sábado, julio 21, 2007
liviana como burbujas de champagne
LO MEJOR DE NUESTRAS VIDAS
Comedia muy pero muy liviana, una auténtica liviandad francesa. Película coral, alrededor del arte y del amor, filme que se escurre entre las manos y nos deja un sabor agridulce: no está mal, pero pudo ser mucho más de lo que finalmente fue.
“Lo mejor de nuestras vidas” transcurre en París, en un café sobre la avenida Montaigne con un personje (Jessica, la camarera del bar) nexo central del puñado de historias que ocurren en los vecinos sitios artísticos. Un inversionista que decide poner a remate su colección de arte, para disgusto de su hijo que le reprocha su romance con una mujer más joven (que supo ser su novia); una actriz acelerada que muere por hacer el papel de Simone de Beauvoir, en una película que un director norteamericano tiene entre manos; un concertista que quiere dejar de dar conciertos, para disgusto de su esposa; una empleada de un teatro, fanática de Gilbert Bécaud, a punto de jubilarse. Enlazando esas historias, yendo y viniendo, aportando información y recibiéndola, está Jessica, una joven sencilla que toma un puesto de moza en un café cercano a la sala de conciertos, a la casa de remates y al teatro en las que se cruzan los protagonistas.
Lo mejor que tiene “Lo mejor de nuestras vidas” es la ligereza del diálogo y la simpatía del elenco (se destaca Valérie Lemercier, como la actriz acelerada). Pero esa misma ligereza es lo que tiene en contra. El filme termina no hablando de nada, aunque hay una ligera idea dando vuelta sobre el mundo artístico y el lugar de privilegio de los que están en esa posición, aunque todos ellos se sientan frustrados y quieran estar en otro lugar. Tal vez todo se resuma en el deseo de su protagonista central, hallar una butaca que no esté, ni demasiado ni demasiado lejos, un elogio a la medianía y a vivir plenamente lo que toque vivir, sin desperdiciar el tiempo en planes épicos y metas históricas.
Escenas destacadas: la escena del concertista quitándose la camisa en el concierto; el almuerzo entre la actriz y el director norteamericano (Sydney Pollack); el desempeño en la función de teatro de la actriz.
Frases destacadas:
Yo adoraba las joyas. Van Clef, Boucheron, Cartier, ¡me hacían soñar! Una mañana, agarré mis cosas y me fui a París. ¡Golpee todas las puertas! Y como no estaba calificada, terminé en el Ritz, ¡limpiando baños! Siempre me gustó el lujo. Y como no tenía medios para vivir en el lujo, decidí trabajar dentro de él.
-Él tiene una lista y no quiere a nadie más.
-Sí, bah, Binoche, Baye, Adjani. Conozco esa lista.
-Y Bellucci, también.
-¿Para interpretar a Simone de Beauvoir? ¿Por qué no Sofía Loren?
Yo no soy maníaca-depresiva, Soy ciclotímica. Ni tiene nada que ver.
Un día si quiere dejar de ser mesonera, todo el mundo la comprenderá. Pero si es pianista... ¡nadie lo entiende! Ni siquiera usted, que jamás va a los conciertos.
Lo más gracioso es que hoy puedo venderlos... pero no podría comprarlos más.
¿Entiendes lo que quiero decir? El problema no es encontrar las frases de hoy.
El problema, si puedes hacerlo Catherine, el problema es encontrar el tono de hoy, con las palabras de ayer.
-¡Cuantas veces tengo que repetirte, que no hay ninguna psicología en Feydeau!
-¡No digas tonterías! ¡Su madre era una judía polaca!
Mi gran historia de amor fue con tu madre. ¿Entonces que hago ahora? ¿Vivo o muero? Bien, estoy viviendo. OK, es muy joven, eso te molesta... ¿por qué es más alta y más delgada que tu mujer?
Sabes, Frederic, llega el día en que el tiempo que pasa se vuelve el tiempo que te queda. Ves las cosas de diferente manera. Una nueva vida es como una casa.
A tu edad, se construye. A la mía, se compra.
Creo en Dios, pero creo que las religiones son las peores barreras entre Dios y los hombres. Como, por otra parte, los conciertos clásicos entre la música y los hombres.
¿El animal que yo prefiero? El pavo real. Porque es similar a los solistas en el escenario: muy bonitos y muy estúpidos.
-¡Catherine Versen! ¡La adoro! Me perdí ese episodio.
-¿Usted la adora? ¿Por qué?
- No lo sé... ¡Es todas las mujeres a la vez!
Un hombre que es tan caliente con su amante, no tiene porqué dejar a su mujer.
Hay dos categorías de personas. Aquellas que dicen, cuando suena el teléfono “¿Quién mierda puede ser?". Y, aquellas como yo que dicen, “¡Vaya! ¿Quién podrá ser?".
No es exactamente una telenovela, la llamamos "grabar y ganancias".
-La vida de Feydeau fue increíble... murió loco, en un sitio para lunáticos... Y su madre fue una judía polaca, ¿lo sabía?
-¿Oh sí? La mía también.
-+Sartre era un mal polvo, es todo. Mal cogedor. Y un pequeño burgués. ¡Es ella la aventurera! ¡Porque ella lo quiere! Ella lo ama de tal manera que lo deja coger con un montón de estúpidas, supuestamente con su bendición, pero sufriendo bastante, aún pasando por lesbiana para librarlo de sus amantes que vienen a buscarlo. ¿es... es una forma de cuidarlo, no?
Ella tiene todas las edades. Míreme, yo tengo todas las edades. Es el rol de mi vida. Beauvoir soy yo. La tengo en la sangre. No escuche todas las tonterías que se dicen de mí. Estoy en la TV, ¿y qué? Soy popular, ¿y qué? ¡Por favor, no ahora! La gente me ama, ¿y qué?
Gracias a esta colección construimos un dique contra el aburrimiento, contra el tiempo... como dos castores, agregando ramita tras ramita...
Estoy condenada a la TV en hora de mayor audiencia por el resto de mi vida.
-Para mí también es simple: ella está a punto de irse.
-Para mí es todavía más simple: ella ya se fue.
Feliz subasta. Espero que obtengas tus orgasmos.
-¿Qué estás buscando?
-Un buen lugar en la orquesta, ni demasiado cerca, ni demasiado lejos. ¿A su lado no hay un lugar libre?
¡Todos tenemos problemas! No tiene más infelicidad que otro. ¡Cuál es su excusa, no es ni pianista, ni artista, ni rico ni nada!
Declaraciones de guerra, declaraciones de amor, todo al mismo tiempo. Es demasiado fácil. Tanto como tu strip-tease ante la audiencia...
CONSEJO: esperar al video, sin apuro.
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