jueves, octubre 04, 2012
si se viene el fin del mundo que sea con Keira Knightley
BUSCANDO UN AMIGO PARA EL FIN DEL MUNDO
data: http://www.imdb.com/title/tt1307068
Declaración de principios: si los mayas tienen razón y en diciembre se acaba todo, firmo ya para (como Steve Carell en “Buscando un amigo para el fin del mundo”) pasar los últimos días con Keira Knightley. Eso sólo justifica destruir la Tierra y enterrar a la Humanidad en las sombras del olvido cósmico. No lo duden. ¡Que no les tiemble la mano!
Deliciosa comedia agridulce, primera película en la dirección de Lorene Scafaria de su propio guión (autora también de la muy buena “Nick y Nora, una noche de música y amor” con Michael Cera). En esta ocasión, Scafaria parte de una idea interesante: cómo reaccionaríamos al fin del mundo. Pero al fin del mundo en serio, cuando no hay marcha atrás, sin Bruce Willis subiéndose a una nave espacial para desviar el asteroide que viene a destruirnos. ¿Qué pasaría si te dijeran que sólo quedan tres semanas? Y que todo se acaba después de eso. Ése es el puntapié de la historia, centrada en dos personajes solitarios, que terminarán vagando juntos por los caminos del Apocalipsis.
La película empieza con un informativo: la nave que iba a destruir el asteroide Matilda en rumbo de colisión con la Tierra, estalló. No hay otro plan de rescate. Sólo quedan 21 días. Dodge, un gris empleado de seguros, se desayunó ese día que su esposa lo dejaba para escaparse con su amante. Y Penny, su vecina con la que no intercambió palabra en tres años, acaba de pelearse con el novio arrepentida de su decisión de dejar a sus padres, en el otro lado del Atlántico, justo ahora cuando no hay vuelos comerciales disponibles. Dodge y Penny están destinados a encontrarse. Aunque ya no quede mucho tiempo en el carretel de la historia.
“Buscando…” juega con varias ideas. La primera, es la romántica. Buscamos a alguien a quien podamos sostener la mano mientras el mundo se derrumba. Es una buena metáfora del amor en serio, no de esas definiciones mercantiles del manual de autoayuda.
Otra idea interesante, es ver cuántos preconceptos, cuántas mentiras, se derrumbarían si no hubiera un futuro por esperar. Las infidelidades maritales ya no serían consideradas tales; la competencia por cargos laborales sería inútil; la precaución por el mantenimiento de la salud, una preocupación absurda. Para los que recomiendan vivir cada día como si no hubiera mañana, ocultan el hecho que la sociedad que no vive como si hubiera un mañana, colapsaría irremediablemente.
Pero una vez que el hecho del colapso es irremediable, paradójicamente, hay una liberación espiritual, un desprendimiento de la carga que alivia el alma. Y todo puede verse desde otro cariz, desde una vereda más trascendente. Se puede amar sin vergüenza, se puede perdonar lo imperdonable, se puede entender lo incomprensible. Cuando se toma conciencia de la levedad del ser, todos los problemas que ocupaban nuestra atención plena, pierden entidad.
Dodge está en esa vereda, pero no por el asteroide. Se ha dado cuenta que ha perdido su vida, que todo fue un desperdicio, que pudo ser distinto. Pero que en algún momento del camino, dejó de soñar, dejó pasar a la chica indicada y, al jugar a lo seguro, al buscar la protección, se encontró solo y totalmente expuesto.
Penny es una romántica temperamental con serios problemas de relaciones monogámicas. El matrimonio feliz de sus padres puede ser el ancla que explica su caótica vida sentimental: ¿quién puede replicar tan feliz suceso? ¿Cómo conformarse con el lado B de la vida?
Que esos dos seres sin rumbos, se encuentren cuando el mundo se cae, es un hecho poético en sí mismo. Y que estén condenados a enamorarse, tal vez demasiado tarde, más aún.
“Buscando…” tiene en Steve Carell y Keira Knightley a los actores justos para esta sencilla y conmovedora comedia. La mirada vencida de Carell; el optimismo sobreviviente de Keira, aferrada a sus discos de vinilo. De antología: la manera que Keira frunce la nariz, cuando ensaya una sonrisa para disimular las lágrimas que nublan su mirada.
Con “Buscando…” podrán reírse, pero no esperen la típica comedia de gags. No se trata de eso. Es una comedia pero con una mirada melancólica que vuelve grande a la historia. El elenco que interactúa con los protagonistas en la hora y media larga de película mantienen el nivel, pero hay uno que nos da una de las mejores escenas del filme: Martin Sheen, en el ansiado y seco reencuentro con el hijo.
Advertimos: ésta es la clase de película que menosprecia el 90% de la crítica y el 60% del público. Pero es, justamente, el tipo de película cálida, humana e ingeniosa del gusto de esta página. Así que recomendamos muy pero muy especialmente “Buscando a un amigo para el fin del mundo”. Si son seguidores habituales de estos pasillos chatarras, sabrán a que atenerse.
Mañana, las mejores frases.
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