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críticas chatarras

viernes, agosto 05, 2011

¿cuál es la razón de ese giro? 

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COPIA CERTIFICADA
data: http://www.imdb.com/title/tt1020773

Aires de “Antes del atardecer” en esta obra de Abbas Kiarostami: dos personas paseando por una ciudad, en una larga charla. Lo que empieza como una discusión de arte (la superioridad de la copia sobre el original) se transforma en el diálogo sin esperanzas de una pareja a la que ya no le queda nada en común. No hay futuro para esa mujer y ese escritor: lo que hubo, ya no está por más que ella quiera revivirlo. Alabada por la crítica local, “Copia certificada” se sostiene por sus dos actores y por algunas escenas bien logradas. La sensación final que nos da es que la película cuenta mucho menos que lo que podría haber contado y el resultado no es todo lo satisfactorio que podría esperarse.

“Copia certificada” empieza con una conferencia de James Miller, un escritor que acaba de presentar en Italia un libro sobre arte. Su tesis: la copia es mejor que el original. Miller sostiene que no es el objeto lo importante, sino la percepción que tenemos de él. La conferencia se interrumpe por un llamado en su celular, momento en que entra en escena la protagonista, sentada en primera fila junto al amigo y traductor del libro. La mujer hace más barullo que prestar atención a las palabras del disertante, con el agravante que en un costado apura su hijo menor que quiere salir a comer.

A continuación hay una charla en el comedor, entre la mujer y su hijo. Presten atención a esta charla porque de ella sabremos dos cosas: ella quiere volver a ver al escritor (lo que indica que antes lo conoció) y que no quiso utilizar el apellido del niño al pedir que Miller le autografíe un ejemplar de su libro. Son dos datos que nos sugieren algo. Y que, en nuestra modesta opinión, resuelven la incógnita que tuvo a maltraer a la crítica local: ¿se conocían o no los protagonistas?

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Esa pregunta es central para cierto misterio que impone la trama. Porque lo que sigue del filme, un viaje por un pueblo de la Toscaza con una larga charla entre Miller y la mujer, se divide en dos etapas: una, en la que parecen conocerse recién; otra en la que se tratan como una pareja con muchos años en común. No hay nada en el guión, explícitamente, para saber cuál interpretación es correcta. En algún reportaje, Kiarostami acota que decidió un cambio en el punto de vista del relato. Es un momento de la charla en un café, donde se produce este giro de la historia.

Creemos que el diálogo con el niño señala que la protagonista es la esposa de Miller y que vuelven a verse, luego de estar separados. Pero, si eso es así, no se explica todo el primer segmento de la conversación donde se hablan como si no se conocieran de antes. Ese truco en el modo de narrar enloqueció a la crítica vernácula; que “explicaran” que no es importante si los protagonistas son o no una pareja, indica que no entendieron si son o no una pareja.

En nuestra (nuevamente humilde opinión) es una truco distractivo sin mucha justificación con el desarrollo de la trama. Distracción caprichosa que enrarece lo contado sin agregarle ninguna dimensión dramática. ¿Podemos especular que esa charla que lleva casi toda la película, es un viaje en el tiempo de convivencia de una pareja, desde la primera vez que se conocieron hasta su rompimiento? Podríamos. Es una especulación. No hay nada en el guión que nos indique que eso es más que una presunción, un truco mental para que nos cierre la inconsistencia central de la historia. Lo que nos vuelve a la pregunta: ¿qué necesidad había de plantearlo así? Yo no pude responder esa pregunta. Si ustedes lo encuentran, se agradecen las iluminaciones sobre el punto.

Si apartamos esa rareza argumental, podremos concentrarnos en la dinámica de pareja de los protagonistas. En el enojo encubierto de ella, en cada diálogo; en la suficiencia de él; en el juego de seducción, más o menos encubierto, de los personajes; en los esfuerzos de una para mantener a flote lo que ya no se sostiene. Los mismos ritos que antaño sedujeron (el viaje, la tradición de las promesas de los recién casados a un árbol del lugar, una cena, una caricia), vacíos hoy de significados, son un signo más que recalca la separación.

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Hay un paralelo entre la tesis de Miller de la copia en el arte y la relación amorosa en declive de los protagonistas. La idea de que la sucesión de días a partir del hecho primigenio (la revelación del amor) es una cadena de copias que replica a ese día perfecto. Miller, el lado masculino, se concentra en los días actuales, en las copias que han perdido brillo y esplendor; la mujer se encandila aún con ese amor original que resplandece en el tiempo, pese a que sus rayos están muy lejos para calentar algo. ¿Por qué estar juntos? ¿Por qué afrontar una vida en pareja? Elija el lado de Miller o el de su amada. Y sabrá si seguir o no con esa relación en picada.

Este tipo de historias se sostiene, básicamente, en los actores. Y el gran logro de Kiarostami ha sido elegir a sus protagonistas. La excepcional Juliette Binoche inunda la pantalla con su rostro. La escena en el restaurante se sostiene no en el diálogo, sino en las miradas de Binoche. Todo lo que pasa dramáticamente en esa escena, pasa por los ojos de ella. Y la contraparte es William Shimell, un afamado barítono al que le cabe con comodidad el sayo de actor protagónico. Es el complemento necesario para la brillante actuación de Binoche.

“Copia certificada” no es de amplia recomendación. El público gustoso del cine arte, disfrutará las peculiaridades de este filme. El resto, verá la película bajo su exclusiva responsabilidad.

Vale la pena, aunque sea por esos momentos de Juliette Binoche.

Mañana, las mejores frases.

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