domingo, diciembre 30, 2007
gatillo disparador
DESPUÉS DEL CASAMIENTO
Cuando se observan tantos ejemplos del cine argentino en los que cuesta entender qué quisieron contar, uno no puede dejar de sorprenderse por esta condición genética del cine nórdico: plantear desde el vamos un fuerte gatillo disparador de la historia. Es raro encontrar divague. En general, vamos a los bifes con una buena escena de choque dramático que lanza la historia de ahí en adelante. Después, con mayor o menor fortuna, los personajes chocan unos contra otros, mecidos por la ola de ese tsunami primigenio.
“Después del casamiento” es un ejemplo de este tipo de estructura. No es un filme brillante, pero funciona y logra prendernos. Jacob es un danés que vive en la India, realizando tareas sociales para los niños pobres. Un día es llamado por la directora del centro comunitario que le informa que han conseguido un donante danés pero que el tipo, antes de desembolsar los morlacos, quiere que su compatriota vaya a Copenhague y lo interiorice del proyecto. Jacob patalea pero cede, ante el inminente cierre del comedor por falta de fondos. Una vez en su patria natal, Jacob se entrevista con el donante, Jorgen, un empresario millonario que quiere charlar más el proyecto de donación. Para eso, lo invita a la boda de su hija Anna.
Jacob asiste a la boda con cara de aburrido y allí recibe la primera sorpresa: conoce a la madre de la novia. La segunda se da con el discurso de la novia (no diremos cuál es). Pero, en un momento, la vida de Jacob cambia y comprende que la invitación a Copenhague tenía un propósito oculto. A partir de allí, la trama avanza en la búsqueda de revelar cuál es el verdadero motivo de Jorgen para traer a Jacob, otra vez, a la vida de su esposa e hija.
Con ese disparador, Susanne Bier (directora y co-guionista) despliega una historia sostenida en los actores (todo el peso, en la máscara impertérrita de Mads Mikkelsen (el villano de “Casino Royale”) y en movimientos casi documentales de la cámara, con muchos primeros planos.
Efectiva, entretenida, sin romper los moldes, “Después del casamiento” es una buena muestra de ese cine hecho con historias en la que a los protagonistas les pasa algo. Una lección que no vendría mal tomar en estas tierras.
Escenas destacadas: el discurso de la novia, en la boda; la revelación de Jorgen a Jacob; la escena final de Pramod rechazando la oferta de Jacob (triste decepción para el personaje, certificación que no tenía a nadie en su vida); el abrazo de Jacob con Anna, la joven novia.
Frases (¡ojo! Puede haber pistas sobre el filme):
-¿Hay sólo gente rica dónde vas?
-Si.
-¿Nadie es pobre?
-No, algunos tienen más que otros.
-Si fuera rico, sería feliz.
-Lo sé, pero esa gente es idiota.
-Odias a los ricos, Sr. Jacob. ¿Es porque viven en casas alejadas por lo que la gente está alejada?
Tuve un padre. Has sido el mejor padre que cualquiera pudiera desear. Y si hubiera podido elegir, te hubiera elegido a tí, papá, fueras mi padre o no.
-Simplemente no puedo creer que me hicieras esto.
-No he hecho nada. ¿Qué he hecho?
-¿Es mi hija?
Probablemente tenga buenas intenciones, pero no puedes confiar en él. Quiere salvar a todos, pero...
-¿Tengo hermanos o hermanas?
-No, en realidad no.
-¿Qué quieres decir?
-Hay un niño pequeño en el orfanato llamado Pramod.
-No podemos servirle cuando está tan borracho.
-¿Tan borracho? Si sólo he empezado.
-Es una política que tenemos.
-¿Una política? ¿Una política? Ese es un pésimo argumento. Si quieres entrar en el mundo debes tomar decisiones. Cuando rompes políticas, demuestras decisión.
-Si, y creo que usted debería irse a casa.
¡Mírame, Jacob! ¿No ves que todo esto tiene un propósito? Tienes una responsabilidad aquí, Jacob. ¿Tengo que vivir del otro lado del mundo para que me ayudes?
Anna, no debes llorar ahora. Te dolerá pero el dolor pasará, tal como todo lo demás.
Pero diré, que a pesar de que no siempre puedas sentirlo estoy extremadamente feliz de que estés conmigo. Eres noche y día, el cielo y los mares para mí. El tiempo que paso contigo y nuestros fantásticos hijos confirma exactamente lo que he dicho. Cada conocido, cada amigo, cada persona que tiene un lugar en nuestro corazón. Es el tiempo con ellos lo que realmente vale algo. Nada más importa. Aparte de la empresa, por supuesto.
Este es sólo el comienzo, Helene. Se pondrá peor de ahora en adelante.
-¿Te gustaría venir a vivir conmigo a Dinamarca?
-No sé. No creo. Puedes venir a visitarme tanto como queramos. Pero quiero quedarme aquí. Aquí todo es tan bueno ahora. No quiero vivir allí. No te gusta la gente de allí. Tú mismo lo dijiste.
-¿Quieres salir a jugar?
-Si.
-Ve.
CONSEJO: se puede esperar al DVD, pero agendarla.
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