domingo, junio 13, 2010
el regreso de los muertos ángeles
LEGIÓN DE ÁNGELES
data: http://www.imdb.com/title/tt1038686/
“Legión de ángeles” es una película hecha hasta la mitad. Una primera mitad más que interesante, una mezcla del género de los muertos vivos con el western, a partir de una idea inicial que promete: Dios se cansó de los hombres, perdió la fe en la Humanidad y manda a su ejército de ángeles a destruir el mundo. Pero un ángel reniega de la orden dada y resiste, en un bar al paso del desierto norteamericano, a la horda de ángeles – demonios que se proponen matar a un niño por nacer que es la única esperanza de la humanidad. Lo particular es que el puñado de personas que resisten con el Ángel Renegado, es un grupo de perdedores, desconformes de su vida y del mundo, que suscribirían sin dudar la orden ejecutiva divina.
Lo mejor del filme, sin ser un derroche de originalidad, está en esta primera parte. En especial un par de escenas notables, como la de la viejita poseída que trepa por las paredes masticando gente.
Pero entonces, les agarra prisa a los guionistas y la película se derrumba, terminada a los apurones, cerrando cabos sueltos muy convencionalmente y sin ninguna sutileza. A partir del parto (que aparece imprevistamente en la trama, sin ninguna transición), la película pierde el rumbo. Fue como si los autores se hubieran topado por casualidad con las profundas indagaciones existenciales de la historia y que en, el momento de optar, en vez de profundizar la historia de cada personaje con Dios y su destino, hubieran optado por la persecución, los golpes y los efectos especiales de destrucción. Una mala elección sin duda.
No obstante, si nos conformamos con esa primera mitad, podremos disfrutar del muy elenco (que incluye a actores como Paul Bettany y Denis Quaid) y un puñado de frases que seleccionamos especialmente.
Frases de “Legión de Ángeles”:
Una noche le pregunté por qué Dios había cambiado, por qué estaba tan enojado con sus hijos. "No sé" me dijo tapándome con las cobijas. "Supongo que se cansó de tanta mierda".
Ya empezó. No queda mucho tiempo.
-Audrey, tu mamá estaba pensando si te vestiste esta mañana con la intención de mostrarle el culo al mundo.
-Sí, esperaba que me hicieran sándwich dos camioneros drogados, en un baño, a mitad del desierto. Suerte que nos quedamos aquí atorados.
-Me satisface esa respuesta.
Tu madre pensó que estaba loco por querer comprar este lugar, trayéndonos a vivir acá, al quinto infierno. Pero era algo que yo tenía que hacer. Yo tampoco lo podía explicar. Igual que tú. Le dije a tu madre: "Confía en mí. Ya lo verás.
Cuando hagan un centro comercial, como llevan años planeando, va a ser una mina de oro". El único problema es que yo estaba equivocado. Construyeron todo en el otro condado y yo quedé como un estúpido. Te veo cometiendo el mismo error que yo, creyendo en algo que no va a suceder. Escúchame, hijo: es hora de que te vayas de aquí. No quiero que te despiertes un día, viejo y enojado, dándote cuenta de que estás perdido, igual que todos los que paran aquí.
-¿Pero y el bebé?
-Todo está bajo control.
-Pero va a arder.
-¿Qué dijo?
-Dije que tu maldito bebé va a arder.
-Necesito mi Biblia.
-¿Para qué?
-Alguien necesita empezar a rezar.
Es el señor de los helados. Él no parece tan peligroso.
La última vez que Dios perdió su fe en la humanidad, mandó una inundación. Esta vez, mandó lo que ven afuera.
-No sé qué libro has estado leyendo pero, en mi versión, los ángeles son los buenos.
-Me temo que la verdad nunca es tan sencilla.
-No. Esto es una locura, ¿verdad? Yo ni siquiera creo en Dios.
-Está bien, Bob. Él tampoco cree en ti.
-¿Por qué estamos hablando de esto? ¿Ángeles y gente poseída? ¡Eso no existe!
-¿Ya te asomaste afuera, Bob? ¡No son nuestros clientes normales!
El primer ataque fue una prueba de nuestra fuerza. El siguiente será de nuestra debilidad. Lo pueden discutir o me pueden tratar de ayudar. Pero créanme: algo mucho peor viene en camino.
No tienes que morir de hambre sólo porque es el fin del mundo.
Me dieron una orden que no me gustó. Él perdió su fe. Yo no.
Cuando Dios escogió a la humanidad como objeto de Su amor, yo fui el primero en el cielo que le hice reverencias. Mi amor, mis esperanzas para la humanidad, eran como las de Él. Pero los he visto despreciar ese regalo. Los vi matarse por racismo y avaricia, haciendo guerras por ruina y por palabras en libros. Sin embargo, en medio de toda esta oscuridad, veo gente que se niega a someterse. Veo alguna gente que no se da por vencida aún sabiendo que se ha perdido la esperanza. Cierta gente que sabe que cuando estás perdido es cuando más cerca estás de encontrarte. Te veo a ti, Jeep. Tienes 15 años, tu mamá se va. Tu papá se retira del mundo. Y tú te pasas cinco años ayudándole a encontrar su camino a casa. Amas a una mujer embarazada con el hijo de otro y la amas sin pensar en ti mismo, aunque sabes que quizá nunca te corresponda. Por ti, Jeep... es por ti que todavía tengo fe.
-¿Tú lo cuestionas a Él?
-Me cuestiono a mí mismo. Y tú también deberías. Desde su creación, nos ha dicho que los amáramos. No puedo parar.
-Ellos se merecen su sentencia.
-Sólo están perdidos. Nosotros debemos guiarlos.
-Nosotros debemos obedecer.
-Dime, Gabriel, ¿tú deseas ser un hijo que le da a su padre lo que desea o lo que necesita?
¡Te engañé!
-¿Por qué crees que puedo hacer eso? ¿Por qué crees que quiero hacer eso? Si es tan importante, llévatelo tú.
-Porque este viaje es tuyo.
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