miércoles, mayo 19, 2010
frases de “you don’t know Jack”
-No puedes dejar esas decisiones en manos de pacientes, Jack.
-¿Entonces en las manos de quién?
-La medicina es una profesión para sanar no para...
-La medicina también es una profesión de muerte, medicina y medicidio.
No estoy retirado. Retirado significa que ya no estás ocupado en tu profesión. Podré estar desempleado pero estoy ocupado.
-Tardaron meses pero los doctores al final aceptaron desconectarlo del respirador.
-Y que brutal manera de morir.
-¿Brutal?
-Brutal, piénselo. ¿Es diferente a lo que hicieron los nazis en Alemania?
-¿Quiere que imprima eso?
-Como quiera.
-Hablamos de hospitales.
-Los nazis hacían lo mismo. Matar de hambre a la gente. Les quitaban la comida y el agua y los dejaban morir. Y aquí es legal. La Corte Suprema de los Estados Unidos ha validado el método nazi de ejecución.
Matar de hambre a la gente, no, no estoy de acuerdo. Es inhumano. Si las personas pueden morir que las inyecten, rápido. Sin dolor. No deja que se mueran solos.
-Vas a tener que decirle que sí.
-Lo sé, sí ya lo sé.
-Tienes que seguir una estrategia.
-No importan los medios.
-Ellos acabarán contigo.
-¡Al demonio!
-Mira a veces en la vida hay que seguir ciertas estrategias porque tenemos que ser cuidadosos con nuestro objetivo. Nuestro objetivo es importante.
-¿Y ella qué? ¡Al diablo lo que piense la gente! Es lo que mi paciente siente. Ella no sabe que es lo que va a encontrar cada día al verse al espejo. No sabe si se va a ver ella misma o no. Ése es su terror. Es lo que tiene que vivir todos los días… el terror de, de, de... de quedar... perdida.
-Póngale un nombre al fin de la vida.
-Muerte.
Aún no es tarde mi cielo, ¿entiende? Podemos parar ahora. Esto no me ofendería a mí. ¿Entiende? No me ofendería.
Cuando muere un paciente desahuciado, la verdadera vocación del médico se realiza. Cuando hace lo debido, lo que el paciente le pide. Una muerte humanitaria, rápida y sin dolor.
Que sigan afirmando que fue un crimen y demostraremos que son derechos humanos.
Fue torturada en un asilo hasta el día en que murió. Demente, escaras del tamaño de un plato… se le veía la columna a través de ellas. ¿Quién fue para usted? ¿Su madre? ¿Su padre? No veo fotos de ninguno.
-¿Ya no quiere otra celebración de Acción de Gracias con sus hijos?
-No, no quiero. Quiero que se acabe ya.
-Con el éter es lo mismo. Tenemos el éter, ha existido por siglos pero no se usaba. Hasta 1846. Fue descubierto en 1543. Y antes de eso operaban a toda la gente cuando estaban despiertos. ¡Los cirujanos les abrían el cuerpo estando despiertos!
-¿Sabías eso, Jeff?
-No.
-¿Y sabes por que lo prohibieron? Por el dogma religioso. Por la estúpida idea de que Dios Todopoderoso desea que suframos.
-¿Qué les dice a las personas que le dicen Dr. Kevorkian juega a ser Díos?
-Les respondo: ¿y eso qué? Cuando un doctor le da medicinas juega a ser Díos. Porque está interfiriendo con los procesos naturales. Todos esos doctores piensan que son Dios. No deberían pero es cierto. Pero prefiero eso a doctores que estén más interesados en sus acciones en la Bolsa que en sus pacientes.
Personas como Isabel merecen respeto. ¿Por qué tenemos que tratarlos a escondidas como ladrones? ¿Qué es eso? Somos los buenos. Forzar la puerta de un motel con palancas y armas como contrabandistas de alcohol en los ‘20. ¿Cómo crees que se sienten los pacientes? No deberíamos tener que hacer esto en camionetas a la mitad de la noche y abandonar los cuerpos en los estacionamientos de hospitales. No somos criminales, no somos criminales. Los criminales son los que quieren detenernos. A ellos debería darles vergüenza.
-Sólo Díos puede crear y destruir. ¿No tiene religión, no tiene Díos?
-Claro que sí. Sí tengo religión. Y se llama Bach, Johann Sebastian Bach. Y al menos mi Dios no es inventado.
Porque ese es mi nombre. Porque no puedo tener otro en mi vida. Porque no vale el polvo en los pies de los colgados. Como he de vivir sin mi nombre. Les he dado mi alma. Déjenme mi nombre.
Es que él ya... estaba cansado. Entiendes él quería morir ya.
Oh, ya sé lo que piensa. Piensa que es macabro. Sí. Pero igual lo está mirando. Es como la guerra. La guerra es atractiva. Pero después de pasar por una dices eso fue grotesco, macabro, extraño, horrendo.
S¡ está inconsciente tienen derecho de dejar de alimentarlo y dejarlo morir. Pero si está conciente y racional e implora que lo ayuden, que lo dejen morir, decimos no. Decimos no.
¿Cómo es posible que un adulto mentalmente competente no tenga el derecho de mirar a un doctor a los ojos y decirle no puedo más? Ya no tolero más este dolor. Ayúdeme. No aguanto más. ¿Queremos que el gobierno tome esas decisiones por nosotros?
Mantén vivos a los muertos. Los hospitales no ganan dinero de otro modo. Tampoco las farmacéuticas. Si eres rico y tienes dinero, pagas para morir. Pero a los pobres sólo les alcanza aguantarse y sufrir.
-Tengo miedo.
-Ya lo sé, lo sé.
-No tienes idea.
-Claro que sí.
-No tengo miedo por mí bobo, tengo miedo por ti. Tu banda de Kevorkian se ha reducido a nada.
Necesitas más personas en tu esquina, no menos personas de tu confianza. Y la única manera de ganarse la confianza es si te conocen y nadie te conoce. Nadie.
Quiero poner la eutanasia en la mesa. Que las personas decidan si es homicidio o no.
-Esto no es un juego.
-Sí, es un juego. Es un juego que si yo pierdo, lo gano; porque iré a la Corte Suprema. Pondré este debate frente al pueblo donde debe estar.
-¿Por qué no olvidamos el cargo de suicidio asistido?
-¿Qué dices?
-Digo que, lo que fue letal en los otros casos, fueron los familiares testificando, que los jurados escucharan las enfermedades de las víctimas. Cuanto sufrían… esas estupideces. Y si abandonamos el caso y nos concentramos en el homicidio, la viuda, el hermano…
- … no testificarán.
-Precisamente. Y así eliminamos las simpatías en el jurado.
Pero, quiero decir algo. Tengo mucho que decir. Llevo esperando cuatro malditos meses por esta oportunidad.
Usted lo llamará asesinato por piedad. Yo lo llamo diferente. Lo llamo servicio médico para un paciente agonizante sin cura y que está sufriendo.
Veo la emoción y la entiendo. Pero es irrelevante.
La defensa terminó.
¿Ven a un criminal? ¿Ven a un homicida? Si lo ven, entonces deben condenar. Y aceptar el duro juicio de la historia. Y el juicio aún más duro. De sus hijos y de los hijos de sus hijos, si es que un día se enfrentan a esta decisión en su vida. Sólo les pido que piensen en eso.
Usted mismo se invitó aquí para su defensa final. Se invitó al foro equivocado. Nuestra nación tolera las diferencias de opiniones porque tenemos maneras civilizadas y no violentas de resolver los conflictos. Tenemos los medios y métodos para protestar contra leyes que no aceptamos. Puede criticar a la ley, argumentar contra la ley. Hablar en los medios o frente a los votantes. Pero siempre en los límites previstos por las leyes. No puede romperlas ni tomarlas en sus propias manos. Nadie desconoces la controversia y las emociones que existen por el tema del fin de la vida y el control del dolor. Supongo que el debate continuará en un foro calmado y razonable. Después de que este juicio y las actividades de usted se pierdan en la memoria colectiva. Pero este juicio no fue acerca de esa controversia. Este juicio fue por usted, Señor. Ignoró y retó a la legislatura y a la Corte Suprema y más aun faltó a su profesión de médico. El juicio fue sobre la falta a la ley, sobre su falta de respeto hacia la sociedad que existe y florece gracias a la fuerza del sistema legal. Nadie está por encima de la ley. Tuvo la audacia de aparecer en televisión nacional y mostrarle al mundo lo que hizo. Y retar al sistema legal a detenerlo. Pública y repetidamente anunció sus intenciones de desobedecer las leyes de Michigan. Y por eso le pongo una pena máxima de 10 a 25 años. Y ahora, señor, puede considerarse detenido.
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