críticas chatarras

El Creador hizo a Adán a su imagen y luego puso el mundo bajo su cuidado. Éste es tu trabajo ahora. Tu responsabilidad. Que camines al lado del Creador con rectitud.

¿Sabes hace cuanto que no comemos carne? ¿Cuánto que ni siquiera vemos un animal?

-¿Por qué lo mataron?
-Se los comen.
-¿Por qué?
-Creen que los hace más fuertes.
-¿Y es así?
-Se olvidan que toda fuerza proviene del Creador.

-Yo vi algo más. Una flor brotando de la nada...
-Descansa... Quizás finalmente Él enmendará las cosas.

-¿Él te habló?
-Eso creo... ¿Nos va a ayudar?
-Él va a destruir el mundo.

Aquellos que sobrevivimos quedamos prisioneros de estas carcasas de piedra, atados a esta tierra estéril. Le rogamos al Creador que nos llevara a casa. Pero Él permaneció en silencio...

Sí, fueron los hombres los que rompieron el mundo. Pero yo te miro y veo algo de Adán en ti. Del hombre que conocí. El hombre que vine a ayudar.



-¿Lo que viste fue la destrucción total de este mundo por fuego?
-No. No por fuego. Agua.

El fuego lo consume todo. El agua purifica. Separa lo malo de lo bueno.
Al impío del inocente. Y aquello que se hunde de aquello que se eleva.
Lo destruye todo para empezar de nuevo.

Sábelo, Noé. Él te eligió por una razón.

-Fuimos elegidos para salvar a los inocentes.
-¿Los inocentes?
-Los animales.
-¿Por qué son inocentes?
-Porque aún viven como lo hacían en el Jardín.

Haremos un arca.

Si algo les pasara, una porción de la creación se perdería para siempre.

-¿Las serpientes también vienen?
-Todo lo que corre. Todo lo que vuela. Todo lo que se arrastra.

Al Creador no le importa este mundo. Nadie ha escuchado de él desde que marcó a Caín. Estamos solos. Huérfanos. Malditos a luchar para sobrevivir con el sudor de nuestras frentes. Maldito sea si no hago todo lo posible para lograr eso. Maldito si no tomo lo que quiero.

Dices que va a haber un diluvio... Por ahí tienes razón. Quizás expulsarnos del Paraíso no fue suficiente. Quizás Él vuelva y nos extermine.



Cuando vengan, estarán desesperados y serán muchos.

No hay escape para ti y los de tu clase. Les llegó su hora. La tierra está muriendo, las ciudades se mueren.

La maldad no sólo está en ellos sino en todos nosotros. Lo he visto.

No somos diferentes. Fuimos débiles y egoístas al pensar lo contrario. Completaremos esta tarea y luego moriremos. Al igual que todos los demás.

-Son chicos, Noé. ¡Son nuestros chicos! ¿No eres capaz de piedad alguna?
-La piedad de Dios ya pasó. Y ahora comienza el castigo.

Ni siquiera sé si yo soy bueno. Pero si hiciera algo podría causar dolor y posiblemente una tragedia. Y eventualmente se volvería contra Noé.

Quiero que mis hijos tengan niños. Quiero que sean felices. No puedo soportar la idea de que vayan a morir solos.

Yo soy un hombre hecho a tu imagen. ¿Por qué no hablas conmigo? Yo doy vida y la quito también. Igual que tú. Y soy como tú, ¿verdad? Así que habla conmigo. ¡Háblame!

Ya comenzó la muerte que viene de los cielos.

No todos son soldados, padre. Algunos son sólo personas.



Entonces el Creador hizo al hombre y a su lado puso a la mujer. Padre y madre. Les dio a elegir: seguir la tentación de la oscuridad o aferrarse a la bendición de la luz. Ellos comieron de la fruta prohibida. Su inocencia se extinguió y por diez generaciones desde el pecado de Adán, el pecado camina por dentro de nosotros. Hermano contra hermano, nación contra nación, hombre contra la creación. Devorándose el uno al otro. Rompimos la ley, el hombre lo hizo, nosotros lo hicimos. Todo lo que era hermoso, todo lo que era puro… nosotros lo destrozamos. Ahora... ahora comienza otra vez. Agua, aire, plantas, peces, aves y bestias. El paraíso de vuelta. Pero esta vez no habrá hombres para arruinarlo. Si pudiéramos entrar al Jardín de vuelta sería sólo para destruirlo otra vez. No... El Creador nos ha juzgado. La humanidad debe terminarse.

Lo siento mucho por esa chica. Y lo siento mucho por ti. Pero se nos dio una tarea mucho mayor que nuestros propios deseos.



Éste es tu mundo. Entonces…. ¡tómalo!

El niño no está siendo castigado. Todos estamos siendo castigados.

Así que yo te pregunto... ¿eres un hombre? Bien. Porque si eres un hombre, puedes matar.

Él me eligió porque sabía que haría lo que tiene que ser hecho.

No puedo hacerlo...

Me alegro que empiece de nuevo contigo. Quizás así aprendamos a ser buenos.



-Miré a esas dos niñas y todo lo que tenía en el corazón era amor.
-Entonces, ¿por qué estás solo, Noé? ¿Por qué estás separado de tu familia?
-Porqué le fallé.
-Él te eligió. La elección fue puesta en tus manos porque Él lo decidió. Elegiste la misericordia. Elegiste el amor. Él nos dio una segunda oportunidad. Se un padre. Se un abuelo. Ayúdanos a hacerlo mejor esta vez. Ayúdanos a empezar de nuevo.

Veo a mis hijos. Lo único que desean es amar. ¿No es todo lo que necesitamos para ser buenos?

No se puede impedir la tormenta pero sí sobrevivir a ella.

La lluvia ha parado pero el Creador no ha sonreído.