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críticas chatarras

miércoles, febrero 15, 2012

lo mejor es que te vayas 

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LOS DESCENDIENTES
data: http://www.imdb.com/title/tt1033575

Hay gente que ayuda cuando no están. Eso parece pasar con Elizabeth King, en coma al principio del filme. Matt, su esposo, anhela su despertar para reconstituir los restos de un hogar destrozado. Matt no sabe cómo cuidar de sus dos hijas (una adolescente; la otra, una niña). Marido y padre ausente, Matt no cree que pueda salir adelante, porque no sabe quiénes son sus hijas ni cómo cumplir con ese rol paterno que ha desatendido.

La última escena del filme nos muestra al padre y sus hijas, juntos, mirando televisión. Mucho ha pasado en el medio (además de una película). Han sobrevivido, han añadido un eslabón más a la cadena de los descendientes de los King y han sostenido su lugar en Hawai, el paraíso heredado del que, ahora sí, no quieren desprenderse.

“Los descendientes” tiene el tono irónico patético de las películas de Alexander Payne. Matt, su personaje, conmueve en su torpe intento de recuperar el matrimonio que había perdido antes del accidente. Torpe y vano. Porque hay cosas que no pueden recomponerse. Y el matrimonio de King estaba muerto, aunque sus signos vitales dijeran otra cosa.

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Hay una muda aceptación del personaje central que atraviesa varias etapas: la culpa, el enojo, la mansedumbre y, finalmente, la tristeza del adiós. Sus últimas palabras (“Mi amiga. Mi dolor. Mi alegría.”) son la descripción exacta de lo que significó esa mujer en su vida: el gozo y la pena simultánea. Hay una triste aceptación final que flota en la trama: su muerte es necesaria para unir a Matt con sus hijas, su descendencia. Ella fue la piedra en el zapato, la disconforme nena de papá, subestimando su familia del mismo modo que su propio padre, el abuelo, subestima a yerno y nietas. Su ida aclarará las cosas, acomodará las piezas en el tablero.

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“Los descendientes” es una buena película, una de esas historias emotivas familiares, sin lugares comunes ni soluciones convencionales. Se sostiene en el muy buen elenco, en especial en los protagonistas centrales, George Clooney como Matt y la excepcional actuación de Shailene Woodley como Alexandra, la hija mayor de los King. No es que estemos en presencia de un excepcional guión ni una historia nunca antes vista. Pero con su solidez y corrección, le alcanza para llegarnos al corazón.

Entre las escenas destacadas, nos quedamos con el encuentro de Matt y su hija con Brian Speer; la despedida de Matt a su esposa; el momento en que Matt se entera por su hija de que su esposa le fue infiel.

Mañana, las mejores frases.

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