miércoles, febrero 28, 2007
maratón en la selva
APOCALYPTO
Si los críticos no tuvieran la crítica escrita, mucho antes de ver una película de Mel Gibson, deberían destacar la capacidad de este director para la recreación histórica a gran escala. Aún en este caso, mezclando algunos hechos históricos, recreando una supuesta civilización maya, “Apocalypto” nos mete en la vida cotidiana de una ciudad precolombina. Este es el punto más fuerte de una buena película, con algunos baches de guión, pero que se deja ver con atención en sus más de dos horas de proyección.
“Apocalypto” es la historia de Garra de Jaguar, un joven cazador con esposa, un hijo y otro en camino, de una tribu de cazadores primitivos de la época precolombina, que son cazados para ser utilizados por un pueblo evolutivamente “superior” como esclavos (en el mejor de los casos) o como sacrificio para sus dioses (en el peor). Pese a su situación desesperada, Garra de Jaguar tiene un solo objetivo: volver con su familia y protegerla de sus captores.
El guión de Mel Gibson y Farhad Safinia tiene dos segmentos muy claros. El primero (dramáticamente superior) que es la visión de una sociedad que se cree poderosa y eterna y está sólo a meses de ser borrada de la faz de la tierra. El segundo segmento (más convencional) es una persecución de cazadores en la selva, jornada en la que la presa no es otro que el protagonista, Garra de Jaguar. Aunque visualmente sea la parte más atractiva (vertiginosa desde la edición), es la mitad más floja del filme, porque la acción no surge del conflicto dramático. Corren mucho y emocionan poco. Por eso, “Apocalypto” termina pareciendo inferior a cómo empezó y nos deja una sensación de una historia a medias. Es buena (mucho menos violenta que lo que han clamado los críticos locales) pero dista de la obra maestra que pudo ser.
En ese primer segmento, están las ideas más interesantes del filme. Es inevitable comparar la perorata del político sacerdote al pie del altar de sacrificios, con la actual dirigencia norteamericana. El destino manifiesto y la atribución de querer dominar el mundo por siempre trae ecos demasiados actuales para que la comparación sea accidental. Más aún, cuando vemos el desprecio por la vida humana que tiene ese imperio, el maltrato al medio ambiente y la profundización de los errores que acarrearon esos males, dogmáticamente sostenidos como virtudes. La aparición de los españoles no es más que la leve brisa que tira abajo el castillo de naipes. Esa sociedad ya estaba corrompida, de tal modo, que su fin era inexorable.
Esta línea de la película se pierde durante la persecución en la selva, pero se recupera en la última línea del filme, cuando los protagonistas deben decidir si quedarse y ver qué traen los españoles o buscar otro lugar en la selva. “Buscar un nuevo comienzo” sentencia el protagonista, como un axioma de vida. Todo imperio trae su nueva carga de sojuzgamiento. Los españoles sólo reemplazarán la tiranía maya. Nuevas crueldades y ambiciones sin límite esperan a aquellos que no busquen un nuevo inicio.
Música, fotografía, un elenco creíble, muy buena edición. Los otros pilares de una película que no alcanzó su potencial. Escenas destacadas: la secuencia de los sacrificios; la escena del ataque a la aldea; el encuentro con la nena que profetiza el fin del imperio. Las frases en un post de mañana.
CONSEJO: se puede esperar al video.
Comments:
Publicar un comentario