viernes, agosto 31, 2007
frases de “Hairspray”
Si viene más gente blanca aquí, esto se convertirá en un suburbio.
Cariño, tardé cinco años en darme cuenta que estabas coqueteando.
-Esta joven a la derecha, es Penny Pingleton.
-Estoy contenta y asustada de estar acá.
Soy una mala chica, una mala chica que necesita ser castigada.
-¡El Día del Negro es lo mejor! ¡Todos los días deberían ser el Día del Negro!
-En nuestra casa… lo es.
-Es América, bebe. Debes pensar en grande para ser grande.
-Ser grande no es problema en esta familia.
-¡Amber! Guarda tu vida personal para las cámaras…
-Bien, el amor es un regalo. Hay mucha gente que no lo recuerda. Así que espero que ustedes dos sean lo suficientemente fuertes para soportar las horribles cosas que van a tener que sufrir del desfile sin fin de los estúpidos…
-¿Así que ya conoce a mi mamá?
Tracy ciertamente redefine nuestros estándares.
Reza por ella. Lo necesita.
-Son sólo chicos. Tenemos que guiarlos en la dirección blanca…
-¿Dirección correcta?
-¿No es lo que dije?
¿Sonido de Detroit? ¿Qué es eso? ¿Los llantos de las personas cuando son asaltadas?
-Penny, los policías me buscan… ¡podrías ir a la cárcel por ayudarme!
-Tracy, ya estoy en una cárcel…
-¡Oh, no!
-¿Qué?
-¡Tu cabello! Se ha desinflado...
-Déjalo. Era sólo un símbolo de mi conformidad a la sociedad.
-Eres tan dura.
-Viviendo en el ghetto, negro es todo adonde vas. ¿Quién podría pensar que amaría a una chica cuya piel es blanca como la nieve en invierno?
-En mi torre de marfil, mi vida era como un canapé del anfitrión. Pero ahora he probado la torta de chocolate, ¡y nunca volveré!
¡Soy Amber! ¡Brad! ¡Tammy! ¡Fender! ¡Brenda! ¡Sketch! ¡Shelley! ¡IQ! ¡Lu Anne! ¡Joey! ¡Mikey! ¡Vicki! ¡Becky! ¡Bix! ¡Jesse! ¡Darla! ¡Paulie! ¡Noreen! ¡Doreen! Y yo soy... ¡Link!
¡Quiero esa gordita comunista fuera de mi show!
-Telma, dime, exactamente… ¿cómo echarías a Corny Collins de “El Show de Corny Collins”?
-En “Lassie” pasa todo el tiempo
-Ven acá, Brenda. Brenda tomará una larga licencia del show. ¿Cuánto tiempo estarás afuera, Brenda?
-Sólo nueve meses…
Eres como el queso podrido: mejoras con los años.
-Primero el pelo, ¿ahora esto?
-Pero, todos los chicos se baten el pelo ahora, querida…
-Tú no ayudas.
-Está de moda, pa… ¡Y nuestra primera dama, Jacqueline Kennedy lo hace!
-No lo creo.
-¿Cómo que no lo crees? ¿Cómo luce de ese modo?
-Yo creo que es natural.
Puedes luchar o bailar hacia fuera.
-Bailar no es tu futuro. Un día, tú tendrás tu propia lavandería.
-Yo no quiero ser una lavandera. Quiero ser famosa…
-Si quieres ser famosa, aprende a sacar una mancha de sangre de una alfombra. Esa movida te puede llevar directo al banco.
Si no podemos bailar… tendremos que marchar.
No sé porqué tenemos este cuarto, pero hay comida, agua, una cama, máscaras de gas, diccionarios en ruso…
Cariño, tardé cinco años en darme cuenta que estabas coqueteando.
-Esta joven a la derecha, es Penny Pingleton.
-Estoy contenta y asustada de estar acá.
Soy una mala chica, una mala chica que necesita ser castigada.
-¡El Día del Negro es lo mejor! ¡Todos los días deberían ser el Día del Negro!
-En nuestra casa… lo es.
-Es América, bebe. Debes pensar en grande para ser grande.
-Ser grande no es problema en esta familia.
-¡Amber! Guarda tu vida personal para las cámaras…
-Bien, el amor es un regalo. Hay mucha gente que no lo recuerda. Así que espero que ustedes dos sean lo suficientemente fuertes para soportar las horribles cosas que van a tener que sufrir del desfile sin fin de los estúpidos…
-¿Así que ya conoce a mi mamá?
Tracy ciertamente redefine nuestros estándares.
Reza por ella. Lo necesita.
-Son sólo chicos. Tenemos que guiarlos en la dirección blanca…
-¿Dirección correcta?
-¿No es lo que dije?
¿Sonido de Detroit? ¿Qué es eso? ¿Los llantos de las personas cuando son asaltadas?
-Penny, los policías me buscan… ¡podrías ir a la cárcel por ayudarme!
-Tracy, ya estoy en una cárcel…
-¡Oh, no!
-¿Qué?
-¡Tu cabello! Se ha desinflado...
-Déjalo. Era sólo un símbolo de mi conformidad a la sociedad.
-Eres tan dura.
-Viviendo en el ghetto, negro es todo adonde vas. ¿Quién podría pensar que amaría a una chica cuya piel es blanca como la nieve en invierno?
-En mi torre de marfil, mi vida era como un canapé del anfitrión. Pero ahora he probado la torta de chocolate, ¡y nunca volveré!
¡Soy Amber! ¡Brad! ¡Tammy! ¡Fender! ¡Brenda! ¡Sketch! ¡Shelley! ¡IQ! ¡Lu Anne! ¡Joey! ¡Mikey! ¡Vicki! ¡Becky! ¡Bix! ¡Jesse! ¡Darla! ¡Paulie! ¡Noreen! ¡Doreen! Y yo soy... ¡Link!
¡Quiero esa gordita comunista fuera de mi show!
-Telma, dime, exactamente… ¿cómo echarías a Corny Collins de “El Show de Corny Collins”?
-En “Lassie” pasa todo el tiempo
-Ven acá, Brenda. Brenda tomará una larga licencia del show. ¿Cuánto tiempo estarás afuera, Brenda?
-Sólo nueve meses…
Eres como el queso podrido: mejoras con los años.
-Primero el pelo, ¿ahora esto?
-Pero, todos los chicos se baten el pelo ahora, querida…
-Tú no ayudas.
-Está de moda, pa… ¡Y nuestra primera dama, Jacqueline Kennedy lo hace!
-No lo creo.
-¿Cómo que no lo crees? ¿Cómo luce de ese modo?
-Yo creo que es natural.
Puedes luchar o bailar hacia fuera.
-Bailar no es tu futuro. Un día, tú tendrás tu propia lavandería.
-Yo no quiero ser una lavandera. Quiero ser famosa…
-Si quieres ser famosa, aprende a sacar una mancha de sangre de una alfombra. Esa movida te puede llevar directo al banco.
Si no podemos bailar… tendremos que marchar.
No sé porqué tenemos este cuarto, pero hay comida, agua, una cama, máscaras de gas, diccionarios en ruso…
jueves, agosto 30, 2007
la rebelión de los bagayos
HAIRSPRAY
Estamos acá y no nos queremos ir. No nos pidan que nos encerremos en casa o que miremos desde la tribuna como bailan los blancos anglosajones y protestantes. No, Señor. Se acabó. Son los ’60 y los tiempos están cambiando. Nosotros, los feos, los gordos, los negros, los espásticos, los torcidos, todos, pero absolutamente todos, queremos bailar al ritmo de la música, sacudirnos como un perro prendido (en llamas) y decirles a todos que el mundo es tan hermoso como nos atrevamos a hacerlo. Córranse rubias insípidas, pendex de flequillo engominado, flaquitos de costillas que asoman bajo la piel, porque los bagayos estamos pidiendo nuestro lugar en el mundo y la música que suena es la música que hace tiempo estábamos esperando bailar.
“Hairspray” es una deliciosa comedia musical, uno de los grandes estrenos de este año, con memorables actuaciones, lujosa puesta en escena y mucho humor y referencias retro. “Hairspray” siguió la misma senda de “Los productores”: película en 1988 (del director de culto John Waters, con un cameo en esta adaptación, nada menos que el exhibicionista de la primera secuencia del filme), adaptación al musical en Broadway, gran éxito y retorno al cine. Pero la adaptación a la pantalla grande, ha tenido mucha mejor suerte que “Los productores”, con un ritmo vertiginoso, mucha música con gancho y un elenco que regala momentos memorables.
“Hairspray” es la historia de Tracy Turnblad, una adolescente gordita de Baltimore que en los tiempos de Kennedy (dorada época del sueño de Camelot en la tierra) adora sacudirse frente al televisor, con los pegajosos temas de su programa predilecto, “El show de Corny Collins” (especie de Club del Clan americano). El programa es una entronización del estereotipo de los jóvenes sanos, rubios, altos y de ojos celestes, manejado con mano de hierro por Velma Von Tussle, una auténtica perra diosa en la tierra que trata de favorecer a su hija, protagonista del show televisivo. Pero no cuenta que en su camino se interpondrá el optimismo irrenunciable de Tracy que, rolliza y todo, quiere demostrar que América es tierra de oportunidades y que nadie puede impedirte que bailes frente a las cámaras si te lo propones.
El guión de “Hairspray” (la adaptación a la comedia musical de Leslie Dixon y Mark O’Donell del libreto original de John Waters) combina el mejor humor con un excelente mensaje en segundo plano, la necesidad de derrumbar el modelo del estereotipo preconizado por los medios. La estética de los ’60 se combina con el kitsch, el anacronismo políticamente incorrecto, la ingenuidad política.
Las excelentes líneas del guión se refuerzan con las canciones con una música contagiosa, llena de vitalidad y luz, y brillantes actuaciones. Se destaca la transformación física de John Travolta, como la gorda madre de Tracy. Pero las palmas, por el protagonismo que implica, están para Nikki Blonsky como Tracy Turnblad, en una presentación triunfal para el cine. Otros puntos altos: Christopher Walken, la bellísima Michelle Pfeiffer (deliciosa la veterana, cada día más linda), Queen Latifah y, un marco aparte, para Amanda Bynes (esa escena del jumper, con colitas y lamiendo un chupetín, me cambió la vida). Un apunte: Mr. Pinky, el diseñador del bisogné que quiere a Tracy como estrella exclusiva es Jerry Stiller, el papá de Ben Stiller.
Escenas destacadas: la secuencia original cantando por las calles de Baltimore; la presentación del Show de Corny Collins; el dueto de amor entre Walken y Travolta; la escena del intento de seducción de Pfeiffer a Walken; el concurso final; la secuencia en la que Tracy logra sacar a su madre de la casa.
Las mejores frases, mañana.
CONSEJO: ¡no te la pierdas!
Trailers
En inglés:
En español:
Canciones:
Para escuchar varios temas:
“Good Morning, Baltimore” (que abre la película):
“You can’t stop the Beat”:
http://www.youtube.com/watch?v=9HtvO4-Y-x0
“Without love”:
“I can hear the bells”:
“Nicest kids in town”:
viernes, agosto 24, 2007
corazones solitarios
CORAZONES
“Nuestros destinos, nuestras vidas son siempre guiadas, nuestro destino puede depender de personas que no hemos conocido jamás”.Hay en “Corazones”, el último filme del maestro Alain Resnais, una sensación de fatiga, de maquinaria que opera a otro ritmo, que tiñe (como la nieve, recurso visual del director) toda la película. “Corazones” muestra una sintaxis de hace unos 20 años, las historias (a medias, contadas con cierta morosidad) podrían haberse condensado para ocupar mucho menos que las dos horas finales. Las historias en sí, carecen de dimensión épica. Pero no dejan de intrigarnos, no dejan de hacernos pensar que hay otra historia detrás de cada una, que el futuro que los personajes pudieron desarrollar es muy distinto al que efectivamente terminaron eligiendo. Aún con sus baches, su pátina retro, su lentitud, “Corazones” mantiene cierto interés y sus personajes, no caerán en el olvido. Es el mayor acierto de un filme menor.
ALAIN RESNAIS
Resnais cruza las historias de varios hombres y mujeres, personas solas, en apariencia bienintencionadas, con un lado paralelo relativamente retorcido. El filme parece ser historias de amor; en realidad, son historias de soledad. Seres que les cuesta coordinar sus vidas con otros, complementarse y abrirse al prójimo.
En el tejido argumental de “Corazones” se cruzan la historia de una evangelista que presta videos a su compañero de trabajo (un solterón que vive con su hermana más joven) grabaciones de programas religiosos que se yuxtapone a filmaciones caseras de escenas porno. Una pareja que busca departamento, al borde de la disolución. Una solterona que cumple la rutina de las citas concertadas que terminan, invariablemente, en una desilusión. Un hombre que soporta, con resignación y angustia, la agonía de su padre postrado en una cama, violento y rencoroso.
Los personajes se entrecruzan, operando cambios sutiles en unos y otros. En gran parte de la película, las historias parecen converger en una resolución romántica. Pero el final es opuesto. Los personajes han tenido la opción de otro camino, pero han optado por una ruta solitaria, fría, como la nieve que cae constantemente, en los exteriores (y decisivamente en un interior).
La película se deja ver sin cabeceos, pero una mayor condensación dramática de los conflictos presentados hubiera sido más provechoso para el filme.
Escenas destacadas: la escena de la nieve en la charla final entre Charlotte y Lionel; la escena del video porno que ve Thierry; el primer encuentro entre Dan y Gaëlle; la escena del baile erótico de Charlotte al viejito que cuida.
Frases:
-¿Qué estás mirando?
-Estoy mirando… estoy mirando… fútbol.
-¿Fútbol? Odias el fútbol.
-Yo creía que también.
-Es tan inflexible. Lo había olvidado…
-¿Inflexible?
-Implacable, diría…
-El perdón viene más tarde…
-¿Sí? ¿Cuándo?
-En el Nuevo Testamento.
-Veo.
-Al final, todos seremos juzgados y perdonados.
-Correcto, veo…
-Como su padre lo perdonará algún día…
-Yo soy lo que soy. ¿Cómo podemos ser una cosa distinta a lo que somos?
-Tengo algo que decirte. Mi nombre no es Martin. Mentí…
-¿Cuál es tu nombre?
-Daniel. Pero llámame Dan.
-Dan es más bonito. Te amo Dan. ¿Vamos?
-Después de ti, Sophia.
-Gracias… Mi nombre no es Sophia.
-Desearía tener su fuerza interior. Su fe. Debe ser reconfortante… Me temo que yo no puedo… Dios arriba en algún lugar de su cielo y el fuego humeante esperando por nosotros debajo…
-No…. No puede creer totalmente en eso. Debería pero no puedo.
-Supongo que pasamos solos por la vida…
-Sí, podría ser así, Lionel, creo que es más complejo que eso. No soy una gran creyente en el infierno o en otra forma de castigo. Pero si existen las llamas del infierno, ardiendo dentro nuestro. Y nosotros las alimentamos con nuestra debilidad y nuestras fallas. Si no tratamos de sacarlo fuera, nos consume y, peor aún, consume a otros también.
CONSEJO: esperar al DVD.
martes, agosto 21, 2007
animales a bordo
EL REGRESO DEL TODOPODEROSO / EL ARCA
Cosa rara, por estas coincidencias de la creatividad, en una punta y otra del continente americano, se filmaron dos películas con el Arca de Noé como tema. La primera, es la secuela de “Todopoderoso” con Jim Carrey, continuada ahora por Steve Carell (“Virgen a los 40”), uno de los personajes secundarios de esa primera parte. La otra, es la película de animación argentina “El arca”. Ambas se orientan a un público familiar, preferentemente infantil. Y vale la pena compararlas como un ejercicio didáctico para aprender cuándo se tiene en claro lo que se quiere contar y a quién contar.
No es que “El regreso del Todopoderoso” revolucione el género. Claro que no. Pero es tan eficaz, tan consistente en todas sus escenas, tan emotiva que, más allá del presupuesto y los actores en juego, se nota que hay un esfuerzo para trabajar la historia que se quiere mostrar.
En el caso de “El arca”, la historia es un esbozo, los personajes no termina de caer del todo simpáticos y, para peor, hay algún doble sentido de tono revisteril en los gags del filme que no terminan de cerrar con el público objetivo. En suma, mientras “El regreso…” logra su objetivo y se sostiene por sí sola, “El arca” es una decepción, sobre todo por la buena propuesta inicial de tratar de cine de animación por estos lares.
Argumentos: En “El arca”, el personaje central es Noé que recibe la orden divina de construir el arca y guardar una pareja de cada animal, para salvar a todas las especies de un próximo diluvio. Noé debe cargar con sus dos hijos pavotes, dominados por sus esposas y de un usurero al que le malvende la tierra. El otro protagonista es Xiro, un joven príncipe león, cabeza hueca y mujeriego que se sube al Arca creyendo que es un crucero de placer. En el medio, hay una lucha entre herbívoros y carnívoros, con la moraleja transparente que todos necesitamos de los otros y que nadie se puede salvar sólo en esta nave (léase el planeta Tierra).
En “El regreso del Todopoderoso”, Dios, en el cuerpo de Morgan Freeman vuelve a hacer de las suyas con Evan Baxter (ese reportero rival de Jim Carey en la primera parte, que hacía el ridículo frente a las cámaras trabándose con las palabras) quien deja el periodismo tras haber sido elegido representante en el Congreso. El lema de campaña de Baxter fue “Cambiemos el Mundo” y Dios se lo toma en serio. Lo obliga a construir un arca y Baxter, renuente a la idea, debe convencerse de la seriedad del encargo, al congregarse en su puerta miles de parejas de animales. En el medio, también hay un mensaje ecologista, cuando un congresista corrupto quiere desmontar unos bosques y trata de involucrar a Baxter en el proyecto de ley.
De “El arca” rescatamos el gag del Unicornio, el Dragón y el otro bicho símil Demonio de Tasmania que se muestran descreídos del anuncio de Noé y dicen que es muy alarmista, para preguntarse, cuando el agua sube, “¿y si tenía razón?”. De “El regreso del Todopoderoso”, vale rescatar el gag de los peces que siguen a Evan y los momentos emotivos en los que participa Morgan Freeman (como cuando ve con Evan lo que era el “diseño original” de la zona donde se levantó el barrio en el que vive o cuando encuentra a la esposa de Evan, en el bar). Esa es la principal diferencia entre una producción y otra, más allá de la distancia presupuestaria: hay emoción y buena voluntad en “El regreso…”. Asignatura pendiente en “El arca” que queda, a mitad de camino.
En “El arca” hay buenos momentos en la animación, aunque parece floja la secuencia en 3-D del arca flotando en el diluvio, que es técnicamente muy inferior al resto. El resto de la animación es más que decorosa y vale la pena rescatar ese esfuerzo en la realización.
Frases de “El regreso del Todopoderoso”:
- ¿Que haremos?
- ¡Cambiar el mundo!
-Como congresista muchos lo intentan pocos lo logran.
-Yo haría lo que diga el Sr. Baxter. Si pudiera ser como alguien seria el.
-¿Puedo pegarle?
-Mira la vista. Es hermosa ¿verdad? Recuerdo cuando cree este valle. ¿Te das cuenta como las montañas están de este a oeste? Pensé que habría mucho sol.
-¿Donde estamos?
-No lo reconoces ¿verdad?
-No.
-Acá es donde vives. Quería que vieras el diseño original.
-Así que... de veras eres él...
-Te creo, solo que no entiendo porque me elegiste a mi.
-Querías cambiar el mundo, hijo. Yo también.
Construye el arca. Te digo algo: tú la construyes, yo la llenare.
-Por como están las cosas, si se aloca un poco más... terminaremos en la Casa Blanca.
-Me encanta esa historia, mucha gente no entiende el punto de la historia. No se trata de la ira de Dios.
-¿De que se trata entonces?
-Yo creo que es una historia de amor, acerca de creer el uno en el otro. Sabe que los animales se presentaron en parejas. Era una postura. Se quedaron juntos, lado a lado. Igual que Noé, todos en esa arca estaban uno al lado del otro.
Déjame preguntarte algo. Si alguien le pide a Dios paciencia, ¿Dios le da paciencia? ¿O le da la oportunidad de ser paciente? Si el pide coraje, ¿Dios le da coraje o la oportunidad de mostrar su valor? Si alguien pide mayor unión familiar, ¿piensas que Dios le dará sentimientos cálidos o le dará la oportunidad de amar al otro? Que mejor oportunidad es amarse el uno al otro.
Lo que nunca entendiste en el Congreso... es que todo es negocio, hijo.
-Tal vez Dios no se refería a un diluvio verdadero. Tal vez quiso decir un diluvio emocional, ira... o algo así
-Si eso es verdad... entonces me hará sentir muy mal…
Como ve congresista, los lobos están aquí.
-Lo hiciste bien, hijo. Cambiaste al mundo
-No, no lo hice.
-Bueno, veamos. Pasas tiempo con tu familia, haciéndolos muy felices. Le diste un hogar al perro. Bien, y...
-¿Y...?
-¿Cómo cambiamos el mundo?
-Es el momento. Haz el baile.
-Pensé que me acompañarías.
CONSEJO: se pueden esperar al DVD ambas. Anote primero “El regreso…”.
domingo, agosto 19, 2007
muchachos de joda
AHORA SON 13
Con cada capítulo de la saga de Danny Ocean se refuerza mi sensación de que estos tipos disfrutan más rodando la película que los espectadores viéndola. Hay momentos en que ese clima de joda contagia a la platea y uno termina jugando el juego de ellos. ¡Qué macanudos que son estos tipos! Sí. Esa química del elenco, a veces (sólo a veces), se proyecta de la pantalla a la butaca. Pero, la sensación general es de cuán desaprovechado está este elenco, que necesidad de un guión más trabajado y cómo extrañamos a Catherine Zeta-Jones y Julia Roberts en este episodio. Las noticias nos dicen que George Clooney anunció que éste es el final de esta historia. Sería una decisión correcta, más allá del rédito económico que pudiera dar seguir la historia, en un cuarto y hasta un quinto episodio.
Excusa argumental de este capítulo: Reuben (Elliot Gould) es trampeado por Willie Bank, un inescrupuloso dueño de casinos de Las Vegas, en la piel de Al Pacino. Reuben enferma seriamente y sus amigos (los que le avisaron que no negociara con Bank porque era un timador) traman una estafa más, para castigar a Willie. La idea: hacerle quebrar el casino en el primer mes de operaciones. Para eso, en la mitad de la película, deberán negociar con su antiguo enemigo Terry Benedict (Andy García).
El filme es una sucesión de pequeños gags, muchas explicaciones de cómo van a ser los planes, guiños al espectador y una sensación general de que estamos de cachondeo y hacemos la película de taquito. Tres tipos se cargan la película al hombro, como en los capítulos anteriores: George Clooney, Brad Pitt y Matt Damon. Y, lamentablemente, en esta oportunidad se retacea bastante la participación de este terceto clave. Las mejores escenas, las que funcionan, se basa en la química de los dos primeros (una pareja excepcional para que un productor atento lo tenga en cuenta, en alguna comedia de timadores, estilo “Nueve reinas”) y en la eficaz acción de Damon.
A veces, el filme se pone melancólico y destila alguna mirada de dinosaurios que presienten su final (“El futuro es digital. Ustedes son analógicos” dice algún personaje). Ahí gana algunos puntos. Steven Soderbergh se pone en experimental y satura los colores de la fotografía (rubro bajo su responsabilidad) más cómo un capricho estético que porque tenga algún sentido con la trama. (Tal vez recordar un poco esas películas de los ’70, con colores cargados, remedando el sol de Nevada y el neón de Las Vegas. Pero no deja de parecer un deleite estético).
Escenas: el gag del Gilroy entre Matt Damon y Ellen Barkin (babaza veterana); el diálogo final entre Clooney y Pacino (“Le diste la mano a Sinatra. Sabes que eso no se hace”); la escena en la que Reuben lee las cartas que los amigos le dejaron sobre la mesa de luz de su lecho de enfermo; los diálogos con Andy García; el gag del arreglo del conflicto en la maquiladora por US$33 mil; Brad Pitt y George Clooney emocionados viendo el programa de Oprah; Brad disfrazado de geólogo.
Frases:
Ruben, cuando vas a robar un banco no puedes confiar en los contratos.
-¿Sabías que los inuits ponen a las personas mayores en una balsa para que se mueran?
-Gracias.
-Es solo un mito.
-Eso no me pasara, yo todavía puedo cazar, así es. Esa es mi oportunidad, yo era alguien aquí. Si entraba a un restaurante y estaba lleno, me daban una mesa así de fácil.
-Ruben, si estas preocupada por tu lugar en la historia podríamos ponerle tu nombre a una calle o a un boulevard.
-Hablaremos de eso cuando me muera.
-¿El arreglo cambiará?
-No. Ya cambió. De hecho no hay ningún arreglo.
Yo y Willy Bank llevamos mucho en esto. Inclusive le dimos la mano a Sinatra. Y hay un código entre los hombres que le dieron la mano a Sinatra.
Necesito las respuestas antes de que haga las preguntas.
-Tendremos que despedirte, ganaste peso.
-Pero solo aumenté 4 libras.
-Sí pero tu cuerpo no está como debería estar.
-Pero señora...
-No, cariño. Tu problema es tu cuerpo.
-¿Harías esto por 10 millones?
- No. Pero lo haría por 11.
Danny, me caes bien, y tu también Rusty. Tienen estilo, son valientes y leales. Y a todos les llega le momento de parar. Es diferente. Es un mundo digital. Están terminados.
Numero 1: si tratan de joderme, los mato. Solo por asegurarme.
-Y porque nos pidió obtener estos diamantes. Porque no podemos. Así es como funciona la venganza: te coloca en posición de hacer algo que no puedes.
-Así que él te quiere de regreso en la cárcel.
¿Estás viendo el Show de Oprah?
-¿Es cierto? ¿Les van a regalar una casa nueva?
-Sí. A toda la familia
-¿De cuánto hablamos?
-Treinta y tres mil.
-¿Cuántos trabajadores?
-Doscientos, más o menos.
-Sólo denle 7 millones.
-No. No treinta y tres mil por persona. Treinta y tres mil en total. Cobrará todo eso por solo una semana.
-Con un 5% de aumento.
-Le daremos un cheque.
Sabes, creo que eres el hombre más honesto de esta ciudad. Y creo que no vamos a necesitar las cámaras de seguridad. Bueno, si no quieres ver la cinta después...
-¿Tienes vino ahí detrás?
-Tengo todo lo que necesitas aquí detrás.
Es un profesional y su especialidad es… seducir a mujeres de cierta edad.
-Menos mal que tu madre no tuvo que ver eso.
-No sigas con lo mismo.
-Puede que esta ciudad haya cambiado, pero yo no. Estoy conectado. Conozco gente. Gente que sabe cómo hacer daño. De maneras que ni siquiera puedes imaginar.
-Bueno, primero, todos los tipos que vas a contratar para que me persigan, simpatizan más conmigo que contigo. Segundo, sé que no vas a llamar a la policía. Tercero, tú sabes muy bien lo que significa darle la mano a Sinatra, Willie. Eso no se hace…
-En el momento que te avergüenzas de lo que eres, estás perdido. Cambié mi casa, mi forma de vestir, mis hábitos alimenticios. ¿Para qué? Para nada.
-Sigues siendo uno de nosotros.
-Tú me trajiste de vuelta.
-Sólo hay que mirarle a los ojos a un niño y eso es lo único que hace falta. La única motivación que uno necesita.
-Gracias por ser un ángel para ellos.
-Gracias a ti. Yo sólo sigo su ejemplo.
-Supongo que volvemos a ser sólo tú y yo.
-Yo no me canso.
-No te me acerques demasiado.
-Bueno... nos vemos cuando nos veamos.
-Oye, la próxima vez, que haya un poco más de diversión.
CONSEJO: esperar al DVD.
jueves, agosto 16, 2007
papapapapapa parapapapapá
LOS SIMPSONS: LA PELÍCULA
Bombos y platillos: los Simpsons llegaron al cine. Y, afortunadamente, no nos defraudaron. Que quede claro: cinematográficamente no aporta nada nuevo. La película de los Simpsons es un muy buen capítulo largo de la serie. Y ese es, justamente, el mayor acierto de los creadores de este clásico pop del fin y principio de milenio. Respetar el formato diferente y apoyarse en los tics tradicionales de la historia. Con eso alcanza para que nos caigamos al suelo a carcajadas y disfrutemos de haber ido al cine, de estar vivos y de estar vivos para ver algo nuevo de la familia amarilla más famosa de la historia.
La película juega (como en cada capítulo) con varias historias simultáneas. El tema principal: la polución ambiental en Springfield llega a un punto crítico (¿cabe señalar que por culpa principalísima de Homero?) y a un asesor craneócrata del Presidente Schwarzenegger (¡sí! ¡el mismo!) propone aislar el pueblo (no diremos cómo) y ponerlo al borde de la desaparición. Historias paralelas: viaje a Alaska, el romance de Lisa con un irlandés y las recriminaciones de Bart a Homero que llegan al punto de tomar como modelo de padre a Flanders (la crisis es seria, hay que aceptarlo).
Sobre esa estructura se monta una serie de gags, autorreferencias, citas cinéfilas (mucho de “Exterminio”, “Tierra de muertos”, “Titanic” hasta “2001”) y toques de humor negro, habituales para los seguidores de la serie. En animación, hay un mayor esmero y más detalles que en la serie semanal (sobre todo en las escenas de desplazamientos de masas) pero no pierde esa estética descuidada y elemental que la caracteriza.
En suma: esta es la típica película para ir a ver con un pote de pochoclo y amigos. Y comentar a la salida, recordando, entre carcajadas, los mejores gags. Mi preferido por lejos: el gag de los perros siberianos (“¡Corran! ¡Corran! ¡Salten! ¡Salten! ¡Descansen! ¡Descansen!). Épico. Recomendación: no se pierdan nada de los títulos finales que incluye la primera palabra de Maggie.
Escenas destacadas: el gag de los perros siberianos (¿les dije que es mi preferido?); la elección de proyectos por el Presidente Schwarzenegger; Bart y Homero jugando en el tejado; los animalitos del bosque desvistiendo a Homero y Marge; el novio de Lisa escribiendo la canción en el cristal; la primera palabra de Maggie; el pedido a Burns de que “mire en su corazón”.
Frases:
Venimos en paz. Para gatos y ratones…
No puedo creer que estemos pagando para ver algo que tenemos gratis en televisión.
Por la última banda de rock que murió en nuestro pueblo.
¡Cosas horribles van a suceder!
Colas retorcidas. Mil ojos. ¡Atrapados por siempre! ¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡El tiempo se acerca! ¡EPA! ¡EPA! ¡EPA! ¡Créeme!
-Soy un chico irlandés. Mi padre es músico.
-¿Él es…?
-No. No es Bono.
-Lo pensé porque eres irlandés y cuidas el…
-¡No es Bono!
¡Él está fuera de control! ¡No puedo controlarlo!
-Es el peor día de mi vida…
-Tranquilo, Bart… es el peor día de tu vida… hasta ahora.
Puerco Araña, Puerco Araña
Hace lo que hace un Puerco Araña
Cuidado… ¡es un Puerco Araña!
Soy un hombre rico que quiere devolverle algo a la sociedad. No dinero, claro. Sólo algo. Así que ésta es nuestra oportunidad de patear traseros por la Madre Tierra.
-Bien, he reducido sus opciones a cinco posibilidades inconcebibles.
-Elijo la 3.
-¿No quiere leerlas antes?
-He sido elegido Presidente para dirigir. No para leer.
-¿Qué loco desquiciado pudo habernos hecho esto?
-El Gobierno de los Estados Unidos.
-¿Qué? ¿Nos está diciendo que nos atraparon como ratas?
-No. Las ratas no pueden ser atrapadas tan fácilmente. Fueron atrapados como… zanahorias.
Sólo recuerda: está emisora no promueve la justicia por mano propia.
-Homero, sólo te pido que salgas y enfrentes a la multitud. Y que te disculpes por lo que hiciste.
-Lo haría, pero temo que si abro la puerta, nos maten a todos.
-¡No, no queremos! ¡Sólo queremos a Homero!
-Bien, puede ser que no… Pero… ¡podrían matar al abuelo!
-¡Soy parte de la turba!
¡Estoy usando una flecha roja para que se sepa que lo maté!
Sabes, la palabra perdón está menospreciada en estos días…
Bien, es un problema de China ahora…
Alaska, un lugar donde puede ser demasiado gordo o demasiado borracho. Donde nadie te dice: “déjanos ver tu diploma de secundario”.
Marge, en cada matrimonio llega la oportunidad en la que uno dice: “Necesito que hagas esto por mí” y la única respuesta que se espera del otro es…
-¿Cómo se supone que iremos a Alaska sin dinero?
-Lo haremos, hijo. Si no crees en mí, ¡cree en América! América, donde cualquier hombre puede hacer dinero fácil. Sin que nadie pregunte.
Por una vez, el hombre blanco tiene el control...
-Sólo mire en su corazón y encontrará la respuesta…
-Primera puerta a la derecha.
-¡Gracias!
-Okey. Elijo la 3.
-Trate otra vez.
-Uno.
-Más alto.
-Cinco.
-Demasiado…
-¿La tres?
-Ya lo dijo.
-¿Seis?
-No hay seis…
-¿Dos?
-Dóblelo…
-¡Cuatro!
-Como desee, señor…
-Homero, en cada matrimonio llega la oportunidad en la que uno dice: “Necesito que hagas esto por mí”…
-Es lo más estúpido que escuché en mi vida…
-¿Sabe por qué está aquí?
-Porque mi familia cuida más de los otros que de mí.
-¡He sido engañado por un idiota!
-Sé lo que se siente. Perdí al ta-te-ti con una gallina.
-Homero, ¿qué demonios haces acá?
-Arriesgando mi vida para salvar a gente que me odia y no entiendo porqué.
-Quiero un padre que sea el mismo a la mañana que a la noche… ¿cómo es la palabra?
-¡Consistente!
Lisa, Colin murió. Pero sus últimas palabras fueron: “Milhouse, cuida de Lisa”.
Smithers, no creo en el suicidio, pero si lo intenta, puede ser divertido mirar.
¡Secuela!
CONSEJO: imperdible. Después no se queje.
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