jueves, marzo 17, 2011
frases de “Howl”
Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas, arrastrándose por las calles de los negros al amanecer, en busca de un colérico pinchazo, hipsters con cabezas de ángel ardiendo…
A veces me siento al mando cuando estoy escribiendo. Cuando estoy en el fragor de algunas lágrimas de verdad, sí. Otras veces, la mayoría del tiempo, no. Ya sabes, sólo dando vueltas, tallando en la madera, tú sabes, buscando una bonita forma, como la mayoría de mi poesía.
El comienzo del miedo para mí es pensar: ¿qué pensaría mi padre de algo que yo escribo?
No existe la “Generación Beat”. Sólo es un montón de tipos tratando de ser publicados.
Desde muy temprano me di cuenta que, en verdad, nadie se sorprende por nada. A menos que salgas afuera a matar gente, tú sabes… La gente nunca se sorprende realmente por una expresión de sentimientos.
El problema, cuando entras a la literatura, es que hay un montón de escritores que tienen ideas preconcebidas acerca de lo que la literatura se supone que debe ser. Pero sus ideas parecen impedir todo aquello que se hace más interesante en una conversación casual, su homosexualidad, su soledad, su neurosis, su tontería, su vulgaridad o, incluso, a veces, su masculinidad. Porque ellos creen que van a escribir algo que suena como aquello que ellos leyeron con anterioridad, en vez de sonar como algo propio o que venga de sus propias vidas.
¿Qué pasa cuando haces una distinción entre aquello que le dices a tu amigo y aquello que le dices a tu Musa? El truco está en quebrar dicha distinción y aproximarte a tu Musa sinceramente, como te hablarías a ti mismo o a tus amigos. Es la capacidad de comprometerse a escribir de la manera que tú eres.
Señor, usted no puede traducir la poesía en prosa. Por eso es poesía.
-Aquella palabra... “concha”... ¿es ella pertinente para el esfuerzo literario del Sr. Ginsberg?
-Sí. Creo que el uso de eufemismos en la descripción de esto sería deshonesto para el Sr. Ginsberg.
La poesía, generalmente, es una articulación rítmica de sentimientos.
Y un sentimiento es un impulso que se inicia dentro. Cómo el impulso sexual, sabes.
En el momento de la composición, necesariamente no sé qué quiere decir. Suele significar algo más tarde. Después de uno o dos años, me doy cuenta que aquello significa algo claro, inconscientemente. Toma un significado con el tiempo, sabes como una fotografía que se desarrolló con lentitud. Es absolutamente espontáneo. A veces ni siquiera sé si tiene sentido. Otras veces, sé que tiene completo sentido. Me pongo a llorar. Porque me doy cuenta que estoy que estoy golpeando en un área que es totalmente cierta. En ese sentido, capaz de ser leído por alguien y llorar también, quizás, siglos después. En ese sentido es como una profecía, porque toca un punto clave. Quiero decir, lo que una profecía en verdad es, no es saber si la bomba caerá en 1942. Es saber y sentir algo que alguien sabrá y sentirá en cientos de años más...
Aquello fue como si el cielo me bañara en oro. Finalmente alguien me amaba como yo lo amaba y, por primera vez en mi vida, me sentí aceptado completamente.
¡Pesadilla de Moloch! ¡Moloch el sin amor! ¡Moloch mental! ¡Moloch el pesado juez de los hombres!
¡Ellos lo vieron todo! ¡Los ojos salvajes! ¡Los santos gritos! ¡Dijeron hasta luego! ¡Saltaron del techo hacia la soledad!
… pero no podemos traer, aquello que podemos llamar, un hombre promedio para testificar que, cuando lee el libro, no lo entiende. Él no sabe de qué se trata.
El Sr. Ginsberg no elige las palabras que usa para contar su historia, pensando en nosotros. Él cuenta la historia de la manera en que la ve.
La batalla por la censura no será finalmente resuelta por la decisión de Su Señoría. Pero sí se sumará al pensamiento liberal y educado o, por su decisión, agregará combustible al fuego de la ignorancia. Que se haga la luz. Que se haga la honestidad.
El autor de “Aullidos” ha usado esas palabras porque él creía que aquellas son necesarias para ilustrar de manera adecuada el personaje. La gente estima que tales palabras no son necesarias y que otras serían más aceptables para el buen gusto. La respuesta es que la vida no se encasilla en una sola fórmula que obligue a cada persona a actuar de la misma manera, conforme a un patrón único.
No existen dos personas que piensen de la misma forma. Todos hemos sido hechos desde el mismo molde pero de formas diferentes. ¿Habría alguna libertad de prensa o discurso si redujéramos su vocabulario al eufemismo insípido o inocuo?
Un autor debe ser real en el tratamiento de su tema y se le debe permitir expresar sus pensamientos e ideas en sus propias palabras. En la consideración de la obscenidad, es bueno recordar el lema “Honi soit qui mal y pense” : “El mal, al que piensa mal”. Las libertades de expresión y prensa son inherentes a una nación de personas libres. Estas libertades deben ser protegidas si queremos seguir siendo libres, tanto a nivel individual como a nivel nacional. Por lo tanto, concluyo que el libro "Aullidos y otros poemas" tiene cierta importancia social redentora y considero que el libro no es obsceno.
El poema se ha malinterpretado sólo como una promoción de la homosexualidad. En verdad es… es más la promoción de la sinceridad, acerca de cualquier tema. Si eres un fetichista de los pies, escribe acerca de los pies. Si eres un especulador del mercado, puedes escribir acerca del aumento de la curva de ventas o el gráfico del mercado del petróleo. Cuando un pequeño grupo de personas es franca acerca de la homosexualidad en público, aquello rompe el hielo. Cuando la gente es franca acerca de lo que sea, entonces... aquello es socialmente útil.
La homosexualidad es una condición, y debido a que esto me aliena o me aparta y aísla desde siempre, sirve como un catalizador de la autoexploración o un detallado “darme cuenta” de mi ambiente y las razones del porqué todos somos diferentes y porqué yo soy diferente.
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