martes, enero 29, 2008
desafinado
MI NOMBRE ES AUGUST RUSH
“Mi nombre es August Rush” es una muy buena idea inicial, desarrollada al estilo Adrián Suar. Esa es la mejor definición de una película con un planteo que prometía, desarrollada en forma modo tan kitsch, tan recargada, tan mal dirigida y tan mal contada, que hará las delicias del público medio. No le quepa la menor duda, señor visitante de “Libreta Chatarra”, que cuando esta película llegue al DVD, arrasará rankings. Pero eso no obsta para que sea una mala película.
La idea: niño prodigio que nace de una noche de amor de una joven parejita de músicos. Él un rockero; ella una cellista (también, ¡qué se podía esperar! Se la pasan abriendo las piernas en escena…). Por una de esas agachadas de la vida, la pareja se separa, ella se accidenta y es engañada por un familiar cercano para que crea que el bebé ha muerto. Lejos de morir, el pibe es protagonista de la película y varios años después, se escapa del orfanato y sale a buscar a sus padres que “se han perdido por el camino”. El nene avanza por las sendas del destino, topándose con cada caripela que te la voglio dire, pero siempre avanti, termina reuniendo a todos en un gran concierto porque el chico se luce como un prodigio que escribe notas aunque nadie le haya enseñado cómo. Generación espontánea que le dicen.
La película tiene una idea sobre la que pivotea toda la trama: el mundo tiene su música, su sonido, y aquel que sea capaz de escucharlo, podrá guiarse sin perderse. August Rush (o Evan Taylor, como prefieran) tiene ese don y su deseo de hallar a sus padres no es un capricho: es una certeza. Ellos se han enemistado, en cambio, con los acordes del Universo y se han dejado estar. Resentidos han cerrado sus oídos y le dieron la espalda a los sones. Tuvo August Rush que patear el tablero, abandonar su sitio, para desacomodar todos los compases del cosmos, rearmar las armonías y, en sucesivas ondas, atraerlos a él. El niño salva a los progenitores, perdidos en el camino de la vida.
Bueno, con ingenio, este punto de partida pudo darnos un peliculón emotivo y trascendental. Pero Kirsten Sheridan prefiere caer en todos los lugares comunes, subrayar cada rasgo, cada gesto, aplicar cada frase hueca y remanida del guión de Nick Castro y James V. Hart, matizándola con una puesta en escena tan obvia que logra que Freddie Highmore (el nenito de “Descubriendo el país de Nunca Jamás”) se convierta en una versión americana masculina de Andrea del Boca. (Y como si fuera poco… ¡está Robin Williams!).
Tal vez, para los noveles estudiantes de cine, sea una buena lección ver esta película, para aprender lo que no hay que hacer bajo ninguna circunstancia. Un contraejemplo del error que casi siempre significa dejar la sutileza de lado y que hay diferencia entre sentimiento y sentimentalismo.
Es notable una idea que rodea todo el filme: la música nace del ruido. Cualquier barullo, implica música: un ventarrón, un tacho que se cae, un pibe gritando, el discurso de Cristina. En general es todo lo contrario: la música es lo opuesto del ruido. Bueno, para los guionista de “Mi nombre es August Rush”, es muy parecido, casi no hay diferencias. Así va la vida.
Una pregunta: Keri Rusell, ¿no se parece a Araceli González pero rubia? Hasta tiene la misma inexpresividad. Otra semejanza con Suar, que le vamos a hacer.
Escenas destacadas: la despedida de Rush de Wallace; el encuentro con su padre; el gran final del concierto; el coro en la iglesia en el que la nenita negra (un hallazgo la piba) parece contestarle a August sobre sus desgracias.
Frases:
Escucha. ¿Puedes escucharla? La música. El viento, el aire y la vida. Está todo a nuestro alrededor. Todo lo que tienes que hacer es dejarte llevar. Todo lo que tienes que hacer, es escuchar.
En algún lugar dentro de mí. Sé que ellos siempre me quisieron. Solo quiero reunirlos.
-¿Qué haces aquí?
-Seguía la música.
¿Sabes lo que es la música? Es lo que nos hace recordar que hay algo más allá, aparte de esta basura de universo. Es una conexión entre todo lo que existe, donde sea. Incluso las estrellas.
-¿Esto es una escuela?
-Sí, una escuela que te jode y te saca el dinero.
-¿Te gusta la música?
-Más que la comida.
-¿Pero, y si algo malo sucediera si fuera?
-Nunca detengas tu música. No importa lo que suceda. Porque si en algún momento te sucede algo malo, éste es el lugar donde puedes escapar y dejarte llevar. Lo aprendí de la forma difícil. De todas formas, mírame. Nada malo va a suceder. Debes tener un poco de fe.
Me tengo que ir ahora. No regresaré esta vez.
CONSEJO: dejar pasar, dejar vivir.
domingo, enero 27, 2008
tus amigos
MI MEJOR AMIGO
Típico producto francés: una comedia liviana con algunos apuntes agudos, burbujeante pero sin llegar a trascender. Es una buena película, tiene destacados momentos y correctas actuaciones. Aunque carezca de la pretensión de pasar a la inmortalidad (no necesariamente es un defecto para un filme), se deja ver y se disfruta. Si no se pide más, “Mi mejor amigo” funciona.
Ésta es la historia de Francois Coste, un vendedor de antigüedades que comenta, casi escandalizado, durante una cena de amigos, que un comerciante conocido que acaba de fallecer apenas había logrado congregar a siete personas en su funeral (incluyendo a su viuda). “¿Y cuántos crees que van a ir al tuyo?” le replica su socia. Coste protesta y de esa semidiscusión nace una apuesta: en diez días debe presentar a su mejor amigo.
Y ahí empieza el problema para Coste porque cuando hace la lista de sus mejores amigos, se da cuenta que no tiene a ninguno y que los que creía que eran sus amigos, en realidad ni siquiera alcanzan el mote de conocidos. En su premura por ganar la apuesta, entabla relación con un taxista que habla por los codos, fanático de los programas de concursos de preguntas y respuestas y que, pese a su amabilidad y labia, está tan solo como Coste, porque la gente se le escapa de su lado.
En ese juego de opuestos, se desarrolla la comedia y proporciona buenos gags, con ese tono tan liviano del cine francés. Y gran parte del éxito para llevar la comedia adelante, es responsabilidad del dueto actoral, el conocido y solvente Daniel Auteuil (una marca registrada para este tipo de películas) y Dany Boon como el taxista pavote pero buenazo. La babita del día, para Julie Gayet, la blonda socia de Coste en el negocio de antigüedades.
Hay una idea interesante, apenas explorada: la amistad (la verdadera amistad) es la única relación insobornable. Se puede comprar todo lo demás (hasta el amor), pero la amistad no tiene margen para el interés económico.
Escenas destacadas: la llamada en el concurso de preguntas y respuestas; el “entrenamiento” de Coste para ganar amigos; la cena de la apuesta; la charla con la viuda en el funeral, interesado más en el mueble a comprar que en el finado.
Frases:
-Él era un coleccionista excepcional. A propósito, mencionó un escritorio que quizá me interese.
-¿El Majorelle?
-Ese es. ¿Podría verlo?
-Venga a casa cuando quiera. La vida continúa, ¿no?
- La vida continúa. Pasaré a visitarla mañana. Sea fuerte.
-Adivina cuántos éramos, incluyendo a su viuda. ¡Siete!
-Habrá menos en los nuestros.
-¿Qué?
-No habrá nadie.
-Estás bromeando.
-No.
-¿Por qué dijiste eso?
- Porque no tienes amigos.
-¿No tengo amigos?
-No. ¿Cómo vas a tenerlos? Sólo te gustan los objetos.
Los griegos y los romanos idolatraban la amistad. A través de los siglos, otros valores la desplazaron, pero en el mundo inseguro de hoy, donde nuestros empleos, familias, y gobiernos no nos protegen más, la amistad volvió a lo grande. Permanece como el último faro en un cielo que perdió el sol y no encuentra las estrellas. Muchos libros explican cómo hacer amigos para aprovecharse, cultivar amigos por su utilidad. La verdadera amistad es lo contrario. No tiene precio. Los regalitos pueden fomentar la amistad, pero nunca comprarla. El amor a veces se vende, pero la amistad, ¡nunca!
-¿Cuál es su idea del amigo perfecto?
-No me importa. Sólo necesito uno antes del día 3.
Hay gente que no practica deportes. Yo no puedo hacer amigos.
La fórmula mágica. Lo sabía. Las tres "S": simpático, sonriente, sincero.
-La historia de siempre. Conoces gente, te aproximas luego se van. La amistad es un mito.
-Cómo dice eso. Hace amistad con todo el mundo.
-Todo el mundo es lo mismo que nadie. Créame. Siempre estamos solos.
Usted no lo merece realmente.
-¿Pagas para hacer feliz a la gente?
-¿Tú no?
Olvidé quién dijo: "No hay amor, sólo pruebas de amor". Pero lo opuesto es cierto. No hay prueba. Sólo hay amor.
CONSEJO: se puede esperar al DVD.
miércoles, enero 23, 2008
juego de zonzos
JUEGO MACABRO
¿Usted se acuerda de esa película con Sir Lawrence Olivier y Michael Caine, que el amante de una mina le va a pedir el divorcio al carnudo marido y que empieza un juego del gato y el ratón, en el que no se sabe quién va a matar a quién? Bueno, esa era “Sleuth” (“Detective”, su título original) la obra teatral de Anthony Shaffer, dirigida por Joseph Mankiewicz hace más de treinta años. Después de “Alfie”, Jude Law se quedó con las ganas de hacer otro papel de Michael Caine y no tuvo mejor idea que convocarlo a Caine (para hacer el papel que fuera de Olivier), a Kenneth Branagh para dirigirlo y a Harold Pinter para adaptar la obra de Shaffer y mandarse con la remake de esa “Sleuth” original.
Lo primero que uno dice con esos nombres es: “¡Guauuu! ¡Lo que va a ser eso!”. Lo segundo que uno dice cuando termina de ver los 80 minutos y monedas esta versión 2007 es: “¡Qué ladri es Harold Pinter!”.
¿Qué hizo? ¿Qué le agregó al original? ¿Cómo tuvo tan poca imaginación para darle tan poco jugo dramático a la historia? Resumiendo: ¿tardaste 35 años para hacer otra versión y te salió esto? Vamos…
Lo novedoso es que los protagonistas desfilan por una casa llena de chiches electrónicos, diseño innovador, mucho lujo y novedades high tech. Claro, la idea dramática tras esos chiches es que los personajes se enfrentan en un duelo para demostrar quién es el más macho, alarde de masculinidad para ocultar una homosexualidad no asumida. Los juguetes electrónicos, el placard con el vestido de miles de dólares, el ascensor con diseño futurístico, todo eso es una fanfarronada para demostrar poder, para ostentar hombría. El choque principal entre ambos protagonistas, es otra dimensión del mismo juego: la humillación del macho alfa al macho de rango inferior en la manada. Poco importa la mujer que está en disputa: es un accesorio en ese contrapunto.
Esa idea (más que interesante en la teoría), está muy mal llevada en la práctica. El diálogo no alcanza nunca el voltaje necesario. La película parece incompleta, quedada en el tiempo, con una estructura obsoleta, sin hallazgos de importancia. Es tal la debilidad del guión que resiente la faena de los actores principales. Jude Law está constantemente fuera de tono (recuérdese lo bien que había logrado “suplantar” a Caine en “Alfie"); a Michael Caine le alcanza para destacarse con un par de mirada a cámara. Pero sabe a poco para tal categoría de actor.
Escenas destacadas: Caine poniéndose las joyas en el espejo; el diálogo inicial en que se presentan los personajes, gastándose mutuamente.
Frases:
-Vine en auto.
-¿Manejaste?
-Ese es mi auto.
-¿El pequeño?
-No. El grande.
-No, el grande es mío.
-No veo traducciones al italiano.
-No, la cultura no es algo de ellos.
-El nombre de mi padre es Tindellini.
-Que lindo, como una campanita. ¿Por que no retomas el apellido?
-Nunca confíes en el amor. El amor te pateará el culo. Un minuto, es amor. A los diez siguientes se vuelve un juicio.
-Esa es tu experiencia.
-No, una observación. No olvides que me doy cuenta. Observo a la gente. Cuando te hartes de ella, regresará a mi. Pero no quiero que ella regrese, ya me hartó.
Quiero deshacerme de mi esposa pero quiero que sea para siempre. No la quiero en mi espalda, la quiero en la tuya.
-Escucha, baja el arma.
-¿Por que?
-Me estás apuntado. No me gusta la idea.
-¿Por que no?
-¿Éste es un juego?
-Si, un juego de verdad. El juego verdadero recién comienza.
-¿Que es eso?
-Tú y yo. Tú sin poder defenderte del arma.
Muy listo ¿quien es el pato muerto?
¿Sabes? no creo que los aros me queden bien.
Déjala ir. Quédate conmigo. Quizás te guste
CONSEJO: esperar al DVD, sin mucho apuro.
sábado, enero 19, 2008
una institución americana
GANSTER AMERICANO
“Yo quería ser rico. Quería ser tan rico como Donald Trump y gracias a Dios, lo fui”.Está bien, usted estará tentado a decir: “¡Otra película de mafiosos!”. Y sí. Es otra película de mafiosos, pero muy bien contada, mucho ritmo, buen elenco y una bajada de línea distinta al relato clásico del ascenso y caída del enemigo público número uno. La verdadera historia de Frank Lucas, dueño del tráfico de heroína en el Harlem de los primeros ’70, es algo más que la descripción de una tradicional institución americana del crimen organizado, forma de inserción social en el capitalismo salvaje. “Gánster americano” cuenta las formas de la discriminación y cómo uno se quiere llevar a alguien en la caída, sea ladrón o policía.
FRANK LUCAS
“Jueces, abogados, polis, políticos… si deja de entrar droga en el país, unas cien mil personas se quedarán en la calle”.
RICHIE ROBERTS
El filme se centra en los dos protagonistas que avanzan por vías paralelas en la trama, hasta que el destino los cruza. El mafioso Frank Lucas, el discreto guardaespaldas de un mafioso negro, que toma el mando, casi sin que los demás se den cuenta. Lucas importa la heroína del Triángulo Dorado, custodiada por los mismos marines que se volvieron adictos en Vietnam. Su audaz jugada le permite adueñarse del mercado del narcotráfico en una ciudad que se hunde en la corrupción.
Enfrente, Richie Roberts, el policía con una vida particular que se cae a pedazos, perseguido judicialmente por su esposa, para quitarle la tenencia de su hijo, amigo de la infancia de un mafioso, pero incorruptible en la fuerza policíaca. Tan incorruptible que encuentra un millón de dólares y lo devuelve, para disgusto de sus colegas que lo ven, desde ese momento como un potencial delator que se les puede poner en contra.
Aunque enfrentados, Lucas y Roberts tienen algo en común: son parias de su comunidad. Uno por el color de su piel; el otro por su honestidad. Frente a frente, en una mesa, el asesino y el policía tendrán un punto de común. Ese es el hallazgo de esta película de Ridley Scott (con una filmografía de buenas y malas, con gran regularidad).
Como las buenas historias, hablan de algo pero en realidad refieren a otra cosa. “Gánster americano” habla menos de la historia de un criminal que de la sociedad que preparó los pasos para Ronald Reagan y la oleada de la globalización. Esa primera escena en la que Bumpy Johnson crítica los cambios de la modernidad en su barrio, poco antes de desplomarse fatalmente, es un signo contextual: una época estaba mutando en otra, ante los ojos de aquellos que trataban de sobrevivir.
Escenas destacadas: la muerte de Bumpy Johnson; el interrogatorio entre Roberts y Lucas; la salida de Lucas de la iglesia, con Roberts esperándolo en la puerta; la advertencia de la madre de Lucas sobre matar policías; el disparo en la calle al matón que no quiere pagarle el 20%; la velada en el ring-side, en el que Roberts sospecha que Lucas es el cerebro detrás de “Blue Magic”.
Las mejores frases, mañana. Y abajo, algunos links de interés sobre este mafioso que tuvo a Nueva York a sus pies.
FUENTES:
Artículo de Frank Lucas en Wikipedia:
es.wikipedia.org/wiki/Frank_Lucas
Un artículo sobre Frank Lucas y Nicky Barnes en “Balazos”, el weblog del periodista David Álvarez:
http://balazos.blogspot.com/2007/11/los-viejos-tiempos.html
Y la conversación de ellos dos en un reportaje de “New York Magazine”:
http://nymag.com/guides/money/2007/39948/index1.html
Nota en “El País”:
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Heroina/corrupcion/Nueva/York/elpepucul/20071228elpepucul_1/Tes
En youtube.com, tipeando “frank lucas” se pueden encontrar varios videitos con reportajes a Frank Lucas, en silla de ruedas y salido de la cárcel, tratado como una personalidad (esto son los tiempos que corren). Uno de ellos es el siguiente:
Tanto Lucas como Roberts (se hicieron amigos después de que el último lo llevó a prisión) asesoraron a Denzel Washigton y Rusell Crowe durante el rodaje del filme. La foto de Ricchie Roberts hoy, junto a Crowe, se puede ver en “Rusell Crowe Noticias”:
http://rcnoticias.blogcindario.com/2006/10/01136-richie-roberts.html
CONSEJO: ir a verla.
martes, enero 15, 2008
en la Legión Nacional
DÍAS DE GLORIA
“Días de gloria” (“Indigènes” el más apropiado original en francés) es de esa clase de películas que tiene su interés histórico para enfocar el reflector social sobre un tema conflictivo en la agenda política de una nación, pero que cinematográficamente no agrega mucho. Filmada con mucha corrección y mucho cuidado, el director francés Rachib Bouchareb (coguionista del filme) plantea todas las aristas de la participación de los soldados de las colonias africanas francesas en la Segunda Guerra Mundial, sin lograr bajarlos totalmente del bronce.
El filme sigue la historia de cinco soldados, con personalidades diferentes. Un líder con don de mando; un enamoradizo tirador; dos hermanos que buscan fortuna; un joven inexperto con alma de servil sirviente, leal a su superior y salvador. La trama avanza en pequeños episodios, según el avance del batallón desde Argelia hasta la liberación de París y las posteriores campañas en suelo francés y en Italia. La historia no busca describirnos las campañas militares, sino la adaptación de esos soldados de las colonias, despreciados por la metrópoli que recurrió a ellos para salvar la patria.
La historia es la búsqueda de un reconocimiento que no llega; la ingratitud envuelta en un lindo moño de hipocresía y la compresión de que la Francia que acudieron a liberar de los nazis, no será nunca su patria. Morir por una nación que no te reconoce, es un gran tema artístico. Tal vez hubiera merecido menor pulcritud y más temperamento para honrar a esos héroes anónimos. A la historia le falta garra dramática, pese al fuerte conflicto que tiene entre manos. Falta brillantez en los diálogos y en la concreción de escenas antológicas. Quizás por eso, “Días de gloria” se escurre entre los dedos, como la arena del desierto en el que se desata la historia.
La película no se hunde en la discreción del guión por el carismático elenco (ganador de un premio compartido en Cannes) con caras conocidas para los seguidores del cine francés. La fotografía pastosa y alguna otra escena de combate con cierto tono realista, son otros puntos fuertes de una historia digna, pero no excepcional.
Como corolario, la polémica que despertó esta película en la sociedad francesa, en el reconocimiento al apoyo dado en esos días en que la libertad de Francia estuvo en peligro, derivo en cambios legislativos en las pensiones de guerra en las postrimerías del gobierno de Chirac. Por eso, esta película tiene mayor trascendencia política que cinematográfica.
Escena destacadas: Abdelkader viendo, al final del filme, como se llevan la gloria los blancos franceses que llegaron mucho después que su batallón; el conflicto de los tomates; la pelea entre Said y el sargento Martinez; la defensa del pueblo en la Alsacia francesa.
Frases:
Debemos lavar con nuestra sangre la bandera francesa.
Sirve a Francia con orgullo y Francia te servirá a tí.
-¿Por qué nos alistaste?
-Por el dinero para que te puedas casar...
-Oye, con ese uniforme eres igual que yo
-Tú eres igual que todos nosotros. Somos la misma familia. El ejército es igualdad.
-Espera un poco. Recibirás tu ración de balas mañana.
-Ya conoce a los indígenas, Martinez...
-Evite ese término, señor.
-Los musulmanes...
-Es igual de malo.
-¿Entonces cómo los llamo?
-Los hombres, señor. Los hombres.
Liberé un país, es mi país. Aunque nunca lo haya visto antes.
-¿Quieres aprender a leer?
-Es demasiado tarde, Sargento. ¿Para leer qué?
Los franceses han dejado su suerte en nuestras manos. Y nos están mirando con ojos llenos de esperanza. ¡Tenemos que estar en la cima antes que oscurezca! ¡Y aunque muertos, estaremos! ¡Aún muertos!
-Los franceses se van de licencia.
-¡No hay barcos!
-Hubo barcos para traerlos, ¿pero ninguno para llevarlos?
Aquí también es nuestra casa. Esto es Francia.
Cuando me alisté, escuché a De Gaulle. Él dijo que Francia está luchando por la libertad por todo el mundo. Pensé que la guerra nos daría los mismos derechos que nuestros hermanos franceses. Todos estamos luchando contra Hitler. Por libertad, igualdad y fraternidad. Es hora que nos dieran algo de esa libertad, esa igualdad y... sobre todo... ¡esa fraternidad! ¡Nosotros estamos cambiando el destino de Francia! ¡La cosas tienen que cambiar para nosotros también!
Seremos las primeras tropas francesas en Alsacia. Si conseguimos defender las posiciones americanas, creanme... tendremos lo que nos merecemos.
CONSEJO: esperar al DVD.
Etiquetas: cine
sábado, enero 12, 2008
náufrago en Nueva York
SOY LEYENDA
Tantas historias de muertos vivos y mutantes que toman una ciudad, pueden desmerecer el mérito de este clásico de la ciencia ficción, autoría del prócer Richard Matheson. Pero vale recordar que la novela en la que se basa este film con Will Smith como protagonista, data de 1954, y se dice que su lectura fue lo que decidió a Stephen King a convertirse en un novelista. Había que estar a la altura de ese clásico y, por largos momentos, el filme de Francis Lawrence (“Constantine”) logra acercarnos a esa angustia existencial del último individuo de la especie. Lamentablemente, el final (se aparta del original) es una abdicación a favor del cine pochoclo, mancando el producto. No obstante, nos regala un puñado de escenas inolvidables y una actuación consagratoria (la de la perra Samantha… ¡y no es un juego de palabras!).
La maleza brota en la ciudad de Nueva York, los puentes están dinamitados, la chatarra se acumula en las calles y los venados corren por Madison Square. ¿Qué ha pasado en Nueva York? Una pista de lo sucedido lo da el fragmento del noticioso con el que empieza el filme, con la entrevista a la Dra. Krippin (un cameo de Emma Thompson) que ha descubierto una cura para el cáncer, manipulando genéticamente un virus. Sólo tres años después, Robert Neville completa su rutina diaria, acompañado de su perra Sam, una ovejera alemán: busca comidas, prepara trampas, emite su mensaje en todas las frecuencias de AM y al mediodía espera, en un punto de la ciudad de Nueva York, por si hay algún humano que quiera contactarlo.
Y a la noche, se cierra con puertas con doble seguridad, tapia las ventanas y se mete en la bañadera, abrazado a su perro, con un arma a mano. Mientras los aullidos de la noche, atraviesan los postigos y estremecen sus sueños.
Neville busca una cura para la mutación que esa manipulación genética ha provocado en los seres humanos: vampirismo. Vampiros de exacerbada agresividad que deambulan en la noche y se comen a los pocos “normales” que aún quedan.
La transposición cinematográfica de Francis Lawrence acierta en el diseño de arte, en la sensación de soledad, en el abandono de lugares conocidos, en el horror acechando a metros de una avenida solitaria. Es el mejor acierto del filme. Y la actuación muy buena de Will Smith que, luego de “Yo Robot”, le está buscando otro perfil a su carrera. Cuando Smith se desprende del estereotipo del astro de Hollywood banana afroamericano, demuestra su talento. La escena de la muerte de Sam es un ejemplo; la persecución en busca de Sam por los corredores oscuros del estacionamiento, otro.
Y vale una mención para las dos ovejeras alemanas (sí, son dos perras, que le vamos a hacer,Abby y Kona) que coprotagonizan el filme con Will Smith porque desde la pelota Spaulding que interactúa con Tom Hanks en “Náufrago” no vimos un partenaire que, sin hablar, fuera tan fundamental para mantener la tensión dramática del filme.
Lamentablemente, la película se desbarranca en los últimos diez minutos, por la necesidad de contar con un final feliz. El original de Richard Matheson (no lo leí, aclaro) tenía un final monumental: Neville se da cuenta que es el último de su especie y que el futuro le pertenece a los vampiros. Acá, la introducción del personaje de Anna (Alice Braga, la sobrina de Sonia Braga), abre un desenlace conformista que arruina todo lo bueno hecho hasta ahí. Creemos (repetimos, sin leer el original) que de haber tomado el final de Matheson, hoy estaríamos hablando del estreno de un clásico.
Una mención para el sonido, que está usado con un sentido dramático. Hay escenas de explosiones, gritos y chirridos que aturden, seguidas de otras de silencio absoluto. El personaje cae en bloqueos donde pierde la audición. Hay una frase de un personaje que sirve como clave, cuando Anna le dice que debería escuchar lo que Dios dice, que hay suficiente silencio para entenderlo.
Un guiño cinéfilo: cuando Neville se para en Madison Square, se ven los anuncios de filmes “viejos” para la época en la que transcurre la acción (2015), pero que auguran próximos estrenos de Hollywood, entre ellos el logo de Superman sobre las alas de murciélago de Batman, en una fusión de personajes que se está barajando en los estudios, aún sin fecha, pero en carpeta.
Escenas destacables: las primeras imágenes de Neville por la Nueva York abandonada; la primera “noche” que vemos de esa ciudad, con Neville atrancando las puertas; la persecución a Sam por el estacionamiento; la prueba de la vacuna sobre el vampiro (vampira pudorosa: se dejó la tricota puesta para no mostrar una teta; eso sí, si te agarra, te morfa crudo); la muerte de Sam.
Frases:
-Dra. Krippin, explíqueme su trabajo.
-La base es muy simple... Tomar algo diseñado por la naturaleza y reprogramarlo para hacerlo trabajar con el cuerpo y no en contra. Podemos decir que si fuese una autopista y suponemos que el virus es un coche muy veloz, conducido por una persona muy mala, imagine el daño que ese coche podría causar... Pero si reemplazamos ese hombre malo por un policía, las cosas cambian...
-¿Cuántas personas han tratado hasta ahora?
-Tenemos 10.009 humanos tratados clínicamente.
-¿Y cuantos se han curado del cáncer?
-10.009
-Así que efectivamente curó el cáncer.
-Si, así es. Lo hicimos.
Soy un superviviente viviendo en New York... Transmito en todas las frecuencias de AM... Estaré en el puerto sur todos los días al mediodía, cuando el sol esté más alto en el cielo.. Si estás ahí fuera, cualquiera que esté ahí, puedo proveer comida... puedo proveer refugio... puedo proveer seguridad... si hay alguien afuera... Quien sea... Por favor... No están solos...
El Virus Krippin es… elegante. Estoy pescando en la oscuridad.
Si planeas hacer una fiesta, sólo dímelo… ahora, ¿okey? Porque sabes que no me gustan las sorpresas. Y te juró que me haré el sorprendido….
¡Hey! ¡Hey! ¿Qué carajo estás haciendo acá, Fred?
Te tengo… No te preocupes por nada… cada pequeña cosa saldrá bien… Sam…
Ethan, deja el cuchillo.
Yo sólo… estaba reservando el tocino. Lo estaba reservando...
¿Ya no eres bueno con las personas verdad?
(Bob Marley) tenía estas ideas más propias de un virólogo… Creía que podías curar el rasismo y el odio… literalmente curarlo inyectando música y amor en la vida de las personas. Y cuando tenía programada una presentación en un rally por la paz, unos tipos entraron a su casa y le dispararon. Dos días después volvió al escenario y cantó. Alguien le preguntó por qué y dijo: “las personas que tratan de empeorar este mundo, no se toman un día de descanso. ¿Cómo podría hacerlo yo?”. Hay que iluminar la oscuridad.
Todo está callado ya, sólo tienes que escucharlo. Si escuchamos, podemos oír el plan de Dios.
-¿Qué haces?
-Estoy escuchando
CONSEJO: para fanáticos del cine de ciencia ficción. Se puede esperar al DVD.
martes, enero 08, 2008
Baba Memorial 2007
Basta de versos: la única realidad es el lomo. Mucho estructura del guión, mucho conflicto dramático, mucha coherencia estilística o hallazgo estético, pero cuando escribo en el weblog: “Angelina Jolie desnuda sus dotes actorales en un papel que la consagra”, las estadísticas suben desde todos los puntos cardinales.
Así que, ¡basta ya farsantes!, se bancaron el ranking toda esta semana para llegar a este punto: el Baba Memorial 2007, los Premios Perro de Pavlov a las Diosas del Celuloide del año fenecido. Gracias locas de la pantalla por aliviar algunos bodriazos que tuvimos que aguantar. Un pecho a la derecha, una rodilla descubierta, una cola reflejada en un espejo y se nos hizo menos dolorosa la plata desperdiciada en la entrada.
Haciendo un poco de historia, recordemos las galardonadas de otros años:
2001: Nicole Kidman (“Moulin Rouge”)
2002: Salma Hayek (“Frida”)
2003: Rebecca Romijn-Stamos (“Mujer fatal”)
2004: Ludivine Sagnier (“La pileta”)
2005: Cameron Diaz (“En sus zapatos”)
2006: Uma Thurman (“Los productores”)
Ésta es nuestra humilde elección (con “ele”) babística del año 2007:
Perro de Pavlov de Oro 2007 a:
CARICE VAN HOUTEN
Es morocha y holandesa pero nos enamoró como la rubia espía que se infiltraba en la estructura nazi (y viceversa) en ese melodrama sobreestimado por la crítica nacional que fue ““Libro negro”. Pero le perdonamos a todos esos que vieron el peliculón del año porque, ¿qué querés que te diga?, anduvieron cerca.
A Carice le hicieron de todo en esa película, hasta tirarle un balde industrial de deshechos orgánicos (léase: “mierda”) encima y se la bancó como una duquesa. Para nosotros, inolvidables esas largas piernas que acompañaban el compás de dos horas de filme.
Carita de emoción por este premio que la catapulta a lo más alto de la web. (Bueh, no sé si para tanto, pero entra en una galería de lujo, según los antecedentes ya detallados).
Grande Carice y esperamos verte en otra de esas pelis artísticas, con mucho plano detalle y poca ropa. ¡Ídola!
Un escalón abajo (¿quién dijo que del segundo nadie se acuerda?)
Perro de Pavlov de Plata 2007 a:
AMANDA BYNES
¡La compañerita de Tracy Turnblad en “Hairspary”! ¡Criaturita de Dios! ¡Chiquita! Alguna vez dijo Perfumo que Maradona hizo realidad el sueño de todos, hacer un gol como el que le hizo a los ingleses. ¿Y qué puedo decir de Bynes, con jumper, colitas y lamiendo un chupetín? ¡La encarnación de una fantasía! Su look de ingenua, nos atravesó en dos el corazón y la vida cotidiana no volverá a ser como antes.
Por último, en el podio babístico de este año, el
Perro de Pavlov de Bronce 2007 a:
MEGAN FOX
Otra criaturita de Dios que fue como una epifanía morocha de cintura quebrada y jeans ajustaaaaadooooos, inclinándose sobre el motor del coche en “Transformers”. ¡Y además sabe arreglar autos! La nueva generación que viene pisando fuerte.
Finalistas de este año, sin llegar al podio pero ganando nuestra más plena admiración, este surtido de potras y angelitos sin alas que humedecieron la pantalla cinematográfica del 2007:
Rindo Kikuchi, la colegiala sordomuda de “Babel”.
Cameron Diaz, mirándome desde la pantalla con carita de “¡Comeme!”, en “El descanso”.
El desnudo de Kirsten Dunst en “María Antonieta”
Valeria Bruni Tedeschi en el trío de “Tiempo de vivir”
El vestidito entallado de Eva Mendes en “El vengador fantasma”
Scarlett Johansson en malla roja, al costado de la piletita, en “Scoop”.
Kate Mara, escopeta en mano, en “Tirador”.
Martina Gedeck, la sensual actriz y esposa del dramaturgo investigado por la Stasi en “La vida de los otros”.
Valerie Donzelli, la sensual esposa del preso de la olvidable “7 años”.
Carolina Peleritti, morocha nacional de lujo, en “¿Quién dice que es fácil?”.
Las piernas de Rosamund Pike en “El crimen perfecto”.
Jasmine Trinca y Sonia Bergamasco, las bellezas morochas y rubias de “La mejor juventud”.
Keira Knightley, la corsaria que nos gustaría que nos abordara, en “Piratas del Caribe 3. En el fin del mundo”.
Barbora Bobulova, la mamita ligera de cascos de “Libero”.
Cécile de France, la francesa rubia de piernas largas de “El cantante”.
Gong Li, hermosa emperatriz en “La maldición de la flor dorada”.
Jodie Whittaker, la adolescente (¡chiquita de Dios!) perseguida por Peter O’Toole en “Venus”.
La veterana Ellen Barkin persiguiendo a Matt Damon en “Ahora son trece”.
Michelle Pfeiffer, la presentadora del “Corny Collins Show”, radiante veterana en “Hairspray”.
Catherine Zeta-Jones de cocinerita (¡con delantal y todo!) en “Sin reservas”.
Gwyneth Paltrow, look cantante de jazz de los ’50, en el número musical que abre “Infame”.
Audrey Tautou como la muñequita de lujo buscona de millonarios en “Mujer de lujo”.
Nicoletta Romanoff, la adolescente en shorcitos y patines que anhela ser famosa, en “Ricordati di me”.
Monica Bellucci, serenamente bella en “Ricordati di me”.
Julieta Díaz, la mujer fatal años 50, en “La señal”.
Meg Ryan, veterana, enferma de cáncer y todo, pero con esos ojos tan tan lindos, en “Entre mujeres”.
Kristin Stewart, la adolescente rubiecita de “Entre mujeres”.
El fulgor de Catherine Deneuve en la flojísima “La historia de un amor”.
Nicole Kidman, siempre Diosa, siempre en el ranking, en “Invasores” y “La brújula dorada”.
Moro Anghileri, morocha belleza nacional, en ese bodriazo que fue “El pasado”.
Maria Bello, ya nos gustaba en “ER” con bata de doctora, pero mucho más en ropa interior en “Acorralados”.
Angelina Jolie, con cola de lagarto y sin celulitis, en el desnudo digital de “Beowulf”.
Salma Hayek, en vestido entallado, una de las pocas cosas rescatables de la olvidable “Amores asesinos”.
Anamaria Marinca, representante del otro lado de la Cortina de Hierro, pulovercito verde seductor en “Cuatro meses, tres semanas, dos días”.
Eva Green, auténtica bruja pero sin escoba, en “La brújula dorada”.