miércoles, diciembre 21, 2016
frases de “Into the Inferno”
Mirar el fuego me dio mucho miedo. Además, sentí que no estaba en la isla de Ambrym. Creía que estaba en otro lugar.
Creemos que los espíritus que habitan en el volcán te verán a ti y no sabrán quién eres. Pero si nos ven a nosotros, saben quiénes somos. Porque tenemos cierta relación con el volcán. Por eso se quedan tranquilos.
Creemos que quien muere aquí va al volcán. Y el volcán se vuelve su aldea. Podemos hablar con ellos. Y ellos hablan con nosotros.
Mucha gente de aquí dejó de bailar. Han olvidado el concepto del baile.
Me sorprende mucho que a ustedes les interese el volcán. Siempre me pregunto: “¿Por qué a esa gente le interesa el fuego?”.
El suelo sobre el que caminamos ahora no es eterno. Lo que hacemos no es eterno. No son eternos los esfuerzos del ser humano ni el arte ni la ciencia. Hay una corteza que se mueve de algún modo. Me agrada el volcán porque me hace darme cuenta de que los seres humanos, los animales, sólo pueden vivir y sobrevivir porque los volcanes crearon la atmósfera que necesitamos.
A mí no me interesaba el volcán. Me interesaba un hombre que se negaba a que lo evacuaran. Tenía una actitud diferente hacia la muerte. Estaban evacuando a 75 mil personas, pero él se quedó. Finalmente, lo encontré. Estaba durmiendo.
A los pocos días, vimos esto en la televisión indonesa. Siete personas murieron en el lugar exacto donde había estado nuestra cámara.
Nos maravillamos con su Mercedes envuelto en una burbuja plástica. Parecía que acabara de pasar el artista conceptual Christo.
-El dueño tuvo un sueño. Luego, hizo construir este edificio. Es un edificio para rezar.
-Parece un pollo.
-Es una paloma, no un pollo.
-¿Quizá también se relacione con el Merapi?
-Quizá sea lo que quiere el dueño. Que apunte al monte Merapi. Yo solo soy un simple albañil que vuelve a su casa después del trabajo.
-Igualmente parece un pollo, ¿no?
-Sí, la mayoría de la gente dice que parece un pollo. La llaman la Iglesia del Pollo.
Incluso una teoría afirma que esa erupción casi nos eliminó como especie. De acuerdo con el pedigrí genético de los seres humanos vivos, sabemos que disminuyó muchísimo la cantidad de humanos en ese período. La clave está en el cambio climático que produjo la erupción y en la aniquilación de la vegetación tropical que era el recurso principal de nuestros antepasados. Quizá solo quedaron 600 seres humanos en la Tierra.
Somos una especie muy singular. Interactuamos, colaboramos, cooperamos, producimos y modificamos nuestro entorno. Al mismo tiempo, luchamos y destruimos. Somos un peligro para otras especies y para el planeta, para el destino del planeta. Somos una especie muy interesante.
-¿Crees que nos queden otros 100.000 años en el planeta Tierra?
-Yo diría que en unos mil años, la situación será muy crítica. Y tendremos que aprender de nuestros errores y trabajar para mejorar el estado de nuestro planeta. Solo así tendrá la capacidad de permitir que nuestra especie sobreviva.
Quiero expresar mi fascinación por este suelo. Le daré un beso.
La llamaremos “Autopista Werner Herzog”.
Los fósiles de homínidos son muy difíciles de encontrar. Hallar un artefacto es más fácil, porque durante su vida un homínido fabricaba decenas, miles de tarjetas de presentación de la edad de piedra y las esparcía. Pero el homínido solo tenía un esqueleto, una dentición. Sólo morían una vez. Piénsalo.
Mientras esta gente vivía aquí, en África tropical, y cenaba hipopótamos, Europa estaba cubierta de hielo.
¿Buscamos más fragmentos? ¿Listos para la diversión?
Mi esqueleto tiene 206 huesos. El de esta persona también. Son esqueletos humanos. Pero ahora buscamos alrededor de cuatro mil fragmentos porque cada uno de esos huesos se rompió.
-Ya he notado una diferencia entre tú y yo. Llevamos aquí el mismo tiempo. Hallaste media docena de fragmentos. Yo no hallé nada. Está claro que hay que ser un experto en la materia.
-Pero lo mejor de este juego es la combinación de pericia y suerte. Como en Las Vegas.
Estos episodios primordiales influyeron en la poesía mitológica de los islandeses. Hay un texto que define el espíritu de este pueblo. Solo un manuscrito lo contiene. Es tan importante para Islandia como los Manuscritos del Mar Muerto para Israel. El códice fue obsequiado al rey de Dinamarca por un obispo islandés en el siglo XVII. De allí deriva su nombre, el “Códice Real” o “Codex Regius”. En 1971, Dinamarca se lo devolvió a Islandia porque sabía que constituía el alma del país.
Así fue como nos invitaron a filmar aquí. Pero todo lo que veíamos parecía una representación y nosotros la aceptamos. El único modo de conocer este enigmático país es verlo como él quiere mostrarse.
El espíritu de la montaña forma parte de todos los coreanos.
Kim Il-sung, el fundador del estado comunista de Corea del Norte, se apropió del mito del volcán. Estableció su cuartel militar secreto en un bosque ubicado justo aquí, al pie de la montaña, y así le transfirió su energía y dinámica a la revolución.
Todo esto es como una metáfora cósmica para una sociedad alineada en un patrón unificado tras una ideología común. Pero tras todo ese despliegue de las masas, percibo un vacío y una soledad subyacentes.
Mi pregunta apuntaba a obtener una respuesta personal. Sin embargo, las opiniones personales nos parecían un espejo de la ideología omnipotente del pueblo y sus líderes.
John Frum es como un dios y además... John Frum es como un portal. Es como Jesús. Debes cruzarlo para llegar a Dios.
Nos dice que cuando pasó la noche allí no tuvo miedo, porque sabía que eso era Dios y que Él era quien le permitía estar allí. Así que entró al volcán y lo vio. Le habló.
Según nuestra cultura, creo que el volcán lo destruirá todo. Es lo que creo. Porque varias personas me dijeron que hay volcanes en todo el mundo. Y creo que, un día, este volcán hará erupción junto con el volcán de Lopevi, y se unirán y nos quemarán a todos. Eso es lo que pienso. Creo que todo se derretirá. Eso es lo que creo. Todo se derretirá. Las piedras, el suelo, los árboles, todo se derretirá. Como el agua. Así que creo que este volcán destruirá el mundo algún día.
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