viernes, octubre 26, 2012
frases de “Looper”
Todavía no se ha inventado los viajes en el tiempo. Pero en 30 años ya habrá pasado.
Así que el objetivo desaparece del futuro. Y yo desaparezco un cuerpo que técnicamente no existe.
El 10% de la población tiene una mutación telequinética. Cuando apareció por primera vez todos pensaron que seriamos superhéroes. Pero al final era sólo eso. Ahora son sólo unos idiotas flotando monedas con la mente.
Cerró su ciclo.
Este trabajo no atrae a las personas que piensan en el futuro.
Él estaba cantando. Atravesó el saco, podía escuchar la melodía. Memorias profundas. Mi mamá en un cuarto oscuro cantándome eso.
Tu tatarabuelo le dijo a mi abuelo que los hombres son como arañas. Tienes que cuidarte de los pequeños.
Esperas que te rompamos los dedos con un martillo o algo horrible. Pero aclararé eso ahora mismo. No pasara. Lo que pasara es que hablaré por un rato, ni siquiera mucho, y entonces delatarás a tu amigo.
Tenía un chico que lucía como un animal. Pero me miraste con el pelo tapándote la mitad de la cara, con un ojo mirándome… pude verlo, como verlo en la televisión. La versión mala de tu vida. Como una visión. Pude ver como saldrías. Así que lo cambié. Te limpié y te puse un arma en la mano. Te di algo que era tuyo.
-¿Por qué demonios el francés?
-Me voy a Francia.
-Deberías ir a China.
-Iré a Francia.
-Soy del futuro, deberías ir a China.
-Iré a Francia.
-¿Iras...?
Toma un tren fuera de la ciudad. ¡Corre!
-¿Cómo va tu francés?
-Bien. ¿Me dirás que debería aprender mandarín?
-Nunca me arrepentí de aprender francés.
Ésta es mi vida, me la gané. ¿Por qué no haces como los viejos? Y te mueres y sales de mi vida.
Mi memoria se vuelve difusa... es una nube. Porque no son memorias en realidad. Son solo posibles eventos. Y eran más claros y mientras más difusos son menos probables. Pero llegas al presente y son claros instantáneamente. Puedo recordar lo que haces después que lo haces. Y me duele.
Cállate la boca, chico. Eres tan egoísta, estúpido. Te va a limpiar y te va a...
Absorberás su amor como una esponja y creerás que has dejado el pasado atrás y que quizás estés a salvo.
-Ayer.
-¿Qué?
-En treinta años fue ayer.
No entiendes. No tenemos que renunciar a ella. No lo haré. Puedo salvarla.
La primera vez. La primera vez que vi tu cara, la primera...
Quiero mi vida. Lo mato y la recuperaré.
-Sara no lo sabe. Pero recuerdo a mi mamá real. Cuando era un bebé, no pude detenerla.
-¿Qué?
-No pude detener que muriera. Lo vi pero no pude detenerlo. No era lo suficientemente fuerte.
Nos protege porque no puedes hacerlo.
Él eres tú. Es el tú del futuro.
Entonces lo vi... Vi a una madre morir por su hijo. Y un hombre que mataría por su esposa. Y un chico enojado y solo. Frente a mí. Y lo vi. Y el pasado era como un ciclo. Dando vueltas. Así que lo cambié.
jueves, octubre 25, 2012
cuando el futuro te venga a buscar
LOOPER
data: http://www.imdb.com/title/tt1276104
Para los seguidores de la ciencia ficción, “Looper” no merece pasarse de largo. Historia de un futuro oscuro, con viajes en el tiempo y paradojas para cambiarla línea de tiempo. Un loop básico que se irá desentrañando con el correr de la película y se definirá en el desenlace. Ojo: no es una película que rompa el género. Hay muchas reminiscencias de “Terminator”. Pero aporta algunas ideas interesantes, con un guión más que correcto de Rian Johnson, director del filme.
Estamos en 2044. La máquina del tiempo no se ha inventado… todavía. Pero sus efectos ya están presentes. En el futuro, el artilugio está prohibido y sólo lo usan (clandestinamente) los mafiosos quienes han armado una red de desaparición de cuerpos en el pasado. Tiene contratados a un grupo de jóvenes, muy bien pagados, los llamados Looper, a los que se les manda, en un momento y lugar indicado, un condenado a muerte para que le den el tiro de gracia y se deshagan del cuerpo. Pero hay una condición: pasados treinta años, hay que cerrar el ciclo. Desde el futuro mandan al propio Looper (tres décadas más viejo) y el Looper del pasado tiene que pegarle un tiro en la cabeza y deshacerse de su proyección en el futuro.
Como es de esperar, un Looper, Joe, el protagonista (Joseph Gordon-Levitt en el 2044; Bruce Willis en el 2074) especulará con la posibilidad de no matar a su proyección de futuro. Y eso lo llevará a una persecución con sus patrones, recalando en una misteriosa granja que será decisiva en su vida.
“Looper” tiene una estética sucia, de una sociedad polucionada, sin valores morales, donde sólo importa el dinero y la droga (gotas oculares) que puede comprar. Los Loopers tienen todo por tres décadas; es una vida corta pero infame.
La diferencia entre el Joe de 2044 y el de 2074 es mayor que la de los treinta años que los separa. Son dos personas distintas, cambiadas por un amor. Los objetivos del Looper juvenil es vivir su vida, “plenamente” y pedirle al viejo que sepa retirarse; al “viejo” sólo le interesa rescatar a su amor y, más aún, mantener vivo el recuerdo de ese amor.
“Looper” tiene varias ideas interesantes. Una es la de la confusión del recuerdo cuando estamos ante quien lo generará; la otra, el modo de enviarse “mensajes” entre un looper y su looper futuro, en algunos casos con la crueldad como vemos en el caso de Seth, el amigo de Joe.
Hay otra idea clave, soporte de la historia: ver todo el panorama de la proyección en tiempo. Lo que creemos que elimina el infierno (el Malvado Destructor del futuro), en realidad es su génesis. El desenlace nos habla que el Looper juvenil es más maduro, en ese sentido, que su Looper del futuro. Tiene un segundo de sabiduría para ver todo el cuadro, la situación completa y obrar en consecuencia.
La película tiene un muy buen elenco. La dupla protagónica Willis – Gordon-Levitt luce soportando el peso del filme y se suma una muy buena Emily Blunt. Hay pequeños papeles que se destacan. El villano que compone Jeff Daniels es uno de ellos; Seth, el malogrado amigo de Joe, interpretado por Paul Dano, es otro.
En suma: para los seguidores del género, dejen de lado las críticas poco entusiastas y agenden este filme. No los va a decepcionar.
Mañana, las mejores frases.
sábado, octubre 13, 2012
frases de “¿Qué voy a hacer con mi marido?”
¿Cuántos de los que están acá han tenido sexo últimamente? Que levanten la mano. No, tú no. No levantes la mano… Sé que hace tiempo que no has tenido sexo…
¿Carol…? ¿La de los perritos?
-Siento que Arnold y yo no vamos a ningún lado. Quiero un matrimonio real… de nuevo.
-Creo que para que eso suceda tendrías que correr el riesgo de sacudir las cosas.
Estoy en busca de “Consejos sexuales directos para la mujer dados por un hombre gay”.
-¡Treinta y un años de casados! ¿Qué regalo es ese? ¿Plata? ¿Marfil?
-¡Oh! Nos tenemos el uno al otro… Y una nueva suscripción al cable… con muchos canales.
-Lo estamos haciendo tan bien que incluso podríamos ser capaces de salir de aquí pronto. OK. Paso siguiente, ¿cuál es? ¿Escribir un poema? ¿Tomarse de las manos en público? ¿Cantar una serenata?
-Sexo.
-Podías tener a quién quisieras. Yo no creía que pudieras quererme.
-No quería a nadie más.
Toda la ciudad parece haber sido construida por Hansel y Gretel.
-Te apuesto que en ese lugar no sirven el desayuno por menos de diez dólares.
-Vamos a estar aquí sólo una semana. Puede ser bueno intentar…
-¿Una semana? ¡Voy a estar en bancarrota en una semana!
El vuelo sale mañana a las 10 horas. Yo voy estar sentada en mi asiento mañana.
Incluso los grandes matrimonios tienen años terribles, tan malos que estás tentado a renunciar.
Nunca creí que iba a ser tan difícil tocar a alguien que amas.
Él lo es todo. Pero yo… estoy muy sola… Y estar con alguien, cuando no estás realmente con él… puede ser… creo que estaría mejor… sola.
Prometo ver menos golf.
Ni lo sueñes...
Prometo quejarme menos… excepto cuando haya motivo para quejarse…
viernes, octubre 12, 2012
la dificultad de lo sencillo
¿QUÉ VOY A HACER CON MI MARIDO?
data: http://www.imdb.com/title/tt1535438
Antes de ver “¿Qué voy a hacer con mi marido?” (pésima traducción local el “Hope Springs” original, que da una idea totalmente equivocada de la clase de filme que vamos a ver), pude observar en el cine los anuncios de las próximas películas a estrenarse. La torta de promoción la encabezaba el reestreno de “Esperando la carroza”, remixada, con una copia de mejor calidad, en la que podíamos ver las escenas de Antonio Gasalla y el Beto Brandoni haciendo, exactamente, el mismo papel que vienen repitiendo los últimos treinta años. Después vino el aviso de “Casablanca” y luego esta comedia agridulce con las monumentales actuaciones de Tommy Lee Jones y Meryl Streep. Alguien debería avisarles a los productores de “Esperando la carroza” que esa tanda es competencia desleal.
Y empezamos con esa observación, no por casualidad. Lo que hay en “¿Qué voy a hacer con el marido?” es un muy buen guión con una monumental actuación de dos actores que tienen la valentía de tomar nuevos riesgos, de interpretar sus roles, en cada ocasión, de un modo diferente. Es una manera de respetar a los espectadores que pagan una entrada (actitud que hace mucho que el cine argentino perdió) y que es un modo de honrar la profesión de actor.
“¿Qué voy a hacer…?” es una sencilla (engañosamente sencilla) historia: matrimonio con más de treinta años de casados que hace cinco que no se tocan un dedo. Y cuando decimos que no se tocan un dedo es que no se tocan un dedo. Camas separadas, besos olvidados al despedirse por la mañana. Arnold es el típico hombre de negocios del ramo de seguros de Omaha, que come todos los días, su desayuno (huevo y tocino) mientras lee el diario, va a trabajar con traje, camisa y corbata, vuelve, cena, se duerme mirando las clases de golf por TV y se va a dormir. Kay, su esposa, es un accesorio más de la casa. Todo es perfecto, controlado, aséptico, rutinario.
Y esto se ha vuelto totalmente insoportable para Kay.
La película empieza con el intento de Kay de “atraer” a Arnold quien la rechaza sin mucha delicadeza. Así, en una escena antes de los títulos, está planteado el problema: cómo hacer para que el matrimonio de Kay vuelva a ser el matrimonio que era.
Para destrabar el conflicto, Kay fuerza a Arnold a asistir, durante una semana, a una terapia de pareja. Lo lleva a la rastra, utilizando los poderes de persuasión que solamente una mujer puede lograr con un hombre. Y el terapeuta (Steve Carell, en una muy correcta actuación), los lleva a desanudar los hilos que enredaron la relación casi irremediablemente.
Lo interesante del guión de Vanessa Taylor (con pasado en televisión, guionista debutante en cine) es que, con gran economía de recursos (todo se reduce a las charlas de tres personajes), describe como puede pasar que, en las relaciones de pareja, un conflicto, un malentendido, un enojo, puede producir un distanciamiento que el tiempo agrava. El callo formado sobre la cicatriz se endurece, día tras día, y se termina generando una brecha insuperable, un muro que no permite, no sólo no ver al otro, sino recordar siquiera porqué empezó todo.
“¿Qué voy a hacer…?” es un delicado ejercicio de dos actores y ahí hay que ver la mano del director, David Frankel, el que nos regaló las soberbias “Marley y yo” y “El diablo viste a la moda”. Como esas historias, es de la clase de comedia que nos hace reír pero no sólo nos hace reír. Baja línea para dejarnos pensando en ciertas cosas importantes de la vida. En “¿Qué voy a hacer…?” el tema es un matrimonio distanciado por los años que ha perdido el deseo, pérdida no irrecuperable, siempre que todavía haya amor latiendo bajo la superficie.
El trabajo soberbio de Meryl Streep y Tommy Lee Jones es un fuerte aliado del realizador. Se permiten mostrarse en la madurez, con arrugas, con los tics de un matrimonio con varios años encima y decepcionados. La evolución de los personajes, reflejadas en sus expresiones, es un ejemplo de faena actoral. Seguramente Tommy Lee Jones no ganará una nominación al Oscar por este trabajo. Pero es una de sus mejores interpretaciones. Desde el primer Arnold, enojado, lleno de arrugas, furioso, hasta el tipo que recuperó la sonrisa en el final, hay un arco de desmonte de los rencores acumulados. Es un delicado y precioso trabajo.
Arnold, el personaje de Tommy Lee Jones, tiene una interesante construcción. Al principio sospechamos que algo grave ha pasado para que esa pareja esté tan tan fracturada como vemos en los primeros momentos. En la trama, cuando los personajes cuentan cómo se conocieron, vemos que Arnold se ha sentido, desde el comienzo de la relación, en desventaja. Nunca se convenció que alguien como Kay pudiera amarlo. El motivo del distanciamiento fue tan efectivo por esa debilidad subyacente en la autoestima de Arnold. Y la respuesta, como suele suceder en esos casos, es un alejamiento, un enojo, una irritación constante. Cuanto más cara de ogro se pone en el exterior, más debilidad se trata de ocultar en el interior.
Entre mis escenas favoritas, destaco aquel diálogo en el que el terapeuta les pide que recuerden el mejor sexo que hayan tenido. Y ambos coinciden en un tierno momento, cuando Kay estaba embarazada, en la que hacen el amor en la cocina y Arnold se preocupa de ponerle repasadores debajo de la cabeza para que no se golpee con los estantes. La pareja viene de una discusión y ese momento empieza muy tensamente. Pero ellos se aflojan en ese recuerdo. Sonríen, tal vez por primera vez. La escena descripta no es una maratón porno de orgasmos ininterrumpidos. No. Es la descripción de un acto sexual muy tierno, muy cuidadoso, donde el gesto que Kay recuerda, el de protegerla de un golpe, revela algo más que la pulsión sexual. Arnold y Kay se amaban en ese momento, lo suficiente para que en el momento de la pasión, él se tome el tiempo de cuidarla de algún percance.
“¿Qué voy a hacer…?” es una película que uno recomienda especialmente a los matrimonios. Van a comprender mejor que el resto de los espectadores muchos de esos códigos internos que se dan en la convivencia. E identificarse con el drama que afrontan nuestros protagonistas, mucho menos naif que los que algunos apurados puedan juzgar.
Hágame caso: agarre a la colifa de su esposa, arrástrela del brazo y métala en el cine. Si no se pone mimosa después de ver esta película, divórciese: esa mujer no es para usted.
Mañana, las mejores frases.
viernes, octubre 05, 2012
frases de “Buscando un amigo para el fin del mundo”
La ultima misión para salvar a la humanidad, ha fallado. El asteroide de 70 millas cuadradas, conocido como “Matilda” colisionará con la Tierra exactamente en tres semanas. Seguiremos teniéndolos al tanto con la cuenta regresiva del final de los tiempos junto a sus clásicos preferidos de rock.
Contrate a un asesino. Cójase a una virgen.
¡Quédese con nosotros hasta las 9 de la noche para el Concierto por el Fin del Mundo!
Lo siento, señor. No lo cubre su póliza. Me temo que el paquete Armageddon es extra. Eso los protege a usted y a su familia de cualquier desastre apocalíptico. Asteroides, obviamente. Plagas. Hambre... ¿Cuál es la parte negativa? La prima es muy alta...
Así que siéntanse libres de usar su ropa casual de viernes, el día que quieran de la semana.
Y como Ted de Recursos Humanos ya no está con nosotros... pensé que debía decirles que hay posiciones disponibles en la administración. ¿Alguien quiere ser el Jefe de Operaciones Financieras? ¿Director General? ¿Nadie?
Edición Final: Lo Mejor de la Humanidad.
-Elsa no tienes que venir la próxima semana… o nunca más. Si no quieres, está bien.
-¿Me está despidiendo?
-Y ahora, el reporte del tráfico. Amy…
-Estamos jodidos.
-Gracias, Amy.
Llegas temprano. Lauren me contó lo de Linda. Me sorprende tanto que no lo haya hecho antes. Nunca lució feliz. Especialmente cuando estaba contigo.
-Por favor, podemos estar sobrios por algunos momentos esta noche.
-Es la última cena, Diane. ¿Crees que Jesús lo estuvo en su última cena? ¿Crees que convirtió el agua en limonada?
-Morirás solo ¿no te molesta eso?
-No morirá solo.
-¡Claro que si!
-Morirá con el resto del mundo. No necesitas hacer esto, no es la maldita Arca. ¡Esto es el Titanic! Y no hay un salvavidas a bordo.
El cielo se está cayendo. Y están lloviendo vaginas. Desde lo de la misión, he estado con una chica diferente cada día. Y no les importa embarazarse, ni las enfermedades ni si las llamarás o si puedes mantenerlas o si tienes un pene pequeño o si son familiares. Es como si el Apocalipsis hubiera igualado a todos.
Nadie le pertenece a nadie. No más.
¿Por qué los demás no pueden hacer lo que quieran?
No puedes huir de esto.
¡Qué estúpida! Puse toda mi energía en los lugares equivocados, por gusto. Y planeaba irme para las vacaciones con mi mamá y mi papá y me quedé con un tipo que solía conocer.
No robaré nada si tú no me violas.
Siempre es mejor dormir en la escalera de incendios que tener sexo por lastima.
-¿Quién es la chica?
-¿Quién? ¡Oh! Es Olivia.
- ¿Es la que se fue?
-Bueno, todas se fueron. Pero ella fue la primera.
-¿Qué harás con el resto de tu vida?
-Bueno... Esto y aquello. Quizás encontrarme a mi mismo. A Dios. Tal vez mover unos muebles.
-Bueno, quizás nos veamos. Como en una orgía o algo así...
-Suena genial.
¿Entonces no me dejaste por otro? ¿No ves que eso es peor?
No se por qué te salvé la vida después de que arruinaste la mía.
-Ahora me siento mal. No me siento cómoda con la culpa.
-Afortunadamente no vivirás mucho con eso.
-No tienes que pasar tus últimos días con un extraño.
-No eres un extraño y menos son mis últimos días.
-¡Oh! Una sobreviviente.
-No soy una sobreviviente. Soy una optimista.
-Yo pensé que viviría por siempre. Mi mejor momento seria a los 40.
-Dicen que los 30 son los nuevos 40.
-Tengo mi crisis de los 40 ahora mismo.
-Pensé que no eras cínica.
-No lo soy. Sólo clínicamente soy una monógama en serie en recuperación.
Una terapeuta me dijo que tenía problemas con estar sola. Quería verme cinco veces a la semana. ¿Así que quién tenía un problema en realidad?
-¿Qué hacías?
-¿Cuando?
-Antes. Para vivir.
-Vendía seguros.
-¿En serio?
-Si.
-Está bien ¿Cómo alguien llega a eso?
-Te atreves a soñar. Supongo que comienza cuando tus fantasías de niño, de ser bombero, atleta o lo que sea, se chocan con la realidad. Y te das cuenta, que lo que quieres es tener un escritorio en alguna parte, con tu nombre.
-Tócame... Quiero que seas mi último hombre...
-Esa es mucha presión.
Relájate, Dodge. Fue sexo por el fin del mundo.
Fui una vecina terrible y soy una hija horrible.
Míralo. Profundamente dormido. ¿Y sabes por qué? Porque siempre supo que el fin estaba cerca. Y ahora no está sorprendido. Estás mirando a un hombre reivindicado.
-Mi esposa huyó recientemente como cualquier mujer humana, tan rápido como pudo. Supongo que el Armageddon le dio el valor. Lo cual es irónico, porque, por el miedo de morir solo es por lo que me casé en primer lugar.
-Tu compañera de piso era tu esposa…
-Mi esposa era mi compañera de piso.
-Sí. Arruiné tu vida.
- No, no lo hiciste. Yo ya me había adelantado.
Quizás sea una romántica por fuera. Pero por dentro es una sobreviviente.
¿Podemos empezar nuevamente la civilización sin ella? Seguro. Pero ella merece ser una de esas mujeres de gran calidad.
-Aquí no hay espacio para ti, socio.
-Está bien. Puedo esconderme debajo de una mesa en el colegio.
Siempre he pensado que dos románticos juntos están completamente jodidos.
No lo sé, simplemente me encantan los discos. Pero no son para todos ¿sabes? Realmente tienes que cuidarlos. Son muy delicados y pueden rayarse muy fácilmente. Tienen que gustarte, realmente. ¿Oyes lo claro que suena? Pero es mejor comprar un disco más grueso. Tiene las marcas más profundas. O sea, son más pesados para cargarlos, pero valen la pena.
-Tal vez no has conocido al hombre adecuado.
-Realmente eres una buena persona.
-Tú eres pésima juzgando a la gente.
-Realmente no puedo hablar sobre esto, Penny.
-¿Por qué no?
-Porque no quiero cambiar nada.
-Realmente lo siento.
-Ya no importa. Ahora estamos en el mismo lugar.
-Sé que no estuve ahí para ti, en aquel entonces.
-No es demasiado tarde.
Una vez más la CGS informa que “Matilda” llegará una semana antes de lo previsto. El punto de contacto será en 16 horas y 26 minutos. Así que asegúrense de marcar sus calendarios. También queríamos recordarle que mañana ajusten sus relojes. La primavera se acerca y hay que adelantarlos una hora.
-¿Y tus padres?
-Ellos entenderán. También son románticos.
No podría vivir sin ti. Sin importar cuanto tiempo quede.
Penny, estoy muy feliz de haberte conocido.
jueves, octubre 04, 2012
si se viene el fin del mundo que sea con Keira Knightley
BUSCANDO UN AMIGO PARA EL FIN DEL MUNDO
data: http://www.imdb.com/title/tt1307068
Declaración de principios: si los mayas tienen razón y en diciembre se acaba todo, firmo ya para (como Steve Carell en “Buscando un amigo para el fin del mundo”) pasar los últimos días con Keira Knightley. Eso sólo justifica destruir la Tierra y enterrar a la Humanidad en las sombras del olvido cósmico. No lo duden. ¡Que no les tiemble la mano!
Deliciosa comedia agridulce, primera película en la dirección de Lorene Scafaria de su propio guión (autora también de la muy buena “Nick y Nora, una noche de música y amor” con Michael Cera). En esta ocasión, Scafaria parte de una idea interesante: cómo reaccionaríamos al fin del mundo. Pero al fin del mundo en serio, cuando no hay marcha atrás, sin Bruce Willis subiéndose a una nave espacial para desviar el asteroide que viene a destruirnos. ¿Qué pasaría si te dijeran que sólo quedan tres semanas? Y que todo se acaba después de eso. Ése es el puntapié de la historia, centrada en dos personajes solitarios, que terminarán vagando juntos por los caminos del Apocalipsis.
La película empieza con un informativo: la nave que iba a destruir el asteroide Matilda en rumbo de colisión con la Tierra, estalló. No hay otro plan de rescate. Sólo quedan 21 días. Dodge, un gris empleado de seguros, se desayunó ese día que su esposa lo dejaba para escaparse con su amante. Y Penny, su vecina con la que no intercambió palabra en tres años, acaba de pelearse con el novio arrepentida de su decisión de dejar a sus padres, en el otro lado del Atlántico, justo ahora cuando no hay vuelos comerciales disponibles. Dodge y Penny están destinados a encontrarse. Aunque ya no quede mucho tiempo en el carretel de la historia.
“Buscando…” juega con varias ideas. La primera, es la romántica. Buscamos a alguien a quien podamos sostener la mano mientras el mundo se derrumba. Es una buena metáfora del amor en serio, no de esas definiciones mercantiles del manual de autoayuda.
Otra idea interesante, es ver cuántos preconceptos, cuántas mentiras, se derrumbarían si no hubiera un futuro por esperar. Las infidelidades maritales ya no serían consideradas tales; la competencia por cargos laborales sería inútil; la precaución por el mantenimiento de la salud, una preocupación absurda. Para los que recomiendan vivir cada día como si no hubiera mañana, ocultan el hecho que la sociedad que no vive como si hubiera un mañana, colapsaría irremediablemente.
Pero una vez que el hecho del colapso es irremediable, paradójicamente, hay una liberación espiritual, un desprendimiento de la carga que alivia el alma. Y todo puede verse desde otro cariz, desde una vereda más trascendente. Se puede amar sin vergüenza, se puede perdonar lo imperdonable, se puede entender lo incomprensible. Cuando se toma conciencia de la levedad del ser, todos los problemas que ocupaban nuestra atención plena, pierden entidad.
Dodge está en esa vereda, pero no por el asteroide. Se ha dado cuenta que ha perdido su vida, que todo fue un desperdicio, que pudo ser distinto. Pero que en algún momento del camino, dejó de soñar, dejó pasar a la chica indicada y, al jugar a lo seguro, al buscar la protección, se encontró solo y totalmente expuesto.
Penny es una romántica temperamental con serios problemas de relaciones monogámicas. El matrimonio feliz de sus padres puede ser el ancla que explica su caótica vida sentimental: ¿quién puede replicar tan feliz suceso? ¿Cómo conformarse con el lado B de la vida?
Que esos dos seres sin rumbos, se encuentren cuando el mundo se cae, es un hecho poético en sí mismo. Y que estén condenados a enamorarse, tal vez demasiado tarde, más aún.
“Buscando…” tiene en Steve Carell y Keira Knightley a los actores justos para esta sencilla y conmovedora comedia. La mirada vencida de Carell; el optimismo sobreviviente de Keira, aferrada a sus discos de vinilo. De antología: la manera que Keira frunce la nariz, cuando ensaya una sonrisa para disimular las lágrimas que nublan su mirada.
Con “Buscando…” podrán reírse, pero no esperen la típica comedia de gags. No se trata de eso. Es una comedia pero con una mirada melancólica que vuelve grande a la historia. El elenco que interactúa con los protagonistas en la hora y media larga de película mantienen el nivel, pero hay uno que nos da una de las mejores escenas del filme: Martin Sheen, en el ansiado y seco reencuentro con el hijo.
Advertimos: ésta es la clase de película que menosprecia el 90% de la crítica y el 60% del público. Pero es, justamente, el tipo de película cálida, humana e ingeniosa del gusto de esta página. Así que recomendamos muy pero muy especialmente “Buscando a un amigo para el fin del mundo”. Si son seguidores habituales de estos pasillos chatarras, sabrán a que atenerse.
Mañana, las mejores frases.