viernes, diciembre 31, 2010
de ilusión también se vive
YOU WILL MEET A TALL DARK STRANGER
fuente: http://www.imdb.com/title/tt1182350/
“You will meet a tall dark stranger”, la última película de Woody Allen, sigue la línea de su anterior “Whatever works”: la vida es un caos impredecible, así que si hay algo que te funcione, no te avergüences y aférrate a él. Lo que sea que te haga feliz.
En “You will meet...”, se entrecruzan las historias de varias parejas: una mujer madura que se encuentra con la perspectiva de terminar sola su vida; su ex esposo que le agarró la crisis de los 50 y tantos y emprendió una lucha contra la vejez que incluye ejercicios físico, tostado artificial, cambio de ropa y una rubia veintipicos de años menor; la hija de ambos, casada con un perfecto inútil que intenta (en vano) repetir el éxito de su único libro escrito; su jefe, un galerista de arte atravesando la crisis terminal de su matrimonio que tiene todo lo que una mujer puede desear (sensibilidad, plata, buen aspecto, plata, educación, plata).
Los protagonistas de “You will meet...” suenan patéticos por su persistencia en el esfuerzo. Todos desean demostrar algo, desean alcanzar una cosa que está fuera de su alcance. Y se esfuerzan, con todas sus ganas, en empeñarse en alcanzarlo, en ser lo que no pueden ser, en poseer lo que no pueden obtener. Su único sustento es la creencia de que encontrarán la felicidad en cuanto alcancen lo que ansian. En el camino, están infelices. Y son incapaces de percibir que en en pos de su objetivo, se les va la vida siendo infelices.
Por eso nos resulta simpático el personaje de Helena, la protagonista central, la veterana que consulta a una adivina trucha y que prefiere creer que pudo ser Juana de Arco en una vida pasada. Es, de todos, el personaje que comprende que la vida sólo nos deja con las migajas del banquete y que nos da la opción (tal vez) de tentar mejor suerte en una próxima reencarnación. Si eso nos libera de tensiones, nos hace pasar este rato en la tierra de modo más relajado, si podemos sentirnos a gusto bajo esos rayitos de sol tibios del día nublado, ¿qué importa que esa creencia pueda ser falsa? Cree y vive. No te irá peor que el racional escéptico que se amarga creyendo tener el control de una situación, definitivamente, incontrolable.
“You will meet...” es una comedia liviana, un escalón abajo del “Whatever works”, pero en una tendencia en ascenso de un Woody Allen que venía repitiéndose con argumentos débiles. No será la gran película de Woody Allen, pero es plenamente disfrutable, con algunos buenos diálogos y ese tono melancólico y resignado que está teniendo su cine en la etapa final de su vida.
Baba Eméritas a Naomi Watts, Lucy Punch y Freida Pinto; disfrutamos de las actuaciones de Anthony Hopkins, Gemma Jones y Josh Brolin. Agenden: Woody Allen está de vuelta.
martes, diciembre 28, 2010
llevándose bien con el nene de mamá
CYRUS
fuente: http://www.imdb.com/title/tt1336617
Pequeña comedia, grandes actores, muy buena película. “Cyrus” es la historia de un triángulo amoroso disfuncional: él – ella – el hijo de veintitantos de ella. Y, como en cualquier relación de esa clase, si no te ganás al chico, no hay manera de entrarle a la madre.
El guión de los hermanos Mark y Jay Duplass (directores del filme) respira cine independiente por los cuatro costados y, con ese espíritu, toma una historia sencilla, muy simpática, llevándola por caminos amenos. No revoluciona el género, no parte el paradigma y comienza de nuevo. En cambio, se propone (y lo logra) llevarnos de la nariz por la vida de sus protagonistas, disfuncionales, patéticos, embrollados, disminuidos, pero lo suficientemente afectuosos para conmovernos con su épica cotidiana.
“Cyrus” es la historia de John que hace siete años que está de duelo por el divorcio de su esposa; ésta (próxima a casarse nuevamente) lo intima a acompañarla a una fiesta para que encuentre una mujer y salga de su depresión. Cuando todas las apuestas están en contra, cuando ha fallado miserablemente en todos sus intentos y sólo queda sentarse en un rincón y emborracharse en lo que queda de la noche, milagrosamente, John encuentra a Molly. Molly es la respuesta, la mujer de sus sueños, el eslabón perdido, lo que estaba buscando sin saber cómo. Todo pero absolutamente todo (sí, claro, estamos hablando de sexo) anda viento en popa con esa mujer. Nada parece fallar. Sin embargo (siempre hay un “sin embargo”), Molly tiene un secreto, algo que la obliga a escaparse de su cama, a medianoche, para volver presurosa a casa.
Ese algo es Cyrus, su hijo, gordo, veinteañero, músico con problemas emocionales, que parece tener un retardo en su maduración y vive absolutamente dependiente de su madre. Toda nueva relación deberá pasar por su tamiz y John jugará las cartas para ganarse su corazón. Pero, lo que parece venir diez puntos presenta nubarrones: Cyrus es más vivo de lo que parece. Una guerra subterránea se lleva a cabo, con mucha discreción de ambas partes, para serrucharse el piso mutuamente y con calidad.
La clave de la trama es el rol de niño grande que desempeña Cyrus. Lo que él hace para desbaratar los intentos de la nueva pareja de su madre, no es muy distinto a lo que haría un niño. Su astucia para la manipulación revela su nivel de inteligencia; pero su inmadurez social queda comprobada en el acto de manipular. Cuando comprenda el daño que implica para la persona amada, ese manejo egocéntrico, Cyrus crecerá. Maduración que ha sido retardada por su madre, en un exceso de protección, que ya no necesita. Aceptar al tercero en el juego, será el salto que certifique que Cyrus ha crecido y está apto para enfrentar las agachadas de la vida.
El gran soporte de “Cyrus” es, sin dudarlo, el terceto protagónico. John C. Reilly, la divina Marisa Tomei (ya, por intermedio de esta crítica, le estamos proponiendo casamiento; en cuanto acepte, nos vamos para el Norte) y Jonah Hill. Entre ellos, la química está intacta. Agregan un plus crítico para que esta comedia no pase desapercibida. Agreguen los momentos de Catherine Keener, sólida en su rol de la ex esposa preocupada por el futuro de su ex marido.
Agenden: “Cyrus”. Una agradable comedia para tener a mano.
viernes, diciembre 24, 2010
frases de “El día del juicio final”
Sí, entiendo. Pero sólo porque está comprando fertilizantes, no necesariamente significa que está haciendo una bomba. No sé, tal vez esté sembrando un jardín de rosas por lo que sé.
-¿Qué es este lugar?
-Ningún lugar. No existe. Nosotros tampoco.
Los rusos no pueden llevar la cuenta de 15 a 18 libras. No pueden ser exactos. Alrededor de cinco libras en cada bomba. Eso es seis hasta diez millones de víctimas, amigos.
¿Tenemos alguna evidencia directa de que esto es real?
-Teherán le pagó 20 millones para sacar material nuclear fuera de Rusia hacia Irán. Luego se perdió la pista de él y del dinero.
-¿Cómo sabes eso?
-Nos lo dijeron ellos mismos. No querían que usáramos a Younger, como excusa para bombardearlos.
-El foco de su investigación no va a ser sobre el paradero de Younger. Es sobre la ubicación de las tres bombas. Esa es su prioridad inmediata.
-Seguramente si lo encontramos a él, encontraremos las bombas.
-No necesariamente, Agente Helen.
“Inteligencia militar”. El Gran Oxímoron.
-Tenemos expertos de diversas agencias, militares y especialistas gestuales, psicólogos, analizando de cada palabra y movimiento que hace.
-¿Quién autorizó esto?
-Aquí todo está dentro de los parámetros de operación. Nunca lo quebramos. Calor, frío, falta de sueño, ruido intenso, luces brillantes, amenazas de violencia.
-Debe de estar aterrorizado. ¿Dónde están los perros? Debe haber perros. Sólo son aficionados, Charlie. Esto nunca va a funcionar.
Dime que no está aquí.
-Oí que es un especialista en interrogación. ¿Ex-militar?
-Me hizo el hombre que soy hoy.
Eligió una carrera en vez de una familia. Mejor que te cuides, pensarán que eres lesbiana.
-¿Tiene un plan?
-Yo lo sacudo duro. Tú lo sacudes bajo.
-Entonces, ¿cómo funciona esto?
-Nunca lo sabes. Y lo realmente grande es qué él no lo sabe tampoco.
Sr. Younger… ¿Entiende lo que estoy a punto de hacerle?
¿Está listo para esto? No. Nadie lo está. Todos sus peores miedos. Todas tus pesadillas están aquí mismo.
-Jack. ¡El sospechoso está siendo torturado! ¡Esto es inconstitucional!
-Helen, si esas bombas explotan… ¡no habrá más ninguna maldita Constitución!
Ya sabes, esto golpea a todo el mundo al principio. Uno se acostumbra.
No es sobre el enemigo. Se trata de nosotros. Nuestra debilidad. Estamos en el bando perdedor, Helen. Nosotros tenemos miedo; ellos no. Nosotros dudamos; ellos creen.
Dame una de las bombas. Sólo una de las bombas.
Usted es un relativista, un consecuencialista. ¿Sabes lo que quiero decir? No, por supuesto que no. Sólo lees libros religiosos. Lo que estoy haciendo aquí es bueno para mi pueblo si obtengo resultados. Si los salvo. Ya ves, no hay H. y Younger. Sólo hay victoria y derrota. El ganador obtiene el terreno moral porque llega a escribir los libros de historia. El perdedor… sólo pierde. El único error de cálculo en tu plan fui yo. Verás... te haré sufrir pero no te saldrán lágrimas.
-No puedes huir de esto.
-¿Huir? Algunos de nosotros no tenemos esa opción, Helen.
-¿Alguna vez funcionó?
-Te has convertido en uno de nosotros. “Eso es terrible”, nos decimos. “¿Pero funciona?”.
He colocado tres bombas en tres ciudades estadounidenses. Voy a revelar sus ubicaciones cuando usted haga los siguientes anuncios públicos. En primer lugar: no se le dará más apoyo financiero o militar a los regímenes títeres y a las dictaduras de ninguna nación islámica. En segundo lugar: todas las fuerzas de Estados Unidos serán retiradas de todos los países islámicos. Estoy dispuesto a aceptar un cronograma razonable para estas demandas. Señor Presidente, sé que desea traer a nuestros hombres y mujeres a casa a la nación que amamos. Gracias. Alá bendiga a Estados Unidos.
¡Sólo acepta el trato! Sus peticiones son razonables y realizables. Y creo que el pueblo americano estaría de acuerdo con ellas. Por lo que puede estar seguro que nunca lo oirán.
Si no acepta este acuerdo, puede que tenga que girar esto una muesca o dos.
No pueden llevarte a la Corte. No pueden procesar a un hombre sin uñas.
¿No puedes ver que ya has ganado? Has demostrado que somos exactamente el tipo de personas que decimos no ser.
-¿Cómo pudiste hacer esto? ¿Cómo pudiste?
-Quería una prueba.
Sólo recuerda algo. ¡Estoy aquí! ¡Porque quiero estar aquí! Me dejé atrapar porque porque no soy un cobarde. ¡Elegí enfrentar a mis opresores! ¡Cara a cara! Usted me llama un bárbaro. ¿Y qué eres tú? ¿Espera que llore por más de cincuenta civiles? ¡Ustedes matan a esa cantidad todos los días! ¿Qué se siente?, Brody. Esto no se trata de mí. ¡Esto es acerca de usted!
-Él está en mal estado.
-Seguro que está en mal. Lo están torturando hasta la muerte.
-Younger no. Es H.
Él no puede quebrarse.
¿Quieres saber dónde están las bombas o no? ¡Es mi responsabilidad! ¿Quieres ganar o quieres que gane?
Así que tomó una decisión y quiere que él gane. ¡Esto no se trata de ti! Esto es la guerra. Esto es sacrificio.
-Lo sabes, ¿verdad? Ambos lo sabemos. No me detendrán ahora. No hay límites.
-¿Qué estás haciendo?
-Necesita un poco de descanso…
-¡Por el amor de Dios! ¡No tenemos tiempo!
-Bien, que te parece qué debo hacer, Helen?
-¡Hijo de puta! ¿Qué quieres que te diga? ¡Haz lo que tienes que hacer!
-Lo que tengo que hacer, agente Brody. Es... inconcebible…
Ninguno de ustedes respeta mi trabajo, ¿verdad? ¡Ninguno de ustedes lo entienden!
-¡Son niños, niños inocentes!
-¡No hay niños inocentes!
Ese hombre allí mató a 53 personas. Algunos de ellos mujeres y niños y... sin embargo… ¿yo soy el villano?
¿Has oído eso? Yusuf. Tú ganas. Los tienes a todos de tu lado ahora. Está despejado. Ni siquiera tienes que decirles acerca de la cuarta bomba.
Ahora... Yo recuerdo de 15 a 18 libras de material nuclear desaparecido. ¿No pueden sacar una maldita cuenta? Cuatro libras y media por tres. Es 13 y medio. Y por 4 son 18.
-Ve allá afuera y arrastra a esos niños de vuelta aquí pateando, gritando y rogando. Los metes allí y los dejas, porque eres la única persona aquí con un mínimo de decencia. A la mierda Álvarez, a la mierda Charlie. A la mierda con todos estos malditos. Hazlo.
-¿Por qué yo?
-Porque si tu lo puedes hacer, entonces cualquiera puede.
¡No puedes hacer esto! Somos malditos seres humanos. ¡Deje que la bomba explote! ¡No podemos hacer esto! Eso es todo.
jueves, diciembre 23, 2010
la vida de uno por la de millones
EL DÍA DEL JUICIO FINAL
fuente: http://www.imdb.com/title/tt0914863/
Al final de hora y media de película, en la que Samuel Jackson ha torturado a Michael Sheen con todo sus arsenal, sin lograr sacarle información algunas sobre las tres bombas nucleares que están a punto de explotar en sendas ciudades norteamericanas, se produce el diálogo que da el título original al filme (“Unthinkable”): “¡Haz lo que tienes que hacer!”; “Lo que tengo que hacer, agente Brody, es inconcebible…”. Esa línea resume la función de H., el torturador asignado a la tarea de destruir con terror al terror. En lo que sigue, habrá decisiones que nos repugnarán y un final en el que, el muy buen guión de Peter Woodward, no se permite ningún atajo facilista. Cada decisión implica un costo y la pregunta (que cada uno, cada sociedad) debe hacerse: ¿hasta dónde voy a llegar por lo que creo? La agente Brody responde la pregunta, en un parlamento admirable. Y deberá cargar con las consecuencias de esa acción.
El argumento de “El día del juicio final” es típico: un detenido sabe dónde va a explotar una bomba que matará a miles sino a millones y las autoridades se ven en la disyuntiva de violar la ley para obtener la información y salvar vidas humanas o respetar los derechos del detenido y dejar que logre su cometido. El dilema es un problema ético conocido y sabemos que, no importa la respuesta, nunca se obtiene una solución satisfactoria.
La trama la mueven dos personajes arquetípicos de las posturas polares: H., el torturador (Samuel Jackson) y la agente Helen Brody (Carrie-Anne Moss). Por órdenes directas, la agente Brody debe participar en las sesiones de tortura de H. quien trata de sacarle información a un detenido, estadounidense y musulmán, que ha confesado en un video haber puesto tres bombas nucleares en tres ciudades.
La historia se desarrolla en un juego de tensiones, de engaños, de vueltas de tuerca que se vuelven más asfixiantes cuanto más cerca estén de la explosión. Y lo que queda claro es que, no importa lo cruento que se pueda poner, da la sensación que el terrorista maneja los hilos y que siempre (salvo al final) tiene el control del macabro juego.
Existe la tentación de dejar el final abierto y que el espectador “responda”. Peter Woodward no hace esto: toma una postura y acepta las consecuencias de esa posición. Y nos deja picando la pregunta si nosotros, como ciudadanos, seríamos capaces de aceptar que nuestras autoridades tomen esa decisión. Porque exigimos el cumplimiento de objetivos que no pueden ser satisfechos simultáneamente: seguridad al 100% con respeto absoluto de los derechos civiles. ¿Quién toma la decisión de cuál objetivo se mantiene cuando entran en conflicto? ¿Y quién será el que cargue con el peso de esa decisión?
“El día…” consume la atención en Samuel Jackson, sólido como siempre, en un rol verborrágico y contradictorio. El padre de familia convive con el sádico. El tipo con sentimientos actuando eficazmente en campos que le repugnan. En alguna parte del camino, ha perdido toda noción de su alma. “¿Cuál es el límite?” se pregunta y le pregunta a la agente Brody, mientras que los infames burócratas que lo vituperan aumentan la presión por sus servicios. Ellos lo empujan al límite “inconcebible” porque no quieren, en su especulación, quedar con el costo político de la decisión. Otros se ensuciarán las manos; ellos sólo se llevaron los réditos, en el mejor de los casos.
Por imperio del guión, sobresalen los protagonistas restantes del triángulo dramático: Michael Sheen y Carrie-Anne Moss. Sobre las escenas de violencia, cabe advertir que la película no ahorra crudezas; no se regodea en las escenas de tortura pero tampoco las esconde. No es para impresionables aunque tampoco es “El juego de la muerte”.
Para agendar y seguir de cerca. Mañana, las mejores frases.
domingo, diciembre 19, 2010
frases de “Anticristo”
No hay nada atípico en tu dolor.
Eras indiferente a si tu hijo estaba vivo o muerto. Apuesto que tienes un montón de respuestas inteligente para eso, ¿no es así?
Yo te enseñaré como respirar.
Nunca te acuestes con el terapeuta. Por mucho que a tu terapeuta le guste.
Debes tener el valor de permanecer en la situación que te derrumbó. Y luego aprendes que el miedo no es peligroso.
-Hagamos una lista de cosas a las que le tienes miedo. En la parte superior ponemos la situación a la que tienes más miedo.
-Pero no sé a lo que le temo.
-Sólo... toma tu tiempo.
¿No puedo solo tener miedo sin tener un objeto definido?
Si no puedes decirme a qué le temes, tal vez sería más fácil decirme dónde tienes miedo. ¿Dónde te sientes más vulnerable?
-¿Qué te asusta acerca del bosque? ¿Qué te asusta allí?
-Todo.
El bosque no tiene ningún sonido. El agua corre en silencio. La oscuridad llega aquí pronto. Camino dentro de ella.
Escondido entre los árboles está el agujero del zorro.
Los robles pueden crecer cientos de años. Solo necesitan producir un árbol cada cien años para propagarse. Puede parecer banal para ti, pero entiende que era una gran cosa, cuando yo estaba aquí con Nick. Las bellotas golpean el techo. Siguen cayendo y cayendo. Y muriendo y muriendo. Y entendí que todo lo que solía ser hermoso sobre el Edén, tal vez era repugnante. Ahora puedo oír lo que no había oído antes. El grito de todas las cosas que van a morir.
Las bellotas no lloran.
La naturaleza es la Iglesia de Satanás.
Los Tres Mendigos: Dolor, Desesperación, Sufrimiento.
El tuyo… es el pensamiento racional. Yo soy la naturaleza.
-¿Qué quieres?
-Lastimarte tanto como sea posible.
-¿Cómo?
-¿Cómo crees tú?
-¿Asustándome?
-Matándote.
-La naturaleza no puede hacerme daño. Sólo eres la hierba verde de afuera.
-No. Soy más que eso.
-No lo entiendo.
-Estoy al aire libre, pero también en el interior. La naturaleza de los seres humanos.
-¡Oh! Ese tipo de naturaleza…
Las mujeres no tienen control de sus cuerpos. Está dominado por la naturaleza.
Hermanas… pueden empezar la tormenta.
El bien y el mal. No tienen nada que ver con la terapia.
La maldad de la que hablas es una obsesión. Las obsesiones no se materializan. Es un hecho científico.
¿Dónde estás? ¿Cómo te atreves a dejarme? ¡Dijiste que me querías ayudar! ¿Dónde estás? ¿Dónde estás?
Cuando los Tres Mendigos lleguen, alguien debe morir.
El Caos reina.
Una mujer llorando, es una mujer traicionera. Falsas piernas, falsos muslos. Falso pecho, dientes, cabello y otros.
Los Tres Mendigos. Esa constelación no existe.
sábado, diciembre 18, 2010
película multicapas
ANTICRISTO
fuente: http://www.imdb.com/title/tt0870984/
Hace unos meses, escuché al escultor Enio Iomi, en un video proyectado en su exposición retrospectiva en el Centro Cultural Recoleta, decir que en los ’60, tenía sentido ser artista, porque cuando exponías algo nuevo, la gente se indignaba, te insultaba y hasta se peleaban por una muestra. “Ahora nos convertimos en decoradores. La gente compra nuestros cuadros mirando si combina con la pintura de las paredes de su casa. No importa lo que digas, te aplauden igual. Por eso digo que la pintura está muerta”.
Esa frase vino a mi mente hace unos días, con la visión de la última película de Lars von Trier, “Anticristo”. Silbada y abucheada en Cannes, destruida por los críticos por su “misoginia”, repudiado en blogs y foros de Internet, “Anticristo” tiene esa vocación de obra maestra, no tan frecuente en estos últimos tiempos cinematográficos. Visualmente notable, con un trabajo actoral titánico, con un guión en varias capas, “Anticristo” es una fiesta para los que amamos el cine. Es de esa clase de películas que permite una larga discusión post-café, para intentar desentrañar los posibles significados que nos presenta su creador. Sólo por eso, hay que agradecer la audacia de tipos como Lars von Trier que sigue corriendo el límite, animándose más, siempre un poquito más.
“Anticristo” es un descenso al infierno en el paraíso. Hay un prólogo y un epílogo, sin diálogos, en blanco y negro. En el medio, una serie de capítulos, contando la historia de una pareja convulsionada por una tragedia. Él, terapeuta; ella escritora. La película empieza con el plano detalle de una penetración. Concentrados en el acto sexual, la pareja no se da cuenta que, en la habitación de al lado, su bebé se bajó de la cuna, se trepa a una silla y cae por la ventana. El resto es la etapa del duelo, la depresión profunda de la mujer y el trabajo del marido, el terapeuta, para explorar el universo de dolor de su esposa. La tarea los lleva a una casa en medio de un bosque, donde la mujer pasó con el niño algunas semanas de vacaciones, mientras terminaba su investigación para un libro.
En un primer nivel de interpretación, “Anticristo” es la descripción de un viaje al interior de la mente humana, a ese nivel donde la maldad convive con la psicopatía. Podemos leer el Edén donde transcurre la mayor parte de la película, como una metáfora de la mente de la mujer en duelo.
La mención al Edén, indefectiblemente, alude a la historia de Adán y Eva en su paraíso perdido. Algunos símbolos mitológicos refuerzan la posibilidad de ver la película en un marco más amplio. Una tríada (el ciervo, el cuervo, el zorro); la mención a la brujería; la naturaleza como la Iglesia de Satán; la mujer como protagonista de esa fuerza oscura. Se puede entender la película sin comprender esos símbolos. Pero están porque von Trier nos quiere decir algo más, quiere insertar esa historia individual en un marco histórico más amplio.
Los lectores de Robert Graves encontramos ciertas concordancias al ver “Anticristo”. Ese bosque (un robledal, árbol principal en la mitología), la brujería, el frenesí sexual, la presencia del “rey” baldado, son elementos de los cultos matriarcales originarios, de la Triple Diosa citado por Graves. En “Rey Jesús”, Graves plantea la hipótesis de la crucifixión del nazareno como la coronación de Jesús según los ritos de la Diosa a la que viene a derrotar. La imposición del catolicismo arrasa con los cultos matriarcales cuyos ritos se practican, en secreto, en el interior de los bosques.
Un ejercicio intelectual de interés es rastrear esos símbolos mitológicos y buscarle sentidos. ¿El ciervo está porque es el animal que representa a Diana? ¿El cuervo tiene que ver con Apolo o con la mitología nórdica? El zorro es un misterio: es un personaje de los mitos japoneses (una especie de demonio astuto) pero también tiene su presencia en el universo mítico americano.
No obstante, pese al divertimento en encontrarle sentido a los símbolos de “Anticristo”, no es éste el ejercicio fundamental de la película. Es más útil prestarle atención al cambio que sufre el protagonista (representante del pensamiento racional, analítico, hombre que cree que los misterios son sólo hechos naturales no conocidos aún, pero que tienen una explicación) cuando llega al bosque. Porque sus certezas empiezan a tambalear en cuanto ve al ciervo. Hay algo en ese bosque que desafía su lógica.
En principio, el bosque se define por el verde, por la vida, por la tranquilidad. Pero basta que caiga un pichón muerto comido por las hormigas, para entender que esa vida se sustenta en la muerte, en lo oscuro, en la descomposición, en lo corrompido. La protagonista ha entendido esa materia oscura como parte de su naturaleza y se ha rendido a ella. En su seno está la vida y la muerte y su única debilidad es el placer que el hombre que le genera.
Violenta, poderosa, suficiente, su única debilidad es la dependencia sexual de su pareja; empieza a entenderse el sentido de la mutilación, en una de las cruentas escenas del filme.
Lars von Trier recupera esa línea del catolicismo primitivo que ponía bajo sospecha al sexo femenino (y por extensión, a todo el sexo). Tal vez por eso “Anticristo” se haya ganado el mote de misoginia, con esa facilidad para los rótulos que suelen tener los críticos.
La riqueza conceptual de la trama de “Anticristo” exigía dos monumentales actuaciones para no derrumbarse en el ridículo. Y Lars von Trier consiguió dos pesos pesados que se bancan escenas comprometidas donde dejan jirones de piel. Williem Dafoe y Charlotte Gainsbourg dan una lección: la actuación es un juego de audaces.
La fotografía de Anthony Dod Mantle, la dirección de arte de Tim Pannen y la banda de sonido, son otros pilares críticos de la película. Escenas destacadas: la secuencia inicial; la escena de sexo al pie del árbol; la escena del zorro que habla (la voz es la del mismo Lars von Trier); la escena de la masturbación de Charlotte Gainsbourg; la eyaculación sangrienta.
Las mejores frases, mañana.
lunes, diciembre 13, 2010
la sorpresa del final
SURVEILLANCE
fuente: http://www.imdb.com/title/tt0409345
En el margen de los estrenos de esta semana, con críticas no malas pero tampoco superlativas, señalando la extrema violencia y sadismo y gore y sangre y, etc., etc., etc., del filme, “Surveillance”, el filme de Jennifer Chambers Lynch (hija de David Lynch) pasará por los cines argentinos sin llamar la atención. Bueno, esta crítica tiene un solo objetivo: reivindicarla.
Hace tiempo que no veo un policial que me tome desprevenido. Después de ver tanto cine, uno tiene cierto tipo de acto reflejo para anticipar finales. Algunos guiños, una línea del diálogo, un plano detalle, puede “adelantarnos” el desenlace. Bueno, con “Surveillance” lo que venía en un sentido, terminó en otro y me tomó, total y absolutamente, con la guardia baja. El final (que me muero por contarles y arruinarles la sorpresa) es brillante, es la gema de un filme que ya tenía más de un atractivo para destacarlo del resto de los policiales.
“Surveillance” es la historia de dos agentes del FBI que van a un pueblo perdido norteamericano a interrogar a tres testigos sobrevivientes de la masacre de un par de asesinos seriales que están aterrorizando la zona. Sam y Elizabeth, la pareja de agentes, presupone por los diálogos iníciales, que tienen una historia atrás, un pasado que puede interferir en la investigación de los hechos violentos. Ambos se enfrentarán a la hostilidad de la policía local, tan pueblerina como inútil.
El desarrollo de la investigación es peculiar. Los agentes del FBI toman las declaraciones a los testigos (una drogadicta, una nena, un policía) en habitaciones separadas, vistos simultáneamente por sendas cámaras de video, controladas centralmente por Sam. Con efecto humorístico, el guión de Jennifer Chambers Lynch y Kent Harper (quien interpreta al policía herido en la mano) contrapone las declaraciones de los testigos a lo verdaderamente ocurrido. Las medias verdades que se parecen más a medias mentiras. Hay un innegable olor a “Rashomon” en el aire.
Otro acierto es la elaboración de estos testigos, cada uno con su historia, en ese viaje por la ruta donde encuentran a los asesinos. La nena que viaja con su hermano, su mamá y el novio de su mamá que intenta, sin fortuna, meterse en los zapatos de su papá; la pareja drogadicta que se llevó todos los narcóticos de su dealer que tuvo la mala suerte de morirse ante ellos; la pareja de policías que se entretiene aterrorizando viajeros con la rutina del policía bueno y el policía malo. No hay personajes que sobren: todos tienen un rasgo que los identifica, generalmente, patético y miserable.
En la narración paralela, sabemos que hay algo que se esconde. La originalidad de “Surveillance” es quién lo esconde. Y, al estilo “Sexto sentido”, es de esas clases de películas que, una vez vistas, rebobinamos para descubrir las pistas dispersas en el guión que nos inducían a pensar una cosa pero en realidad decían otra.
Respecto a las escenas de violencia, no hay nada excepcional. Hay violencia, sí, pero no es el centro de la película. Nada superior a lo visto en algún capítulo de “CSI”. Así que mejor no hacerle caso a aquellos que apelaron al gore y al trash para espantarle público a esta película.
Del muy buen elenco, destacamos a la pareja central (Bill Pullman y Julia Ormond), la nena (Ryan Simpkins), los dos policías cabrones (French Stewart y Kent Harper) y el rato de Michael Ironside como el comisario del pueblo.
Escenas destacadas: la muerte del dealer; la escena de la “revelación”; las detenciones de los policías en la ruta, asustando a los viajantes.
Frases:
-Debes ser de las que leen, primero, el final del libro… ¿no?
-Sí.
-Ésa no es manera de vivir.
-Yo me pregunto porqué iban a ser tan descuidados…
-Ellos, posiblemente, tengan chances de mejorar…
-Ah… entiendo…
-Salvo, señora, que no les importe una mierda…
Sé quiénes son.
Creo que es la cosa más romántica de todo el mundo.
Podría decirse que hay una manera de arrancar una nota, sin romper el papel.
No te comprometas emocionalmente.
Sabes… me recuerda a mí… Yo también fui una niña triste.
No estoy… pasándola… bien…
-No volverás a dormir.
-Ésa es la idea.
sábado, diciembre 11, 2010
frases de “10 items or less”
-Yo no lo llamaría "regresar". No es un "regreso". Yo no diría "regresar". Es algo independiente. De perfil bajo. Si llega alto, está bien. Si no, no importa.
-Es como una mamada.
-Sí, como una mamada cinematográfica.
Diez artículos o menos. Estuvo ahí parado. ¿Vio a alguien que no haya intentado pasar más cosas? Siempre hay pelea. Esta es la peor caja. Aquí los cajeros se mueren.
No se quede mucho tiempo. Los del próximo turno no hablan inglés.
-¿No sabe su número de teléfono?
-Esta semana no.
-No tuve suerte. Se fueron todos. Es una festividad judía.
-¿Hoy?
-Mañana. La extendieron.
-¿Y con quién hablaba?
-Con el conmutador.
-¿Todos los demás...?
-Se fueron.
-¿Son todos judíos?
-Hoy, sí.
El celeste te queda bien.
Lorraine, tómate otra cerveza para el bebé.
Quizá no sepa mi número de teléfono. Quizá no sepa en qué día vivo. Pero en cuanto veo a alguien, sé cuál es su papel.
Te vi cuatro pasos adelante de los otros empleados. Te vi haciendo el trabajo de tres personas porque sabes que eres mejor que los demás. ¿No tengo razón? ¿Acaso una secretaria no hace el trabajo de tres personas mientras otro se lleva los laureles?
-¿Sabes hacia dónde debes ir?
-No.
-¿No deberías detenerte para preguntar el camino?-No pregunto.
-No pregunta.
-Jamás pregunto el camino.
-¿Lo ves? La personalidad perfecta. Autosuficiente. No confía en nadie.
Me lo enseñó Clint Eastwood. ¿Ves cómo ajusta en medio del músculo? Mira. ¿Ves? Parezco de 30, ¿cierto?
-¿Cómo es que Uds. ganan tanto dinero y no lo gastan?
-De eso se trata. Hace años que no compro. Esto hay que aprenderlo cuando se es joven.
-Vamos, dilo.
-Gracias, Dinner`s Club.
-Otra vez.
-Gracias, Dinner`s Club.
-Jamás estuve del otro lado del mostrador.
-¿Y qué?
-Jamás tuve un empleo donde puedas sentarte.
-¿Cuántos años dijiste que tenías? ¿25? ¿25? ¿Tienes 25? Recién a los 30 hice mi primera película. Tú estás adelantada. Es cuestión de tiempo. Tienes toda la vida por delante. Empieza ahora.
-¿Por qué le interesa? ¿Qué le importa?
-Porque te veo. Eres como yo. No tan bonita, pero… Mírate. Tienes 25 años. Y te sientes tan vieja como yo en mi último cumpleaños. Un matrimonio fracasado, un trabajo de porquería, convencida de que eres estéril. Te aferras a tu seguridad y piensas que no te aguarda nada bueno. Y, por más que intentes, no logras convencerte de que todavía te queda algo. ¿Para qué seguir intentándolo? Ya sé. Ya lo sé. Estoy aquí sentado con alguien que apenas conozco, en una parte de la ciudad que desconozco por completo. No sé mi número de teléfono. No sé qué día es. Ni siquiera tengo un amigo a quien llamar. Y sé que podría… Desaparecer. Desaparecer.
¿Comes proteínas de mañana? ¿Lo ves? Es eso. Todos lo olvidan. Todos. ¿Sabes quién me lo dijo? El Dalai Lama. Fanático de las proteínas. ¿Por qué crees que siempre sonríe? Son las chuletas de cerdo debajo de su túnica.
-Le encanta.
-Con cada parte de mi magnífico cuerpo.
-¿Y por qué no trabaja? ¿Por qué no se compromete?
-Bueno, eso… Eso es un misterio, ¿cierto? El Santo Grial. Supongo que tiene que ver con agentes, abogados, jardineros… Gastos. Cuidarse de lo que uno dice. Esquivar la bala de la creación. Juzgar, evaluar, ocultar. Provocar. Seducir. Ser seducido. Y, pronto, te das cuenta de que te mantuviste al margen durante años.
-Muy bien. Diez artículos o menos. Diez cosas que odias en tu vida, que detestas. Creo que ya te dije las mías. Rápido. Sin pensar.
-Está bien. Mis pies. Mi matrimonio. Mi ropa. La gente lenta. Preguntar el camino. El papel y el plástico. Las mentiras. El dinero. No, necesitar dinero. Necesitar. Bien.
-Diez artículos o menos. Las diez cosas que más te gustan en la vida. Diez cosas que podrías conservar, si sólo pudieras conservar diez.
-De acuerdo. Mi auto.
-Es un auto estupendo.
-Gracias. Mi sobrino. Mi tostadora. El árbol que está detrás de casa. El viento.
La música. Cualquiera. Mi cabello, cuando llueve.
-Sólo son siete.
-Sí. Su turno. Diez artículos o menos. Lo que conservaría.
-Mi esposa. Mis hijos. Sus amigos. El café a las 5:30 de la mañana. Una buena evacuación intestinal. No hacer tomas adicionales. El piano. Sexo. La palabra escrita. Prendas de algodón. Y los finales fuertes.
-Fueron 11.
-Lo sé.
-El cartel dice 10.
-Lo sé.
-Es como todos. Intentas pasarte…
-No dijo ni una palabra. Quizá es mío. Quizá no. Pero lo logré.
-Pero lo lograste.
-Y de algo estoy segura.
-¿De qué?
-No volveré a pisar ese supermercado.
-¿Lo ves? Un final fuerte.
Ahora tienes ocho.
-Creo que llegó la hora, ¿no?
-¿Sabes adónde vamos?
-Ni la más mínima idea.
-Ni la más mínima idea. Puedes hacer una parada. Como todo el mundo.
El director es tan joven que todavía no nació.
-Éste es nuestro pacto. Vivimos…
-Vivimos.
-Trabajamos.
-Trabajamos.
-Recién empezamos.
-Recién empezamos.
-No volveremos a vernos.
-Nunca.
viernes, diciembre 10, 2010
aún no es tarde
10 ITEMS OR LESS
data: http://www.imdb.com/title/tt0499603/
“El miedo puede provenir de muchos lugares, pero el de naturaleza más fascinante es el que proviene del éxito, pavoroso en verdad. He visto cómo grandiosos talentos se ven atenazados por el pánico ante el trabajo que deben afrontar por miedo, ahora, a equivocarse. Eso es totalmente cierto, y se da en guionistas, directores, actores... les persigue la maldición del Oscar y, de pronto, dejas de verles durante dos años, tres años, o más. Dejan de afrontar riesgos porque el miedo está en que ya no hay lugar al cual ir si no es hacia abajo y, súbitamente, su buen hacer, su arte, pasa a estar a cuenta, en depósito. Me fascina esa paradoja”.fuente: http://www.labutaca.net/films/49/10itemsorless1.htm
BRAD SILBERLING
La película es de 2006 y es una de esas joyitas con las que uno se cruza por casualidad. Una pequeña película que llega al corazón con una historia mínima pero entrañable. Mientras Brad Silberling estuvo un par de años rodando las complicadas escenas de estudio de “Lemony Snicket”, se dio un empacho de películas del neorrealismo italiano para atenuar tantos efectos especiales. Y, gracias a esa catarsis, escribió una de esas historias chiquitas que podía filmar en 15 días con dos actores principales, sin grandes recursos, por el simple placer de filmar. Eso fue “10 items or less”. Y es una película para no dejar pasar, especialmente recomendable para los que les gusta esa clase de filmes menores al estilo cine independiente.
“10 items or less” es la historia de un actor, el propio Morgan Freeman que está estudiando, tras cuatro años sin filmar, si acepta protagonizar un papel para la película de un joven director. Obsesivo en los detalles, Freeman se hace llevar a una ciudad perdida californiana, para investigar y componer el rol de un gerente de supermercado. Freeman termina “olvidado” en el remoto lugar y termina cargando con él, la joven cajera del lugar con nombre de heroína de película, Scarlet.
Ella es una inmigrante hispana que vegeta en la caja de “10 artículos o menos”, un matrimonio fracasado con el gerente del super quien la dejó por la otra cajera, la de la relajada caja “normal” y que duda para presentarse a un puesto de secretaria en una empresa de construcción. Detrás de la duda, hay más que motivos laborales: Scarlet no confía que la vida le depare algo mejor de lo que ya le dio. Y para ponerla de pie, empujarla a caminar y hacerle creer en la fuerza de sí misma, nada mejor que el consagrado actor de Hollywood que, como ella, también duda. Duda que nace de un miedo diferente: miedo a perder lo que se ha ganado.
En esos viajes y charlas en apariencia insustanciales, está el secreto del filme. Es un viaje interior en el que, cada personaje, se apoya en el otro, para crecer juntos.
El secreto de “10 items or less” es, indudablemente, la calidad de la pareja protagónica. Morgan Freeman, tomándose el pelo a si mismo, actúa cómodo, jugando en un rol poco visto. Disfruta de lo que hace y se nota. Y la química que logra con Paz Vega, su co-protagonista, es notable. Especialmente cuando gran parte de la interacción de ambos se logra con las miradas y los gestos. Ésta era la segunda película de Paz Vega hablada en inglés, tras la destacada “Spanglish”. Por eso basa su interpretación, no tanto en las palabras, sino en su rostro. La comunicación que logran con Freeman es destacable, como se ve en la última escena, la de la despedida.
Una mención aparte, para Kumar Pallana, en la piel de un decrépito empleado del super, sordo y que camina al borde de la caída. Y una última para Alexandra Berardi, la mujer que vende trapeadores en el super, una auténtica vendedora de trapeadores del establecimiento donde filmaron.
Escenas destacadas: el baile de Freeman con los empleados del lavadero de autos; el primer encuentro entre Freeman y Scarlet; la escena final; el cameo con Danny DeVito; la escena con la lista de no más de diez cosas que odies o ames.
Mañana, las mejores frases del filme.
martes, diciembre 07, 2010
el capital es más fuerte
AMOR A DISTANCIA
data: http://www.imdb.com/title/tt1322312
Pasó rápida por los cines pero, como en todas las películas de Drew Barrymore, siempre hay algo para rescatar, aunque tenga la apariencia de una comedia más. “Amor a distancia” parte de una muy buena idea inicial para contar una anticomedia romántica, arruinada por un final convencional. Pero para los que sabemos que Hollywood tiene dos finales (el del autor y el del focus group), somos concientes que el guión de Geoff LaTulippe termina cinco minutos antes que pasen los títulos finales, cuando el protagonista acomete otra ronda en el videojuego donde conoció a su amor y declara que va a ser difícil que alguien pueda empardarle su récord.
Erin está provisoriamente en Nueva York, como pasante de un diario. Espera retomar su posgrado de periodismo en la Costa Oeste que pospuso por un amor terminado. Ahora, con varios años más, intenta retomar la senda. Por eso, cuando conoce a Garrett le deja en claro que en seis semanas se va y que no busca una relación estable. Como Garrett viene de un quiebre, tampoco quiere nada serio. Así que sexo, cenas, charlas, chistes y más sexo, hasta que sus caminos se separen.
Bueno, lo consabido: se enamoran.
Y deciden mantener un amor a distancia. Ella en San Francisco; él en Nueva York.
Lo interesante de la historia no son las peripecias de la pareja para mantener su relación con un país en el medio, sino la observación de cómo la economía se mete en las relaciones humanas y las condicionan. Por más que quieran coordinar las esferas sentimentales y económicas, éstas inevitablemente colisionan. No hay escapatoria posible. Uno debe resignar lo que es, su trabajo, su posición económica y depender del otro. Y eso es una apuesta que puede dejarlos varados en el futuro, si la relación no funciona, cosa que Erin sabe por propia experiencia.
La película utiliza una chicana para resolver un dilema sin solución. Por eso decimos que los últimos minutos del filme que sigue a la ruptura de la pareja, sobran. Los “seis meses después” es una improvisación, un auténtico deus ex machina para convencer a los espectadores que el amor es más fuerte. Pero la tesis del filme era otra: vivimos tiempos en que la billetera tiene suficiente poder para vencer al amor. Hubiera bastado que el salto al vacío económico que efectúa Garrett para reconquistar a Erin, hubiera fallado estrepitosamente, para que los caminos de los amantes corrieran por sendas (irremediables) apartadas.
Nos quedamos con la queja de Erin al romper con Garrett de “pero yo te quiero”, como uno de los momentos altos de esta historia. Nunca más claro que en esa frase de lo que trata el filme y, tampoco nunca tan claro, lo cruel e irremediable que es el mundo que se les puso por delante.
Para agendar.
miércoles, diciembre 01, 2010
frases de “Harry Potter y las reliquias de la muerte”
Harry es la mejor esperanza que tenemos. Confía en él.
El Ministro ha caído. El Ministerio de la Magia está muerto.
Yo debo ser quien mate a Harry Potter.
¡Qué hermoso lugar...! Estar con amigos...
Estos son tiempos oscuros. No se pueden negar. Nuestro mundo, quizás, jamás se ha enfrentado a una amenaza tan grande. Pero les digo a nuestros ciudadanos: nosotros, sus servidores, seguiremos defendiendo su libertad y repeliendo las fuerzas que tratan de dominarnos. Su Ministerio sigue siendo fuerte.
Sólo piensa... faltan nada más que tres.
-¡Infeliz estúpido! ¡Pudiste haberme matado!
-¡Dobby nunca quiso matar! ¡Dobby sólo pretende mutilar o herir gravamente!
Harry... tu vista es realmente horrible.
-Deberíamos haber tomado la poción multijugo...
-No. Aquí es dónde nací. No voy a volver como otra persona...
Estás mintiendo, Dolores... ¡y no debés decir mentiras!
Creo que deberíamos cerrarle los ojos... ¿no? Ve... ahora parece que estuviera durmiendo.
-¿Qué dices, Pius?
-Uno escucha muchas cosas, mi Señor, tantas que la verdad de ellas no está clara.
-¡Ja, hablás como un verdadero político! Tú, creo, nos serás muy útil, Pius...
Nagini... ¡la cena!
Dobby no tienen amo. ¡Dobby es un elfo libre! ¡Dobby ha venido a salvar a Harry Potter y sus amigos!
He visto tu corazón. Y es mío.
No se limita a apagar las luces. No sé cómo funciona pero la mañana de Navidad, yo estaba durmiendo en esa pequeña taberna, alejado de algunos ladrones y oí su voz. Tu voz... Hermione... decías mi nombre. Sólo mi nombre. Como un susurro. Y yo lo tomé, lo apreté y apareció esa pequeña bola de luz. Yo sabía. Voló hacía mí, la bola de luz, directo hacia mí, a través de mi pecho. Aquí mismo (TOCÁNDOSE EL CORAZÓN) Y yo sabía que me iba a llevar a donde necesitaba ir.