jueves, julio 29, 2010
frases de “Brigada A”
No creo en las coincidencias, Cabo. Creo que, no importa cuán arbitrarias resulten las cosas, siempre hay un plan.
-Este hombre es un paciente.
-No la escuchen. Está loca. Yo soy un Doctor en servicio...
Saber el movimiento de un enemigo antes de que sea pensado. Eso es un plan.
Hay un plan en todo. Y me gusta cuando un plan se realiza.
-Mi nombre es Lynch. Soy de la CIA.
-Yo conocí a un Lynch de la CIA en "Tormenta del Desierto".
-Vengo de una larga línea de Lynchs.
-¿Ha pensado alguna vez que nadie confía en la CIA porque no saben sus verdaderos nombres?
Mírense, payasos. No son soldados. Son asesinos en camisetas de polo.
El dinero no compra las agallas, muchacho. Ni la inteligencia. Y a ustedes les faltan ambas cosas.
El tiempo, Lynch. Déme un minuto y estoy bien. Si me dan una hora, estoy genial. Si me das seis meses… soy invencible.
-¡Deberían ver estas balas en 3D!
-¡Metete!
-¡Parece como si me dispararan!
-¡Te van a matar, idiota!
Si se fijan bien, verán por la ventana derecha que un ala se está quemando.
-¿Tratan de derribar el otro drone?
-No. Están tratando de que el tanque planee.
-¿Hablaste con ella?
-No tuve más remedio, ¿OK? Confía en mí.
-Confío en ti... para hacer una mala decisión. ¿Qué parte de tu cuerpo estaba pensando en ese momento?
Ví su tumba, en Arlington. Usted murió como un héroe nacional. La muerte es demasiado fácil. Lo último que necesitamos ahora es otra mentira.
Me gusta viajar ligero. Parece que la lealtad ya no existe.
¿Que tal dedicar todo mi futuro próximo para destruir el tuyo?
Quiero decir… mire… ¿tengo que enseñarle como matarme?
-Pike, ¿crees en segundas oportunidades?
-Lo creo ahora.
-Y Jefe, ¿por qué necesita tantas de estas cosas?
-Porque la exageración está subvalorada, amigo.
Así que vamos a poner a este hombre en la superficie. Es el último lugar en el que querría estar. Y lo pones en escena, donde todo el mundo pueda verlo.
-Será difícil, ¿no?
-Bueno, no puedo prometer que no lo será.
-He leído algo... “Victoria obtenida a través de la violencia es equivalente a una derrota. Porque es momentánea”.
-Gandhi. “Es mejor ser violento si hay violencia en mi corazón, que ponerse una máscara de no violencia para encubrir la impotencia”.
-¿Quién dijo eso?
-El mismo tipo. Gandhi no tenía miedo de luchar por lo que creía. ¿En que crees, B.A.?
-Murdock, yo no soy Hannibal.
-¿Quién tiene más que perder en esto, Face? Yo. Y confío en ti.
-Sí, lo sé, Murdock. Pero estás loco.
-No tan loco.
-¿Qué diablos fue eso?
-¡Pike disparó sobre nosotros! Hizo un agujero en el barco.
-¿Qué pasa con el plan?
-Pike acabó con el plan.
Chico, para ser psicópatas hicieron un buen trabajo.
Los amigos son como las balas. Nunca están cuando se los necesita.
No dejes que te engañe la cicatriz. Su Muay Thai es muy bueno. Su Jiu Jitsu un poco mejor, pero...
Puedes vencer a un tipo como Lynch atrapándolo con tres factores. Distracción. Desviación. Y división. Y lo pones en escena para que lo vea todo el mundo.
Es bueno.
miércoles, julio 28, 2010
frases de “Karate Kid”
Mamá, mira. En China todo es viejo. Casas antiguas, viejos parques, gente vieja. Mira. Este hombre tiene mínimo 400 años.
-¿No sabes nada de chino?
-No.
-Estás en China. Tal vez no sea mala idea.
-Agua caliente, funciona. Gira el interruptor. Espera media hora, tomas la ducha. Apagas el interruptor.
-¿Por qué no dejarlo prendido?
-¿Lo dejan prendido en Estados Unidos?
-No tenemos interruptores en Estados Unidos.
-Poner un interruptor. Salva el planeta.
-¿Qué le pasó a tu ojo?
-Me golpeé contra un poste.
-Que poste más interesante.
¿Podrías por favor levantar tu abrigo?
Solo piensas con los ojos. Es fácil engañarte.
No hay malos estudiantes. Sólo mal maestro.
-Hay buenas noticias y malas noticias. La buena noticia es que te dejaran tranquilo.
-¿En serio?
-Mientras te preparas.
-¿Prepararme para qué?
-El torneo. Lucharas contra ellos uno por uno.
-¿Qué? La mala noticia es que me golpearán en público.
-Si.
-Muy bien. Gracias.
Esto no es Kung Fu. Eso no representa a China.
Más buenas noticias. Te enseñaré el verdadero Kung Fu.
Quítatelo. Cuélgala. Bájala. Ponla en el suelo. Levántala. Cuélgala…
Kung Fu vive en todo en todo lo que hacemos. Vive en la forma en que nos ponemos un abrigo, en la forma de quitarse un abrigo. Y vive en cómo tratamos a la gente. Todo es Kung Fu.
-Entonces, ¿que aprenderemos hoy?
-Chi. Energía interna... La esencia de la vida. Se mueve dentro de nosotros fluye a través de nuestro cuerpo. Nos da fuerza interior.
-Ya entiendo. Es la "Fuerza" como en "Star Wars". Usted es Yoda y yo soy como un Jedi.
-Ella copiaba a la serpiente. La tenía así de cerca.
-No miraste con suficiente atención, Xiao Dre. La serpiente estaba copiando a la mujer.
Estar quieto y no hacer nada son dos cosas diferentes.
-Me tienes que enseñar eso como controlar a la gente.
-Sólo hay una persona a la que necesitas aprender a controlar.
Me has enseñado una lección muy importante. La vida puede tirarnos, pero nosotros elegimos si queremos levantarnos.
-¿Qué es eso?
-El libro de reglas.
-¿No sabe las reglas?
-Si, claro que las sé. Simplemente pégales y no dejes que te peguen.
-Sólo dime porque quieres volver a la competencia desesperadamente.
-Porque todavía tengo miedo. No importa lo que suceda esta noche. Cuando me vaya, ya no quiero tener miedo.
martes, julio 27, 2010
tuneadas
BRIGADA A / KARATE KID
data: http://www.imdb.com/title/tt0429493 / http://www.imdb.com/title/tt1155076
Las remakes son un asunto delicado. Uno tiene que hacer algo parecido pero diferente. Al menos que hagas la Gran Van Sant y copies, plano por plano, la versión original. ¿Hasta dónde se puede ser parecido sin ser igual? Tal vez la respuesta sea: hasta no traicionar el espíritu del original. Y llevar al plano operativo ese principio es tan etéreo como su definición.
“Brigada A” y “Karate Kid” son dos remakes de dos éxitos de los ’80. Una serie simpática pero muy elemental; una película de clase B que fue un impensado éxito de taquilla. Más riqueza de guión tenía la “Karate Kid” original que la “Brigada A” primitiva. La calidad del guión se invierten en estas versiones del 2010: “Brigada A” tiene muchos más elementos que “Karate Kid”.
Ambas caen, sin embargo, en un error común: los fuegos de artificios. Los originales tenían un elemento común destacado: la simplicidad de sus propuestas. No había necesidad de revoleos de cohetes, saltos en el aire, dobles invertidos, entrenamientos estilo Rocky. “Karate Kid” funcionaba porque el pibe protagonista era común y tenía un karate (en realidad un kung fu, parece) no sofisticado. La imagen de Pat Morita cagando a golpes a los malos, apenas moviéndose, era poderosa. El karate era mucho más una filosofía de vida que un revoleo atlético. La versión del 2010 cae en ese error: a Jaden Smith lo entrenan como si fuera al campeonato del mundo. Y pega saltos en el aire como un profesional con años de entrenamiento. No es verosímil.
Otro error común es la propaganda: en “Brigada A”, el panfleto del ejército de los Estados Unidos en Irak; en “Karate Kid”, el recorrido turístico por China. No ganan mucho con el marco propagandístico de fondo.
Se diferencian, sí, en la superioridad del guión de “Brigada A” y de su elenco, sobre el de “Karate Kid”. Ni Jaden Smith ni Jackie Chang logran dar carnadura a sus personajes. Posiblemente porque el guión no los ayude mucho. Como muestra: nos enteramos por una marca en la pared, que el padre de Dre Parker (el protagonista de “Karate Kid”) se murió. Él debe emigrar con su madre a China porque “ya no tienen nada en Detroit”. ¿Por qué? ¿Cómo murió el padre? ¿Qué siente él por su ausencia? ¿Qué pasa con la mamá? Todas estas preguntas hubieran enriquecido la relación entre Dre y su maestro Han, el padre sustituto que la vida le ha dado. (Y el hijo sustituto como vemos en el final). Responder esa pregunta del protagonista, podría haber dado más emoción a, por ejemplo, la escena de la destrucción del auto de Jackie Chan.
(Entre nosotros, la Posición de la Grulla es claramente superior a la Postura de la Cobra. Que quiere que les diga…)
El elenco de “Brigada A” es muy bueno, encabezado por Liam Neeson. Se destaca Sharito Copley de destacada actuación en “Distrito 9”, acá luciéndose como Murdock, el loco. Hay empatía y química y hasta los malos se destacan. En contraposición, los malos de “Karate Kid” no salen de la caricatura.
De esta comparación, “Karate Kid” es apenas regular y “Brigada A” es buena (por momentos muy buena). Hay otro pero en “Brigada A” respecto a su versión original: es mayor el grado de azar. En más de un tramo, los héroes escapan por auténticos milagros, excepciones al plan. El tanque que sale volando es un buen ejemplo. En la serie original, el fuerte era como Hannibal Smith había trazado todos los universos posibles y tenía todas las bases cubiertas. No había imprevistos en el aceitado mecanismo de relojería de la serie; acá hay más de un deus ex machina para que los protagonistas no terminen contra una pared o con un tiro en la cabeza.
Acorde al mejor guión, los diálogos de “Brigada A” son muy superiores a los de “Karate Kid”. Podrán comprobarlos en los próximos dos posts, con las mejores frases de cada filme.
En suma: pochoclo para disfrutar a medias. No quedarán en la memoria.
miércoles, julio 21, 2010
frases de “Chéri”
Y Lea de Lonval. Nacida como Leone Vallon, envidiada por muchas como la más bella de todas. Su buen juicio le permitió evitar el mayor peligro de su profesión a saber: enamorarse.
¿Hay algo más maravilloso en el mundo que tener toda la cama para una?
-No debes beber gin. Ni brandy.
-No sería educado dejar a mi madre beber sola, ¿o sí?
Conozco a tu madre desde que estaba en la Compañía de Ballet. La conocí cuando se estaba comenzando a dar cuenta que los amantes del arte son una mejor fuente de ingresos que el arte.
No puedo criticar su carácter. Sobre todo porque no parece tenerlo.
No tienes de qué preocuparte. Te lo devolveré en muy buen estado. Lo mantuve lejos del opio, la cocaína y el alcohol barato. Creo que verás que es un orgullo para ambas.
-No significa que esa niña pueda manejarlo.
-Las jóvenes tienen sus métodos.
-Tal vez sí. No puedo decir que lo recuerde.
Hueles muy bien. ¿No crees que ahora que la piel es menos firme conserva mucho más el perfume?
Un buen cuerpo dura mucho tiempo. Todos lo saben.
-Debes ser bueno con ella, ¿me oyes? No la hagas sufrir. Ahora es su turno. El mío terminó.
-Yo no quiero eso.
-De ahora en adelante, lo que tú quieres tiene poca importancia.
Mi error fue quedarme seis años con Chéri. Estar seis años es como seguir a tu esposo a las colonias. Al regresar, no sabes qué debes usar y nadie recuerda quién eres.
-¿Puedes abrir la ventana?
-¿Es una buena idea?
-Está muy pesado aquí dentro.
-No me gusta hacerlo. Alguien podría treparse.
-Promesas, promesas.
El Hotel Grand Palais de Biarritz había sido, por varios años, un coto de caza para Lea y sus colegas. Un lugar donde podías estar, hombro a hombro, con el primer ministro británico. O en una postura más íntima, con el Príncipe de Gales.
-Tengo tanto en mi mente que apenas recuerdo mi nombre.
-Nadie está tan ocupado como el que no hace nada.
Una puerta que se golpea, te asusta... Pero no tanto como la víbora que pasa por debajo.
Así que supongo que ambos somos huérfanos.
Sé cuál es el problema. Puedes tener todo lo que quieras. Y nada de eso significa algo para ti.
Me atrevo a decir que el divorcio será más divertido que la boda.
-Lo importante es que está listo para sentar cabeza. Ocuparse de su casa y se encargará de su dinero y adorará a sus hijos.
-Bueno, no debes hacerlo sonar tan deprimente.
Éramos como dos perros luchando por una vieja pantufla.
¿Buenas asas, no te parece, para un jarrón tan viejo?
Siempre odié la idea de trabajar. Éste (SEÑALANDO LA CAMA) era mi único lugar de negocios. Y los clientes se han ido.
No olvides que es hija de Marie Laure. El veneno saldrá. De una forma u otra.
-Ahora sé lo que es sufrir por una mujer. Cuando supe que habías regresado, me sentí aliviado. Pensé que podía ir a casa, que todo estaría bien. Pero lo único en lo que pensaba era... Y luego anoche, vine aquí y...
-Viniste aquí y... Encontraste a una mujer vieja. Sí, encontraste a una mujer vieja. No llores. ¿Por qué lloras? Estoy muy agradecida contigo. ¿De veras te enamoraste de mí? ¿De veras pensaste que era una buena persona? Si así fuera, te habría convertido en un hombre, en lugar de pensar en tu placer y en mi felicidad. No te habría reservado sólo para mí. Te amé como si fuéramos a morir el mismo día. Te llevé mucho tiempo en mi corazón. Olvidé que ibas a tener que llevar tu propia carga. Una joven esposa. Tal vez incluso un hijo. Y entonces... vas a sufrir. Vas a extrañarme. Y vas a tener que tratar de encontrar la sabiduría y la tolerancia para no hacer sufrir a los demás. El problema es que ahora probaste la juventud. Nunca te satisface, pero siempre querrás regresar por más.
Debes irte. Te amo. Pero es demasiado tarde.
Al mismo tiempo, no pudo reprimir la idea de que había escapado de algo y volvía a ser libre. Un sentimiento que, finalmente, se dio cuenta que era desacertado. Pasaron años para que entendiera que ambos habían sido injustamente castigados. Lea, por nacer muchos años antes que él. Y Chéri por no haber visto que Lea era la única mujer que él sería capaz de amar. Y una vez que entendió que ese era el caso, buscó su viejo revólver del servicio y se voló el cerebro con una bala.
martes, julio 20, 2010
envejecer con dignidad
CHÉRI
data: http://www.imdb.com/title/tt1179258/
El argumento del filme da más para un corto que para un largo. Veterana cortesana de la Francia de la Belle Époque, pone bajo su tutela a un joven descontrolado, cayendo en un “pecado” que jamás ha cometido en su profesión: enamorarse.
“Chéri” sería una película menor, una anécdota en la filmografía de Stephen Frears, de no ser por los diálogos con un humor filoso y por la presencia de dos actrices geniales, como Michelle Pfeiffer y Kathy Bates. Pero, principalmente, porque el tándem Lea de Lonval / Michelle Pfeiffer constituyen una entidad distinta de ambas (i.e. del personaje; de la actriz que la interpreta) para conformar una mujer inolvidable. Monstruo artístico, quimera fatal, la Nounette de Pfeiffer enamora al espectador como al joven protagonista y lo arrastra a su mismo sino trágico, al comprender que el tiempo le ha tendido una trampa.
Michelle Pfeiffer resplandece. Por su capacidad actoral, sí. Pero, también, porque ha tenido el tino (no tan frecuente en Hollywood) de saber envejecer con absoluta dignidad. Su belleza es tal que se anima a mostrar la piel floja de un brazo o una arruga surcando su rostro (enfatizados por la iluminación que necesita estos signos de degradación para ubicar dramáticamente a su personaje). Afortunadamente, sigue siendo naturalmente bella. No es uno de esos monstruos deformes, hinchados, paralizados del bótox, photoshopeados por la iluminación, que se amontonan en las pantallas cinematográficas en estos días. Pfeiffer es la diosa que cruzamos en la calle. Por eso es tan creíble como posible como querible. Su monólogo final (definiendo dramáticamente su destino) es brillante, antológico, punto vital de una película que pasaría a ser una más, de no estar ella presente.
Kathy Bates complementa unos muy buenos parlamentos con Pfeiffer, en los ácidos cruces verbales de las dos arpías. Sus diálogos son magistrales duelos de esgrima de la que ninguna sale indemne. Deliciosos en su construcción y en su ejecución: otro punto para destacar.
Mañana, las mejores frases.
jueves, julio 15, 2010
frases de “I love you Phillip Morris”
El amor es realmente divertido. Te hace feliz, te pone triste. Te hace hacer cosas inimaginables. De hecho es por amor que estoy aquí tirado. Muriendo.
Gracias a ti, Jesús, jamás hubiera encontrado ese filtro de café y pude usarlo en mi reunión de oración. Gracias por eso.
Estaba viviendo una mentira por mucho tiempo. Tengo una tendencia a ocultar las cosas.
Ser gay, es realmente muy caro.
Me pregunto si ser gay y estafar… funciona en conjunto o...
Pero recuerda que te costará mucho dinero. A menos que le chupes la verga. Es tu elección.
Cometí el error de escribirle y decirle que me sentía solo aquí. Sabes, mi ex esposa embala el cachorro del vecino para mí. Ella asfixió al pobre animal.
-¿Pagaste para que le pegaran al bocazas?
-¿Yo?
-No me jodas, ¿pagaste?
-Odias a ese tipo...
-Sólo responde.
-Sí, lo hice.
-Eso fue lo más romántico que alguien haya hecho jamás por mí.
-Pero ¿hacia dónde va con esto?
-Yo diría que es obvio hacia donde voy con esto, Señoría.
-¿Estás hablando de Marshall contra Chow?
-¡Maldita sea!
-Su Señoría, eso es exactamente de lo que hablo.
-¿Cómo está Phillip?
-Bien, escucha... Quería contarte que estoy cambiando mis números. Te los haré saber cuando tenga los nuevos.
-¿De nuevo a la fuga?
-Deb, siempre me conociste bien.
-Deberías parar con esto.
-Lo sé.
-Eres una buena persona.
-Tienes razón.
-Jesús tiene un plan para ti.
-Tal vez este sea su proyecto. Tal vez es un niño malo con su lupa y yo, la hormiga indefensa.
¿Me dejaría agarrar mis zapatos? ¡Sólo los zapatos!
¡Oh, Dios mío! ¡Ni siquiera eres un abogado!
Desde nuestro primer encuentro, no has hecho otra cosa que mentir. Toda nuestra relación, sólo mentiras. Soy tan estúpido. Te has aprovechado de mí, como todos los demás. Debías protegerme pero sólo has hecho un tonto de mí. ¿Cómo crees que te quiera? ¿Cómo? Yo ni siquiera sé quién eres. ¿Sabes lo que es más triste? Tampoco tú sabes quién eres. ¿Cómo piensas que ame a alguien que ni sabe que existe?
Toda mi vida no era más que mentiras. Mentiras para obtener dinero, mentiras para que me amaran y mentiras para que no me dejen. En el proceso, perdí la noción de quién era.
De todos modos, ¿cómo un tipo que no existe sigue existiendo? La respuesta es: no existe.
Ahora sé porqué hiciste todas esas cosas locas, toda esa basura… Siempre fue para mí, para nosotros. Eres un tipo absolutamente increíble. Me dejas sin aliento. Aunque no pueda estar allí contigo, siempre voy a ser tuyo. Para la eternidad.
Después de todos esos esfuerzos por morir ¿adónde debería ir primero?
¡Hijo de puta!
Pensé en lo que me dijiste. Dijiste que no sabes quien soy. Pero ahora yo lo sé.
Yo sé quién soy. No soy abogado, ni director financiero, ni policía, ni un artista de la fuga... Esos Steven Russell están muertos. Sólo soy el hombre que te ama. Si pudieras ver eso… Créelo. Te prometo que nunca seré otra cosa. Nunca más.
miércoles, julio 14, 2010
un “atrápame si puedes” gay
I LOVE YOU PHILLIP MORRIS
data: http://www.imdb.com/title/tt1045772/
Glenn Ficarra y John Regua fueron los guionistas de “Bad Santa”, una ingeniosa comedia impolíticamente correcta con Billy Bob Thornton. Ahora escriben y dirigen otra fascinante historia, tan impolíticamente correcta como la anterior, basada en un personaje real, Steven Russell, el rey del escape. Por algunos carteles que vi, acá tuvieron la “genial” idea de traducirla como “Parejas disparejas” (o algo así) con un afiche que remite a una comedia estilo Olmedo y Porcel. Lejos de eso, no se crean ni un cachito que ésta es otra película de risa de Jim Carrey porque no es así. Esto es una especie de “The Truman Show” más cruel. Y en el fondo, pese a los ribetes bizarros, no deja de ser una auténtica historia de amor.
La tesis del filme está expresada en dos líneas de diálogo de los protagonistas centrales de esta historia: Steven Rusell y su pareja, el Phillip Morris del título (Jim Carrey y Ewan McGregor). La primera pista: “¿Cómo crees que te quiera? ¿Cómo? Yo ni siquiera sé quién eres. ¿Sabes lo que es más triste? Tampoco tú sabes quién eres. ¿Cómo piensas que ame a alguien que ni sabe que existe?”. Y la respuesta de Steven Rusell, cerca del final, cierra la tesis del filme: “Yo sé quién soy. No soy abogado, ni director financiero, ni policía, ni un artista de la fuga... Esos Steven Russell están muertos. Sólo soy el hombre que te ama”.
Steven Rusell se ha acostumbrado a mentir desde su infancia. Mentir para ser amado. Mentir para conseguir amor. Y en esa mentira ha perdido su identidad, lo que lo define como un ser. Sólo al final, tras tantas mentiras, Steven Rusell encuentra la verdad: él es el que ama a Phillip Morris. Y eso alcanza para definir una vida. Con mucho criterio, la tesis poética del filme es que uno no puede pretender ser algo más que lo que ama. Es más, tal vez en el amar se reduzca toda la existencia humana.
Para llegar a esa conclusión, el filme nos “engaña” con una comedia feroz, cruel por momentos, políticamente incorrecta y totalmente gay. Pero no se dejen caer en el truco de Rusell: vean el panorama. Esto es una historia romántica, ni más ni menos, aunque el amor madure bailando en la celda de una prisión.
Una segunda línea que juega con la historia principal, es la presencia burlona de Dios para demostrar su presencia. “Tal vez es un niño malo con su lupa y yo, la hormiga indefensa” dice Russell en algún momento. Y ése parece ser el plan de Dios, el cielo que se observa como metáfora visual, en los títulos y al final, pintado en el techo del tribunal donde Rusell es acorralado por la justicia tejana. Un guiño de chico malo a chico malo, coscorrón amistoso para que te dés cuenta que ni vos ni yo somos tan malos después de todo.
Jim Carrey vuelve a demostrar su capacidad para afrontar papeles arriesgados, lejos del cliché de humorista Jerry Lewis. Como tiene mala prensa, seguramente pasará ignorado. Ewan McGregor lo secunda con su natural solvencia. Y destacamos el papel de Leslie Mann, la esposa religiosa y sureña de Rusell, tal vez el único personaje inmune a las mentiras del protagonista.
Escenas destacadas: la secuencia de la muerte de SIDA; el primer encuentro entre Rusell y Morris; la charla con el juez oficiando como “abogado defensor”.
Las mejores frases, mañana.