jueves, diciembre 07, 2006
frases de "La verdad incómoda"
Lo prometido: las mejores frases de “La verdad incómoda”, el documental de Al Gore Jr.
Yo soy Al Gore. Solía ser conocido como el próximo presidente de los Estados Unidos.
Llevo tiempo tratando de hablar de esto. Siento que he fracasado en comunicar el mensaje. Dediqué mucho tiempo a la política. Estoy orgulloso de lo que hice. Hay gente buena, políticos, en ambos partidos, que se distancian de esto, porque si lo aceptaran y lo reconocieran, la obligación moral de hacer cambios sería ineludible.
Se la enseño porque les quiero contar una anécdota de dos maestros. Uno que no me gustaba mucho y otro que fue un héroe para mí. Yo tuve un maestro que enseñaba geografía poniendo un mapa del mundo enfrente del pizarrón. Un compañero mío levantó la mano y señaló el contorno de la costa oriental de Sudamérica y señaló la costa occidental de África y preguntó: "¿Alguna vez encajaron esos dos?" El maestro dijo: “¡Claro que no! ¡Es lo más ridículo que jamás he oído!". Ese estudiante se convirtió en un drogadicto y holgazán. El maestro se convirtió en Consejero de Ciencias del gobierno actual.
“Lo que nos mete en problemas no es lo que no sabemos; es lo que sabemos con seguridad pero que no es así". Este es un concepto clave porque hay otra suposición semejante, que mucha gente tiene sobre el calentamiento global, que simplemente no es verdad. La suposición va más o menos así: la Tierra es tan grande que no podemos tener un impacto dañino duradero sobre ella. Quizá fue verdad en algún momento. Pero ya no.
Después de los primeros 7, 8, 9 años podías ver el patrón que se estaba desarrollando.
En menos de 10 años, ya no existirán “Las Nieves del Kilimanjaro".
Hay un mensaje... Está pasando en todo el mundo. Y el hielo tiene historias que contarnos.
Cuando estuve en la Antártida, vi núcleos como este. Un tipo dijo: "Aquí es cuando el Congreso de Estados Unidos pasó la Ley de Aire Limpio". No lo podía creer pero podías ver la diferencia a simple vista.
A fin de cuentas, esta no es una cuestión política tanto como una cuestión moral. Permitir que esto pase, es deshonesto.
Yo tenía tanta fe en nuestro sistema democrático de autogobierno que pensaba y creía que el relato iba a ser tan impactante que causaría un cambio dramático, en la postura del Congreso. Pensé que ellos se iban a sobresaltar. Pero no fue así. Las luchas, las victorias que no son realmente victorias... las derrotas que no son realmente derrotas... pueden servir para aumentar la importancia de un paso trivial hacia delante, exagerar la aparente importancia de algún revés gigante.
Mi manera de estar en el mundo, todo cambió para mí. ¿Cómo debo pasar mi tiempo sobre la Tierra? Intensifiqué mis esfuerzos... traté de aprender más profundamente.
La posibilidad de perder lo más preciado para mí, me hizo obtener una habilidad que quizá no tenía antes. Pero cuando lo sentí, sentí que realmente podíamos perderlo. Lo que damos por sentado quizá no esté aquí para nuestros hijos.
Y una cuestión que nosotros, como pueblo, necesitamos decidir es cómo reaccionar cuando nos llegan advertencias de los mejores científicos. Hubo otra tormenta en los años 30, de otro tipo. Una tormenta horrible, sin precedente en Europa y Winston Churchill le advirtió al pueblo de Inglaterra, que era distinto a todo lo que había sucedido antes y que tenían que prepararse. Y mucha gente no lo quería creer. Y se puso muy impaciente con todas las vacilaciones y dijo esto: “La época de las dilaciones, de medidas parciales, de recursos calmantes e inesperados, de retrasos, está terminando. En su lugar estamos entrando en un período de consecuencias".
Los errores cometidos en generaciones y siglos anteriores tenían consecuencias que podíamos superar. Ya no podemos darnos ese lujo. Nosotros no lo pedimos, pero aquí está.
Los lugares donde vive la gente fueron escogidos debido a los patrones del clima, que han sido constantes en la Tierra,, desde el final del último período glaciar, hace once mil años. Aquí, en esta granja, los patrones están cambiando. Y parece gradual en el transcurso de una vida humana. Pero en el transcurso del tiempo, definido por este río, está pasando muy, muy rápidamente.
Eso no va a volver a suceder porque los glaciares de Norteamérica no existen.
¿Hay algún otro bloque de hielo grande cerca de ahí? Ah, sí.
Es sumamente frustrante para mí... comunicar esto una y otra vez, tan claramente como puedo y que nosotros sigamos siendo, por mucho, el peor contribuyente al problema. Miro a mi alrededor y busco señales significativas de que nos disponemos a cambiar. No los veo en este momento.
Estamos lidiando con algo sumamente emocional.
Si un problema no está en la punta de la lengua de sus votantes, es fácil para ellos ignorarlo.
Este es hielo flotante y hay hielo terrestre en las pendientes de esas montañas.
De aquí a las montañas son unos 30, 35 km. Creían que esto estaría estable 100 años, aún con el calentamiento global. Los científicos que estudian estas capas de hielo se quedaron boquiabiertos cuando vieron estas imágenes. A partir del 31 de enero de 2002, en un período de 35 días, esta capa de hielo desapareció completamente. No tenían idea de cómo pasó tan rápido.
Piensen en el impacto de 200 mil refugiados cuando los desaloja un suceso ambiental. Y luego imagínense el impacto de 100 millones o más.
La zona donde quedaría el monumento del World Trade Center estaría bajo agua.
¿Debemos prepararnos contra otras amenazas además de los terroristas?
Nos cuesta trabajo desprendernos de los patrones familiares, en los que hemos confiado.
Estamos presenciando un choque entre nuestra civilización y la Tierra.
Piensen en esta fórmula: Viejos hábitos más vieja tecnología, tienen consecuencias predecibles. Viejos hábitos, difíciles de cambiar, más nueva tecnología, pueden tener consecuencias muy alteradas.
Tenemos que pensar de otra manera sobre la guerra. Porque las nuevas tecnologías transforman tanto las consecuencias de ese viejo hábito, que no podemos continuar los patrones del pasado.
Así que debemos examinar nuestra manera de pensar. Nuestra manera de pensar es el factor final que cambia nuestra relación con la Tierra. Si una rana salta a una olla de agua hirviendo, sale enseguida porque siente el peligro. Pero la misma rana, si salta a una olla de agua tibia .que está calentándose poco a poco, se queda ahí y no se mueve. Se quedará ahí, aunque la temperatura siga subiendo y subiendo. Se quedará ahí hasta ser rescatada. Es importante rescatar a la rana. Pero la cuestión es ésta: nuestro sistema nervioso colectivo es como el de la rana. Necesitamos una sacudida antes de percibir un peligro. Si parece gradual, aunque esté pasando rápidamente, somos capaces de quedarnos sentados sin responder y sin reaccionar.
La idea de que nosotros habíamos sido parte de ese patrón económico, que produjo los cigarrillos, que produjeron el cáncer fue muy dolorosa a muchos niveles. Mi padre, que había cultivado tabaco toda su vida, lo dejó. Todas las explicaciones que habían tenido sentido en el pasado dejaron de tenerlo. Él paró. Es parte de la naturaleza humana tardar en hilar un razonamiento. También sé que puede llegar un día de rendir cuentas en que quisieras haber hilado el razonamiento más rápido.
El concepto de que hay un desacuerdo sobre los hechos ha sido creado deliberadamente por un pequeño grupo de gente. Uno de sus memorándums internos fue revelado. Esto es lo que decía, según la prensa. Su objetivo es: "Reclasificar el calentamiento global como teoría en vez de un hecho".
“La duda es nuestro producto ya que es la mejor manera de crear controversia entre el público".
Recordarán que hubo 928 artículos revisados por científicos. Cero por ciento rechazó el consenso sobre el calentamiento global. Hubo otro estudio de los artículos en la prensa de los últimos 14 años. Vieron una muestra de 636. Más de la mitad decían: "No estamos seguros. Puede ser un problema, puede que no". Con razón la gente está confundida.
Los científicos tienen una obligación independiente de respetar y presentar la verdad que ven. ¿Por qué se contradice directamente en el testimonio que está dando sobre esta pregunta científica?
Hace más de cien años, Upton Sinclair escribió: “Es difícil hacer que un hombre entienda algo si su salario depende de no entenderlo"
El segundo concepto erróneo: ¿hay que escoger entre la economía y el ambiente? (…) Esta es una elección falsa por dos razones. Número uno: si no tenemos un planeta... La segunda es que si hacemos lo correcto, vamos a crear mucha riqueza y muchos trabajos porque hacer lo correcto nos mueve hacia adelante.
Me fijé una meta: comunicar esto muy claramente. Y tengo fe que pronto, suficientes mentes cambiarán de parecer, para cruzar un umbral.
Última idea errónea: si aceptamos que este problema es real, quizá sea demasiado grande para poder hacer algo. Hay mucha gente que pasa directo de negación a desesperación, sin detenerse en el paso intermedio: hacer algo acerca del problema.
Tenemos todo lo que necesitamos excepto, quizá, voluntad política. ¿Pero saben qué? En Estados Unidos la voluntad política es un recurso renovable.
Tenemos la capacidad para hacer esto. Cada uno de nosotros causa calentamiento global. Pero todos podemos hacer cambios con las cosas que compramos, la electricidad que usamos, nuestros coches. Podemos decidir bajar las emisiones de carbono a cero. Tenemos las soluciones en nuestras manos. Necesitamos la determinación para ponerlas en vigor.
Finalmente, la cuestión se reduce a esto: ¿somos capaces de elevarnos por encima
de nosotros y de la historia? El pasado indica que tenemos esa capacidad. Formamos una nación, hicimos una revolución y creamos algo nuevo en la Tierra: una nación libre que garantizaba la libertad individual. Estados Unidos tomó una decisión moral. El esclavismo estaba mal y no podíamos ser mitad libres y mitad esclavos. Como estadounidenses, decidimos que las mujeres, por supuesto, tenían derecho al voto. Vencimos el totalitarismo y ganamos una guerra en el Pacífico y el Atlántico simultáneamente. Abolimos la segregación en nuestras escuelas. Y curamos enfermedades temibles como la poliomielitis. ¡Aterrizamos en la luna! El mejor ejemplo de lo que es posible cuando nos esmeramos. Trabajamos juntos para acabar con el comunismo. Hasta resolvimos una crisis ambiental global antes. El agujero en la capa de ozono en la estratosfera. Decían que era imposible resolver eso porque es un reto del medio ambiente global que exige cooperación de todos los países del mundo. Pero lo enfrentamos. Estados Unidos tomó la iniciativa y eliminó las sustancias responsables. Ahora tenemos que usar nuestros procesos democráticos y actuar juntos para resolver estos problemas. Pero necesitamos una perspectiva distinta para éste. Es diferente a todos los problemas anteriores.
¿Se acuerdan de la película de la Tierra girando en el espacio? Una de esas naves que mandamos hacia el universo estaba a 4 mil millones de km de distancia... Carl Sagan dijo: "Hay que tomar otra foto de la Tierra". ¿Ven ese punto azul pálido? Esos somos nosotros. Todo lo que ha pasado en toda la historia humana, ha sucedido en ese pixel. Todos los triunfos y todas las tragedias, todas las guerras, todas las hambrunas, todos los avances importantes. Es nuestro único hogar. Y eso es lo que está en juego... Nuestra capacidad de vivir en el planeta Tierra... de tener un futuro como civilización. Yo creo que esta es una cuestión moral. Ahora es cuando ustedes deben encarar este problema. Es cuando debemos elevarnos para asegurar nuestro futuro.
No es nada fuera de lo común lo que estoy haciendo con esto. Lo fuera de lo común fue que tuve el privilegio de verlo de joven.
“¿Ven eso?", dijo, "¿Ven eso?" “Ese es el futuro en el que van a vivir su vida". Las futuras generaciones quizá se pregunten: “¿Qué estaban pensando nuestros padres? ¿Por qué no despertaron cuando tuvieron la oportunidad?". >Necesitamos que nos hagan esa pregunta ahora.
Mañana los subtítulos finales de “La verdad incómoda”, con los consejos para evitar la amenaza del calentamiento global.
Yo soy Al Gore. Solía ser conocido como el próximo presidente de los Estados Unidos.
Llevo tiempo tratando de hablar de esto. Siento que he fracasado en comunicar el mensaje. Dediqué mucho tiempo a la política. Estoy orgulloso de lo que hice. Hay gente buena, políticos, en ambos partidos, que se distancian de esto, porque si lo aceptaran y lo reconocieran, la obligación moral de hacer cambios sería ineludible.
Se la enseño porque les quiero contar una anécdota de dos maestros. Uno que no me gustaba mucho y otro que fue un héroe para mí. Yo tuve un maestro que enseñaba geografía poniendo un mapa del mundo enfrente del pizarrón. Un compañero mío levantó la mano y señaló el contorno de la costa oriental de Sudamérica y señaló la costa occidental de África y preguntó: "¿Alguna vez encajaron esos dos?" El maestro dijo: “¡Claro que no! ¡Es lo más ridículo que jamás he oído!". Ese estudiante se convirtió en un drogadicto y holgazán. El maestro se convirtió en Consejero de Ciencias del gobierno actual.
“Lo que nos mete en problemas no es lo que no sabemos; es lo que sabemos con seguridad pero que no es así". Este es un concepto clave porque hay otra suposición semejante, que mucha gente tiene sobre el calentamiento global, que simplemente no es verdad. La suposición va más o menos así: la Tierra es tan grande que no podemos tener un impacto dañino duradero sobre ella. Quizá fue verdad en algún momento. Pero ya no.
Después de los primeros 7, 8, 9 años podías ver el patrón que se estaba desarrollando.
En menos de 10 años, ya no existirán “Las Nieves del Kilimanjaro".
Hay un mensaje... Está pasando en todo el mundo. Y el hielo tiene historias que contarnos.
Cuando estuve en la Antártida, vi núcleos como este. Un tipo dijo: "Aquí es cuando el Congreso de Estados Unidos pasó la Ley de Aire Limpio". No lo podía creer pero podías ver la diferencia a simple vista.
A fin de cuentas, esta no es una cuestión política tanto como una cuestión moral. Permitir que esto pase, es deshonesto.
Yo tenía tanta fe en nuestro sistema democrático de autogobierno que pensaba y creía que el relato iba a ser tan impactante que causaría un cambio dramático, en la postura del Congreso. Pensé que ellos se iban a sobresaltar. Pero no fue así. Las luchas, las victorias que no son realmente victorias... las derrotas que no son realmente derrotas... pueden servir para aumentar la importancia de un paso trivial hacia delante, exagerar la aparente importancia de algún revés gigante.
Mi manera de estar en el mundo, todo cambió para mí. ¿Cómo debo pasar mi tiempo sobre la Tierra? Intensifiqué mis esfuerzos... traté de aprender más profundamente.
La posibilidad de perder lo más preciado para mí, me hizo obtener una habilidad que quizá no tenía antes. Pero cuando lo sentí, sentí que realmente podíamos perderlo. Lo que damos por sentado quizá no esté aquí para nuestros hijos.
Y una cuestión que nosotros, como pueblo, necesitamos decidir es cómo reaccionar cuando nos llegan advertencias de los mejores científicos. Hubo otra tormenta en los años 30, de otro tipo. Una tormenta horrible, sin precedente en Europa y Winston Churchill le advirtió al pueblo de Inglaterra, que era distinto a todo lo que había sucedido antes y que tenían que prepararse. Y mucha gente no lo quería creer. Y se puso muy impaciente con todas las vacilaciones y dijo esto: “La época de las dilaciones, de medidas parciales, de recursos calmantes e inesperados, de retrasos, está terminando. En su lugar estamos entrando en un período de consecuencias".
Los errores cometidos en generaciones y siglos anteriores tenían consecuencias que podíamos superar. Ya no podemos darnos ese lujo. Nosotros no lo pedimos, pero aquí está.
Los lugares donde vive la gente fueron escogidos debido a los patrones del clima, que han sido constantes en la Tierra,, desde el final del último período glaciar, hace once mil años. Aquí, en esta granja, los patrones están cambiando. Y parece gradual en el transcurso de una vida humana. Pero en el transcurso del tiempo, definido por este río, está pasando muy, muy rápidamente.
Eso no va a volver a suceder porque los glaciares de Norteamérica no existen.
¿Hay algún otro bloque de hielo grande cerca de ahí? Ah, sí.
Es sumamente frustrante para mí... comunicar esto una y otra vez, tan claramente como puedo y que nosotros sigamos siendo, por mucho, el peor contribuyente al problema. Miro a mi alrededor y busco señales significativas de que nos disponemos a cambiar. No los veo en este momento.
Estamos lidiando con algo sumamente emocional.
Si un problema no está en la punta de la lengua de sus votantes, es fácil para ellos ignorarlo.
Este es hielo flotante y hay hielo terrestre en las pendientes de esas montañas.
De aquí a las montañas son unos 30, 35 km. Creían que esto estaría estable 100 años, aún con el calentamiento global. Los científicos que estudian estas capas de hielo se quedaron boquiabiertos cuando vieron estas imágenes. A partir del 31 de enero de 2002, en un período de 35 días, esta capa de hielo desapareció completamente. No tenían idea de cómo pasó tan rápido.
Piensen en el impacto de 200 mil refugiados cuando los desaloja un suceso ambiental. Y luego imagínense el impacto de 100 millones o más.
La zona donde quedaría el monumento del World Trade Center estaría bajo agua.
¿Debemos prepararnos contra otras amenazas además de los terroristas?
Nos cuesta trabajo desprendernos de los patrones familiares, en los que hemos confiado.
Estamos presenciando un choque entre nuestra civilización y la Tierra.
Piensen en esta fórmula: Viejos hábitos más vieja tecnología, tienen consecuencias predecibles. Viejos hábitos, difíciles de cambiar, más nueva tecnología, pueden tener consecuencias muy alteradas.
Tenemos que pensar de otra manera sobre la guerra. Porque las nuevas tecnologías transforman tanto las consecuencias de ese viejo hábito, que no podemos continuar los patrones del pasado.
Así que debemos examinar nuestra manera de pensar. Nuestra manera de pensar es el factor final que cambia nuestra relación con la Tierra. Si una rana salta a una olla de agua hirviendo, sale enseguida porque siente el peligro. Pero la misma rana, si salta a una olla de agua tibia .que está calentándose poco a poco, se queda ahí y no se mueve. Se quedará ahí, aunque la temperatura siga subiendo y subiendo. Se quedará ahí hasta ser rescatada. Es importante rescatar a la rana. Pero la cuestión es ésta: nuestro sistema nervioso colectivo es como el de la rana. Necesitamos una sacudida antes de percibir un peligro. Si parece gradual, aunque esté pasando rápidamente, somos capaces de quedarnos sentados sin responder y sin reaccionar.
La idea de que nosotros habíamos sido parte de ese patrón económico, que produjo los cigarrillos, que produjeron el cáncer fue muy dolorosa a muchos niveles. Mi padre, que había cultivado tabaco toda su vida, lo dejó. Todas las explicaciones que habían tenido sentido en el pasado dejaron de tenerlo. Él paró. Es parte de la naturaleza humana tardar en hilar un razonamiento. También sé que puede llegar un día de rendir cuentas en que quisieras haber hilado el razonamiento más rápido.
El concepto de que hay un desacuerdo sobre los hechos ha sido creado deliberadamente por un pequeño grupo de gente. Uno de sus memorándums internos fue revelado. Esto es lo que decía, según la prensa. Su objetivo es: "Reclasificar el calentamiento global como teoría en vez de un hecho".
“La duda es nuestro producto ya que es la mejor manera de crear controversia entre el público".
Recordarán que hubo 928 artículos revisados por científicos. Cero por ciento rechazó el consenso sobre el calentamiento global. Hubo otro estudio de los artículos en la prensa de los últimos 14 años. Vieron una muestra de 636. Más de la mitad decían: "No estamos seguros. Puede ser un problema, puede que no". Con razón la gente está confundida.
Los científicos tienen una obligación independiente de respetar y presentar la verdad que ven. ¿Por qué se contradice directamente en el testimonio que está dando sobre esta pregunta científica?
Hace más de cien años, Upton Sinclair escribió: “Es difícil hacer que un hombre entienda algo si su salario depende de no entenderlo"
El segundo concepto erróneo: ¿hay que escoger entre la economía y el ambiente? (…) Esta es una elección falsa por dos razones. Número uno: si no tenemos un planeta... La segunda es que si hacemos lo correcto, vamos a crear mucha riqueza y muchos trabajos porque hacer lo correcto nos mueve hacia adelante.
Me fijé una meta: comunicar esto muy claramente. Y tengo fe que pronto, suficientes mentes cambiarán de parecer, para cruzar un umbral.
Última idea errónea: si aceptamos que este problema es real, quizá sea demasiado grande para poder hacer algo. Hay mucha gente que pasa directo de negación a desesperación, sin detenerse en el paso intermedio: hacer algo acerca del problema.
Tenemos todo lo que necesitamos excepto, quizá, voluntad política. ¿Pero saben qué? En Estados Unidos la voluntad política es un recurso renovable.
Tenemos la capacidad para hacer esto. Cada uno de nosotros causa calentamiento global. Pero todos podemos hacer cambios con las cosas que compramos, la electricidad que usamos, nuestros coches. Podemos decidir bajar las emisiones de carbono a cero. Tenemos las soluciones en nuestras manos. Necesitamos la determinación para ponerlas en vigor.
Finalmente, la cuestión se reduce a esto: ¿somos capaces de elevarnos por encima
de nosotros y de la historia? El pasado indica que tenemos esa capacidad. Formamos una nación, hicimos una revolución y creamos algo nuevo en la Tierra: una nación libre que garantizaba la libertad individual. Estados Unidos tomó una decisión moral. El esclavismo estaba mal y no podíamos ser mitad libres y mitad esclavos. Como estadounidenses, decidimos que las mujeres, por supuesto, tenían derecho al voto. Vencimos el totalitarismo y ganamos una guerra en el Pacífico y el Atlántico simultáneamente. Abolimos la segregación en nuestras escuelas. Y curamos enfermedades temibles como la poliomielitis. ¡Aterrizamos en la luna! El mejor ejemplo de lo que es posible cuando nos esmeramos. Trabajamos juntos para acabar con el comunismo. Hasta resolvimos una crisis ambiental global antes. El agujero en la capa de ozono en la estratosfera. Decían que era imposible resolver eso porque es un reto del medio ambiente global que exige cooperación de todos los países del mundo. Pero lo enfrentamos. Estados Unidos tomó la iniciativa y eliminó las sustancias responsables. Ahora tenemos que usar nuestros procesos democráticos y actuar juntos para resolver estos problemas. Pero necesitamos una perspectiva distinta para éste. Es diferente a todos los problemas anteriores.
¿Se acuerdan de la película de la Tierra girando en el espacio? Una de esas naves que mandamos hacia el universo estaba a 4 mil millones de km de distancia... Carl Sagan dijo: "Hay que tomar otra foto de la Tierra". ¿Ven ese punto azul pálido? Esos somos nosotros. Todo lo que ha pasado en toda la historia humana, ha sucedido en ese pixel. Todos los triunfos y todas las tragedias, todas las guerras, todas las hambrunas, todos los avances importantes. Es nuestro único hogar. Y eso es lo que está en juego... Nuestra capacidad de vivir en el planeta Tierra... de tener un futuro como civilización. Yo creo que esta es una cuestión moral. Ahora es cuando ustedes deben encarar este problema. Es cuando debemos elevarnos para asegurar nuestro futuro.
No es nada fuera de lo común lo que estoy haciendo con esto. Lo fuera de lo común fue que tuve el privilegio de verlo de joven.
“¿Ven eso?", dijo, "¿Ven eso?" “Ese es el futuro en el que van a vivir su vida". Las futuras generaciones quizá se pregunten: “¿Qué estaban pensando nuestros padres? ¿Por qué no despertaron cuando tuvieron la oportunidad?". >Necesitamos que nos hagan esa pregunta ahora.
Mañana los subtítulos finales de “La verdad incómoda”, con los consejos para evitar la amenaza del calentamiento global.
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