domingo, junio 19, 2011
la culpa es de Magneto
X-MEN: PRIMERA GENERACIÓN
data: http://www.imdb.com/title/tt1270798
La trilogía de los “X-Men” fue la más sólida de las sagas de cómics llevadas a la pantalla grande. La mano de Bryan Singer había logrado templar los ricos conflictos personales de los protagonistas para contarnos una metáfora sobre el ser y la aceptación de los otros. El excepcional elenco original (con Patrick Stewart y Ian McKellen a la cabeza) no opacaba los logros notables del guión.
Terminada la saga, se trató de revivir la historia con dos precuelas. La primera, la de “X-Men Orígenes: Wolverine” se olvidó de todo lo bueno que le antecedía y fue una historia más, hundiendo al personaje más interesante del Universo X-Men. Por eso, la llegada de “X-Men: primera generación” nos agarró (confesamos) con muy pocas expectativas. Y cabe reconocer que fueron infundadas. Matthew Vaughn (director y co-guionista del filme) se cuidó de rescatar el conflicto central de la saga central y pivotear sobre este enfrentamiento conceptual entre Charlex Xavier y Magnetto: luchar por la convivencia y apostar por la tolerancia o asumir la superioridad y arrasar a los que nos discriminan. En términos más sencillos: adaptarse o aplastar.
En esta precuela vemos el comienzo de la historia, cómo se originaron los personajes que serán protagonistas claves del futuro, descubriremos algunos triángulos sugeridos en la saga central y ahora confirmados. Y, jugando este juego, se redefinirá la historia de la Guerra Fría con la participación mutante en la resolución de la crisis de los misiles.
“X-Men: primera generación” consigue, así, ser una digna sucesora (¿o antecesora?) de la brillante trilogía cinematográfica. Y Matthew Vaughn se vale, para eso, de un elenco menos conocido que los anteriores, pero con mucho futuro, un acierto de casting sin lugar a dudas. James McAvoy y Michael Fassbender se lucen en los protagónicos centrales, pero hay que destacar a Jennifer Lawrence como Mistique y la sensualidad de la “Mad Men”, January Jones (babita a la enésima). Kevin Bacon como el villano de turno logra darnos un auténtico malvado de carne y hueso, extremadamente verosímil.
Como en la trilogía central, “X-Men: primera generación” no se deja seducir por los efectos especiales. Ellos están y son centrales en la imaginería visual del filme. Pero están siempre subordinados a la historia que se quiere contar.
Escenas destacadas: el primer encuentro entre Charles y Raven; la batalla final en la que Charles queda herido; el duelo final entre Magnetto y Shaw; la escena inicial en la que Shaw obliga a Eric a mover una moneda con su mente.
El momento patético, único lunar de la película: la escena en un bar tradicional de una montañosa y patagónica... ¡Villa Gesell! ¡Un Google Maps para Hollywood por favor! Error grosero inconcebible en estas épocas de Internet.
Las mejores frases, mañana.
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