críticas chatarras

-¿Has estado en Chile?
-Sí.
-¿Sí, cómo es?
-Montañas.
-¿Es todo?
-Era de noche...

Bueno, ¿a quien no le gusta matar en primavera?

No podría ser más diferente de como quería conocerte. Pero verás, a veces estas cosas pasan. Sólo espero que algún día, tú y yo podamos estar sentados en algún lado cómodamente y recordar esto como la gran aventura que es.

No es mi mejor primera cita. Ni la peor tampoco.

-¿Por que tratan de matarme?
-No trato de matarte.
-Sí. Tratas de matarme.
-¿Por qué querría matarte?
-Porque la última vez que nos vimos traté de matarte a ti.
-Eso fue hace mucho tiempo.
-Muchos se aferran a cosas así.
-No trato de matarte. Entonces eso nos hace amigos… ¿cierto?
-Cierto.
-Bien. ¿Puedes quitar ese cuchillo de mis bolas?

-¿Saben lo que anda mal con este país?
-Están tratando de matarnos.
-Exacto.

He pasado muchas veces tratando de matarte, pero ahora estás... Han pasado un par de años. El tiempo pasa. Nos volvemos viejos, las cosas van perdiendo importancia.

Extrañé todo esto. No he matado a nadie en años.

Mato gente, cariño.



-Entonces… cuéntame sobre tu amiga…
-Me hace pensar que en verdad una vida real.
-Francis, eres un romántico.

-Sólo quería decirte que en todos los años que conozco a Francis, nunca lo había visto así. Así que si le rompes el corazón… te mataré. Y lanzaré tu cuerpo a los lobos.
-Vaya. Está bien.

-¿Iván?
-¿Qué tal, conejita?
-Es bueno verte de nuevo, Iván.
-¿Te ha llamado conejita?
-La vida a veces es complicada.

(MOSTRANDO LAS CICATRICES DE TRES BALAZOS EN EL PECHO) Esto ha sido hecho por el amor de mi vida. Parece algo de lo que no se puede volver. Pero no. Ahora ella está sentada afuera de mi casa, bebiendo vodka conmigo. Tres balas en el pecho. Camino con vida. Y ella aún me ama. Al menos perdió la cabeza. Fue un gran riesgo, claro, pero uno hace cosas locas por amor.



No temas por tu amor, mi amigo. Para un pequeño grupo dedicado nada puede ser complejo.

Con la edad, llegas a cierta perspectiva, de ser un mentiroso.

-Tendrá que regresar, Señora o tendré que tratarla como una amenaza.
-(GOLPEANDO A SU INTERLOCUTOR) ¿Quién exactamente es la amenaza?

-Vencí al sistema.
-Te amo.
-Lo sé.