lunes, agosto 30, 2010
un personaje
MILLENIUM: LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES / LA CHICA QUE SOÑABA CON UNA CERILLA Y UN BIDÓN DE GASOLINA / LA REINA EN EL PALACIO DE LAS CORRIENTES DE AIRE
data: http://www.imdb.com/title/tt1132620/ / http://www.imdb.com/title/tt1216487/ / http://www.imdb.com/title/tt1343097/
Se conocieron (conocerán) al hilo, la adaptación cinematográfica sueca de la novela del momento, la saga “Millenium” de Stieg Larsson. Reconozco no encontrarme entre los fanáticos del libro, por motivos básicos de fiaca (de enfrentarme a los tres tomitos de mil y pico de páginas). Aquellos que los han leído (devorado) aseguran que es un novelón de aquellos y que, más allá del policial, se destaca el contexto, el submundo del poder en la sociedad sueca.
Bien, tal vez ahí está el problema. Las tres películas (la primera dirigida por Niels Arden Opley; las otras dos por Daniel Alfredson) deben, necesariamente, dejar de lado todo el contexto generosamente descripto por Larsson. Y se quedan con el hueso, el policial. Que, como policial, es superficial. Precisemos: el nivel de intriga es casi nulo; la violencia nada excepcional, al grado de una película de telefilme norteamericana; la originalidad, escasa.
De no ser por un personaje, la trilogía cinematográfica “Millenium” es absolutamente desechable. En especial, sus últimos dos capítulos, en los que las fallas se vuelven notables hasta bordear el ridículo. (Ejemplos: personajes acuchillados que se arrastran para vengarse; otros que esquivan balas; procesos judiciales de lo más pavos).
Si “Millenium” merece una visión (una sola, no más) es, totalmente, por su personaje central, Lisbeth Salander y por la monumental actuación de Noomi Rapace que se carga el personaje al hombro y sostiene la película por sí sola. Michael Nyqvist acompaña más que correctamente, pero EL personaje (el único personaje) es la dupla Salander / Rapace.
En estos días se está definiendo quién será la protagonista de la versión norteamericana que acompañará a Daniel “Bond” Craig. Rooney Mara parece la elegida y, sinceramente, la va a tener que remar y mucho para llegar, no digo a empardarle, sino rozarle los talones de lo que hace Rapace en esta versión.
Posiblemente, lo de Salander / Rapace se destaque más por lo pobre que es el contexto. Sin Salander (sin Rapace), “Millenium” es una de esas películas que vegetan en los anaqueles del videoclub (¡antiguo!) o, lo que es lo mismo, merecedora de un subsidio del INCAA.
En suma: una adaptación que deja desconformes a fanáticos, neutrales y enemigos.
jueves, agosto 26, 2010
si no existiera, habría que inventarla
THE INVENTION OF LYING
data: http://www.imdb.com/title/tt1058017/
Parece que “The invention of lying” (“La invención de la mentira”) va directo al DVD en Argentina. Es posible que cuando se topen con la cara bennyhillesca de Ricky Gervais (“The Office”, “Extras”) creerán que es una comedia más y pasarán de largo. No. No es una comedia más. Es una muy interesante reflexión sobre la necesidad de la mentira para poder vivir, una comedia ácida no del todo bien resuelta, pero con indudables méritos. Menor, sí, pero vale la pena tenerla en cuenta.
“The invention...” es la historia de Mark Bellison, un tipo como cualquiera de nosotros que vive en un mundo alterno donde todos dicen la verdad, en todo momento, sin reprimir lo que piensan. En ese mundo, la mentira no existe (tanto es así que no existe la palabra “mentira”).
Si alguien cree que ése es un mundo paradisíaco, basta ver la primera escena, en la que el regordete Mark tiene su primera cita con Anna, encarnada en ese camión que es Jennifer Garner, para cambiar de opinión. Que alguien te diga en la cara que eres gordo con una rana como nariz, que no piensa tener sexo con vos esa noche y que no te va a volver a llamar, es suficiente para pedir tiempo fuera.
“The invention...” empieza jugando con los gags de un mundo al revés, en el que todos se dicen lo que piensan, del modo más descarnado posible. Una especie de “Mentiroso, mentiroso”, donde se invierten los roles: uno sólo miente; todos dicen la verdad.
Lo ingenioso del guión de Ricky Gervais y Matthew Robinson es que, a poco de andar, comprendemos que una sociedad en la que todos digan lo que piensan, en la que lo único que se dice es la verdad, es una sociedad cruel, un mundo imposible de vivir. Los personajes de “The invention...” viven en la tristeza, la depresión, al borde del suicidio. La realidad es asfixiante, gris, mediocre y la gente, en su sinceridad, infame.
Probando por el absurdo, Gervais y Robinson nos sugieren que la mentira no es tan mala después de todo, que es un buen lubricante para salvar las imperfecciones de la vida cotidiana, es un buen abono para la imaginación y las esperanzas de vivir.
Un giro genial toma la comedia cuando Mark “aprende” a mentir. Y como nadie lo ha hecho antes, todos le creen, logrando su objetivo. Mark consigue el éxito, pero no cambian los resultados. Le siguen diciendo “gordo perdedor” en la cara, aunque ahora viva en una mansión y le llueva dinero por doquier.
La escena de la muerte de la madre de Mark es memorable. Mark le miente sobre una vida después de la vida, para que tenga un final sin dolor. Y ese es el puntapié para tener que inventar una religión pedida por todos sus vecinos que le creen, a pie juntillas, las mentiras que él tiene que decir. Ácida mirada a las religiones y al conjunto de reglas que se desprenden de ellas.
Hay otra idea notable en la comedia, la observación de la no existencia del arte, tal como lo conocemos, en una sociedad en la que todos digan la verdad y crean lo que se dice. Las películas consisten en un tipo sentado leyendo hechos históricos, año por año. Apenas reflexionamos nos damos cuenta del poder de ese detalle: el arte es una gran mentira. Todo artista es un mentiroso. Un mentiroso que nos cuenta un mundo que acaba de inventar y que necesita, como condición necesaria, que aceptemos, como público, esa gran mentira. Remembrazas del cuento de Borges, “Averroes”, en la que Averroes se ve obligado a traducir al árabe los terminos “comedia” y “drama”, sin tener conocimiento de algo que se llama “teatro”. En la sociedad de “The invention...” es imposible que alguien enfrente a la platea y actúe, porque la actuación implica el entendimiento que esa persona es un actor y que no le está sucediendo lo que está representando, sino que es un juego, una mentira, para mantener nuestra atención. Y, por definición, en ese mundo de “The invention...” la mentira no existe.
Algún derrape en el final, el modo convencional para terminar la historia, no opaca las ideas contenidas en esta buena película, en apariencia una comedia, con un poco más de sustancia que lo que se puede sospechara en una primera mirada. Para anotar y para disfrutar algunos cameos destacados, como los de Tina Fey, Phillip Seymour Hoffman y Edward Norton (el policía que detiene a Mark y su amigo).
domingo, agosto 22, 2010
¿ficción o realidad?
VINCERE / EL SECRETO DE MUSSOLINI
data: http://www.imdb.com/title/tt1156173 / http://www.cinecartelera.com.ar/el-secreto-de-mussolini-il-segreto-di-mussolini/
En pantalla actualmente, “Vincere” cuenta uno los secretos infames de ese infame que fue Benito Mussolini, la historia del hijo extramatrimonial que supo tener y esconder, sepultando a la madre del niño en un manicomio. Hace un par de años, salió a la luz un libro (“Mussolini secreto”) de Mauro Suttora dando a publicidad el diario de Claretta Petacci, la amante de Mussolini, con quien tuvo un hijo (llamado Benito también). El romance empezó a ser molesto para el Duce cuando, conforme a su ascenso político, la jovencita insistía en ser su esposa y madre de su hijo, lo que no cuadraba con su otra esposa “oficial”. Luego de varios aprietes, que no torcieron la postura de escrache de la mujer, el Duce pone a andar la maquinaria del Estado e internan a Claretta en un manicomio y al niño en un internado. El resto es un laberinto de burócratas y déspotas y dos vidas destruidas, pisoteadas sin piedad en la maquinaria brutal de la dictadura.
El libro dio lugar a un documental de la RAI, “El secreto de Mussolini” de Fabricio Laurenti y Gianfranco Norelli y a una ficción, la actual “Vincere” de Marco Bellocchio. Ambas se vieron en las pantallas porteñas, la última actualmente se mantiene en cartel. Es interesante como, con la misma historia pero con recursos económicos diferentes, se pueden lograr resultados opuestos. “Vincere” apela al melodrama, la ópera, a los excelentes actores (Filippo Timi y Giovanna Mezzogiorno), al vestuario y la fotografía. Inserta filmaciones de noticiarios que sirven de subrayados a la trama principal. “El secreto de Mussolini” es mucho más modesta: es la simple lectura de las cartas y diarios de los protagonistas, con planos de fotos, y algunos escasos testimonios de los testigos supérstites. Es una pequeña película epistolar. Pero, con esos escasos recursos, “El secreto de Mussolini” logra conmovernos más por el destino de esos seres destruidos por el poder que la monumental “Vincere”. El David derrotando de nuevo a Goliath.
Puede ser que el conocido coeficiente Zapruder influya para que el documental de Laurenti y Norelli haga gala de mayor verosimilitud y, por ende, nos identifiquemos más con los protagonistas que la ficción de Belocchio. Pero hay algo más en “El secreto...”; pretende ir un poco más allá de exponer los hechos con una locución en off, al lograr vertebrar una tesis, delinear una tragedia de corte griego, la del poder desmedido del autoritarismo. La Claretta de “El secreto...” es la misma apasionada amante encandilada por el líder que la desprecia, protagonizada por Mezzogiorno. Pero mientras en el documental es una víctima redimida en heroína, en “Vincere” es una pavota de telenovela.
Llama la atención que pese a la calidad de los actores, ninguna de las escenas de “Vincere” nos conmueva como el testimonio del sobreviviente de esta tragedia, compañero del joven Benito Mussolini (h) en la escuela naval, cuando llora al recordar el desvarío mental del joven compañero.
(Un comentario al margen. En una de las filmaciones documentales insertas en “Vincere”, vemos al Duce en un acto oficial, diciendo una gansada atrás de otra, y a su lado un obsecuente, con una sonrisa de oreja a oreja, aplaudiendo y asintiendo, mirando a los costados buscando complicidad en su chupada de medias. La escena es previa a la Segunda Guerra Mundial. No sé porqué, pero la encontré tremendamente actual.)
En suma, a tren de elegir, recomiendo el documental “El secreto de Mussolini” sobre “Vincere”. Agrega más información, manejada en forma dramáticamente más eficaz. Eso sí: los desnudos de Giovanna Mezzogiorno, sólo se ven en “Vincere”. Usted elige.
Y sí... es una decisión difícil.
martes, agosto 17, 2010
frases de “Policía, adjetivo”
La primer escena a rescatar, es la charla entre Cristi y su novia Anca en la que discuten este tema de Mirabela Dauer:
-Anca, esta canción no tiene ningún sentido.
-¿Por qué?
-“¿Qué sería el campo sin la flor? ¿Qué sería el mar sin el sol?”. ¿Qué otra cosa podría ser? Todavía es un poco de campo y mar.
-No he prestado mucha atención a la letra.
-¿Por qué te gusta entonces?
-Son como imágenes. El significado... el amor no sería hermoso de otra manera.
-¿Como qué? ¿Como el mar sin el sol?
-Sí.
-“La vida continúa”. ¿Puede ir hacia atrás?
-¿Podemos hablar cuando se acabe, por favor?
-¿Imagina cualquier imagen?
-No. “No te dejaré, amor”. El amor es sin un artículo.
-¿Qué?
-Que está diciendo: “No te dejaré, amor”. El amor sin ser un artículo. Ella habla del amor como un absoluto.
-¿Y qué?
-Entonces esto es una anáfora.
-¿Qué anáfura?
-Anáfora. No anáfura. Es retórico. ¿No has oído “¿Qué sería el mar sin el sol? ¿Qué sería el campo sin la flor? ¿Qué sería hoy sin mañana? ¿Qué sería la vida sin ti?”. Trata de definir ese amor ideal asociándolo con símbolos. Que el mar que es infinito, el sol que es ligero, el campo que es el nacimiento, la creación y la flor que es la belleza.
-Espera... ¿son imágenes o símbolos?
-No son imágenes. Son símbolos.
-¡Ajá!
-No... De hecho, están conectados. Son imágenes que se convierten en símbolos.
La segunda es la penúltima escena del filme, el largo diálogo entre Cristi, su colega Nelu y el superior de ambos, el jefe, ANGHELACHE.ANGHELACHE: Solamente haz el arresto. Después me dirás que tuve razón.
CRISTI: No voy a hacerlo. No quiero tener a ese chico en mi conciencia.
ANGHELACHE: ¿Si él sigue vendiendo a otros, estará mejor tu conciencia?
CRISTI: No lo sé todavía.
ANGHELACHE: Creo que estamos hablando idiomas diferentes. Dime lo que "conciencia" significa para ti.
CRISTI: Es así como algo de lo que no te arrepentirás...
ANGHELACHE: Define la palabra "conciencia".
CRISTI: Eso es lo que estoy tratando de decir. Es algo que me hace sentir mal.
ANGHELACHE: ¿Eso es todo?
CRISTI: De hecho, es algo que me impide hacer algo malo.
ANGHELACHE: Así que no sabes lo que es.
CRISTI: Lo sé, pero usted me presiona y...
ANGHELACHE: Bien... no te presionaré. Piensalo bien y dime qué es "conciencia" para ti. Nelu, anótelo.
NELU: ¿Perdón?
ANGHELACHE: Escriba lo que dice Cristi en el pizarrón. ¿Listo?
CRISTI: La conciencia es algo… dentro de mí... que me detiene de hacer algo malo.
ANGHELACHE: ¿Qué quieres decir, con "malo"?
CRISTI: Que después lo lamentaría. Algo malo... que después lo lamentaría.
ANGHELACHE: ¿Lo has escrito?
NELU: Sí, jefe.
ANGHELACHE: Debido a esto, no puedes hacer el arresto, ¿verdad?
CRISTI: Sí.
ANGHELACHE: Gina, tráeme un diccionario. Un diccionario rumano. Encuentra uno. Dentro de cinco minutos quiero un diccionario sobre mi escritorio, ¿entendido? (A NELU) ¿Cómo estás, Nelu?
NELU: Igual que ayer.
ANGHELACHE: ¿Qué significa?
NELU: No he encontrado a la chica.
ANGHELACHE: ¿La has buscado?
NELU: Sí.
ANGHELACHE: ¿Dónde?
NELU: En su casa.
ANGHELACHE: ¿Cuándo?
NELU: Después de la reunión, a la hora del almuerzo, en la noche ...
ANGHELACHE: ¿Y?
NELU: No puedo encontrarla.
ANGHELACHE: ¿Había alguien?
NELU: Nadie.
ANGHELACHE: Ella te pone en ridículo.
NELU: Mi informante dice que no la ha visto durante una semana. Tal vez está de vuelta trabajando en las calles.
ANGHELACHE: Así hablan los delincuentes. Se llama “prostituirse”. ¿Controló a través de “Pasaportes”?
NELU: Ayer. Pero no tengo nada a cambio.
ANGHELACHE: ¿Cuándo hizo la investigación?
NELU: Ayer.
ANGHELACHE: Ayer dijiste anteayer.
NELU: Ayer dije que era ayer.
ANGHELACHE: Ayer dijo que lo hizo ayer, es decir, que lo hiciste anteayer.
NELU: Creo que entendió mal.
ANGHELACHE: Creo que sí. Ella cambiará su declaración. Ahora que tiene un proxeneta. Arréstala por perjurio... que pierda su proxeneta... Ella va a denunciarlo ante los tribunales. Hable con el fiscal y ponlo en marcha.
NELU: Muy bien. ¿Puedo ir?
ANGHELACHE: No. Siéntate.
NELU: Estaba pensando en hablar con el fiscal...
ANGHELACHE: ¿Tienes un impulso repentino por trabajar?
NELU: Miraba el expediente...
ANGHELACHE: ¡Maldita sea, Nelu! No nací ayer. Naci anteayer. (A CRISTI) Tienes una falta de ortografía.
CRISTI: Sí, lo sé.
ANGHELACHE: Si sabes, ¿por qué lo haces?
CRISTI: Mi esposa me lo dijo ayer, pero olvidé corregirlo.
ANGHELACHE: ¿Lo pensaste bien?
CRISTI: No voy a hacerlo.
ANGHELACHE: Sí, quieres... Muchachos, ¿saben lo que estamos haciendo aquí?
NELU: ¿Tener una reunión?
ANGHELACHE: No. Dialéctica, es como lo llaman. ¿Sabes lo que eso significa?
NELU: Averiguar la verdad. Eso es lo que dijo. (PAUSA) El invierno se acerca ...
ANGHELACHE: Ojalá que sí.
GINA : Encontré uno.
ANGHELACHE: ¿Dónde?
GINA : Dana, de los registros.
ANGHELACHE: Dasélo a Cristi. Y compra uno, así tendremos uno en la oficina, también.
GINA : ¿Lo pago con el dinero de la caja chica?
ANGHELACHE: ¿Sabe qué es la conciencia?
GINA : ¿Perdón?
ANGHELACHE: La palabra "conciencia". ¿Has oído hablar de eso?
GINA : Por supuesto.
ANGHELACHE: ¿Qué significa?
GINA : Es cuando crees en Dios ...
ANGHELACHE: Bueno, entonces Gina... sacalo de la caja chica porque lo necesitamos.
GINA : Por lo tanto, voy a sacarlo de la caja chica.
ANGHELACHE: Exactamente. Correcto.
GINA : ¿Me necesitas para algo más?
ANGHELACHE: No. (A CRISTI) Busca "conciencia".
CRISTI: Conciencia... conocimiento. Un sentimiento, la intuición que un ser humano tiene de su propia existencia...
ANGHELACHE: Más lento. Más lento para que lo entiendas.
CRISTI: ... un intuitivo o automático conocimiento que un individuo tiene de su propia existencia y las cosas a su alrededor. La facultad de darse cuenta y la comprensión. Conciencia social... una totalidad de las ideas, concepciones, conocimiento, la mentalidad del grupo humano, que refleja sus condiciones de existencia, así como lo social y la psicología de las personas. La conciencia de clase... ¿Sigo leyendo?
ANGHELACHE: Sí.
CRISTI: ... parte de la conciencia social que refleja la existencia social de una clase particular, en oposición a la existencia, la materia, el pensamiento y el espíritu. Un sentido de responsabilidad moral propio relativo de un comportamiento. Un asunto de conciencia es el problema de resolver un problema moral difícil. Escrúpulos de conciencia... remordimiento, arrepentimiento. Para tener una conciencia limpia o no tener nada en la conciencia, para estar seguro de no haber transgredido la ley moral o las leyes del Estado. No tener conciencia para no tener escrúpulos. En conciencia buena, de buena fe. Las cinco libertades de conciencia, el derecho reconocido de los ciudadanos para mantener cualquier opinión religiosa o filosófica, etc.… de la conciencia francesa, conciencia americana. Así que…
ANGHELACHE: Nelu, lee la definición de Cristi.
NELU: Conciencia es algo dentro de mí que me impide hacer algo malo y que después lo lamentaría.
ANGHELACHE: Así que tienes una sensación... una intuición... que te arrepentirás Si detienes a este chico, ¿no?
CRISTI: Sí.
ANGHELACHE: Bien. Hasta aquí todo bien. Ahora acaba de leer el pasaje acerca de los escrúpulos de la conciencia.
CRISTI: Escrúpulo de conciencia, remordimiento, arrepentimiento. Para tener una conciencia limpia o no tener nada en la conciencia, para estar seguro de no haber transgredido la ley moral o las leyes del Estado.
ANGHELACHE: Contra la ley moral o la ley del estado. ¿Sí?
CRISTI: Sí.
ANGHELACHE: Bien. Ahora tengo que preguntarte, ¿Si no detienes a Victor, no sientes remordimiento de conciencia por no obedecer la ley?
CRISTI: No.
ANGHELACHE: ¿Por qué?
CRISTI: En unos años no detendremos a nadie por consumir o suministrar.
ANGHELACHE: Tu caso es serio.
CRISTI: Es como en el extranjero. Nadie es arrestado por el suministro.
ANGHELACHE: Tu caso es muy grave. ¿Cambias la ley a tu voluntad?
CRISTI: No, yo no.
ANGHELACHE: ¿Por qué no? Veo que ya no crees en la ley que como un oficial de policía tienes que obedecer.
CRISTI: No es cierto. Yo creo en la ley.
ANGHELACHE: Crees en tu propia ley moral. Vamos a definir la ley moral. Busca “ley”.
CRISTI: Ley: una categoría filosófica que expresa lo esencial, necesario, general, relativamente estable o relaciones constantes, dentro y entre los objetos
y los fenómenos de la realidad o entre los estados sucesivos de un proceso determinado. Un patrón regular de cambio dentro de un fenómeno o proceso, etc., expresando su carácter esencial. Un reglamento vinculante, establecido y defendido por el poder del estado...
ANGHELACHE: Ésa es la ley que tenemos que defender. Sigue...
CRISTI: La Ley, la tradición, la costumbre de la tierra. Hombre representante de la ley de la autoridad del Estado. Una persona que respeta escrupulosamente la ley.
ANGHELACHE: Eso es lo que tiene que ser. Sigue.
CRISTI: Persona jurídica, abogado. ley de la selva, no reglamentada, corte del estado, de acuerdo con la ley, justa, legal. Tolerar la ley, respetuoso de la ley. Su palabra es ley y su autoridad se obedece precisamente... Ley y el orden, el respeto y la obediencia de la ley en la sociedad. Es (no) una ley, es (no) necesariamente así. En el nombre de la ley, la fórmula estándar utilizada para invocar la autoridad legal. De conformidad con la ley, de conformidad con la legislación. Un proceso legal, juicio, legal, constitucional de la religión, de creencias. Una ley en sí mismo para incumplir las leyes de Estado y la sociedad, para hacer lo que uno quiere. Latín; Lex, legislación.
ANGHELACHE: ¿Es todo?
CRISTI: Sí.
ANGHELACHE: ¿No dice nada sobre la ley moral?
CRISTI: No.
ANGHELACHE: Busca "moral".
CRISTI: Moralidad, moral. Totalidad de las normas de comportamiento social, de la conducta de los individuos de uno hacia el otro y hacia la sociedad, la ruptura de ésta se castiga por la opinión pública más que por la ley; ética, comportamiento correcto; costumbres. Sistematización de las normas morales: la ética. Conclusión contenida en un texto, especialmente en una fábula. Del Latín "moralis", Moral francesa.
ANGHELACHE: ¿Ése es el fin?
CRISTI: Sí.
ANGHELACHE: Por lo tanto, no hay nada que hable acerca de la ley moral.
CRISTI: No.
ANGHELACHE: Al final, esta ley moral es algo vago que depende de cada persona. Si eres religioso como Gina, esto podría ser la Biblia. Aunque incluso la Biblia ya está abierta a la interpretación, así que nadie puede retransmitirla. Así que, ¿dónde nos conduce esto? ¿Al caos? ¿Verdad?
CRISTI: Sí.
ANGHELACHE: Correcto. Y para no caer en el caos, esta la ley de nosotros, como oficiales de policía, tenemos que obedecer y hacer cumplir. ¿Verdad?
CRISTI: Creo que vamos demasiado lejos.
ANGHELACHE: No vamos demasiado lejos. Al contrario, estamos más cerca. Veo que ni siquiera sabes tu deber como oficial de policía.
CRISTI: Sí lo sé.
ANGHELACHE: Te digo que no. Debido a que entre esta ley moral y la Ley, la Constitución, eliges esta ley moral tuya. Así, en este momento tienes que decidir si vas a hacer cumplir la ley y ser un oficial de policía u optar por seguir esta ley moral tuya y te vas de la policía. ¿Entiendes ahora? De hecho, ya no sabes quién eres. Ése es el problema. Te ayudaré una vez más. Busca “policía”.
CRISTI: Policía: oficial de policía, miembro de la fuerza policial. Adjetivo: policía (detective) novela o película, novela o película que implica acontecimientos criminales que son hasta cierto punto misteriosos, y resueltos en el final a través del ingenio de un oficial de policía o detective. Referente de los estados policíacos o de los regímenes que son apoyados por la policía y que ejercen el control a través de métodos represivos...
ANGHELACHE: Eso es ridículo. Todos los Estados dependen de la policía... sigue...
CRISTI: Del alemán, “polizist”. Es del griego, polis, ciudad... los que dirigen la ciudad.
NELU: Jefe... yo puedo hacer el arresto, entonces Cristi tendrá la conciencia limpia y concluiremos el caso.
ANGHELACHE: En realidad, no has entendido nada. Tienes tiempo para pensar hasta a las cuatro.
lunes, agosto 16, 2010
un policial semántico
POLICÍA, ADJETIVO
data: http://www.imdb.com/title/tt1337051/
El rumano Corneliu Porumboiu nos sorprendió con su anterior película “Bucarest 12:08” (http://libretachatarra.blogspot.com/2007/05/dnde-estabas-en-la-maana-del-22-de.html), con economía de recursos y un corrosivo humor. Esta nueva película no va a dejar de sorprendernos menos. Cambia totalmente el estilo y se mete en una árida historia en la que la mayor parte del filme es nada, una rutinaria pesquisa policíaca, prólogo para lo que quiere contar el director: una discusión semántica.
Toda la película es una excusa para la escena final, anticipada con una discusión del protagonista con su novia, por el significado de una cursi canción de amor. Lo que parece un diálogo más, es central, porque nos cuenta el propósito de la película. Porumboiu nunca quiso contar un policial. Nos quiso contar (y el título da una pista) el uso de las palabras, el significado preciso detrás de un vocablo, para ocultar una posición.
La discusión final entre Cristi, su colega Nelu y Anghelache, su superior jerárquico, es un claro ejemplo de cómo se puede construir una cadena de razonamientos que, en algún punto, se vuelven contra uno. La larga discusión sobre el significado de las palabras ubican al protagonista de cara a la verdad: ¿quién sos, en qué lado de la ética te ubicas? No importa cuánto le demos vuelta al diccionario para librarnos de la culpa de una decisión: en nuestro interior, no hay escape posible. Cargamos con el peso de nuestras decisiones y ellas nos definen como personas, más allá de toda interpretación semántica que nos libere de culpa.
En suma, las palabras son una convención. Por más preciso que sea su uso, no tienen significado moral por sí mismas. Los hechos, siempre los hechos, mandan sobre las construcciones verbales. Y Cristi tendrá hasta las cuatro de la tarde para comprenderlo.
La larga hora inicial en la que básicamente no pasa nada, nos revela los tiempos muertos de la investigación policial, el tedio y la burocracia, la escasez de medios y la absurda dedicación a un caso menor, a un delito (fumarse un porro) que dejará de serlo en unos años. Más allá de un detalle de color, es otro factor decisivo del filme. Cuando en la escena final se definan los estados policíacos, todo este largo introito moroso empieza a cobrar sentido. La estructura policial del totalitarismo de la era comunista, no se ha desmontado. Siguen ahí, los mismos personajes, las mismas estructuras, efectuando el control social de la población, eso sí bajo una pátina democrática constitucional. Pero los hombres, la fuerza policial, mantiene su agenda ajena al cambio de los tiempos.
Como se ve “Policía, adjetivo” tiene muchas aristas interesantes para la reflexión. Pero no es una película sencilla. Hay que atravesar un árido desierto sin acción para llegar al brillante final, en una escena para destacar. Objetivo, por lo tanto, no apto para todo público.
Mañana transcribiremos las principales escenas del filme, así que los que no quieran saber el final, salteen el post de mañana.
viernes, agosto 13, 2010
cómo cuida la aldea a sus niños
LA PIVELLINA
data: http://www.imdb.com/title/tt1426371/
La italiana Tizza Covi y el austríaco Rainer Frimmel constituyen una doble sociedad: pareja y documentalistas. En su penúltimo trabajo, “Babooska”, habían filmado a dos artistas de circo y se quedaron con ganas de tenerlos más tiempo en pantalla. En el siguiente trabajo, “La pivellina”, Covi y Frimmel se animaron a dejar el documental (sólo un poco) y a contar una historia de ficción, teniendo como actores a esos artistas. La película es una cosa muy chiquita y conmovedora, una pequeña joyita independiente, que se impone por la calidez de su elenco. Por lenta acumulación de detalles, nos deja picando la pregunta de qué modo cuidamos de nuestros niños. En la África primitiva, la grandeza de una aldea estaba dada por la forma que cuidaba de sus niños. Ellos eran la garantía de tener un futuro. Cuando vemos historias como la de “La pivellina” nos preguntamos cómo cuida nuestra aldea a sus chicos, en qué momento dejó de ser importante el tiempo que insume la infancia.
Covi y Frimmel utilizan las herramientas del documental, escenas apenas esbozadas en un guión para dejar que los actores las completen, cámara en mano y mucha paciencia para que los diálogos espontáneos produzcan el hallazgo. Mucho más cuando la protagonista es una niña de dos años, a la que no se le pueden dar directivas de actuación.
Si bien desde la realización “La pivellina” es un hallazgo, supera la virtud de la dificultad técnica y lograr contarnos su historia: una nena de dos años, abandonada por su madre, que queda al cuidado de un matrimonio y su nieto, trabajadores de un circo familiar en las afueras de Roma.
La sucesión de escenas (muchas retratando cosas comunes, como mojar un bizcocho en un plato con leche o montar un autito en un parque de diversiones) logra, por acumulación, empaparnos de que la felicidad de un niño no está en relación con la situación económica de su familia, sino con el amor que le puedan dar. Asia, la pibita de la película, no tiene Nintendo, vive en un trailer, la ropita no es de una marca de ropa, pero nos queda la convicción de que la suya es una infancia feliz. Crecer querido y aprendiendo los valores que nos definen como humanos. ¿Qué más hace falta para ser un niño feliz?
Al atardecer, en brazos de Patty (excepcional labor de Patricia Gerardi), Asia duerme tras negarse a considerar la posibilidad de volver con una madre que consideró como una opción factible abandonarla. Asia duerme tranquila: está en casa.
miércoles, agosto 11, 2010
frases de “Toy Story 3”
Esperen, creo que perdí mi otro ojo.
Cuando vengan las bolsas... las tropas caeremos primero.
Aquí estaremos siempre para el.
-Esperaré a que conozcan la guardería.
-¿Qué es eso?
-Es triste, un gran espacio para juguetes sin dueño.
-Que confortante fuiste.
-Ya lo verán, en cuanto entren a la guardería... se volverán.
-¿Alguien ve algo?
-Hay un jardín de juegos. Un gran césped.
-Demasiado triste y solo. No pierdan la perspectiva.
-¿Alguien vio una salida?
-Nadie quiere una salida.
No hay dueños, no hay corazones rotos.
Aquí tenemos todo lo que un juguete necesite. Piezas de repuesto, pegamento y un montón de baterías.
Mira a tu zapato, tu también, Jessie. ¿Qué nombre está en él?
Hay una serpiente en mi bota.
Barbie es diferente.
-¿Qué esperas de un juguete de niña?
-¡No soy un juguete de niña!
Todo prisionero duerme en su celda. El prisionero que se porte mal, pasa la noche en la caja. Si un prisionero habla, pasa la noche en la caja. Si un prisonero grita, pasa la noche en la caja.
Estábamos perdidos. Desechados. Sin amor, no deseados. Entonces encontramos "Sunny Side". Pero Lotso ya no era más mi amigo. Él no era amigo de nadie.
El verdadero problema es el mono. El mono es el ojo en el cielo. Él lo ve todo.
Señorita, usted es una hermosa flor en la sala. Y juntos lucharemos contra el mal.
-Ella es una Barbie. Hay millones como ella.
-Para mí no.
Los niños no aman a sus juguetes. Recuérdenlo en el camión de la basura.
Esto sucede cuando los tontos piensan. Todos somos basura, esperando que nos desechen. Son sólo un juguete.
-Veo la luz del día.
-No es la luz del día. ¡Corran!
Hasta el infinito y más allá.
Woody es mi amigo de siempre... Es valiente, como todo vaquero y dulce e inteligente, pero Woody es realmente especial... por que jamás te va a abandonar.
Nos vemos, amigo.
martes, agosto 10, 2010
por qué las películas de PIXAR son diferentes
TOY STORY 3
data: http://www.imdb.com/title/tt0435761/
Hasta ahí, PIXAR cerraba la trilogía de “Toy Story” con su acostumbrado nivel. Animación superlativa (incluyendo el novísimo 3D), gags en varios niveles, referencias cinéfilas, personajes con riqueza psicológica, lugares comunes a los que apelamos en esta página para sintetizar las virtudes de las películas de PIXAR de otros productos de animación.
Pero entonces, bastó una escena para demostrar en un ejemplo demoledor, qué es lo que hace diferente las historias de PIXAR. Esa escena, cerca del final de “Toy Story 3” es antológica. Nos define la tesis de esta tercera parte (“somos una familia por eso tenemos que estar juntos”) con una imagen. No hay necesidad de que los parlanchines juguetes necesiten decir nada. Un gesto y una mirada. Síntesis para potenciar la idea dramática. Es algo más que dibujitos.
Los protagonistas de “Toy Story 3” se pasaron salvando sus cabezas durante toda la película. Cerca del final, caen en un sumidero y se ven arrojados al horno donde queman la basura. Los personajes, con Woody a la cabeza, luchan desesperadamente para escapar al fuego que los acabará. Más tratan de trepar la pila de basura que los rodean, más se hunden más cerca del fuego amenazador.
Woody se desvive tratando de trepar, sin éxito. En ese momento, la vaquerita mira a Buzz (el astronauta), pidiendo ayuda con la mirada. Buzz devuelve una mirada de una extrema comprensión existencial. Le tiende la mano y da a entender que llegó la hora de resignarse. La vaquerita agarra su mano y extiende la otra a Tiro Fijo (el caballo); éste al Señor Patata; éste a su esposa. Así, todos se toman de la mano, unos a otros. Y cuando Woody mira hacia atrás, ve a Buzz tendiéndole la mano a su amigo. El vaquero entiende que ha logrado lo que se propuso hacerles entender desde que comenzó la película: son una familia y no pueden estar separados.
Woody, el incansable vaquero, el que jamás se rindió en las tres películas de la saga, toma la mano de Buzz y deja de luchar.
Llegó la hora de afrontar el fuego. Llegó el momento del final. Pero juntos, como una familia.
Esa mano tendida al amigo, luce con todo el esplendor del 3D. Y es, argumentalmente, perfecta.
Es un buen ejemplo para demostrar, con la fuerza de los hechos, porque las películas de PIXAR son algo más que una película para chicos.
Es, sencillamente, cine.
viernes, agosto 06, 2010
frases de “El origen”
Sé que es esto. Lo vi antes. Hace muchos, muchos años. Le pertenecía a un hombre que conocí en un sueño que apenas recuerdo…
-¿Cuál es el parásito más resistente? ¿Una bacteria? ¿Un virus?
-Lo que el señor Cobb intenta decir....
-Es la idea. Es resistente y contagiosa. Cuando una idea se instala en el cerebro es prácticamente imposible erradicarla. Una idea bien formada, bien dirimida, se queda.
-¿Siempre estuvo al tanto?
-¿De que venían a robarme? ¿O de que todos estamos dormidos?
Siempre detesté esta alfombra. Ésta manchada y sucia. Muy caracteristica. Definitivamente hecha de lana. Ésta es de poliéster. Significa que no estoy sobre la alfombra de mi departamento.
-¿Puede hacerlo?
-¿Me dará la opción de elegir?
Ninguna idea es simple cuando hay que implantarla en la mente de otro humano
Y bien... ¿está dispuesto a dar un salto de fe?
-Vuelve a la realidad, Dom. Por favor.
-Mis hijos, tus nietos, esperan que su padre vuelva a casa. Ésa es la realidad.
Los sueños se sienten reales cuando estamos en ellos, sólo hasta que despertamos notamos que había algo como nuestra vida. Respondeme algo: jamás recuerdas el principio de un sueño, siempre apareces a la mitad de la acción. ¿Verdad?
Cinco minutos en el mundo real te da una hora en sueños.
No olvides que eres la soñadora. Este mundo es tuyo.
-¡Jamás recrees lugares de tu memoria! ¡Sólo imagina lugares nuevos!
-Tienes que sacar cosas de lo que conoces ¿no?.
-Sólo usa detalles. Una columna o una cabina telefónica. Nunca una verdadera.
-¿Por qué no?
-Porque armar un sueño de tu memoria es la mejor manera de perder de vista qué es real y qué es un sueño.
-¿Eso te sucedió?
Sólo despiertas cuando te matan.
Volverá. Nunca ví que alguien aprendiera esto tan rápido. La realidad ya no será suficiente para ella. Y cuando vuelva… va a construir laberintos.
Necesitas la forma más simple de la idea para que crezca con naturalidad en la mente del sujeto. Es un arte sutil.
Paradoja.
Un sueño dentro de otros sueño es inestable.
No hay lugar para turistas, en viajes como éste, Señor Saito.
-¿Vienen todos los días a dormir?
-No. Vienen para que los despierten. El sueño se ha vuelto su realidad. ¿Y quién puede contradecirlo, señor?
El mundo necesita que Robert Fischer cambie de idea.
Las emociones positivas dominan a las negativas. Todos queremos reconciliación, catarsis.
-Una semana en el primer nivel. Seis meses en el segundo nivel.
-¿Y en el tercer nivel?
-¡Son diez años!
-¿Quién quiere estar en un sueño diez años?
-Depende del sueño.
El truco es coordinar una patada que penetre a los tres niveles.
Te diré un acertijo: “Esperas un tren. Un tren que te llevará muy lejos. Sabes donde esperas que te lleve el tren. Pero no estás segura de eso. Pero no importa. ¿Cómo puede no importarte donde te llevará el tren? Porque estaremos juntos.
¿Crees que puedes construir una prisión de recuerdos para retenerla?
-¿Por qué es tan importante soñar?
-Porque en el sueño estamos juntos.
Al principio no fue tan malo sentirnos dioses. El problema de eso era saber que nada ahí era real. Con el tiempo se me hizo imposible vivir de esa manera.
Estaba poseída por una idea. Una sola idea, muy simple, lo cambió todo: que nuestro mundo no era real, que ella necesitaba despertar de nuevo. Pero para volver a casa teníamos que suicidarnos.
¡Tu mundo no es real!
-Usted encontrará que está en un sueño y yo lo protegeré.
-En realidad… ¿usted no es real, no?
-No. No lo soy.
-Tiene diez segundos para saltar.
-Sí. Arthur tiene tres minutos.
-¿Cuánto tenemos?
-Sesenta minutos.
¿Cómo dar una patada sin gravedad?
Incluso la menor idea, “su mundo no es real", puede cambiar todo.
Yo sé que la introducción es posible porque ya lo he hecho.
Lo deseo. Lo deseo más que cualquier cosa. Pero no puedo imaginarte con toda tu complejidad, toda tu perfección, toda tu imperfección. Luces como ella. Sólo eres una sombra de mi esposa real. Eres lo mejor que puedo hacer, pero, lo siento, no es lo suficientemente bueno.
Te extraño tanto que es insoportable... Pero ya he pasado el tiempo. Tengo que dejarte ir. Y volver a casa.
Bienvenido a casa.
jueves, agosto 05, 2010
cajas chinas
EL ORIGEN
data: http://www.imdb.com/title/tt1375666/
Christopher Nolan nos sorprendió hace unos años, con una película monumental como “Memento”, uno de los mejores guiones de los últimos tiempos, una historia contada a contramano de la flecha del tiempo. Detrás del mecanismo de intriga, Nolan nos sugería que todos necesitamos un pasado, no importa que éste sea falso.
En “El origen”, Nolan nos vuelve a sorprender, con un híbrido de “Matrix” y “Memento”, un guión brillante que opera en varias capas, un delicado conjunto de cajas chinas, en la que cada opción repercute en un nivel superior. Si en “Memento”, Nolan hablaba de la necesidad de tener un pasado, acá, en “El origen” se sugiere la necesidad de creer en la realidad de lo que percibimos, aunque nadie esté completamente seguro de esto.
“El origen” es la historia de un grupo de extractores, mercenarios que comparten un sueño con la víctima y, en una compleja puesta en escena, “extraen” secretos industriales, celosamente guardados en el subconsciente. El jefe del grupo es un tal Cobb (Leonardo DiCaprio) a quien se le adivina un secreto inconfesable, en la figura de su esposa que aparece como una proyección arruinando sus misiones dentro del sueño.
El punto crucial para Cobb y su equipo llega cuando le proponen “introducir”, en el subconsciente del heredero de un imperio comercial, la idea de deshacer el conglomerado industrial como si fuera suya. Para lograr el objetivo, Cobb y su equipo apuestan a un riesgoso método: un sueño dentro de un sueño dentro de otro sueño. Tres niveles de sueño para engañar a la víctima e implantar, subrepticiamente, el germen de la destrucción del imperio heredado de su padre.
Así como la trama de “El origen” opera en distintos niveles, la interpretación de esta película (como suele suceder con los buenos guiones) puede vertebrarse en más de un nivel. Algún tipo de espectador podrá quedarse en el nivel de la historia de ciencia ficción, el thriller cuasipolicial, y salir satisfecho de la experiencia. Para él, “El origen” será un juego de acertijos, un largo interrogante, sin pedir nada más. A ese tipo de espectador, posiblemente, le resulte caprichosa la última escena del filme. Dirá que es un final abierto, poco comprometido.
Los que raspen la superficie se encontrarán con algo más que una película de acción, hallarán una indagación sobre la creencia que tenemos todos (o casi todos) que lo que estamos viviendo es real. Actuamos basándonos en que la realidad es un dato externo. Es el tótem que utilizan los protagonistas, el alfil o el trompo que nos certifica que no es una ilusión lo que sentimos. El punto débil de ese supuesto es el engaño de la percepción. No podemos diferenciar al sueño de la realidad.
¿Hasta qué punto podemos vivir sin asumir ese supuesto fundamental? ¿En qué lugar negociamos con la realidad y aceptamos esa ilusión, como anclaje para vivir? Es la clave de la escena final (no leer si no vieron la película. ¡Ojo! ¡No digan que no les avisé!). El trompo gira. Usted puede creer que está tambaleando y Cobb está en la realidad; usted puede creer que seguirá girando por siempre y Cobb sigue dormido. Pero eso no es un final abierto. Esa escena es la pista de que Nolan nos cuenta algo más que un thriller. Es la metáfora visual de nuestra existencia: jamás sabremos si es tangible esta realidad o una ficción. Para los budistas, no caben dudas de esa ficción; el nirvana es despertar a esa verdad.
La fotografía de Wally Pfister y la dirección de arte de Luke Freeborn, Brad Ricker y Dean Wolcott merecen citarse porque son responsables del regodeo visual de “El origen”. Siempre subordinados a la historia, los efectos especiales nos entregan escenas notables, como la ciudad plegándose a sí misma o la secuencia en ingravidez.
Se agrega un auténtico póquer de buenos actores, un seleccionado de lo mejor que hay hoy en pantalla. Anoten, acompañan a DiCaprio: Ellen Page, Michael Caine, Marion Cotillard, Ken Watanabe, Cillian Murphy… y siguen los nombres.
Un filme para no perder que vale ver en la pantalla grande de un cine.
Después no digan que no les avisamos.