viernes, junio 29, 2007
se aburguesó el ogro
SHREK TERCERO
El fiasco del 2007 tiene nombre y apellido: “Shrek tercero”. Flojísima continuación, indigna de sus predecesoras. Una película hecha con desgano y en piloto automático, actitud que no se merecía este verde personaje.
La excusa argumental del filme, es que ha muerto el padre de Fiona (con la voz de Cameron Diaz) y Shrek (quien no se considera un buen sucesor) sale a buscar al otro heredero, el ignoto Arturo que es adolescente y el hazmerreír de su escuela secundaria. En el medio, el Príncipe Encantador trama un golpe de estado, en complicidad con los otros villanos de los cuentos infantiles, para tomar el poder. Y, en una segunda línea, Fiona (Cameron Diaz pone la voz a este personaje) está embarazada (Fiona, no Cameron), para terror de Shrek que si no se veía como rey, mucho pero mucho menos, se ve como padre.
El problema central de la trama de “Shrek tercero” es la debilidad dramática de la historia, la liviandad de los gags y cierto apuro para terminar la película y vender muñequitos, juguetes y golosinas (a propósito, digo, ¿no es mucho vender Nesquick con “sabor de pantano” (sic) ). Como el marketing funciona, no importa lo que se ponga en pantalla, en este episodio se decidió no hacer el trabajo que sí se hizo en los primeros dos episodios. Y el resultado demuestra esta actitud cómoda.
De los pocos gags rescatables de esta película, nos quedamos con el sueño múltiple de Shrek, la escena de Pinocho interrogado por el Príncipe Encantador y el personaje, la Bella Durmiente, que ronca en cada escena. Y, por supuesto, la hermosa voz de Cameron Diaz detrás de Fiona.
Las frases:
Hay gente que no sabe respetar la intimidad.
¿Has visto a los bebés de hoy en día? Sólo comen, hacen caca y lloran... y luego lloran cuando hacen caca y hacen caca cuando lloran. Imagínate a los ogros bebés.
-El Rey Rana... ha muerto.
-Ponte otra vez el sombrero.
Había una vez... alguien que decidió que fuéramos perdedores. Pero toda historia, tiene dos versiones. Y la nuestra aún no se ha contado.
Amigos míos, ojalá que hayan aprendido esta lección. La próxima vez que metan la cabeza de un niño en una bacinilla, piénsenlo dos veces. Tal vez, él tiene sentimientos. Tal vez, no deban tratarlo tan mal. Porque... tal vez... sólo tal vez... El niño se pueda convertir...no sé... ¿rey? Y tal vez el primer decreto real sea... decapitar a todos aquellos que lo fastidiaban. ¡Si! ¡Los tengo en la mira!
-Bueno, yo no sé donde no está.
-¿Estás diciéndome que no sabes donde está Shrek?
-No, sería inexacto suponer que, no podría dejar de decir que es casi parcialmente incorrecto.
-¿Si sabes donde está?
-Definitivamente, diría, que rechazo la idea de que sea posible con cierta falta de probabilidad...
-¡Basta!
-...de que sepa o no sepa, donde a lo mejor no está... Pero si en verdad no estuviera, aunque estaba... y yo sabía que estaba y no está...
Hasta los ogros sienten miedo.
-Sé que quieres que sea Rey pero… no puedo… No tengo madera de rey y jamás la tendré ¿Entiendes? Hasta mi padre sabía que yo no valía. Me abandonó en la escuela en cuanto pudo y... yo nunca mas supe de el.
-Mi padre tampoco fue bueno conmigo.
-Dudo que fuera peor que el mío.
-¿Pues, sí? Mi padre era un ogro. Trató de cocinarme. Bueno, debí darme cuenta antes... me bañó con salsa y me mandó a dormir con una manzana en la boca.
-De acuerdo... creo que si era peor.
… la gente me veía como un monstruo. Y por mucho tiempo... yo lo creí. Pero después empiezas a ignorar los nombres por los que te llaman y… entonces crees en lo que tú eres.
-¿Entonces quieren seguir siendo villanos toda su vida?
-Pero somos villanos. Es lo que sabemos hacer.
-¿Y nunca quisieron ser algo más?
-Para ti es fácil decirlo. Tú no eres un árbol encantado.
Lo que él no les dice es que no es fácil trabajar bien cuando todo el mundo está en tu contra.
CONSEJO: dejar pasar.
miércoles, junio 27, 2007
mr. brooks & mr. hyde
MR. BROOKS
Uno de los personajes del año, el dual y oscuro Mr. Brooks, el padre de familia, empresario ejemplar, buen americano, que tiene un adicción que ocultar: es adicto al homicidio. Interesantísima película que, sin llegar a la obra maestra, mantiene el suspenso y nos lleva de la nariz en sus casi dos horas de duración. Un buen elenco, buenos diálogos, una buena fotografía. Y la descripción de un personaje que nos pone los pelos de punta con su anómala moralidad.
Mr. Brooks es un hombre de negocios, casado, una hija (ya en la universidad), respetado y querido por todos. El hombre controlado, con la respuesta justa y la mirada exacta, guarda un secreto. En sus momentos privados, conversa con un amigo imaginario que lo incita a incurrir en su debilidad: el asesinato. Hace dos años que Mr. Brooks no mata a nadie. Pero, últimamente, siente ese gustito por bajar a alguien. Y cede a la tentación.
Mal momento para reincidir: un vecino le saca fotos desde el edificio de enfrente y, simultáneamente, su hija abandona la universidad, con una excusa que (intuye) esconde una mentira.
Lo peculiar de este guión de Bruce Evans (director) y Raynold Gideon es la descripción del personaje. Es un hombre que lucha con su naturaleza, intenta impedirlo y se propone reglas para evitar su pulsión por el homicidio. Asiste a las reuniones de AA como un adicto más. Y en algún momento, hasta lo comprendemos. Pero el tipo amasijo a cualquiera, con total impunidad. Y los que nos aterra, los que nos envuelve en la misma oscuridad del personaje, es acompañar los meditados pasos asociados a su accionar, seguir los razonamientos (tan racionales) que lo llevan a matar, sólo por el placer de hacerlo.
Kevin Costner es la cara de Mr. Brooks y su alter ego, cínico y burlón, es William Hurt, una asociación brillante para esta historia muy oscura, con muchas vueltas de tuerca, con acción y suspenso, pero donde estos elementos no son esenciales, sino que dan forma al objetivo principal de la historia, esto es, describir la mente de un criminal. El triángulo se completa con Demi Moore, la punta más débil del drama, casi un objeto decorativo, en el rol de una policía que persigue a Mr. Brooks.
El resto del elenco aporta lo suyo, sin desentonar, lo que ya es suficiente. (Una babita a una veterana CSI: Marg Helbenberger, siempre linda la rubia).
Escenas destacadas: el primer crimen de Mr. Brooks; la secuencia del interrogatorio a la hija, en la que Brooks sospecha que algo oculta; los diálogos entre Brooks y su alter ego; la charla final entre Mr. Brooks y la detective Atwood.
Frases:
Dios dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el coraje para cambiar las que puedo y habilidad para reconocer las diferencias.
El hambre ha vuelto al cerebro del Sr. Brooks. Realmente nunca lo perdió.
¡Vamos! Has sido un buen chico por mucho tiempo. Sé que quieres hacerlo.
-No.
-Eres el maldito hombre del año. Te mereces el reconocimiento.
-No, Marshall. Te dije que no.
-Te oí. Pero sabes que yo sé…
No quiero hacerlo esta vez, por favor. No quiero caer.
-¡Oh, oh, este es mi chico! Sabía que hoy tendríamos este momento tan especial.
-Es la última vez, Marshall. Hablo en serio.
Hola, mi nombre es Earl. Soy un adicto.
No te está diciendo todo, te está ocultando algo.
No te preocupes… si hubiera venido a matarte, estarías muerto.
-Bueno, teníamos razón… estaba ocultando algo.
No lo disfruto así, Sr. Smith. Lo hago porque soy adicto a ello.
-¿Podemos matar a alguien que yo conozco?
-N. Nunca mates a alguien que conoces. Esa sería la forma más sencilla de que te capturen.
-¿Matarías a una mujer?
-Claro. Tú sabes: un tonto es un tonto.
Este tipo debe tener planes para esta noche y para mañana. No tiene idea de que morirá.
Encontrar a alguien que quiera que matemos es como enamorarse… Buscas alguien que te guste… Pero no es la correcta. Cuando viene alguien especial… tu corazón... late más rápido. Y sabes que ese es el elegido.
-¡Dios! Vengo esperando este momento desde antes que naciera. Ella no sabe lo que hizo.
-Si, lo sabe.
-Quiso ser inteligente. Pero no lo es… Ella lo hizo para excitarse, ¿entiendes?
-Ella lo hizo para divertirse, eso lo entiendo. Agarro el hacha y lo sintió en los huesos.
-Si ella no se detiene lo hará otra vez con quien quiera. Y la victima podrías ser tú.
-No creo que llegue tan lejos.
Es bueno saber que no eres sospechoso.
-¿Me amas, Jane?
-Claro que te amo. Eres mi padre.
Eres inteligente como para saber que viene después…
Estoy cansado de matar. No puedo renunciar, lo intenté pero no puedo hacerlo. Así que necesito que usted me mate.
No tiene que confiar en mi Sr. Smith. Usted es el hombre con el arma en la mano.
Antes de ser el Asesino de la Huellas, he matado a mucha gente, de muchas maneras diferentes.
CONSEJO: se puede esperar al video / DVD, pero es para agendarla.
sábado, junio 23, 2007
lo que anda por ahí
THE HOST
Todos los elementos están ahí. El sol, la gente disfrutando a la orilla del río, las risas, el helado, los chicos jugando en bicicleta. Entonces, también está él. Sale del río Han y empieza a devorar personas. El mundo que hasta entonces era una tarde soleada y una picazón de gozo en la piel, se volvió un lugar oscuro y peligroso. Las nubes cubren el sol, el agua huele a podrido y los soldados cercaron tu ciudad. Ellos lo buscan a él; sí, no importas, sólo eres un daño colateral.
“The host” es una de las joyas cinematográficas de este año. Éxito en Corea, con 13 millones de espectadores, es un filme que mezcla géneros y estilos, contando la típica historia del monstruo que sale del río (tantas veces contada) como excusa de una visión sin piedad de la sociedad. Pese a su ferocidad, su viscosa presencia implacable, su primitiva crueldad, el monstruo del río Han no llega ni a los talones de aquel otro monstruo que convive con él: la estupidez humana. Ingenuos y patéticos, los humanos que cruzan el relato (con la excepción de nuestros entrañables héroes) son avaros, ambiciosos, cretinos, desalmados, moldeados por los dirigentes que los manipulan, cerrados, incapaces de escuchar ni de reconocer el daño que ellos mismos generan.
Mezcla de cine de terror, sátira política, comedia y cine clase B, “The host” se inspira en un hecho real: en el 2000, una base militar norteamericana volcó residuos tóxicos al río Han (el principal curso de agua de Corea). A partir de esta noticia, el director Bong Joon-ho junto a Baek Chul-hyun, armaron un lisérgico guión. Imaginaron que los residuos producían una mutación, un pez gigantesco con patas, que sale del río para comerse a la gente. Pronto, el pánico recorre el país y una noticia surca los medios: el monstruo es el huésped de un virus fatal. Como si el monstruo no fuera poco para la pobre Corea, hacen su intervención los Estados Unidos de América, con su corte de los milagros de científicos, asesores, diplomáticos y militares, uno más peligroso que el otro, más venenosos que el “agente amarillo”.
El guión de “The host”, sin embargo, tiene la ventaja de contar este rico contexto en un discreto segundo plano, como frases sueltas que escapan de los televisores o las radios. La historia central es la lucha de una familia, un abuelo y sus hijos, un padre un poco tonto, una arquera olímpica que tarda mucho en disparar su flecha y un revolucionario universitario desempleado, que deambulan por las cloacas de la ciudad en busca del monstruo que tiene como rehén a la pequeña niña de la familia.
La película salta de un clima al otro. En un momento, emerge el pánico junto a la niña que se esconde en la cloaca del monstruo que vomita los huesos de los cadáveres digeridos; en otro, asistimos al discurso delirante de los científicos que “racionalizan” lo que escuchan, reinterpretando a su gusto, distorsionando toda verdad; un poco más allá y el desborde de una familia que llora la muerte de su niña, proporciona un momento de humor negro, al volverse una escena de comedia, mirando ácidamente a la prensa morbosa. Eso es el fuerte de “The host”: la dificultad de encasillarla en un género. Y, creemos, eso es lo que va a disgustar a más de un espectador, si es que no capta este espíritu lúdico del director.
En reportajes que circulan por Internet, Bong Joo-ho confiesa haber tenido en mente a “Señales” de M. Night Shyamalan, a la hora de filmar “The host”. Y vale la referencia porque participa de esa misma cualidad destacada: crear terror con elementos comunes, con cosas de todos los días. Que el monstruo aparezca una tarde de sol, cuando estamos paseando por la ribera, es más efectivo que cualquier construcción creada ex profeso.
Entre las lecturas políticas del filme, señalemos el comentario sobre “la falla de comunicación” que un experto internacional recita frente a una cámara, como explicación de la crisis. En realidad, la única “falla de comunicación” es la absoluta falta de ella. Los dirigentes internacionales hacen gala de un autismo provocador. Mientras gente como la familia Park, lucha día a día contra el hambre, la degradación de la ciudad, la agresividad y la muerte, escuchar los discursos pseudoiluminados de los que deberían hacer algo y no hacen, suena a burla y provocación.
El apunte feroz a unos Estados Unidos más atento a responder destruyendo que a analizar lo que está pasando, nos recuerda alguno de los mejores momentos de “Doctor Strangelove” de Stanley Kubrick, la sátira suprema de la Guerra Fría.
Escenas destacadas: la aparición del monstruo; el intento de escape de Hyun-Seo trepando por la cuerda; la escena final del kiosko sobre la nieve; la secuencia de la destrucción del monstruo.
Las mejores frases:
Dr. Kim, el Río Han es muy amplio. Vamos a pensar de forma amplia con respecto a esto. En todo caso, es una orden. Así que date prisa.
La perspectiva del cliente es importante porque está pagando.
-¿Puedes verlo?
-¿Cuánto tiempo ha estado allí?
-Hace un buen rato.
-Te lo dije.
-Ah, es equipo de construcción.
-¿Es algo que colgaron...?
-No. No lo creo. Se está moviendo.
¡Pensé que era la mano de Hyun-Seo...!
No puedo proporcionar esa información sin el consentimiento de los EE.UU.
-Pero papá, mi espalda me pica y la siento rara. Es como si algo se moviera. Ah, mierda... Es una sensación extraña, como si algo estuviera allí.
-No pasa nada, eso es porque nunca te bañas.
-Papá, ¿puedes escucharme? ¡Responde por favor!
-¿Eres tú Hyun-seo?
-Papá, ¡escúchame! ¡No puedo salir!
-¿Estás viva? ¿Dónde...?
-Es como una gran cloaca. Muy grande y profunda.
¿Te has graduado de la universidad y no puedes convencer a un policía?
Estos días hay muchos graduados sin empleo... Sacrifiqué mi juventud por la democratización de este país y esos cabrones ni siquiera me dieron un trabajo.
-Todos estamos bien, ¿por qué siguen hablando de ese puto virus?
-Si es lo que dice el gobierno, hay que aceptarlo. ¿Qué podemos hacer?
El corazón roto de un padre que pierde a su hijo... Cuando el corazón de un padre se rompe, el sonido puede viajar kilómetros. Necesitaba decirles esto.
Papá, ¡despierta! Papá, se acercan los soldados. ¡Papá!
-Debió ser difícil conseguir empleo en una empresa de telecomunicaciones.
-Gano un sueldo muy bajo.
-Pero debes hacer alrededor de 60 o 70 de los grandes al año.
-La deuda de mi tarjeta de crédito es de 60 o 70 de los grandes.
-Por favor, no me interrumpan. Mis palabras también son importantes... ¿Por qué no escuchas lo que te digo?
-Definitivamente el virus ha invadido su cerebro. Justo como sospechamos.
-La reciente crisis en Corea del Sur ocurrió como resultado de un error...
-No hay nada bueno en la TV. ¿Quieres ver otra cosa?
-Mejor apágalo. ¡Concentrémonos en la comida!
CONSEJO: imperdible.
Si les queda alguna duda de si ir a verla o no, péguenle una mirada al siguiente trailer.
jueves, junio 21, 2007
el camino del guerrero
EL DUELO
Filmada con corrección, sin apartarse del manual, la que se promocionó como la última película de artes marciales de Jet Li no brilla por su ingenio, ni por su atrevimiento estético. Podría ser otra película más, de no ser que cuenta la historia real de un personaje épico chino, Huo Yuan Jia, el padre de las artes marciales modernas. En otras manos más creativas, podría haber sido un clásico al estilo “Héroe”. No obstante, para los amantes de las películas chinas de combate, es cita ineludible.
Estamos en los albores del siglo XX, época complicada para la China milenaria que ve perder, día a día, su poderío, a manos de las potencias occidentales y del ascenso irresistible del Japón. En esos días (igual que ahora), los compadritos de cuarta se atreven a mojarle la oreja a los caídos en desgracia. Un peleador occidental se declara el hombre más fuerte del mundo y tilda de “enfermos de Asia” al pueblo chino. Un hombre aceptará el desafío: el maestro Huo Yuan Jia que trae, tras sí, un pasado de peleador y un pecado que trata de purgar.
La moraleja de “El duelo” es la evolución de un personaje que aprende, por el camino más difícil, que las artes marciales son un camino para la superación personal y que la competencia sólo sirve para probarse, identificar las debilidades y mejorarse. Ese es el espíritu agonal de las artes marciales: cortesía, respeto, humildad y convencimiento que el verdadero enemigo está dentro de uno.
Ronny Yu, el director hongkonés de “El duelo”, ha preferido no desbordarse, lucir a su estrella, diseñar algunas notables escenas de pelea y algún que otro momento poético. El filme aprueba, pero nos queda esa sensación de que la historia merecía mucho más.
Escenas destacadas: los campesinos deteniendo su trabajo, para escuchar el viento silbando en las copas de los árboles; la pelea con el luchador norteamericano; el diálogo en la invitación del té, entre Huo Yuanjia y Tanaka; la pelea de Huo Yuanjia en la casa de comidas de Nong, destruyendo totalmente el lugar.
Frases:
La victoria o derrota es decidida por los hombres. La Vida o la Muerte, la decide el Cielo.
Mi hijo, el aspecto más poderoso de las artes marciales no es vencer a los demás, sino el contener tu sed de victoria. No importa qué, la virtud y la moral no deben perderse. Las artes marciales son para fortalecer el cuerpo y ayudar a los demás. No para salir a causar problemas. Y, definitivamente, no para vengarse. Para llevarte bien con los demás debes respetarlos y tratarlos bien.
Entonces todos te respetarán a cambio.
-Si eres bueno en artes marciales, ¿quién se atreve a no respetarte?
-Que las personas te teman y que te respeten son dos cosas muy distintas.
Tu puño no fue lo suficiente rápido, ni despiadado. Pero no te preocupes, conmigo aquí el puño Huo nunca será derrotado de nuevo.
-Huo Yuan Jia. ¿Cuándo serás campeón del mundo?
-No lo sé, ¿tú qué piensas?
-¡Hoy! ¡Justo hoy!
-Siempre eres un espectador desde abajo del escenario. Ahora que estás arriba. ¿Sientes alguna diferencia?
-No puedo sentir nada.
-Cuando estás abajo la pelea a muerte no tiene nada que ver contigo. Estás sólo por el espectáculo. Pero cuando te paras aquí, debes ganar a toda costa y nunca perder.
-Entonces, puedes elegir no estar en el escenario.
Luego, mi abuela me dijo: "Cuando estés triste, debes llorar. Cuando no te queden más lágrimas, la vida seguirá su curso."
Ahora me doy cuenta de porque, ese día en el escenario, hace muchos años, no diste el último golpe. Tú eras el verdadero campeón de Tian Jin.
¿Sabes por qué desprecian a nuestro pueblo? La razón porque nos dominan, es porque no estamos unidos. Desde hace años, luchamos entre nosotros, somos nuestro propio enemigo. Ellos nos llaman “Los hombres enfermos
de Asia”… ¡Es una vergüenza! Pero eso no es lo peor. Algunos ni siquiera somos conscientes de lo enferma que está la nación.
-Sr.Huo, por lo que has dicho, ¿realmente no conoces nada sobre el arte del té?
-No es que no entienda, sino que no estoy dispuesto a entender. No quiero categorizar el té. El té es té.
-Pero el té... tiene diferencias de grado y calidad.
-¿Cuál es el propósito de clasificarlos? Todos los tés crecen en la naturaleza con apenas diferencias.
-Cuando se aprende a conocerlos, se perciben las diferencias entre ellos.
-Puede que tengas razón. Pero desde mi punto de vista, el té no puede juzgarse a sí mismo. Son las personas las que juzgan al té. Yo no quiero hacerlo.
-¿Por qué no?
-Cuando se está de buen humor, la calidad del té no importa.
Ningún estilo es superior a otro. Sólo hay diferentes niveles de habilidad. Los campeonatos nos ayudan a descubrir nuestras debilidades y nos enseñan que nuestros verdaderos enemigos somos nosotros mismos.
Los hombres no pueden elegir como comienzan sus vidas, pero deben tener el coraje de caminar hasta su último paso.
Escucha, vivir nunca es el asunto de una sola persona.
CONSEJO: se puede esperar al video / DVD.
martes, junio 19, 2007
frases de “Piratas del Caribe. En el fin del mundo”
Es una canción muy peligrosa para quien no conoce su significado.
Hoy en día el único modo de ganarse la vida es por medio de la traición.
Elizabeth Swann. Hay más en ti de lo que parece. ¿No es así?
Saben que se enfrenta a su extinción. Solo les queda decidir dónde dar su última batalla.
El peor fin que puede sufrir un miserable. Una eterna existencia.
Este ya no es tu mundo, Jones. Lo material se ha vuelto inmaterial.
Tienes que perderte para buscar un lugar perdido. De otro modo todos sabrían donde encontrarlo.
No es perfecta ni adecuada, no es aceptable ni indicada es obviamente… una abominación.
Pero como yo sí poseo una nave y ustedes no, ustedes son los que necesitan ser rescatados.
-Elizabeth. ¿Estás muerta?
-No, no...
-Creo que yo sí…
Le diré a tu madre que la amas.
Amo el océano y amo ese puerto. Pero prefiero el ron.
El Holandés debes tener un capitán.
Capitán Jack Sparrow... El último pirata.
-Aun quieres huir, Jack. Esconderte del mundo. Hay un problema... si esperas ser el único que quede para el final no va a quedar nadie.
-Yo pienso que a veces las cosas vuelven. Somos la prueba viviente.
-Si, pero no es apuesta segura ¿o si? No se puede garantizar que vuelvas. Morir eso si es seguro.
-El mundo era mucho más amplio.
-El mundo sigue igual. Sólo que no queda nada nuevo en él.
¿Qué? ¿Nadie vino a salvarme sólo porque me extrañaba?
-Es una pena que no creas en el código pirata. Porque el honor no es algo que se ve hoy en día
-No hay honor, en permanecer con quien no ha de ganar.
Es solo un buen negocio.
El mar no deja de atraernos a pesar de ser muy peligroso..
-Te juro... No tenia idea.
-¿De qué? ¿Del lado que elegiste? Ahora lo entiendes.
La nave debe tener siempre un capitán.
Dile que no venga. Dile que se aleje. Que ya es tarde. Ya soy parte de la nave y de su gente.
Cada paso que das hacia mi padre es un paso que me aleja de Elizabeth. Mira, si sigues ocultando tu corazón, seguro la perderás.
Es curioso que la muerte cambie tus prioridades.
No quisiera tener tentáculos. Pero la inmortalidad tal vez lo valga.
-Aunque tenemos fama de astutos, no tenemos tanta imaginación cuando damos nombre a las cosas. Un día conocí a un anciano que perdió los brazos y parte de un ojo.
-¿Y cómo lo llamaste?
-Larry.
No ha habido una reunión de piratas así en mucho tiempo. ¡Y a todos les debo algo!
Córtenle la lengua y denle un tiro a la lengua.
-¿Por qué no me esperaste?
-Es mi naturaleza. De ser diferente, ¿crees que me habrías amado?
Siempre vamos a estar juntos. Si tuvieras un corazón que darme…
-Lo he visto todo y hecho todo, y sobreviví. Ese es el truco.
-Sobrevivir. No es solamente vivir por siempre, Jacky. Lo duro es vivir contigo por siempre.
La Hermandad aun espera nuestra señal. Espera que el Perla los guíe. ¿Y qué van a ver? ¿Ratas cobardes y un decadente barco? ¿O verán hombres libres? ¡Y libertad también! ¡El enemigo verá el fulgor de nuestros cañones! ¡Escuchará nuestras espadas chocando y sentirá todo nuestro enojo! Con el sudor de nuestra frente. Por la fuerza de nuestra espalda. Y nuestro valor.
El tiempo está de nuestra parte. ¡Solo eso hace falta!
Alcen las velas cucarachas inútiles. Hoy es un gran día para morir.
Es muy tarde para alterar el curso, muchachos.
-Yo te haré hombre libre.
-Perdí mi libertad hace años
Barbossa, ¡ven a casarnos!
Queridos hermanos nos hemos reunido hoy… para llevarlos al mar, ¡perros sarnosos!
Amor. Un error... fatal. Uno que se destruye con facilidad. Dime William Turner…
¿La muerte te asusta?
-Es extraño sostener una vida en la mano, ¿No lo crees?
-Eres un despiadado, Jack Sparrow.
-Eso depende de la perspectiva.
La armada sigue ahí. El enemigo se aproxima por estribor. Y creo que es tiempo de abrazar esa antigua y noble tradición pirata: ¡huir!
Hoy en día el único modo de ganarse la vida es por medio de la traición.
Elizabeth Swann. Hay más en ti de lo que parece. ¿No es así?
Saben que se enfrenta a su extinción. Solo les queda decidir dónde dar su última batalla.
El peor fin que puede sufrir un miserable. Una eterna existencia.
Este ya no es tu mundo, Jones. Lo material se ha vuelto inmaterial.
Tienes que perderte para buscar un lugar perdido. De otro modo todos sabrían donde encontrarlo.
No es perfecta ni adecuada, no es aceptable ni indicada es obviamente… una abominación.
Pero como yo sí poseo una nave y ustedes no, ustedes son los que necesitan ser rescatados.
-Elizabeth. ¿Estás muerta?
-No, no...
-Creo que yo sí…
Le diré a tu madre que la amas.
Amo el océano y amo ese puerto. Pero prefiero el ron.
El Holandés debes tener un capitán.
Capitán Jack Sparrow... El último pirata.
-Aun quieres huir, Jack. Esconderte del mundo. Hay un problema... si esperas ser el único que quede para el final no va a quedar nadie.
-Yo pienso que a veces las cosas vuelven. Somos la prueba viviente.
-Si, pero no es apuesta segura ¿o si? No se puede garantizar que vuelvas. Morir eso si es seguro.
-El mundo era mucho más amplio.
-El mundo sigue igual. Sólo que no queda nada nuevo en él.
¿Qué? ¿Nadie vino a salvarme sólo porque me extrañaba?
-Es una pena que no creas en el código pirata. Porque el honor no es algo que se ve hoy en día
-No hay honor, en permanecer con quien no ha de ganar.
Es solo un buen negocio.
El mar no deja de atraernos a pesar de ser muy peligroso..
-Te juro... No tenia idea.
-¿De qué? ¿Del lado que elegiste? Ahora lo entiendes.
La nave debe tener siempre un capitán.
Dile que no venga. Dile que se aleje. Que ya es tarde. Ya soy parte de la nave y de su gente.
Cada paso que das hacia mi padre es un paso que me aleja de Elizabeth. Mira, si sigues ocultando tu corazón, seguro la perderás.
Es curioso que la muerte cambie tus prioridades.
No quisiera tener tentáculos. Pero la inmortalidad tal vez lo valga.
-Aunque tenemos fama de astutos, no tenemos tanta imaginación cuando damos nombre a las cosas. Un día conocí a un anciano que perdió los brazos y parte de un ojo.
-¿Y cómo lo llamaste?
-Larry.
No ha habido una reunión de piratas así en mucho tiempo. ¡Y a todos les debo algo!
Córtenle la lengua y denle un tiro a la lengua.
-¿Por qué no me esperaste?
-Es mi naturaleza. De ser diferente, ¿crees que me habrías amado?
Siempre vamos a estar juntos. Si tuvieras un corazón que darme…
-Lo he visto todo y hecho todo, y sobreviví. Ese es el truco.
-Sobrevivir. No es solamente vivir por siempre, Jacky. Lo duro es vivir contigo por siempre.
La Hermandad aun espera nuestra señal. Espera que el Perla los guíe. ¿Y qué van a ver? ¿Ratas cobardes y un decadente barco? ¿O verán hombres libres? ¡Y libertad también! ¡El enemigo verá el fulgor de nuestros cañones! ¡Escuchará nuestras espadas chocando y sentirá todo nuestro enojo! Con el sudor de nuestra frente. Por la fuerza de nuestra espalda. Y nuestro valor.
El tiempo está de nuestra parte. ¡Solo eso hace falta!
Alcen las velas cucarachas inútiles. Hoy es un gran día para morir.
Es muy tarde para alterar el curso, muchachos.
-Yo te haré hombre libre.
-Perdí mi libertad hace años
Barbossa, ¡ven a casarnos!
Queridos hermanos nos hemos reunido hoy… para llevarlos al mar, ¡perros sarnosos!
Amor. Un error... fatal. Uno que se destruye con facilidad. Dime William Turner…
¿La muerte te asusta?
-Es extraño sostener una vida en la mano, ¿No lo crees?
-Eres un despiadado, Jack Sparrow.
-Eso depende de la perspectiva.
La armada sigue ahí. El enemigo se aproxima por estribor. Y creo que es tiempo de abrazar esa antigua y noble tradición pirata: ¡huir!
lunes, junio 18, 2007
en busca de la magia perdida
PIRATAS DEL CARIBE 3. EN EL FIN DEL MUNDO
Los Piratas del Caribe recuperaron su magia. Tras una segunda parte débil, muy pochoclera, llena de efectos especiales y persecuciones, pero poca sustancia dramática, Gore Verbinski volvió a los orígenes de esta saga y nos regala una emotiva historia, un guión perfecto, en el que no sobra ningún personaje, con una profunda poesía e imágenes de un tono surrealista. Si en el primer episodio, la figura era Johnny Depp, ahora hay otro pirata que toma el mando: Geoffrey Rush. Su Barbossa supera, por mucho, al estereotipo al que se redujo el otrora inmortal Jack Sparrow.
En esta saga, esa banda de atorrantes que son los piratas del Caribe, emprenden la última batalla, la única batalla, tal vez, que afronta todo ser humano: la lucha contra la muerte y el olvido. La banda de forajidos llega a los mares del Este en busca del perdido Jack Sparrow, con una pluralidad de propósitos, casi tantos como personajes. Algunos querrán recuperar a sus padres, otros sus poderes, aquellos combatir a la Armada inglesa que los acosa, los de más allá perpetrar su venganza. Pero el tema es perdurar, vencer a la muerte que acecha.
Otro subtema del filme es que los protagonistas son dinousarios en un tiempo que cambia. Ellos saben que emprenden la última batalla, que no tienen un lugar en el nuevo mundo que se está formando. En esa angustia existencial, empiezan el filme dispersos, buscando salvaciones individuales, catecismo de la villanía para sobrevivir circunstancialmente.
Pero uno de los personajes (el mítico Keith Richards, guitarra en mano, en un cameo válido) da la clave: no se trata de sobrevivir, sino poder vivir con uno mismo, con lo que se es.
Cuando nuestros protagonistas comprendan eso, aceptarán el final con hidalguía, espada en mano, buscando perdurar en la memoria de la humanidad, a fuerza de valentía. Sólo así se entra en la historia; sólo así vale la pena trascender.
Con ecos de cuentos ancestrales, este capítulo de los Piratas nos regala un puñado de imágenes surrealistas (la secuencia de Jack Sparrow en la isla de Davy Jones), momentos heroicos (como la lucha final contra la Armada británica) y una sucesión de buenos gags y remates que no debilitan la tesis central del filme, la lucha contra la entropía del Universo.
Como dijéramos, se luce Geoffrey Rush, se soporta a Johnny Depp (su personaje sigue con algunos tics de actor de sit-com) y está bellísima Keira Knightley, debilidad de esta página (¡qué linda rodilla que tiene Keira! ¡un fetiche a la derecha, please!). El resto acompaña, sin ser cargosos, aportando siempre un buen momento o una escena clave.
Lo mejor de los efectos especiales (como el barco que se voltea de campana o la lucha de los navíos al borde de un remolino) es que son plenamente funcionales a la trama. Por eso pasan desapercibidos y es el mejor elogio que se les puede hacer. También vale celebrar algunos toques de humor negro que le vienen muy bien a la trama.
Escenas destacadas: las alucinaciones de Sparrow (multiplicado) en la isla de Davy Jones; la despedida de Elizabeth con su padre; la voladura del Endeavour (el capitán caminando entre las astillas de un barco que se desgaja, pedazo a pedazo); la charla de Elizabeth con el padre de Turner; el encuentro, en la islita en medio del océano, de los protagonistas, al final del filme; la boda en medio de la caótica pelea sobre cubierta; el final (y el final detrás de los títulos; ver después del “Consejo”); el encuentro entre Davy Jones y Tía Dalma; la agonía de Sao Feng; el dignísimo final de Norrington.
Las mejores frases: mañana.
CONSEJO: imperdible.
Si usted no se quedó a esperar hasta el final, a ver todos los títulos, porque hacía frío y quería irse antes a casa o tenía hambre y quería volar para el Mc Donald’s, no se me altere, no perdió nada. Cliquee abajo y podrá ver esa escena de yapa (vital) que pusieron después de casi diez minutos de créditos:
¿Quiere el trailer en un gracioso español? ¡También lo tenemos!
Si es un purista y lo quiere en inglés, venga:
No pida más, hombre, no sea codicioso.
sábado, junio 16, 2007
frases de “La mejor juventud”
Sabes cuál es el problema? ¡Que son milaneses! Son extraordinarios, les sobra inteligencia, vigor... ¡pero les falta imaginación!
Le doy un diez aplicando lo que yo llamo: “el coeficiente de simpatía”. Poca cosa, pero suficiente para llegar al diez. Hay quien desaprueba mi cociente de simpatía, pero creo que la simpatía, en el sentido del término sympasin, es decir, compartir el “pathos”, el sufrimiento ajeno, es importante para un médico. A otros les aplico el cociente de antipatía, es decir, resto dos o tres puntos. La antipatía es lo peor para un médico.
-Usted promete, le decía, y probablemente me equivoque. Pero le daré un consejo. ¿Tiene usted ambiciones? Pues márchese de Italia. Váyase mientras esté a tiempo. ¿Quiere ser cirujano?
-No sé, aún no lo he decidido.
-Decida lo que decida, váyase a estudiar a Londres, a París, a América si puede.
Pero salga de aquí. Italia es un país a destruir. Un lugar bello e inútil, destinado a la muerte.
-¿Es que dentro de poco habrá un Apocalipsis?
-Ojalá, al menos nos veríamos obligados a reconstruir. Pero aquí todo sigue igual, en manos de los dinosaurios. Hágame caso, váyase.
-¿Y usted por qué se queda, profesor?
-¿Cómo que por qué? Yo soy uno de los dinosaurios a destruir.
-De pequeña también se sabía el Angelus. Aunque para ella la palabra de Dios era como un juego, una cantinela.
-Le pasa a mucha gente.
¿A quién le sonreiré
si no es a ti?
¿A quién si tú
tú ya no estás?
-¡Baja!
-¡Adiós!
-¿Cómo que adiós?
A veces recuerdo a Giorgia. Como escapó, como no pudimos protegerla. Y cuando vuelva quizá me especialice en psiquiatría. Porque hay que hacer algo por la gente como ella. No se los puede dejar a merced del electroshock.
Los ángeles del barro vienen de todas partes para ayudarnos.
-Estás en el bando malo.
-¿Seguro?
-Sí.
-¿Y cuál sería el bando bueno, el de los pobres? Luigi sabe mejor que ustedes lo que es defender a los pobres. Él es pobre. El que le golpeó no lo era.
Cuando toca no parece mala.
Sé que el silencio no es una prueba. Pero no tiene nada más que traer aquí.
-Espero que les condenen a cadena perpetua.
-Me conformaría con un día. Me conformaría. Es cuestión de principios.
A las mujeres hay que decirles que son listas. Que son guapas, que son lo más importante que tenemos. Tú dile: “Giulia, toca para mí, para nosotros dos”.
Ten paciencia con Matteo. No sé por qué, a ese chico no le he comprendido nunca. Todo lo hace sufrir.
La naranja. Tiene que beber, si no se muere.
-Los sitios cerrados son malos para las niñas. Y para el cerebro de la gente. “La necesidad de comunismo”... Yo tengo necesidad de beber, de comer... Sara, tú no escuches esas mentiras...
-¡No se dicen mentiras!
-¡Claro que se dicen! Si dicen mentiras en la guardería, ¿tú qué les dices?
-¡Cochino mentiroso!
-¡Muy bien! Ahora vamos a darnos un buen paseo, anda. ¿Saludamos?
-Saludamos.
-Antes los médicos diagnosticaban esquizofrenia, pero eso no quiere decir nada.
Quiere decir que están partidos en dos. ¿Y quién no? ¿Tú eres todo policía?
¿Yo soy todo médico? La verdad es que no sabemos nada. Sólo que tienen la enfermedad de estos muros.
-¿Y cómo la curas?
-Abriendo las salas, ¿no?
-¿Qué quieres, que te cuente cuentos? Están reorganizando el sistema industrial, la industria se moderniza y reduce costos para ser competitiva. ¡Qué más da!
-Claro que da. ¿Tenemos que pagar que sean unos inútiles? ¡Que salte el sistema!
-¡Por favor! ¿Cómo que salte el sistema? Para tumbar una cosa hay que tener otra. Tienes propuestas?
-¿Yo? ¿Que proponga yo? ¡Propongan ustedes!
Ya sabía que era nuestro canto del cisne. En unos años nos habrán olvidado.
viernes, junio 15, 2007
primera parte
LA MEJOR JUVENTUD
Hace un par de años recomendamos, muy efusivamente, “Cien pasos”, una película italiana dirigida por Marco Tullio Giordana, un milanés de cincuenta y pico de años, interpretada por Luigi Lo Cascio. El mismo dueto vuelve a las pantallas, en un producto peculiar, que está en los cines pero no es una película, sino una miniserie televisiva. Originalmente a ser emitida en 4 episodios de hora y media, en la RAI, la pachorra de los directivos de la cadena televisiva italiana, para ponerla al aire, llevaron a su productor a lanzarla en Cannes, donde tuvo un cálido recibimiento. Así, las seis horas de “La mejor juventud” llega a los cines locales en dos tandas. Ahora, esta primera parte de tres horas; en agosto, la conclusión.
“La mejor juventud” es un filme político, una descripción de la vida política italiana contada a partir de la vida de dos hermanos, Nicola y Matteo, jóvenes prometedores en la Italia de los fines de los ’60 que tomaron distintos caminos. Nicola, se vuelve psicólogo, onda psicobolche; Matteo se hace policía, arquetipo del facho. En ese crecer y comprometerse, los hermanos participan de las luchas sociales de esos años, en los que una generación creyó que podía cambiar el mundo y descubrió que sólo serían otros giles más que pasarían por este planeta, sin poder alterar en lo más mínimo, la realidad que les ha tocado vivir.
El guión de Sandro Petraglia y Stefano Rulli tiene la justeza de desarrollar personajes muy humanos, lejos del estereotipo, protagonistas que danzan sobre la cuerda de la historia. Conjuntamente a un elenco de fuerte empatía, no tardamos en “comprar” la historia de la película y sentirnos parte de ese abrumador peso que es el transcurrir de una vida.
El guión de “La mejor juventud” se monta sobre un hecho y una divergencia de caracteres. El hecho es el fracaso de los hermanos para salvar a Georgia de su destino de reclusión en un psiquiátrico. Ese hecho marca el punto de fractura de los dos hermanos. Cada uno afronta ese fracaso de un modo distinto. Nicola, proactivo, optimista, abierto al cambio, progre, decide ser psiquiatra y trabajar para abrir las salas de los neuropsiquiátricos; Matteo, dolido y avergonzado por su incapacidad para intervenir, busca una institución con reglas claras, formal, conservadora, como es la fuerza policial. Los dos son sensibles. Pero mientras uno logra perdonarse y cambia para cambiar, el otro, no logra perdonarse el haber fallado y prefiere seguir las órdenes de otros para luchar contra la injusticia.
Hay en el relato de “La mejor juventud” el agobio de la perspectiva histórica. Momento a momento, aquel individuo de la generación que se lanza a la vida, siente que tiene todas las alternativas para cambiar el mundo. El fracaso parece una utopía. Pero al crecer, se poda el árbol de posibilidades y todo termina igual, enredado, en un laberinto sin salida. Apenas queda un sedimento, un precipitado de esos pasos erróneos dados en el trayecto, eso que constituye lo que le dicen vida.
Otro apunte: la sociedad devoradora de generaciones. La generación de los ’70 (estamos hablando de Italia, no de Argentina) es fatalmente triturada por los dinosaurios (como cita un personaje, al principio del telefilme). Creen cambiar su tiempo, pero van a un sacrificio. Y lo serán, no importa desde que trinchera, ni en la militancia activa, ni en la resistencia pacífica, ni en la represión institucional. Todos son peones desechables en el gran juego que otros juegan, desde tableros más lejanos y cómodos.
Hay un contraste para analizar, como apunte sociológico, entre la generación de Nicola y Matteo y la de los padres de ellos. Hay cierta frivolidad en la vieja generación, cierta liviandad en el vivir que hace la felicidad como algo probable, bastante posible de alcanzar algunas veces. Esa certidumbre es nula en la generación de sus hijos. Para los Nicola, los Matteo, los Fabrizio, las Giulia y las Georgia, la felicidad no sólo es improbable: es imposible. No hay otras opciones más que sobrevivir y resistir, sinónimos que resumen la resignación de la derrota.
Del notable elenco, destacamos a Luigi Lo Cascio (como Nicola), Jasmine Trinca (Giorgia, un admirable personaje), Andrea Tidona (Angelo, el papá de los protagonistas) y la belleza de Sonia Bergamasco (Giulia).
Escenas destacadas: la escena frente a la rocola entre Matteo y Giorgia; el reencuentro de Georgia y Mateo, en la clínica; el flechazo entre Nicola y Giulia; la ida de Giulia; la escena entre Angelo y Giulia, cuando la convence de tocar el piano; las declaraciones judiciales de los “loquitos” de Nicola.
Las mejores frases, mañana.
CONSEJO: se puede esperar al video / DVD, pero no la pierdan.