miércoles, mayo 31, 2017
frases de “¡Huye!”
Sólo sigue avanzando. No hagas nada estúpido. Sólo sigue. ¡Al carajo! Me voy en la dirección opuesta de donde vine.
-¿Saben... saben que soy negro?
-No. ¿Deberían?
Mi papá habría votado por tercera vez a Obama si hubiera podido.
No son racistas.
El próximo 9/11 sucederá por una mierda geriátrica.
-Mira, ¿sabes que elegiste al tipo equivocado, cierto?
-Si. Por supuesto que lo sé. Esto es sólo un truco para atraparte a ti.
-No importa porque no sigues mi consejo.
-¿Cómo qué?
-Al igual que no vayas a la casa de los padres de una chica blanca.
-¿Qué?
-Eso fue sexy. “No permitiré que nadie se meta con mi hombre”.
¿Pero, saben lo que digo? Yo digo: uno menos y faltan unos cientos de miles más.
No quiero hacerme el importante pero se los digo: no me gustan los ciervos. Estoy harto de ellos. Se están propagando. Son como ratas. Ellos destruyen el ecosistema. Si veo a un ciervo muerto por el camino entonces pienso que es un comienzo.
-¿Por cuánto tiempo ha estado sucediendo esto? ¿Esta cosa? ¿Cuánto tiempo?
-Cuatro meses.
-Cuatro meses.
-Cinco meses, en realidad. Ella tiene razón. No hay problema.
-Buen chico. Es mejor que te acostumbres a decir eso.
-Yo sé lo que piensas.
-¿Qué?
-Vamos… lo entiendo. Familia blanca, sirvientes negros. Es un cliché absoluto.
¿Te ha contado de su colección de uñas de pies?
Porque con tu complexión y tu maquillaje genético, si realmente fuerzas tu cuerpo... y quiero decir realmente entrenar, nada de mariconerías, serías una maldita bestia.
Jeremy: nada de karate en la mesa.
-¿Algo, algo más que te gustaría agregar? Te lo dije, ¿cierto?
-¿No lo dije?
-Odio estar equivocada.
-Lo siento. Esto es una mierda.
-¿Qué? ¿Por qué dices eso?
-Porque te traje aquí y estoy emparentada con todos ellos.
-¿Por qué estás tan calmado?
-Honestamente, esto no es nada. Me gustas con tus defectos raciales.
-¡Ay, carajo!
-¿Qué?
-La fiesta.
-¿Qué tan malo puede ser eso?
-Son tan blancos. Pero muy blancos.
-¿Qué escuchas?
-Lluvia. Lluvia. Estaba lloviendo.
-¿Puedes oír la lluvia? ¿La oyes? Encuéntrala. Dime cuando la hayas encontrado.
Tienes tanto miedo. ¿Crees que fue culpa tuya?
-¿Cómo te sientes ahora?
-No me puedo mover.
-No puedes moverte.
-¿Por qué no puedo moverme?
-Estás paralizado. Como ese día cuando no hiciste nada.
Ahora... húndete en el suelo.
Ahora estás en el lugar hundido.
Creo que tu mamá me ha hipnotizado anoche.
-¿Juegas al golf?
-Una vez, hace unos años. No era muy bueno.
-Gordon fue un golfista profesional durante años.
-¿En serio?
-Pues no puedo mover las caderas tan bien como solía. Pero si conozco a Tiger.
Se ha preferido la piel blanca por los últimos cien años. Pero ahora eso está cambiando. La negra está de moda.
-Es agradable ver a otro hermano aquí.
-Hola. Si. Por supuesto que sí.
-Ignorancia.
-¿Quién?
-Todos ellos. Tienen buenas intenciones pero no tienen ni idea de lo que la gente real experimenta.
Créeme: la ironía de ser un comerciante de arte ciego no se me escapa.
Lo sé. La vida puede ser una mala broma. Un día revelas negativos en una habitación oscura y al día siguiente te despiertas en la oscuridad.
Es raro, hombre. Y la gente de aquí... como que nunca vieron a un negro que no trabajara para ellos.
-¿Por qué no tienes miedo hombre? Pueden hacerte hacer cualquier cosa estúpida. Pueden hacerte ladrar como a un perro. O volar como una maldita paloma. Y entonces te verías ridículo… ¿de acuerdo? O, no sé si lo sabes, a la gente blanca le gusta tener esclavos sexuales y la mierda.
-Estoy bastante seguro de que no son una familia con cosas sexuales extrañas, perro.
-Mira, Jeffrey Dahmer se comió las cabezas de negros. ¿Bueno? Pero eso fue después de haberse cogido a las cabezas. ¿Crees que lo vieron venir? ¡Diablos no! ¿De acuerdo? Ellos fueron allí pensando que les chuparían el pito y que tal vez jugarían con sus bolas y mierda. No. No pudieron jugar ni una mierda, porque su cabeza no estaba pegada ya a sus cuerpos. Todavía les chuparon el pito, pero sin la cabeza. Eso fue muy raro. Mierda rara. Ése era Jeffrey Dahmer.
-Gracias por esa imagen, hombre.
Mira, hermano: sólo conecto los puntos. Yo sólo digo con lo que me presentas. ¿De acuerdo? Y te digo esto: creo que la mamá se los pone en trance y luego se los coge.
-Sólo sé que, a veces, me pongo nervioso cuando hay demasiados blancos, ¿sabe?
-No. No, no, no, no. Sí que eres algo. Esa no es mi experiencia. De ningún modo. Los Armitage han sido tan buenos con nosotros. Nos tratan como familia.
Esta perra está loca.
¿Encuentras que ser afroamericano es más ventaja o desventaja, en el mundo moderno?
La experiencia afroamericana para mí, en su mayor parte, ha sido muy buena. Aunque es difícil entrar en detalles porque no he tenido mucho deseo de salir de la casa por un tiempo.
-¡Vete!
-Tranquilo. Tranquilo.
-Debes irte.
-Oye. Tranquilo, hombre. Tranquilo.
-¡Lárgate de aquí!
Digo, esto sonará raro pero... cuando me atacó... sentí que lo conocía.
Eres todo lo que tengo. No me voy de aquí sin ti. No te abandonaré, ¿de acuerdo?
¿No encuentras tus llaves?
-¿Cuál es tu propósito, Chris?
-¿Qué?
-En la vida. ¿Cuál es tu propósito?
-Ahora mismo, es encontrar esas llaves. ¿Sí?
-El fuego. Es un reflejo de nuestra propia mortalidad. Nacemos, respiramos y luego morimos.
-¿Rose?
-Estoy buscando.
-Incluso el sol morirá un día. Pero somos divinos. Somos los Dioses atrapados en los capullos.
-¿Rose?
-No sé dónde están.
-¿Rose? ¡Rose! ¡Rose, dame esas llaves! Rose, dame... Dame esas llaves.
¡Rose, ahora! ¡Ahora! Las llaves.
-Cuidado hermano.
-¿Qué carajos?
-No he hecho nada.
-¿Qué carajos está pasando? ¿Dónde están esas llaves, Rose?
-Sabes que no puedo darte las llaves, ¿cierto bebé?
Fuiste uno de mis favoritos.
Soy Roman Armitage y si miras esto, probablemente te estás preguntando qué pasa. No hay necesidad de preocuparse. Vayamos a dar un paseo. Has sido elegido por tus beneficios físicos que has disfrutado toda tu vida. Con tus dones naturales y nuestra determinación podemos ambos ser parte de algo más grande. Algo perfecto.
Nuestra orden lo ha venido desarrollando desde hace muchos años. Y sólo recientemente ha sido perfeccionado.
No malgastes tu fuerza. No te opongas. No puedes detener lo inevitable. Y… ¿quién sabe?... tal vez un día disfrutes de ser un miembro de la familia.
Contempla la Coagula.
-Mira, lo que te voy a decir, va a sonar loco. ¿Estás lista?
-Muy bien. Ponme a prueba.
-Creo que secuestran a gente negra. Les lavan el cerebro y hacen que trabajen para ellos como esclavos sexuales o una mierda así. Perdón por lo de “mierda”. Lo siento.
-Espera un segundo.
Dios, ella es tan... es una maldita... ella es... Ella es una genio.
Así que no morirás. Por lo menos no completamente. Un pequeño pedazo de ti todavía estará en alguna parte adentro.
Ahora estás en el lugar hundido. Sí. Así es como ella lo llama.
-¿Por qué a nosotros? ¿Por qué los negros?
-¿Quién sabe? La gente quiere un cambio. Algunas personas quieren ser más fuertes... Más rápidas... Más geniales. Lo negro está de moda. Pero a mí no me hables de eso. Me importa una mierda de qué color eres. No. Lo que quiero es algo más profundo. Quiero tus ojos, hombre. Quiero esas cosas con que miras.
Atrápalo, abuelo.
-¿Cómo me encontraste?
-Soy un TS maldito A. Nos encargamos de las cosas. Eso es lo que hacemos.
martes, mayo 30, 2017
afroparanoia
¡HUYE!
data: http://www.imdb.com/title/tt5052448
Una de las joyitas de la cartelera de este año. “¡Huye!” juega en los límites del género. Parece que estamos en la presencia de una película de terror. Pero en realidad es una comedia. Una comedia negra y ácida sobre la discriminación racial en Estados Unidos, con una descripción de ambiente que pinta bien el grado actual de paranoia de la comunidad afroamericana.
La primera escena de “¡Huye!” trae reminiscencias de violencia racial no tan lejanas en los Estados Unidos. Ese prólogo ubica el clima: la comunidad negra se siente presa a ser cazada en territorio del blanco. Ese tono paranoide sobrevuela en todo el relato. Y lo que puede ser el inicio de una comedia familiar (no en vano se recuerda a “¿Sabes quién viene a cenar?”), en cada escena hay una tensión y un suspenso que surgen del contexto. La incomodidad de Chris, nuestro protagonista, de visita en la casa de su novia blanca, daría motivo para la sonrisa. La violencia de todos los días, lo convierte en una historia de terror.
En una primera lectura, Chris teme por su vida, por ser negro. En un segundo nivel, lo que teme Chris es ser asimilado por los blancos. Lo negro se ha puesto de moda, lo negro es aceptado y deseado. Pero la discriminación es más sutil: se ama el color de la piel (que antes te discriminaba) pero la nueva forma de discriminación es cambiar lo interno, el modo de pensar y vivir afroamericano. Ésa es la tesis de “¡Huye!”: el miedo de mezclarse en los otros y dejar de ser uno, dejar de ser lo que se es.
Visto desde ese punto, “¡Huye!” es algo más que una mirada ácida y crítica al sentimiento bienprogresista del blanco demócrata; también es una observación sobre la inseguridad afroamericana de mezclarse con lo blanco. Para Chris, unirse a Rose implica perder algo de su negritud. Esa negritud que estandariza su cerebro. La confirmación de sus recelos será el personaje de Andrew, el negro lavado, la caricatura del afro, esclavo sexual de una blanca decadente, millonaria y anciana. Mezclarse es perderse, es aniquilar la identidad. Sobre ese atavismo de la comunidad afroamericana pivotea la historia y flota, sutil, sobre ese temor rayano con el prejuicio.
Confrontan dos tendencias: el afroamericano con miedo a ser asimilado; el blanco que te acepta pero, siempre y cuando, cambies tu cabeza. Yo seguiré mandando porque te asimilaré culturalmente. Y serás un blanco, un blanco con piel negra. Ése es el conflicto central del filme, detrás de cada chiste, detrás de cada pista de que algo raro pasa en la Mansión Armitage. Y como esas tendencias colisionan, el final debe ser necesariamente violento. Como la violencia es la situación actual en el conflicto racial estadounidense.
Un buen recurso del cine de terror es mostrar algo que está fuera de lo normal y que por sí solo no debería preocuparnos, pero que por acumulación de otros detalles se torna tenebroso, abrumadoramente tenebroso. El buen recurso de la servidumbre sonriente e impoluta que de tan perfecta, medida, estable, es artificial, es el ejemplo. Brillante momentos de Betty Gabriel como la imperturbable Georgina.
Que los padres de Rose sean profesionales de la salud mental es otra vuelta de tuerca: la medicina y la psicología, disciplinas relacionada con el control social. La pureza de la raza, la salud, la erradicación de la enfermedad y lo distinto, la impunidad del poseedor de un saber imperando sobre el resto de la sociedad. La placidez que se observa en la casa de los Armitage es tramposamente seductora: todos parecen serenos, sin conflictos, internos ni externos. Basta rasgar la superficie para entender que es un mero artificio. Pero ese invento tiene por detrás la ideología autoritaria de la igualación, del emparejamiento de las diferencias, tanto físicas como de temperamento, en un pastiche chirle, vacuo, lo suficientemente soso para no producir enfrentamientos.
El mundo de Chris es paranoico; el de los Armitage, vetusto y siniestro. Debería haber otra cosa en el medio, en el que cada uno quiera ser lo que tenga ganas de ser y lo que le salga ser.
Hay un elenco parejo, notable, muy eficaz y creíble. (Inevitablemente, en casos como estos, no puedo dejar de hacer el ejercicio mental de “traducir” este grupo de actores y especular con sus correlaciones en estas pampas; no llegamos a media docena de actores argentinos que sean lo suficientemente naturales y sutiles para ponerle el cuerpo a este tipo de historias). Elijo a dos damas: Allison Williams en su papel de ingenua y los exquisitos parlamentos de Catherine Keener: la capacidad de provocar miedo con el rasgar de una cuchara contra el borde de la taza.
Para no dejar pasar. Mañana, las mejores frases.
miércoles, mayo 17, 2017
frases de “Personal Shopper”
¿Lewis? ¿Lewis eres tú?
-Bueno, la idea central del espiritualismo es que hay un mundo más allá del nuestro. Los espiritualistas tratan de aportar evidencia empírica de ese mundo. En el año 1848, las hermanas Fox escucharon golpes. E interpretaron esos golpes como mensajes de personas muertas. Esto para ellos fue una prueba real de la existencia de un mundo superior más allá del nuestro.
-Es interesante que el Código Morse había sido inventado dos años antes.
-Los espiritualistas siempre se han mantenido cercanos a la vanguardia tecnológica.
En realidad odio este trabajo. La odio a ella.
-¿Qué demonios haces en París?
-Ya sabes. Estoy esperando. Tengo que esperar.
-Creo que sentí algo. Tengo que regresar a la casa de Lewis. Realmente creo que sentí algo.
-¿Piensas que sentiste algo o estás segura?
-Tengo que continuar hasta el final. Eso es todo.
-Me gustaría vértelo puesto. ¿No quieres probártelo?
-Yo... ya sabes que no puedo.
-Pero quieres hacerlo.
-Éste es tu ventrículo izquierdo. Es algo más grande de tamaño. Fue exactamente igual con tu hermano mellizo. Se puede vivir con esto y morir a los 100 años.
-O a los 27.
-Necesitas continuar evitando tanto los esfuerzos físicos intensos como las emociones extremas.
-Como lo hacía Lewis... Quiero decir... él fabricaba escaparates.
-¿Te veo nuevamente en seis meses?
-No tengo idea dónde estaré en los próximos seis meses.
¿No tienes nada mejor que hacer aparte de vestir a Kyra? ¿De veras lo encuentras que vale tu tiempo?
-Esperaré hasta que termine. Quiero hablar con ella. Ella quiere deshacerse de mí.
-¿Duraron mucho tiempo?
-Dos años. Pero ella teme que su marido se entere. Estoy seguro que sospecha algo.
-¿Y tú la amas?
-¿Amor? Eso nunca cruzó mi mente, no. Es tan solo físico.
-Hay presencias invisibles alrededor nuestro, siempre. Si son las almas de los muertos, no lo sé, pero... Cuando eres un médium estás en sintonía con ciertas vibraciones.
-¿Qué quieres decir con vibraciones?
-Tiene que ver con la intuición, un sentimiento que... Ves una puerta que está apenas entreabierta.
-También pienso que el alma continúa existiendo después de la muerte.
-Ni siquiera sé si creo en eso. Pero Lewis si lo creía... Y tengo que darle a su espíritu, como sea que quieras llamarlo, la oportunidad de demostrar que tenía razón.
-Recibí una señal.
-¿Estás segura?
-No. Por eso sigo esperando.
-¿Y después?
-Supongo que entonces viviré mi vida. Y lo dejaré ir.
Lewis hubiera sido muy feliz de que esta casa sea tuya de nuevo. Y yo estoy muy contenta también. Ahora es tu casa y yo lo olvidaré.
Vamos. Ven. Necesito algo más de ti. Voy a necesitar algo más de ti. Dame otra señal. Lo que sea. Dame la cosa más insignificante. ¿Eso es todo? ¿Eso es todo?
Por favor, no entiendo. No eres mi hermano. No eres mi hermano.
-Yo te conozco. Y tú sabes quién soy. Te vas a Londres.
-¿Quién eres?
-Adivina.
¿Eres real? ¿Estás vivo a muerto? ¿Vivo o muerto? ¿Lewis?
-Dime algo que encuentres perturbador.
-Filmes de horror.
-¿Por qué?
-Una mujer escapa de un asesino y se esconde.
-Lo que encuentras perturbador es el miedo.
-Ayer me probé los zapatos de la mujer con la que trabajo.
-¿Por qué me lo cuentas?
-Porque ella no quería que me los probase.
-¿Entonces la respuesta es qué está prohibido?
-No hay deseo si no está prohibido.
-¿Qué más está prohibido? ¿Contestar a mis preguntas?
-¿Quieres probarte los vestidos de Kyra?
-Sí.
-¿Porque está prohibido?
-Lo hice.
-Estás asustada.
-Si. Lo estoy.
-Pensé que querías ser otra persona.
Ella estaba muy enojada. Muy violenta. Quizá tenía cuentas por arreglar. Pienso que estaba perdida.
-¿Qué harás con el dinero?
-Nada.
-Nada.
-No lo sé. No estoy segura que pueda comprar alguna otra cosa. No tengo suficiente confianza en el futuro.
-Te entiendo.
-No creo que entiendas.
-Definitivamente te entiendo. Confía en mí.
-Encontré a alguien.
Siempre voy a amar a Lewis, pero no puedo pasar mi vida de luto... No me interesa el duelo. Con el sufrimiento y el dolor ya tuve suficiente. Creo que ahora quiero la vida.
-Todo esto es nuevo. Recién salido al mercado. Aún nadie lo tiene.
-¡Oh, que bien! Eso es importante. Gracias.
Maureen, no es que esto no vaya a suceder. Sino que no existe. Después de la muerte, no hay nada. Yo lo sé. No es un gran problema.
Ya no quiero estar en París.
Sabes lo que dicen: “Los muertos observan a los vivos”.
-Para mí, él era alguien con una gran intuición por los otros. Podía entender cosas no dichas.
-Es verdad.
-Quizás porque sabía que se estaba muriendo. Quiero decir que sentí que veía cosas que yo no podía ver. Quizá tú también puedes. Él pensaba que tenías el mismo don.
-No lo sé. Yo... tenía la tendencia de seguirlo. Llevó las cosas muy lejos. Demasiado lejos para mí, al menos. No podía seguirle el ritmo.
-Todo lo que quiero decir es que con Lewis nada parece imposible.
-¿Crees que Lewis está aquí?
-Pienso que no.
-Siento su presencia. Está aquí.
-Podría ser la culpa que habla. No necesitas sentirte culpable. Lara merece ser feliz. Y tú también.
-Quiero creerlo, pero algo me sigue deteniendo.
-Confío que no tiene nada que ver conmigo.
-No. Pero también debes liberarte de Lewis.
-Bueno, ojalá me lo permitiera.
-Donde quiera que esté, nunca lo prohibiría. Incluso si no está en ninguna parte, aférrate a la memoria de su libertad.
¿Quién eres? ¿Lewis eres tú? ¿Lewis eres tú? ¿O es que soy yo?
martes, mayo 16, 2017
¿sos vos o soy yo?
PERSONAL SHOPPER
data: http://www.imdb.com/title/tt4714782
Es una película rara “Personal Shopper”. Personalmente, me mantuvo atrapado toda la película. Si tengo que decir porqué, no estoy muy seguro. La historia parece elemental, tiene ese ritmo europeo de carreta, no se sabe bien para dónde va ni cómo termina. Pero… funciona. Eso sí: es de la clase de películas que no puede recomendarse en forma amplia, porque habrá gente que la ame y gente que la odie. Así que si va a ver “Personal Shopper” es bajo su absoluta responsabilidad. No me cargue con la culpa.
“Personal Shopper” es la historia de Maureen Cartwright, una personal shopper de una celebrity (nota al pie: persona contratada para hacer las compras que la celebrity, por su condición de celebridad, no puede hacer personalmente) residente en París que parece aburrida, contrariada, confundida. Maureen tiene un novio trabajando en Asia que ve por Skype y que le pide que vaya con él; pero Maureen tiene una razón para permanecer en París: contactarse con su hermano gemelo Lewis, médium y fallecido, del que espera un mensaje del más allá.
La película bordea el género fantástico y caminamos por el borde, sin saber si estamos pisando en terreno simbólico o no. Como Olivier Assayas (director y guionista) sugiere sin asegurar, entorna la persiana sin abrirla, navegamos hasta el final inclusive en la duda, de si efectivamente Maureen ha contactado o no a su hermano. Estos finales “abiertos” son la delicia para los que deliran viendo cosas que no están en el filme. Así que no vamos a ser menos y anotamos lo que nos parece que la trama de “Personal Shopper” sugiere al espectador.
El tema del filme, en nuestra opinión, es la racionalidad como limitación de lo sobrenatural. Ante los eventos sobrenaturales (apariciones, tazas en el aire, coincidencias, chats de desconocidos), hay dos conductas: aceptar el hecho o buscar explicaciones racionales que lo desmientan. Maureen vive situaciones que podrían interpretarse como el contacto que ha estado esperando de su hermano Lewis. Pero Maureen le pide algo más, algo más que indique que es. Más aún: puede aceptar que haya sido testigo de una aparición sobrenatural, pero no se convence que sea su hermano. La síntesis está en la última frase del filme, cuando Maureen pregunte a una aparición: “¿Quién eres? ¿Lewis eres tú? ¿Lewis eres tú? ¿O es que soy yo?”.
Maureen no puede simplemente sentir y quedarse conforme, como el nuevo novio de su cuñada, quien “siente” a Lewis y con eso le alcanza. Maureen pide más. Pero llega un punto que la revelación física (lo que la mayoría vería como una confirmación) no le satisface. Por eso se pregunta (le pregunta) si esa aparición es lo que espera o es ella que está viendo lo que no existe.
Ésa es la clave para darnos cuenta que esa es la tesis del filme: llegamos al punto que nuestra racionalidad, nuestras certezas, nos imposibilitan ver todo aquello que excede ese marco. ¿Cómo examinar con la razón aquello que debe escrutarse con otros elementos? Algunos le pedirán a Assayas que defina su postura en el filme. Pero esta posición es explícita en la última escena: ni ante la visión y su sonido, Maureen se convence.
En el filme, se alude a la inmaterialidad de la vida moderna. Paradoja para quienes asisten a la irrupción de lo inmaterial, la aparición fantasmagórica. En la mayor parte del filme, Maureen vive celular en mano, comunicándose, buscando información, en un mundo virtual. Es un buen reflejo de lo que es su vida interior: no hay sensación de realidad. Ella convive en el mundo de lo artificial, lo frívolo, lo que se exhibe al exterior. No por casualidad es la asistente de una modelo famosa. No es azar que su vida está en la orilla oscura de alguien que es una ilusión.
Esto se enlaza con otra pista en la trama de “Personal Shopper”. Maureen es una persona que vive en el lado B de la vida, un doble fotocopiado y disminuido. No es única. Es una gemela. Vive a la sombra de una celebridad, Kyra, de la que debe testear ropas y zapatos, pero que tiene terminantemente prohibido probarse las vestimentas. Maureen está tentada de probarse el calzado que es para Kyra. Hay algo simbólico en ese deseo: ella vive a la sombra de otra. De algún modo, ella es un fantasma en el borde de la vida. No tiene pasión, no tiene deseo. Su novio está en la otra punta del globo. Nada la motiva. Ponerse los zapatos de otra es ponerse en los zapatos de otra, ser otra. O ser la que sueña ser pero no se anima a ser en realidad. Es una característica del personaje: su indefinición en la vida.
Maureen tiene el rostro de Kristen Stewart que ha hecho un culto de su cara de nada. Parece la actriz ideal para la indefinición de ese personaje. Lo de Stewart pasa por dentro, es cierto y tiene matices. Pero está en el borde de caer en el pecado de la actriz que hace lo mismo en todos sus papeles. Esperemos que esquive esa tentación en futuras producciones.
Leímos que “Personal Shopper” fue recibida con silbidos en su presentación en Cannes. Parece mentira que una película genere, hoy en día, tal pasión (aunque sea en contra). Tal vez eso revele que Assayas haya logrado tocar un nervio sensible en el formateado público de Cannes: el de que una película del género fantástico también puede ser cine. Por eso solo, “Personal Shopper” tiene su mérito. Así que la recomendamos, aunque sabemos que un gran porcentaje de los visitantes de esta página van a disentir con nuestro consejo.
Está bien. Eso es una de las buenas cosas que pueden pasar en el cine.
Mañana, las mejores frases.
viernes, mayo 12, 2017
frases de “Guardianes de la Galaxia Vol. 2”
No puedo creer que me enamoré de un hombre del espacio.
Bueno... eso es intenso.
-Controlamos el ADN de nuestra descendencia, germinándolos en capsulas de nacimiento.
-Creo que prefiero hacer gente a la vieja usanza.
-Algún día podría darme una lección de historia sobre las costumbres arcaicas de sus antepasados. Con fines académicos…
-Señor Quill, ¿cuál es su ascendencia?
-Mi madre es de la Tierra.
-¿Y su padre?
-No es de Missouri. Es todo lo que sé.
-Lo veo en su interior. Una genealogía poco convencional. Un híbrido que parece particularmente... temerario
Otra vez guiño el ojo equivocado, ¿no?
Hay dos clases de seres en el universo: los que bailan y los que no.
-Conocí a mi amada en un mitin apoyando la guerra. ¡Oh, Dios! Todos en el pueblo se sacudían, bailando. Salvo una mujer. Mi Ovette. Supe de inmediato que era la indicada para mí. Podría estar sonando la canción más melodiosa del mundo y ella no movería un pie. No movería ni un músculo. Uno podría asumir que estaba muerta. Lo que suena muy atractivo.
Necesitas encontrar una mujer que sea tan patética como tú.
-Alcánzame algunas raíces de yaro.
-No. Aún no están maduras... Y te odio.
-Pronto me liberaré de estos grilletes y te mataré. Lo juro.
-No. Pasarás el resto de tu vida en una prisión en Xandar, deseando poder hacerlo.
Nos preocupa su desprecio por nuestra gente. Los contratamos y nos roban.
-A mí me alteraron cibernéticamente para volar naves.
-¡Te alteraron cibernéticamente para ser un tonto!
¿Todavía está ahí afuera?
-¿Un hombrecito de tres centímetros nos salvó?
-Si se acercara más seguramente sería más grande.
Me llamo Ego y soy tu papá, Peter.
Sabes lo que dicen: “Tu suerte es mala hasta que con un pato lo hagas”.
Este lugar es de una mala reputación del tipo equivocado, al parecer.
-¡Exijo un lugar en la mesa! Llevo este símbolo, igual que tú.
-Quizás te vistas como nosotros pero no escucharás los Cuernos de la Libertad al morir, Yondu. Y los Colores de Ogord nunca destellarán sobre tu tumba. Si piensas que me dio placer exiliarte... te equivocas. Nos decepcionaste mucho a todos.
-Lo seguimos porque era el único que no temía hacer lo que era necesario. Parece que se ablandó.
-Si es tan blando, ¿por qué susurras?
-Contraté a Yondu para recogerte cuando falleció tu madre. Pero en vez de regresarte, Yondu se quedó contigo. No tengo ni idea de porqué lo hizo.
-Bueno, te diré la razón. Yo era flaquito y pasaba por lugares donde los adultos no pueden. Hizo que fuera más fácil robar.
-Creí que Yondu era tu padre.
-¿Qué? ¿Estuvimos juntos todo este tiempo y creías que éramos parientes?
-Son iguales.
-¡Uno es azul!
-Soy Mantis.
-¿Qué haces?
-Sonrío. Oí que es lo que hay que hacer para gustarle a la gente.
-No si lo haces de esa forma.
¿Puedo acariciar a tu cachorro?
-¿Y esa historia que me contaste sobre Zardu Hasselfrau?
-¿Quién?
-El que tenía un barco mágico…
-¿David Hasselhoff?
-¡Eso es!
-No era un barco mágico. Un auto que hablaba.
¿Y si ese hombre es tu Hasselhoff? Si resulta ser malvado, simplemente lo mataremos.
¿Cuál es tu objetivo? ¿Qué todos te odien? Porque está resultando.
Los telépatas conocen los pensamientos. Los empáticos sienten los sentimientos.
¡No somos tan tontos como para ayudar a matar a los Guardianes de la Galaxia!
No importa cuántas veces te traicione Quill... ¡lo proteges más que a cualquiera de nosotros!
Debe haber una forma pacífica de resolver esto, muchachos. O incluso una violenta donde yo me paro allá.
-Sean todos bienvenidos a mi mundo.
-¡Guau! ¿Tienes tu propio planeta?
-Vamos... No es más grande que la Luna de la Tierra.
-Humildad. Me gusta.
-Soy lo que llaman un Celestial, encanto.
-Un Celestial, ¿cómo un Dios?
-Con “d” minúscula, hijo.
Pero quería más. Deseaba tener un sentido.
-Creé vida biológica tal como la imaginaba, hasta el más mínimo detalle.
-¿Hiciste un pene?
-Y cuando oí sobre un hombre de la Tierra que sostenía una Gema del Infinito sin morir, supe que debías ser el hijo de la mujer que amé.
-Si la amabas, ¿por qué la dejaste?
Lo siento. Tu nombre es... ¿es Taserface?
¡Es algo metafórico!
Sigo imaginando, levantándote a la mañana, señor... mirándote al espejo y diciéndote con seriedad: “Sabes cuál sería un nombre genial? ¡Taserface!”. ¡Así te escucho en mi cabeza! ¿Cuál fue tu segunda opción? ¿Sombrero de Escroto?
Nuevo plan. Te matamos primero.
Morir ciertamente es mejor que vivir toda la vida como una tonta inmundicia que cree que Taserface es un buen nombre.
-Creí que eras la sádica más grande de la galaxia.
-Eso era cuando papi pagaba mis cuentas.
Tenemos una caja llena de manos si ésa no sirve.
De niña, mi padre me hacía pelear con Gamora como entrenamiento. Cada vez que mi hermana ganaba, mi padre me reemplazaba una parte con maquinaria, afirmando que quería que sea igual a ella. Pero ella ganó, una y otra vez y otra vez. Nunca se abstuvo. Así que después de matar a mi hermana, compraré una nave de guerra con todo tipo de armas. Cazaré a mi padre como a un perro, y lo destrozaré lentamente... pedazo por pedazo... hasta que conozca algo parecido al profundo e incesante dolor que conocí cada día.
Mi madre les dijo a todos que mi padre venía de las estrellas. Tenía cáncer cerebral, así que pensaban que deliraba.
Dejaste, a la mujer más maravillosa que existió, morir sola.
-Peter, ¡yo amaba a tu madre! ¡No podía soportar pisar una Tierra en la que ella no estaba viva! ¡No puedes imaginar cómo es!
-¡Sé exactamente cómo se siente! ¡Tuve que verla morir!
En los millones y millones de años de mi existencia, cometí muchos errores, Peter. Pero tú no eres uno de ellos. Por favor, dame la oportunidad de ser el padre que ella hubiera querido que sea.
Estás en casa, Peter...
-¿Soy fea?
-Mírate: eres horripilante. Sí. Eso es algo bueno. Cuando eres fea y alguien te quiere, sabes que te quiere por lo que eres. La gente hermosa nunca sabe en quién confiar.
-Bueno, definitivamente estoy agradecida de ser fea.
-Esta repulsiva chica insecto es mi nueva amiga.
-Estoy aprendiendo mucho... como que soy una mascota y que soy fea.
-Un perro no invitaría a una pulga a vivir en su lomo.
-¿Y tú no eres una pulga?
-Soy una pulga con un propósito. Lo ayudo a dormir.
Es demasiado adorable para matarlo.
Fui un esclavo de batalla Kree por veinte años cuando Stakar me liberó. Me ofreció formar parte de los Devastadores. Dijo que lo único que tenía que hacer era seguir el código. Pero yo era joven, codicioso y tonto. Como tú al robar esas baterías.
Stakar, los otros capitanes y yo no éramos muy diferentes de ti y de tus amigos. Fue la única familia que tuve. Cuando violé el código, me exiliaron. Esto es exactamente lo que me merezco.
No quise organizar un motín. Ellos mataron a mis amigos.
-Baila conmigo.
-No voy a bailar contigo.
-Es Sam Cooke... uno de los mejores cantantes de la Tierra de todos los tiempos.
-Drax cree que no eres una bailarina.
-Si le cuentas a alguien sobre esto te asesinaré.
-¿Cuándo haremos algo sobre esta complicidad que hay entre nosotros?
-¿Qué complicidad?
-Ésta... “Cheers”, Sam y Diane, un chico y una chica de un programa de TV que se gustan pero no lo dicen, porque si no, disminuiría la audiencia... algo así.
-No hay ninguna complicidad.
-Es un dilema, porque si no trataras de ocultarlo, no sería complicidad... y serías una mentirosa. Entonces, al disimularlo, dices la verdad y lo admites.
No. Es porque ese lugar es real y éste es una fantasía.
Entiendo. Estás celosa porque soy parte dios. Y te gusta cuando soy el débil.
-Finalmente encontré a mi familia. ¿No lo entiendes?
-Creí que ya la habías encontrado.
-Gané. Te superé en combate.
-No. Te salvé la vida.
-Fuiste bastante tonta como para dejarme vivir. ¡Tú me dejaste vivir! ¡No necesito que siempre trates de vencerme!
-No soy la que atravesó el universo solo porque quería ganar.
-No me digas lo que quiero.
-¡No necesito decírtelo! ¡Es obvio!
-Tú eras la que quería ganar. ¡Y yo solo quería una hermana! Eras todo lo que tenía. Pero tú necesitabas ganar.
El mar lo llama como la historia llama a los grandes hombres. Y a veces nos priva de los placeres de los mortales.
La muerte seguirá siendo una extraña para ambos, en tanto la luz arda dentro del planeta.
-Lo siento. Pero me gustan las mujeres más rellenitas.
-¿Qué?
-Traté de rechazarte gentilmente diciéndote que me pareces repugnante.
Ahora tienes que rever la forma en que entiendes la vida. Todo lo que nos rodea, incluyendo a la chica, todo es temporal. Nosotros somos eternos.
-¿No es aburrida la eternidad?
-No si tienes un propósito, Peter...
-Puedes engañarte a ti y a cualquiera. Pero a mí no me engañas. Sé quién eres.
-No sabes nada sobre mí, perdedor.
-Sé todo sobre ti. Sé que actúas como el más duro e infame, pero eres el que está más asustado.
-¡Cállate!
-Sé que robas baterías que no necesitas y que ahuyentas a cualquiera que quiera soportarte, porque sólo un poco de cariño te recuerda lo grande y vacío que es ese agujero dentro de ti.
-¡Te dije que te calles!
-Conozco a los científicos que te hicieron: nunca les importaste.
-Amigo, ¡hablo en serio!
-Como mis propios padres que me vendieron, ¡a su propio bebito!, como esclavo. Sé quién eres, chico. Porque eres como yo.
-¿Qué clase de dúo formamos?
-Estimo que la clase que va a pelear contra un planeta.
A eso lo llamo la Expansión. Es mi propósito... y ahora también es el tuyo.
Los cuerpos... son sus hijos.
-Es nuestro amigo.
-Todo lo que hacen es gritarse mutuamente. No son amigos.
-Tienes razón. Somos una familia. No abandonamos a nadie. Salvo a ti, quizás.
-Hijo, ¿qué pasa?
-Mis amigos...
-Ves... eso es por tu parte mortal, Peter.
-Sí.
-Estamos más allá de esas cosas.
-Dijiste que amabas a mi madre.
-Y así fue. Mi hermoso lirio sabía todas las letras de las canciones de la radio. Regresé para verla tres veces a la Tierra. Y sabía que si regresaba una cuarta vez... nunca me iría. La Expansión, la razón de mi existencia, terminaría. Así que hice lo que tenía que hacer. Pero me rompió el corazón ponerle ese tumor en la cabeza.
-¿Qué?
-Bueno, está bien... sé que suena mal.
-Debería estar feliz de que fui un niño flaco. Si no, me habrías entregado a este maniático.
-¿Todavía crees que te conservé por eso, tonto?
-Eso fue lo que me dijiste, viejo tonto.
-Cuando descubrí lo que le pasó a los otros chicos... no iba a entregarte.
-Dijiste que ibas a comerme.
-¡Eso fue divertido!
-¡No para mí!
-Ustedes, gente, tienen problemas.
-Claro que tengo problemas. ¡Ése es mi maldito padre!
-Entonces, ¿salvamos otra vez la galaxia?
-Imagino que sí.
-¡Fabuloso! Vamos a poder subir nuestros precios si salvamos dos veces la galaxia.
¿Pensaste? ¿Crees que cuando lanzo esta flecha uso la mente?
No tienes que creer en ti... porque yo creo en ti.
-Es una muy mala idea.
-Es la única clase de idea que nos queda.
-Hagas lo que hagas, no oprimas este botón porque activará la bomba de inmediato y moriremos todos. Ahora, repite lo que dije.
-Yo soy Groot.
¿Alguien tiene cinta adhesiva por ahí?
-Pareces Mary Poppins.
-¿Él es cool?
-¡Joder! ¡Sí! Es cool.
-Oigan todos, ¡soy Mary Poppins!
Pronto, Peter, seremos todo lo que hay. ¡Así que deja de hacerme enfadar!
¿Por qué destruyes nuestra oportunidad? Basta de fingir ser quién no eres. Uno en mil millones. En billones. Más también. ¿Qué sentido mayor puede ofrecerte la vida?
¡No uso la mente para lanzar la flecha yaka, muchacho! Uso el corazón...
¡No deberías haber matado a mi mamá ni aplastado mi walkman!
Y si no me amas ahora
tú nunca más me amarás.
Aún te escucho decir
que el lazo no romperás.
Y si no me amas ahora
tú nunca más me amarás
No hice nada bien en toda mi vida, rata. Tienes que concedérmelo.
Adiós, ramita.
Lo siento. Sólo puedo soportar perder un amigo hoy.
-Eres un Dios. Si me matas... serás como todos los demás.
-¿Qué tiene eso de malo?
Él pudo haber sido tu padre biológico, pero no fue tu papá. Lamento que no hice nada bien. Soy muy afortunado de que seas mi muchacho.
Le conté a Gamora como de niño solía hacer de cuenta que David Hasselhoff era mi papá. Es un actor y cantante de la Tierra, un tipo muy famoso. Me vino a la mente antes... Yondu no tenía un coche parlante, pero sí una flecha voladora. No tenía la hermosa voz de un ángel, pero sí el silbido de uno. Yondu y David Hasselhoff fueron grandes aventureros y conquistaban bellas mujeres. Y peleaban con robots. Creo que David Hasselhoff terminó siendo mi papá después de todo. Sólo que fuiste tú, Yondu. Tuve un papá bastante genial. Lo que trato de decir es que a veces lo que buscas toda tu vida, está a tu lado todo el tiempo. Y no te das cuenta.
-Yo soy Groot.
-Él te llamaba ramita.
Fui una niña como tú. Me preocupaba por seguir viva hasta el día siguiente, todos los días. Y nunca consideré lo que Thanos te hacía. Trato de enmendarlo. Hay niñitas como tú, en peligro, por todo el Universo. Puedes quedarte con nosotros y ayudarlas.
Siempre serás mi hermana.
No es hora de cambiar de vida.
Relájate, cálmate.
Aún eres joven, esa es tu debilidad.
Hay mucho que debes aprender.
Encuentra una chica, sienta cabeza
si quieres puedes casarte.
Mírame. Soy viejo. Pero estoy feliz
Vinieron.
No los ahuyentó. No. Aunque les gritara. Y fuera siempre malo. Y robó baterías que no necesitaba.
-¿Qué?
-Es simplemente... complicidad.
-Es hermoso.
-Lo es. Y tú también. Interiormente.
¿Qué les parece si robamos algo?
jueves, mayo 11, 2017
lo primero es la familia
GUARDIANES DE LA GALAXIA VOL. 2
data: http://www.imdb.com/title/tt3896198
Hay algo muy difícil de lograr en el cine y en la vida: ser lo suficientemente coherente para sintetizar, en un solo rasgo, lo que uno es. Un gesto, una frase, una actitud que defina nuestra naturaleza. ¿A qué viene esto? Elijan la primera escena de “Guardianes de la Galaxia Vol. 2”. Nuestros héroes esperan a una bestia salvaje que viene a robarse unas baterías que ellos tienen que cuidar. Armas en mano, esperan a su enemigo, mientras tratan de hacer funcionar unos parlantes con la música característica de Star-Lord. La aparición del monstruo galáctico impide que pongan la música, trenzándose en una lucha a varias bandas. La cámara se queda con Baby Groot (¡sí! ¡se salvó!) quien une dos cables y consigue echar a andar el equipo musical. Y al ritmo de “Mr. Blue Sky” de la ELO, Baby Groot baila despreocupado de la batahola que hay a sus espaldas. Ahí empiezan a pasar los títulos iniciales.
Esa escenita inicial es un buen botón de muestra de lo que es “Guardianes de la Galaxia Vol. 2”: música, efectos especiales, acción, humor. Es tan buena la síntesis que si nos forzaran a ver sólo esa escena y nos invitaran a contar de qué trata la película, acertaríamos sin ninguna dificultad.
Hay algo más que dice esa escena: elegancia. Elegancia en un guion excelentemente construido por James Gunn. Elegancia en un elenco con gran química y timing perfecto para la comedia. Y detrás de los diálogos jocosos, una gran historia que excede la aventura espacial y el peligro en el que está expuesto la galaxia. “Guardianes de la Galaxia Vol. 2” no habla de evitar que un delirante consiga su objetivo de matar toda vida en la galaxia; “Guardianes…” habla de la búsqueda de una familia. Y, con mayor hondura aún, no siempre la idealizada familia de la que provenimos es la auténtica familia. Más de una vez, la familia es ese grupo de incondicionales que nos rodean y con quien nos puteamos, enojamos, empujamos y, principalmente, nos cuidamos entre todos. Tal vez la búsqueda es absurda por naturaleza. Porque tu familia no es otra cosa que la gente que te quiere y que has logrado conseguir en la vida. O en palabras del propio Peter Quill: “Lo que trato de decir es que a veces lo que buscas toda tu vida, está a tu lado todo el tiempo. Y no te das cuenta”.
Ni más ni menos, una gran tesis para una película derivada de un cómic y que sucede en el espacio exterior.
El tema de los lazos familiares se repite en varias historias secundarias de la película. Ecos de la gran búsqueda de Quill está en el conflicto entre Gamora y su hermana Nebula (oscura relación) y la complicidad entre Yondu y Rocket.
Hay un subtema muy peculiar: personajes que se enfrentan como enemigos mortales pero que en realidad se aman. Confrontan por el miedo a ser rechazados; se muestran indiferentes u hostiles, por el temor a no ser queridos. Analicen las actitudes de Nebula, Rocket y Yondu. Y la respuesta para el conflicto de esos personajes lo da Drax: “Somos una familia. No abandonamos a nadie”.
“Guardianes de la Galaxia Vol. 2” es la búsqueda de la familia, para hallar, al final, que la familia es la que estaba al lado desde el principio de la historia. Linda paradoja.
Sinergia sería la definición exacta para el elenco: se potencian juntos. Es una de las piedras angulares del éxito de esta franquicia. Pero permítanme llamar la atención sobre la empatía que logra un personaje que, a priori, podíamos tildar de ridículo: Rocket, el mapache / zorro / panda (?). Hay momentos en que logra dejar de ser un artificio digital y lo vemos como uno más de los actores. Sospecho que esta empatía tiene un responsable, la voz detrás del personaje: Bradley Cooper. No sé si, sin él, el resultado hubiera sido el mismo. Breves minutos de Stallone (nada de otro mundo) y Kurt Rusell llena sus líneas al frente de Ego, con un flashback que creímos que era un producto de la digitalización y luego leímos que era un milagro del maquillaje.
Escenas predilectas: la de apertura (ya mencionada), la caminata silbando y castigando de Yondu junto a Rocket, la pelea entre Gamora y Nebula, la escena de la alfombrita trabada en la que llevaban a Ayesha, la escena final entre Quill y Yondu.
Mañana, las mejores frases.
sábado, mayo 06, 2017
frases de “Frantz”
¿Sabe usted quién ha dejado las flores en la tumba?
Amo a Alemania. Pero amaba aún más a mi hijo.
-¿Ella lo ama?
-Ella me amará.
-Conmigo olvidarás a Frantz.
-No quiero olvidarlo.
Cada francés es el asesino de mi hijo.
Tiene usted razón, doctor. Yo también era un soldado y también soy un asesino.
Gracias por sus lágrimas y por las flores en su tumba.
-Disculpe a mi marido. Él amaba tanto a Frantz… nuestro único hijo. Él preferiría haber muerto en su lugar.
-Yo también.
Fui a buscarlo a su hotel, para ir al Louvre. Entre amigos. Era un hermoso día. Estaba feliz de ver los cuadros. Y yo también. Y nos detuvimos frente a las pinturas de Manet. Recuerdo... recuerdo que le gustaba uno en particular. La pintura de un joven pálido, con la cabeza hacia atrás.
Esta noche, fue como si Frantz hubiera regresado. Que Dios lo bendiga.
A menudo hablábamos en francés. Era nuestro lenguaje secreto.
Había olvidado esto. El ruido del viento entre las hojas...
Mi única herida es Frantz.
-Frantz debe haber sido feliz aquí.
-Sí. Pero todo se ha roto. Yo lo obligué a alistarse. Yo lo envié al combate. Era su deber. Servir a nuestra patria.
-A mí también me lo dijeron.
Es como el corazón de mi hijo. Lléveselo a Francia.
En la escuela, los niños franceses aprenden el alemán. Y los alemanes aprenden el francés. Y cuando crecen, se matan.
Toque algo para nosotros. No tenga miedo de hacernos felices.
Señores, este joven ha venido de Francia para poner flores en la tumba de mi hijo. Entonces, respétenlo.
¿Es él quien mató a tu hijo? ¿Y mi hijo? ¿Y mis dos hijos? Y a mi hijo, sus hijos, los de ustedes y sus dos hijos… ¿quién los envió al frente? ¿Quién les dio municiones y bayonetas? Nosotros… sus padres. Tanto en este bando como en el otro. Nosotros somos los responsables. Y cuando de a miles matamos a sus hijos, hemos celebrado nuestra victoria bebiendo cerveza. Y cuando son nuestros hijos los que han sido matados, ellos han festejado su victoria bebiendo vino. Somos padres que bebemos por la muerte de nuestros hijos.
De repente, me encontré frente a un hombre. Él, un soldado alemán. Yo, un soldado francés. Su mirada era tan enorme, tan desesperada. Nunca sabré si expresaba la tristeza de morir o la piedad de verme matarlo.
-¿Por qué has venido aquí?
-Para pedirte perdón. Para liberarme. Para conocer al hombre al que había matado.
-Entonces, el Louvre, los cuadros de Manet, las lecciones de violín... ¿nos has mentido?
-Sí. Porque soy un cobarde.
-Y tal vez porque nos hacía bien, a todos.
-Es inútil. Les dije todo.
-Y ¿cómo reaccionaron?
-Como padres.
Guardo en un bolsillo, en mi corazón, la rosa que me has enviado en tu última carta. Prométeme, querida Anna, si me ocurriera una desgracia, que conservarás tu alegría de vivir y de ser feliz.
¿Por qué lo has hecho? Ya hay suficiente muertos con esta guerra.
-Dios te comprende, mi niña. Él condena la mentira. Pero tu silencio sobre la muerte de tu novio tiene una intención pura, que disculpa tu falta.
-¿No debo decir nada?
-¿Qué aportaría la verdad? Más dolor. Más lágrimas.
-¿Qué sientes tú por el joven francés?
-Ya no lo sé. Él mató al hombre que yo amaba.
-Este soldado francés vino a Alemania para pedir perdón. Perdónalo. Como Jesús perdonó a sus verdugos.
-Yo fui la única que lo apoyó cuando él decidió ir a Alemania. Él quería ser perdonado, tomar el lugar del hombre a quien había matado. Pero... estas cosas son imposibles. Nunca se reemplaza a un ser querido, ¿no es así?
-No lo sé.
-¿Pensaste en Frantz? ¿Es eso?
-No. No. No pensé en Frantz. Pensé en ti, Adrien.
-¿En mí?
-Entonces no has comprendido nada.
-Sabes, Anna, mi hijo es un muchacho frágil. No hay que hacerlo sufrir.
-No soy yo quien hace sufrir a su hijo, señora. Es Frantz.
-Anna...
-Es demasiado tarde.
-Sé feliz, Anna.
-¿Usted también ama este cuadro?
-Sí... Me dio ganas de vivir.
viernes, mayo 05, 2017
frente a la tumba
FRANTZ
data: http://www.imdb.com/title/tt5029608
Uno de los directores más interesantes de estos años es François Ozon. Sus películas rara vez nos decepcionan. Podrán ser más o menos “raras”, pero siempre tienen varias capas, más de una interpretación posible. En este caso, una remake de una vieja película de Ernst Lubitsch (“Remordimiento”) sirve de una excusa para hacer un análisis de la Europa y de un mundo que se está olvidando de los que sufrió en los años de Guerras Mundiales. Y como si fuera poco, nos deja una reflexión sobre el sufrimiento y sobre la pulsión por sobrevivir cuando el mundo se volvió un lugar hostil.
“Frantz” sucede en el período entre guerras, en la Alemania claudicada después de la Primera Guerra Mundial. Anna es la viuda de un joven soldado alemán (el Frantz que da título a la película) que soporta su duelo, sosteniendo a los padres sobrevivientes de su amado. Una mañana, Anna descubre a un hombre, un francés, dejando flores en la tumba de su marido muerto. El hombre, Adrien, también fue soldado como Frantz, aunque del otro lado del conflicto, y se presenta a la familia como un amigo dolido que conoció al muerto en un viaje de juventud a París.
Precavidos de adelantar sorpresas, a medida que vemos el modo en que la muerte de Frantz afecta a su amigo Adrien, pasamos de sospechas de mentes del siglo XXI a una sorprendente revelación en la mitad de la película. Pero, una vez que conocemos la verdad, nos damos cuenta que no es tan importante quién es Adrien sino qué representa.
En “Frantz” vemos la misma historia del lado alemán y, en el tercio final, conocemos la otra cara del lado francés. Y descubrimos el odio entre dos naciones históricamente enfrentadas que están preparando su posterior encuentro bélico. Así como espectadores del siglo XXI pensamos mal de Adrien y Frantz, como espectadores del nuevo milenio nos sorprende ver cuánto contrasta la interrelación de esas naciones en el presente con el sentimiento de desconfianza que los enfrentaba en el pasado. Ése es el primer punto que toca “Frantz”: lo que es Europa hoy. Y lo que ha unido a Europa a partir de su cultura. Lo que estaba presente en forma incipiente en la historia (el amor a la cultura, la moda, el pacifismo), hoy es una realidad que se vive cotidianamente. Tal vez, en tiempos de cimbronazos económicos, nos hemos olvidado de lo que era la realidad de esos países hasta no hace tanto tiempo. Y como esa concordia hoy se ve amenazada por el renacer de lo más ruin del sentimiento nacionalista.
Cuando oímos a diario los cacareos en contra de la Unión Europea, no está de mal hacer un exhaustivo ejercicio de memoria para recordar cuántos siglos de guerras debilitaron al continente y cuántos millones vieron truncadas sus esperanzas al marchar de las fanfarrias militares. A los europeos de hoy les Ozon y les recuerda lo que eran, lo que sufrieron y los muertos que tuvieron que llorar. Las vidas tronchadas por los jóvenes que perdieron su futuro en el barro de las trincheras. Ese mundo en gris (un glorioso blanco y negro responsabilidad de Pascal Marti) que sólo se puede quebrar cuando los personajes recuperan el recuerdo de lo hermosa que es la vida.
Allí hay otra punta (más sutil) en el filme: la capacidad de alejarnos del dolor, superarlo y retomar el disfrute de lo sensorial que tiene el estar vivos. Los personajes están encerrados en su duelo perpetuo, en el recuerdo del muerto que ya no puede volver. Se ilusionan con la posibilidad de un sustituto que los revive por un momento pero que no deja de ser una ilusión: el Adrien que puede reemplazar al Frantz hijo y esposo es un engaño mental. Perpetúan el duelo. Anna es la única que lo afronta en el final, la única que rompe la prisión de las obligaciones, de los deseos del otro, del ritual del recordatorio del fallecido. La última escena, a colores, frente a un cuadro de Manet (clave en la historia) es una síntesis visual de esta tesis. Anna puede ver de frente la tragedia y sentirse viva. A los otros les queda la condena de vivir una mentira. Una mentira que los conforme con cierto sucedáneo de la felicidad.
En los reportajes que pueden rastrearse en la red, Ozon nos habla de ciertos paralelos entre “Frantz” y “Vértigo”. No sólo en el punto de vista de la cámara, en la mirada del otro, sino en esta idea del doble, de la elección de un sustituto que pueda reemplazar al ido.
Un punto aparte para destacar a la pareja protagónica. La mirada atormentada de Pierre Niney y la revelación de Paula Beer, para seguirla de cerca en próximos trabajos.
“Frantz” es una película para no dejar pasar, cine europeo de calidad. A anotarla.
Mañana, las mejores frases.