críticas chatarras

EN TRANCE
data: http://www.imdb.com/title/tt1924429

La película subestimada de la cartelera. A ver. Danny Boyle, director de “Trainspotting”, “Slumdog Millonaire”, “127 horas”, “28 días después”, suele ser uno de los habituales subestimados de la crítica “culta”. ¿Por qué? Y porque el tipo suele ser detallista en lo visual y tiene la costumbre de hacer películas donde nos cuenta una historia. Experimenta, busca impactarnos, seducirnos y sacar un conejo de la galera en cada película. Y, sabemos, para la crítica snob nuestra de cada día, eso es un pecado mortal. Bueno, “En trance” es una de esas películas hecha a la vieja usanza. Una historia, con una intriga compleja, que se va complicando hasta el final y que uno no puede adivinar. Visualmente es alucinante. Y tiene el condimento de muy buenas actuaciones y de una diosa (babaza plus) Rosario Dawson. Vale su entrada. Ni más ni menos.



“En trance” es la historia de Simon, un empleado de una rematadora de obras de arte que participa del robo de un Goya, con tal mala suerte que sufre amnesia y no recuerda dónde dejó el botín. El problema no es él; el problema son los cuatro cómplices que vienen a apretarlo para que diga dónde está lo robado. Y, ante la evidencia de su amnesia, deciden recurrir a los servicios de una hipnóloga. A partir de ahí, todo empieza a complicarse. Porque en un juego de cajas chinas, cada paso abre la puerta a un barullo nuevo. Cada piedra levantada, presenta otra piedra que tapa otro pasadizo. Y en el laberinto de posibilidades, nada parece ser lo que es. Y nadie es lo que pretende ser.



En toda la película hay, desde lo visual, referencias al espejo. Imágenes especulares que repiten a los personajes, fragmentados, dislocados, como la mente de Simon, retorcida en los vericuetos de lo que sabe, de lo que cree, de lo que recuerda. Hay ambientes que nos dejan sospechando si estamos dentro de la cabeza de Simon, si es un espacio físico real o si es una proyección de la hipnosis. La sintaxis visual es uno de los atractivos fuertes del filme, que apuntala un muy ingenioso guión.



Pero el pilar principal es Rosario Dawson. Hacía tiempo que no veíamos una película en donde una actriz no tuviera un rol tan decisivo. Es central en la historia. Es decisiva en el modo que ella mueve los hilos de la trama, por imposición del guión. Pero también cómo su voz (en una película con mucho relato en off) ejerce en el espectador el mismo poder hipnótico que logra con los protagonistas.



A Rosario Dawson la veníamos siguiendo desde “La Hora 25” de Spike Lee (luego nos enteramos que había sido una de las chicas de “Kids”). Siempre se destaca, por más pequeño que fuera el papel. Siempre acaparando la mirada. Hacía tiempo que no estaba en las pantallas (vino haciendo algunos papeles en películas menores o que no llegaron a Argentina) y la estábamos extrañando. En “En trance” tiene el papel para su justo lucimiento. Es más que bienvenido reencontrarnos con tamaño pedazo de bestia actoral.

No la dejen pasar. Ni a la película ni a Ms. Dawson.



Frases:

Era muy bueno pero no lo suficiente. Y si no eres lo suficientemente bueno en realidad no eres bueno.

La elección es tuya. ¿Quieres recordar u olvidar?

¡Ella lo puso ahí! ¡No es real!

Guardamos secretos de nosotros mismos y lo llamamos “olvido”.

No sean héroes. Cualquier persona puede robar una pintura. Todo lo que necesitas es un poco de músculo. Pero no hay pieza de arte que valga una vida humana. Ninguna pieza de arte vale una vida.