos son totalmente indiferentes.
Escenas destacadas: Jean-Do afeitando a su padre anciano; la escena en la que le cosen el ojo derecho; el padre de Jean-Do hablando con su hijo por teléfono; la visita de los hijos de Jean-Do; la escena de la ex de Jean-Do asistiendo a la charla telefónica de la actual novia de Bauby.
Las mejores frases, mañana.
CONSEJO: para ver en cine, con buena calidad de imagen y sonido.
miércoles, agosto 20, 2008
la sucesión
ELECTION II
Hace unas semanas (http://libretachatarra.blogspot.com/2008/07/el-padlino.html) pasábamos revista a la primera parte de “Election”, la historia de mafiosos hongkoneses de Johnny To. Se vino la anunciada continuación. Y si en su sencillez estructural, el primer episodio nos llamó la atención, esta segunda parte supera, notablemente, su digna introducción. Violenta, oscura, feroz, “Election 2” ahonda sobre el poder detrás del poder. Aquellos que creen tenerlo, son títeres, marionetas, de otro poder superior. Digno broche para una historia brillantemente contada.
En este segundo episodio, han pasado dos años del próspero mandato de Lok. Se viene la sucesión y, cómo es dable esperar, el jefe no quiere largar el mando. El candidato más peligroso es Jimmy, su principal hombre, un tipo inteligente que trata de blanquear su imagen, como un ejecutivo de negocios. A Jimmy no le interesa el mando, pero todos lo que lucran con la mafia, lo fuerzan, poco a poco, para que se candidatee. Y eso provoca la reacción de Lok que se niega a acatar los dictados de renovación de la tradición mafiosa.
El guión de “Election 2” es más dinámico que el anterior, tal vez por estar concentrado en un fuerte conflicto dramático, en la lucha por el cetro entre Jimmy y Lok. A esta segunda mitad no le sobran escenas, un síntoma de buen guión.
La película se puede ver sin conocer la primera parte. Se perderán, es cierto, algunas sutilezas, como frases o lugares que se repiten, evocaciones de momentos claves de la primera parte. Por ejemplo, Lok pescando en la orilla del mismo río en la que se desarrolló el brutal final de la primera parte, escucha la misma frase que desencadenó su reacción drástica. Pero ahora han pasado dos años, tiene menos poder y debe aceptar la propuesta que entonces cortó de un certero golpe. (Tal vez, la excepción sea la reacción del hijo de Lok, al final, que no quedará completamente comprendida sin haber visto su antecesora).
El brillante final, de fuerte mensaje político, eleva a “Election 2” a un nivel de drama shakespeareano por el poder. Toda la saga muta con ese final: los chicos malos de “Election” no son “tan” malos, después de todo. Hay otros monstruos mucho peores que ellos.
Escenas destacadas: el diálogo final de Jimmy con el hombre de seguridad chino; la escena de la carne picada, la “comidita” para los perros; la secuencia de Lok corriendo detrás de su hijo.
Frases:
Tus conexiones son tu negocio.
El dinero te da respeto.
-¿Por qué no presenta la candidatura para Presidente?
-Soy sólo un hombre de negocios.
-Eso no le debería detener.
-Estoy sólo en esto por el dinero.
-No te olvides que nosotros te enriquecimos.
-El Sr. Shu es también un mafioso. ¿Por qué puede negociar en China?
-Hicimos un trato con él. Y él es un patriota.
-Yo puedo hacer un trato. Puedo ser un patriota.
¡Demonios! ¡Quiero más dinero!
Estoy profundamente impresionado. Pero su poder me asusta.
¡Soy simplemente un hombre de negocios! ¡No quiero ser un mafioso!
¡Mi hijo será un abogado! ¡O un doctor!
-Su liderazgo hará que Hong Kong sea más seguro.
-¡Traidor!
-Hong Kong sólo puede prosperar.
-¡Traidor!
-Necesitamos su cooperación. Necesitamos su ayuda.
-¡Traidor!
-Gracias. Gracias por su cooperación.
Estoy embarazada.
CONSEJO: se puede esperar al DVD, pero no dejar pasar.
lunes, agosto 18, 2008
huele a viejo
LA MOMIA 3: LA TUMBA DEL EMPERADOR DRAGÓN
¿Cómo continuar una saga que, en pequeña escala, había aportado un soplo de aire fresco al cine de acción? El paupérrimo guión de Alfred Gough y Miles Millar (escritores de “Smalville”) contempla todos los elementos que, a priori, se
sugerían como elementos dramáticos para relanzar la historia. Anotemos:
a) Rick y Evelyn pasan un retiro de lujo, tranquilos, lejos de las momias y el peligro, pero aburridos. (línea: “el matrimonio peligra”).Los personajes podrán lidiar con muertos vivos, pero no saben cómo resolver sus temas personales. Es un buen comienzo. El tema es: los protagonistas, luego de sufrir tantos peligros, juegan a lo seguro. Y esa aversión al riesgo, los lleva, peligrosamente, al fracaso.
b) Rick y su hijo son tan parecidos (temperamentales, aventureros, audaces) que colisionan permanentemente. (línea: “la relación padre – hijo peligra”).
c) Desarrollo de estos puntos de conflicto, en un juego de parejas en espejo: padres – hijos; maridos – novios. Lo que reclaman como cónyugues, se lo imponen a sus hijos.
Bueno, con estos elementos, “La Momia 3: la tumba del Emperador Dragón” prometía mantener el más que decoroso nivel de sus dos anteriores episodios. Pero esos elementos son combinados tan chapuceramente, con tanto desgano y falta de imaginación, que el resultado es muy pobre.
Primera falla: teñir a Maria Bello para reemplazar a Rachel Weisz no funcionó. La química entre Bello y Fraser es, simplemente, inexistente. Los insulsos diálogos que le dan a Bello, tampoco ayuda.
Segunda falla: poco humor. Los gags son forzados, poco originales y hasta cortados antes de tiempo.
Tercera falla: muy buenos efectos especiales, espectaculares escenas de acción, todas ellas que nos traen recuerdos de otras escenas de otras películas. ¿“Homenaje”? Hmmm....
Cuarta falla: ¿en qué momento el personaje de Rick (Brendan Fraser) se convirtió en Sylvester Stallone? ¿Un arquéologo fascinado por la ferretería armamentística y resolviendo todo a los tiros? Hmmmm....
Un pensamiento en voz alta: ¡qué lindo currito encontraste Jet-Li! Un par de caritas, alguna que otra lucha y... ¡plin caja!. Idem para Michelle Yeoh.
En suma: un paso en falso, en una película que poco aporta a esta saga, pese a que el final ya nos amenaza con otra continuación en tierras peruanas.
Escena destacadas: la lucha entre los guerreros de terracota del Emperador y los muertos de la Gran Muralla; la persecución, con fuegos artificiales en el medio, por las calles de Shanghai, tratando de detener al Emperador revivido.
Frases:
¡Odio a las momias! Nunca juegan limpio.
¡Bien hecho, pa! Has revivido a otra momia. Y ésta tiene el control sobre los cinco elementos.
¡Estos muchachos son como imanes para las momias!
-Yo, verdaderamente, las odio. Momias.
-Creo que el sentimiento es mutuo.
-He matado más momias que tú...
-Una momia...
-La misma momia... dos veces...
CONSEJO: esperar al DVD, sin ningún apuro.
viernes, agosto 15, 2008
frases de “Yo serví al Rey de Inglaterra”
Siempre fue mi suerte tener mala suerte.
Y descubrí lo que mueve a la gente y lo que son capaces de hacer por unas pocas monedas: se inclinan, se arrodillan, incluso gatean en cuatro patas.
Sólo gritaban para disfrutar la cerveza.
La mayor compañía del mundo es la Iglesia Católica. Tratan con algo que nadie
ha visto ni tocado nunca: eso que llamamos Dios.
Compro, vendo. Sé qué comprar y dónde vender. Es todo lo que se necesita. Te ví vendiendo salchichas en la estación. También he visto lo que haces con las monedas. Pero tienes que saber cómo lanzar monedas para que vuelvan como billetes. ¡Insista en ello! Usted es pequeño y de familia pequeña. Está destinado al éxito. Recuerde, está en su sangre. ¡El dinero puede poner el mundo a sus pies! Recuerde, amigo, si triunfa, la vida puede ser maravillosa. ¡Tan maravillosa!
Un aprendiz de camarero no puede tomarse las libertades que un ciudadano respetable disfruta sólo en privado.
Nunca he visto hombres más felices que aquellos industriales. Como todos los ricos, eran juguetones y alegres como cachorros.
Aquí, descubrí que aquellos que dicen "el trabajo ennoblece" eran los mismos que bebían toda la noche y comían con adorables jovencitas sentadas en sus rodillas.
-¿Es cierto que la humanidad es de la estirpe del demonio, estúpidos y criminales?
-Peor que eso. Todos los filósofos y profetas, excluyendo a Jesucristo, no son más que una pandilla de sinvergüenzas, villanos, bastardos y asesinos. La humanidad estaría mejor sin ellos.
Sabía que la chica de la fábrica de chocolate, que estaba siendo castigada porque le gustaba acostarse con cualquiera, no sería feliz. En lugar de eso, su vida sería tristemente hermosa.
Alemanes y checos vivieron juntos durante siglos. Vino Hitler y los checos
tuvieron que irse. Después los alemanes perdieron la guerra y tuvieron que irse.
Fueron reubicados. Entendí porqué los líderes políticos fueron reubicados. Habían sido brutales, llenos de un orgullo que fue, al final, su perdición. Lo que no entendí fue porqué tuvieron que marcharse los trabajadores, manos que todavía no han sido reemplazadas.
-¿Estuviste en la guerra?
-No. Los checos no hacemos la guerra.
-¿Qué es?
-Un espejo. Los campesinos me dieron un montón. Estaban encantados de dejarlos.
Decían que aparecían alemanes cuando se miraban en ellos.
-¿Tú crees eso?
-No. Con verme a mí es bastante.
Sabía que cualquiera de los oficiales podía cortejar a Lise. Pero yo fui siempre el único que la cautivó. Porque conozco la necesidad de amor y alegría tras
las puertas cerradas.
Yo la amaba, aquella pequeña maestra de Cheb que era tan pequeña como yo. Todas las mujeres que habían entrado en mi vida eran más altas. Lise fue la única a la que podía mirar directamente a los ojos. Y solo ahora caía en la cuenta de
que había una guerra en alguna parte y de que mi mujer me dejaba por esa guerra.
Me miro, y cuanto más me miro, más me alarmo. Me alarmo como si fuera un extraño
al que acuso y no puedo defender. Me miro y me pongo enfermo por lo que veo.
Porque aunque en la cárcel, estaría donde siempre quise estar: estaría entre millonarios, sería uno de ellos.
La cerveza aquí es buena. Aquí es donde vendré.
jueves, agosto 14, 2008
la vida te da sorpresas
YO SERVÍ AL REY DE INGLATERRA
Rara película del checo Jiri Menzel, comedia muy negra con toques surrealistas. Un pícaro que nos cuenta la historia en el final de su vida, cuando el pícaro ha sido sorprendido. Un tema: un hombre que tiene a la historia en su contra. Un contexto: los bares, restaurantes y hoteles. Los lugares donde se come y se tiene sexo. Comida y mujeres como elemento no hedónico, sino como símbolo de ostentación y poder, proyecciones del dinero de los que ostentan. En suma: de lo que la gente puede hacer por dinero.
Esta es la historia de Jan Dite, un joven mesero que hace carrera en la gastronomía, en la Checoeslovaquia de los años 30. Jan va ascendiendo en la escala social, sirviendo alimentos, desde los andenes de la estación hasta los restaurantes VIPs, donde se codean los magnates. Su objetivo es aprender. Hombre Esponja, capta cada gesto, cada maña, cada excentricidad, para cuando llegue el momento de regentear su propio hotel y ser millonario. Cuando cumpla su sueño, el mundo le da una cachetada, como es debido.
Jan Dite nos resulta simpático, pese a su amoralidad. Por momentos nos recuerda al Zelig de Woody Allen: el tipo quiere pertenecer. Sin espíritu crítico, le da lo mismo un millonario con gula que un nazi con uniforme. En su vejez, le cuesta sostener su mirada en el espejo. Pero sospechamos que una línea políticamente correcta de Menzel. En realidad, el Jan Dite es incapaz de juzgar a nadie, ni siquiera a sí mismo. Sólo es un tipo pragmático, en un mundo cambiante.
Una de las líneas de la trama, es la repetición de frases y situaciones, dichas por personajes distintos, en momentos distintos. Velada observación (tal vez) de la historia de Europa, donde los acontecimientos parecen mutar, pero, observados de cerca son sólo meras repeticiones, una más desvaida que otra.
“Yo serví al Rey de Inglaterra” está contada con vistosas imágenes, con sensualidad y refinamiento en cada plano, con mucha ironía y cierto pesimismo sobre la naturaleza humana. Nos hace reír en algunos momentos, nos abruma en otro. Para no dejar pasar.
La baba del día: las chicas de la clínica de mejoramiento racial nazi. Dan ganas de mandar el curriculum para aplicar en algún puestito.
Escenas destacadas: el intento de procrear al futuro Führer, frente al retrato de Adolf Hitler mirando adusto desde un cuadro; el gag (reiterado) de las monedas tiradas al piso; la escena inicial estilo cine mudo, con el gag del cambio y el pasajero que se va en tren; los mutilados que reemplazan a las chicas procreadoras en el centro de mejoramiento racial nazi; el banquete del Rey de Eritrea.
CONSEJO: se puede esperar al DVD, pero es una muy buena opción en cine.
Para darse una idea de lo que es la película, un trailer:
martes, agosto 12, 2008
un bostezo partido al medio
UNA MUJER PARTIDA EN DOS
Claude Chabrol tiene un estilo y a esta altura (con 78 años) es difícil que lo cambie. Sus filmes retrata la sociedad burguesa adinerada francesa, esos tipos formales que mantienen una fachada intachable puertas afuera, perversos y mezquinos cuando los conocemos en su intimidad. El método Chabrol para descubrirnos esa verdadera naturaleza, es la sutileza. Sus películas nunca dicen directamente lo que verdaderamente dicen. Es una acercamiento a la verdad por acumulación de pequeños gestos. El sedimento nos revela la otra cara de los personajes.
Ese método requiere extrema pericia para lograr su objetivo. Y Claude Chabrol es un maestro en este campo. Pero caminar en el borde, película tras película, conlleva el riesgo de que alguna vez se pueda caer en los abismos del aburrimiento o la obviedad. Es el caso de “Una mujer partida en dos”, uno de los puntos flojos de su filmografía, pese a la crítica local que celebró el regreso del gran maestro.
“Una mujer partida en dos” es la historia de una pronosticadora del tiempo, joven y bonita, que promete ascender en la escala social, ganarse un lugar bajo el sol de esa burguesía adinerada. La chica sólo tiene su cuerpo para imponerse. No es poco. (Más que ese cuerpo es de Ludivine Sagnier, una debilidad de la casa).
Gabrielle (la chica en cuestión) queda atrapada entre dos fuerzas poderosas y opuestas: un veterano escritor pervertido y un joven heredero millonario al que le faltan algunas monedas en la alcancía. Como es de esperar, de la confrontación de ambas fuerzas sólo cabe esperar la tragedia.
Al guion de “Una mujer partida en dos” (coautoría de Chabrol con Cecile Maistre, su hijastra) le falta atractivo. Es demasiado obvio, demasiado lineal, con una anécdota poco profunda. Si el planteo puede ser interesante, el desarrollo no lo es. Por eso el filme naufraga.
Como si todo estos “peros” no fueran suficiente, hasta se comete el pecado de una pésima escena final (la del acto de magia), gruesa metáfora del tema del filme, que choca con esto de la sutileza que caracterizaba el método Chabrol.
En suma, un filme para dejar pasar, salvo que quiera babosearse un poco con Ludivine Sagnier.
CONSEJO: esperar al DVD, sin mucho apuro.