jueves, marzo 29, 2012
frases de “A separation”
-Lo que me dice no es razón suficiente para iniciar un trámite de divorcio. Si hay otra razón, dígamela por favor.
-¿Qué otra razón puede haber?
-Que consuma drogas, que le pegue, que no pague las cuentas...
-No. No es adicto, es sensato y es un buen hombre.
-¿Y por qué se quiere divorciar?
-Dame una buena razón para irnos al extranjero en esta situación.
-Dame una buena razón para quedarte.
-Te doy mil.
-Una sola.
-Mi padre. No lo puedo abandonar. ¿No te basta con eso?
-¿Pero puedes abandonar a tu esposa?
¿Le parece que los niños no tienen futuro en nuestro país?
Que se quede con todo pero que me deje a mi hija.
Aquí el Juez soy yo y como juez le digo que su asunto es una pequeñez.
Hola, tengo una pregunta... Vine a una casa a cuidar a un anciano. Quería preguntar... se ensució... Si le cambio la ropa, ¿es pecado?
No le voy a decir nada a papá.
Lo que está mal está mal. No importa quién diga o escriba lo contrario.
Señor, se lo juro por el Imán Hussein...
-Ésta es mi casa y le ordeno que se vaya.
-Han defraudado a Dios.
-Bueno, la cuñada me contó otra versión.
-¿Qué dijo?
-Que si muere su sangre caerá sobre ti.
-¿Echa así a una mujer embarazada?
-Yo no sabía que estaba embarazada.
-¿Por qué miente?
-Me enteré en el hospital.
¡Imbécil! Matas a mi hijo, ¿y nos dices que sería malo para tu hija? ¿Crees que sólo tu hija importa?
He perdido a mi hijo pero que me llamaran ladrona me dolió más.
No fue capaz de decir: “No te vayas, no lo hagas, no quiero divorciarme de ti”. ¡Como si catorce años no fueran nada!
“Durante la era sasánida, el pueblo estaba dividido en dos clases: la clase superior privilegiada y la clase baja del pueblo común”.
¡Escúchennos a los pobres también!
-¿Tú no sabías que Razieh estaba embarazada?
-No. ¿Por qué?
-No. Por nada.
Juro por el Corán que soy un ser humano igual que usted.
Señora, yo ya no tengo nada más que perder en la vida. Dígale a su marido que no me haga hacer cosas de las que me vaya a arrepentir.
¿Qué quieres que haga? ¿Empacar e irme al extranjero?
-Termeh quiere vivir aquí y tiene que ir a la escuela.
-¿Para aprender qué? ¿Peleas y conflicto?
-No. Para aprender a no ser una cobarde como tú. Para no salir corriendo cada vez que alguien le grita.
Dame una razón para irte de este país. Miedo de quedarte.
¿Cómo supiste entonces que la Srta. Qahraei le había dado el número del ginecólogo? ¿No fue durante esa misma conversación?
-Sí, lo sabía. Tu madre dice la verdad. Hablaban en la sala y yo escuché todo desde la cocina.
-¿Por qué entonces dijiste que no sabías?
-¿Sabes lo que habría pasado si lo hubiera dicho? De uno a tres años en prisión. Pensé en lo que te iba a pasar a ti... ¿Con quién ibas a estar? Dije que no lo sabía.
-¿Lo sabías y la empujaste igual?
-Sabía que estaba embarazada, pero en ese momento se me fue de la cabeza. Me olvidé. No estaba prestando atención.
-Diles eso, entonces.
-La ley no entiende de esas cosas. Para ella, uno sabe, o no sabe.
Mírame. Si tú me lo pides, lo confesaré.
Son buena gente. Tratan de encontrar una solución. Acepta el dinero y úsalo para bien.
-¿Qué quiere de mí?
-Que no pague. No pague.
Señora, usted es una persona religiosa. Traiga un Corán y jure que yo fui el causante del aborto.
Vuelve pronto o empezarán a dudar...
¿No le dije que ese dinero era maldito y que no lo queríamos? ¿Cómo voy a vivir ahora? ¿Por qué me ha hecho esto?
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