jueves, mayo 19, 2016
frases de “45 años”
-¿Qué es eso?
-Una carta.
-Lo sé, ¿pero de quién?
-Está en alemán.
-Sí. ¿Qué dice?
-Bueno, no recuerdo tan bien los verbos como los sustantivos, pero… pero creo que dice que la han encontrado.
Sí, sé que te conté acerca de mi Katya. Ha estado allá por más de 50 años, como algo en el congelador. Ahora la han encontrado.
-Ellos me preguntan si quiero ir a Suiza.
-¿Por qué te preguntarían eso?
-Bueno... para ver el cuerpo.
-¿Cuándo?
-Pronto, supongo.
No estamos intentando recrear nuestra boda. Es solo una fiesta.
-Éramos parientes. Estoy seguro de haberte contado esto, Kate.
-Creo que recordaría si mi esposo fuera pariente de otra mujer. ¿Por qué?
-¿Por qué qué?
-Bueno, ¿por qué eras pariente de ella?
-Porque pensaban que estábamos casados.
-¿Quienes?
-Las autoridades. Gente.
-¿Por qué pensarían eso?
-Les dijimos que lo estábamos.
Kate, ella llevaba un anillo. Era un anillo pequeño de madera, como un anillo de cortina, hecho de roble.
Difícilmente puedo enojarme con algo que pasó antes de que existiéramos, ¿no?
Eso fue. Cuando llegué, ya no estaba. Y Kerouac miraba por el hoyo hacia abajo.
-¿Era rubia?
-¿Cómo?
-¿Tenía el cabello rubio?
-No, no. Tenía cabello negro.
-Como el mío, entonces. Digo... no ahora.
¿Crees que la librería tenga algo acerca del cambio climático?
-George fue horrible, ¿pero recuerdas cómo estaba en la fiesta? ¿Todo lo que lloró? Y no solamente durante los discursos.
-Sí, fue muy dulce.
-Es por eso que estas cosas son importantes.
-¿Qué? ¿Para hacer llorar a nuestros maridos?
-No solo maridos. A todos los hombres. Siempre son ellos los que se quiebran primero. La boda de Sally, el bautizo de Charlie. Nos mantuvimos juntos porque sabemos cuan importantes son estas cosas.
Si es parte de la evolución que los hombres tengan que obsesionarse con sus obituarios, sus legados, entonces quizás es nuestra labor impulsarlos a que se den cuenta de lo que realmente importa antes de que se maten... ya sabes... con la desilusión.
-¿Qué tienes en tu mano?
-Nada.
-¿Es ella?
-La encontré.
-No la encontraste. Fuiste a buscarla en mitad de la noche. Y eso no es lo mismo.
No significa nada. Es solo una maldita foto.
Quiero escuchar cosas bonitas sobre Kate este sábado.
Creo que esa es la peor parte de volverse decrépito... perder ese sentido de propósito.
-Si ella no hubiera muerto, si hubieran llegado a Italia, ¿te hubieras casado con ella?
-Pero no llegamos a Italia.
Creo que no puedo hablar más de ella. Sé que dije que podía, pero no puedo.
Y ver como mis compañeros han envejecido, no es bonito. Y George alardeando sobre su maldito ukelele. La peor parte de eso es que todos parecieran estar interesados.
-¿Viajarás a Suiza?
-No. No lo haré.
-¿Por qué no?
-Bueno, no puedo caminar al pueblo sin… sin sentarme a descansar. ¿Cómo voy a escalar una maldita montaña?
-No es… No es acerca de Katya.
-Lo es. Por supuesto que es. Como yo descubriendo qué es ese olor alrededor de la casa.
-Por favor.
-Y es su perfume, ¿Ok? Es como si ella hubiera estado de pie en un rincón de la habitación todo este tiempo a mis espaldas.
-Vamos.
-Y ha manchado todo. Todas nuestras decisiones, a dónde vamos en vacaciones, los libros que leemos, el perro que quieres, la música que escuchamos. Y las grandes cosas también. Especialmente las grandes cosas.
Porque una cosa es yo saber que no he sido suficiente para ti. Pero otra cosa distinta es que todos lo sientan también.
Y luego cenaremos. Y después iremos a la cama. Y luego nos despertaremos. E intentaremos empezar de nuevo.
A medida que envejecemos pareciera que ya no tomamos decisiones. Grandes decisiones. Quizás sólo tenemos algunas, a lo largo de la vida. Y una vez que las tomamos, ya no hay más.
Porque, bueno, para mi, Kate, esto es, de esto… de eso se trata todo esto. Porque todos… porque todos nuestros amigos están aquí esta noche. Es sobre... es sobre tú y yo. Tú y yo, Kate. Nosotros.
Ésta es la misma canción que sonó hace cuarenta y cinco años... hoy.
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