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EL BUEN PASTOR

El guión de Eric Roth (“Forrest Gump”, “Munich”, “El informante”) trabaja la historia de Edward Wilson en dos tramas paralelas. Los días previos y posteriores de Wilson al fracaso norteamericano en Bahía de Cochinos y el racconto del joven Wilson, desde su ingreso a la cofradía secreta universitaria. Las dos tramas paralelas convergen en el final, tras el tropezón en Cuba. La última escena, retoma el primer punto de la historia de Wilson: una carta y un secreto. El primer y el último secreto en la vida de Edward Wilson.

Dramáticamente justificada, esta fractura temporal en la vida de Wilson tiene un sentido: no olvidarnos cuán distinto es el hombre que fue Wilson al hombre que efectivamente terminó siendo. Son dos personajes, pero la misma persona. Un recordatorio que uno nunca es lo que fue, que somos la sucesión de perfectos desconocidos, apenas parecidos.



“El buen pastor” (dirigida por Robert DeNiro) es, sólo en apariencia, la historia de la construcción de la CIA. En realidad, es la historia de la anulación emocional de un hombre que ha elegido un destino que descubre, sólo al final, no sirve absolutamente a los intereses de nadie. Una vida sacrificada a una causa tan anónima como infame. Con un excepcional trabajo de Matt Damon, en la piel de ese impenetrable Edward Wilson, “El buen pastor” es uno de los muy buenos filmes de la pantalla local.

Así como la historia se trabaja en dos líneas, el viejo Wilson anhela recuperar al joven Wilson que se balancea en torno a la figura de Laura (Tammy Blanchard), la sorda, el verdadero amor en la vida del protagonista. Del espía al profesor de poesía, del marido de la mujer de clase alta, al esposo de la chica sencilla de clase obrera, del hombre tras el poder al hombre noble sin trascendencia. Esos extremos tientan al personaje, hasta que haya cerrado todas las puertas tras sí.



Lamentablemente, no es un filme de consumo amplio, porque exige un bagaje de conocimientos previos del espectador, para poder disfrutarlo. Hay que conocer lo que fue la Guerra Fría, la sorda lucha del espionaje de posguerra, el clima de paranoia, las teorías de la conspiración, el poder detrás del poder. Toda esa información paralela es imprescindible para seguir la trama histórica de “El buen pastor”. Es el mayor impedimento que puede surgir. Pero si usted es un espectador munido de esa data, no deje pasar esta historia.



Junto a Matt Damon, el filme cuenta con muy buenas actuaciones: Michael Gambon, William Hurt, Alec Baldwin, el mismo De Niro, John Turturro y la belleza de Angelina Jolie (más linda que nunca). Otro rubro fuerte es la fotografía de Robert Richardson (el mismo de “El aviador” o “Kill Bill”).

Escenas destacadas: la última charla entre Wilson y el Dr. Fredericks, el maestro de poesía de Wilson, antes de caminar debajo del puente; el encuentro de Wilson con su hijo, la mañana de la boda, en la puerta de la iglesia; el primer encuentro entre Ulises y Wilson; el encuentro entre ambos, en Marruecos; la escena final, en la que Wilson lee la carta de suicidio de su padre.

Las frases, mañana.

CONSEJO: ir a verla.