sábado, julio 12, 2008
el secreto que todos compartimos
UN SECRETO
“Un secreto” es una gran historia contada con refinamiento visual que oculta pocos hallazgos desde el guión. La película no será antológica, pero funciona, principalmente por la fuerza que tiene la historia verídica que cuenta. Un muy bueno elenco (dos diosas incluidas), excelente fotografía y recreación histórica, completan los rubros de una producción que merece agendarse.
Ésta es la historia de Philippe Grimbert, un prestigioso psicólogo francés que escribió una novela en la que, como forma de liberación, reveló un secreto familiar: un secreto ocurrido en la Segunda Guerra Mundial, durante la ocupación nazi en Francia. Un secreto compartido por toda la familia, oculta a él hasta su adolescencia.
La estructura temporal de “Un secreto” se fragmenta, desordenadamente, desde la actualidad (en un pálido blanco y negro) con un hecho en apariencia nimio. Philippe recibe el llamado desconsolado de su madre: su padre Maxime ha sacado a pasear al perro sin correa, con tal mala fortuna, que el pichicho fue atropellado por un auto. El padre se marchó tremendamente angustiado por la muerte de la mascota.
El hecho desproporcionado es la punta del iceberg: Maxime se derrumba ante la mínima muerte. Hay ecos de otras muertes, de otras desapariciones que cargan en su alma, surcadas por la cicatriz de la culpa.
La historia salta a la infancia de Philippe, luego de la guerra. Un puñado de escenas describe la mala relación de Philippe y Maxime, tirantez en la que se adivina la sobreprotección de la madre (mirada con endiosamiento voluptuoso por su hijo) y la decepción del padre (por la falta de habilidad física de su vástago). Y entonces llega el momento de la revelación, en la que la historia salta en el tiempo, antes de la ocupación nazi.
Pese a que las escenas de los distintos momentos se alternan, no hay en ello ningún imperativo dramático. En realidad, estructuralmente, la secuencia de eventos mencionada es la flecha de tiempo de la historia. Y es válida (dramáticamente) porque deja el secreto (el corazón de la película) al final. Su revelación, reasigna significados a lo visto anteriormente.
Un punto fuerte del filme son los protagonistas, todos sólidos, aún los secundarios. Pero las protagonistas femeninas son centrales, con dos diosas de la pantalla gala: Cécile de France (deliciosas tomas en traje de baño) y Ludivine Sagnier (bebota debilidad de esta página). El contrapunto de ambas, entre la cuñada de voluptuosidad reprimida y la esposa de belleza estándar y fertilidad puntual, se desarrolla en la mirada de Maxime (Patrick Bruel).
(Nótese que la mirada es un tema del director Claude Miller en esta adaptación de la novela de Grimbert; obsérvese la mirada del pequeño Philippe cuando mira caminar a su madre, rumbo al trampolín, como replica las miradas de Maxime).
Escenas destacadas: la “entrega” de Simon; el primer encuentro entre Maxime y Tania en la boda del primero; la escena en la que Maxime encuentra el juguete que tiró Philippe.
Frases:
A pesar de ser hijo único, desearía tener un hermano.
-Te he preguntado quién quiere más...
-Él.
-¿Quién es "él"?
-Mi hermano.
-Escúchame. Apoya ese plato. No hay nadie más en ésta mesa. Sólo tú, mamá y yo.
La primera mirada de mi padre dejó su marca en mi. Una y otra vez en el tiempo,
percibí ese amargo destello.
Gente muerta emergió cuyos nombres escuché por primera vez: Hannah, Simon.
¿Dónde están ahora? Nunca pensaré en mi mismo como el primero, el único. Entonces Louise me contó acerca de otros, Robert y Tania. Enfrenté rostros desconocidos a través de un camino de murmullos. Todo el mundo lo sabía,
todo el mundo había amado a Simon. Y nadie me lo había dicho.
Diez años antes que yo, Simon frecuentaba los mismos lugares que yo. Pero, a diferencia mía, él veía admiración en los ojos de sus padres.
Su trabajo es vender vestidos. No ser judía.
-Hemos sido franceses por años.
-Para ellos somos sólo judíos.
Nadie puede decirme porqué deberíamos estar orgullosos de ser judíos...
Deberás responder a esto en el Reino de la Verdad. Allí, ningún pecador será absuelto.
Él es mi hijo.
¿Ves lo que Brasillach escribió acerca de los judíos? “Limpia todo eso. No olvides a los niños”.
CONSEJO: esperar al DVD.
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