críticas chatarras

AVENGERS: INFINITY WAR
data: https://www.imdb.com/title/tt4154756

¡Guau! Marvel lo hizo de nuevo.

¿Cómo comentar este gran final (¿final?) de los Vengadores sin caer en la tentación del spoiler? Nos atamos de manos y bordeamos el precipicio de la revelación. “Avengers: Infinity War” es un gran broche a esta etapa de la saga, abriendo puertas a otras posibilidades que estarán llegando en 2019.

En este episodio confluyen todos los superhéroes de Marvel. Los Guardianes de la Galaxia junto a Iron Man, Thor, Hulk, Pantera Negra, Doctor Strange, etc., etc., etc. Y ese combinado de superhéroes sólo se justifica con un villano de poder equivalente. Y el villano es Thanos con todo el poder que le dan seis Gemas del Infinito, piedras fundamentales surgidas del Bing Bang. Lo peculiar de Thanos no es su capacidad para aniquilar a la mitad de la población del Universo, sino su peculiar visión del mundo. Thanos, para si mismo, como suele pasar con todos los genocidas, cree estar haciendo lo correcto. Eliminar al exceso de población es su única alternativa a un universo de escasez, de hambre, de injusticia. Es un hombre dispuesto a pagar el costo de esa convicción. No es un villano satisfecho con la destrucción. Es un villano que destruye, cargando en su alma el baño de sangre. Eso lo hace peligroso más que su poder. Lo hace peligroso porque es un tipo convencido. Y no hay nada más peligroso que alguien que no pueda evaluar alternativas, que no vea más posibilidades que las que ha definido de antemano.



Thanos agarra a los Vengadores con la guardia baja, porque están separados, dispersos, no preparados ante la tormenta que viene. Y la unión empieza a gestarse en el campo de batalla. Cada combate es un freno desesperado al avance constante y sin control de Thanos. Cuanto más desesperada es la situación, mayor heroísmo despliegan los Vengadores. La inmolación es el último recurso desesperado. Pero hay un contrapunto entre Thanos y sus rivales: éstos intentan no perder sus valores, la humanidad que los distingue, aunque eso pueda comprometer sus planes. Thanos pierde, uno a uno, cada (escaso) principio que aún sostenga. Cuando se plantee el éxito o el fracaso, no habrá que olvidar el precio implícito en ese resultado.



Esa gran historia coral que es “Avengers: Infinity War” funciona en cada uno de sus segmentos. Compensa el humor con la acción, el drama y la comedia, el efecto especial y la actuación. Es coherente, consistente, emociona y supera las expectativas. Hay grandes interpretaciones. A la hora de elegir, hay que destacar el trabajo de Josh Brolin tras la máscara de Thanos. Excepcional emotividad en un villano atípico, un malvado con un código de conducta, perverso pero estricto. Robert Downey Jr. y Benedict Cumberbatch forman un interesante contrapunto; otro es el de Bradley Cooper y Chris Hemsworth. Y la última a destacar es a Zoe Saldana.

No sería justo terminar esta crítica sin mencionar a los hermanos Anthony y Joe Russo que han logrado construir la épica de Marvel sin que ese desafío los supere. Al frente de los episodios de los Vengadores, lograron sintonizar la complejidad de la psicología de los personajes de Marvel. Y han logrado entregarnos momentos memorables que elevan la mera película de acción del cómic a otra categoría, a eso que define el cine en serio. Después de Marvel, el cómic dejó de ser un juego de niños. Y los hermanos Russo entendieron eso y no traicionaron su esencia.



Tras “Avengers: Infinity War” quedamos devastados. Entendemos que el mundo no es justo. Pero no esperábamos que esa definición se extendiera al mundo de los superhéroes. A sufrir y no perderse esta cumbre del cine proveniente del cómic.

Mañana, las mejores frases.