martes, marzo 20, 2007
melomusical
SOÑADORAS: DREAMGIRLS
“Dreamgirls” es la adaptación cinematográfica de una comedia musical inspirada en la historia del grupo The Supremes, caballito de batalla del sello Motown que consagró a Dianne Ross e impuso en la industria discográfica, el estilo de Detroit, bandera de reafirmación de la comunidad afroamericana. Pese al gran tema y al notable elenco, “Dreamgirls” no pasa del melodrama banal y deslucido. Ni desde lo musical, ni desde lo estético, ni desde lo actoral, el filme trasciende. Apenas la consagratoria actuación de Jennifer Hudson que se pone en el bolsillo a los otros cucos con los que comparte la pantalla.
“Dreamgirls” es la historia de un sueño: imponer a una figura negra en la industria discográfica manejada por los blancos. El hacedor de ese sueño es el manager del grupo Dreamettes, Curtis Taylor Jr. (el alter ego de Berry Gordy). Curtis lleva a tres jóvenes coristas negras que hacen sus primeras armas en los escenarios, a la cumbre del éxito. Pero en el trayecto, Curtis irá tirando, uno a uno, principios estéticos y éticos. De eso se trata el filme: de hasta qué punto hay que ceder para triunfar. De, en qué punto, la victoria termina siendo una completa derrota.
Las falencias del guión de “Dreamgirls” están en la falta de rigor dramático de la historia romántica que subyace a esa línea principal (el deseo del triunfo histórico). Hay un agravante que empantana la progresión dramática del romance entre Curtis y Effie: lo mal que trabaja Jaime Foxx en esta película. Su actuación es un monumento al piloto automático. Le falta absoluta convicción. Cuesta reconocer en ese actor, al mismo protagonista de “Colateral” o “Ray”, para poner dos ejemplos cercanos. Y si luce mucho peor es responsabilidad de lo muy pero muy bueno que es lo de Jennifer Hudson. El desnivel es demasiado notorio.
Cuando la película baja a Hudson de pantalla, para darle minutos a la descafeinada Beyoncé Knowles (recuerden quién es la estrella pop actual y quién ganó “American Idol”), “Dreamgirls” se pierde irremediablemente. Si hasta la mitad, la película se sostenía por esta descripción de cómo se llega desde la nada a la cima, tras la ida de Hudson de las Dreamettes, el resto es caída libre. Golpes de timón para simular que hay una trama.
Tampoco las canciones superan la intrascendencia media ni se observan hallazgos estéticos. Una mención a la valiosa participación de Eddie Murphy, en un papel pobremente delineado.
Escenas: el debut de las Dreamettes; la secuencia musical en la que “convencen” a Effie de seguir en el grupo; la ruptura con las Dreamettes.
Frases:
-Estuve casado. Hace tiempo.
-¿Era ella una de esas dulces chicas tranquilas? ¿O una verdadera mujer?
-En realidad, me casé con una dulce chica... que después se volvió una verdadera mujer como tú.
Yo, Effie, tengo talento, pero hago los coros de otro cantante. ¿Qué hago aquí ganando una miseria cuando puedo cantar? Y alguien como Martin Luther King Jr. tiene su propio álbum. Digo... ¿Puede cantar?
Si un negro se muda a mi vecindario, tiene dinero. Así es.
Finalmente tenemos nuestra propia presentación. ¿Y Deena será la voz principal? Ella no canta como yo.
Deena es hermosa y siempre lo fue. Pero yo tengo la voz, Curtis. Yo tengo la voz.
-Tu voz es muy especial, pero necesitamos un sonido más suave para atraer a más público. Eso necesitamos.
-¿Qué hay con lo que necesito?
-Curtis dice que es lo mejor para el grupo.
-¿Qué hay con lo que es mejor para mi?
-Se podrán cumplir sus sueños.
-¿Qué hay con mis sentimientos?
-Serán famosas. Se los aseguro.
-Me puede hacer la misma pregunta. Mi respuesta siempre será la misma. La única cosa que sé hacer es cantar. No sé hacer nada más. No, no busco un trabajo.
-Es el mensaje de la canción.
-Dice la verdad. La gente en las calles está enojada.
-Estoy enojada. Mi hermano está en Vietnam en una guerra sin sentido. Estoy enojada por eso.
-¿Lo ves, Curtis? Se supone que la música expresa los sentimientos.
-La música es para vender. Olvídense de eso.
Es verdad que esta confundido. No sabe que sólo un hombre desesperado canta lo que quiere y se baja los pantalones en televisión.
Esto es lo que me has estado pidiendo. Un nuevo sonido. Va a ser mejor que R&B y rock juntos.
Me detuviste una vez. Pero no volverá a pasar. Al final yo voy a ganar.
¿Por qué? ¿Te pertenezco? Puedes tomar todo lo que tengo. No me importa, porque ya dejé de amarte.
CONSEJO: dejar pasar.
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