domingo, septiembre 03, 2006
frases de "Mondovino"
Lo que debíamos de la crítica de “Mondovino” de ayer: las mejores frases de la película:
Es muy difícil mantener vivo al vino. No sólo el rico debería ser capaz de hacerlo. Los pobres también tienen ese derecho. Antes, estas colinas estaban cubiertas de pequeñas parcelas. Todos cultivaban. Había vino en todos los lugares. Ahora la gente se volvió perezosa, entusiasmada por el consumismo. Perdieron su identidad. No conocen de dónde vienen ni adónde van. Se hieren a sí mismos. Estamos cayendo al nivel de los animales. Pero los animales, al menos, eligen qué comer. Perdimos nuestra dignidad.
Vamos a microxigenar ese barril
-Pero, señora, ¿entiende qué es la microxigenación?
-No. Ella no sabe un bledo.
-En serio.
-Si ella supiera todo, no me necesitaría. Si yo le digo: “microxigena”’, ella microxigena. Si no funciona, me echa.
-¿En serio?
-Así funciona. “Dejéselo al experto”, le digo. La meta es simple: hacer las cosas mejor. No necesita preguntar porqué.
El vino ha muerto. Seamos claros: el vino ha muerto.
Por milenios, el vino ha tenido una relación casi religiosa con el hombre, esencialmente en el Mediterráneo. Es una religión entre el hombre y la naturaleza. Con la tierra, por supuesto, la tierra viva, libre de productos sintéticos y el clima.
Los vinos que te hacen soñar, trascienden el tiempo. Ellos traen juventud, en lugar de arrugas y muerte. Es el 1% de los vinos del mundo. Entre esos grandes vinos, el Bordeaux es supremo.
Hay que tener un poeta para hacer un gran vino. Han sido reemplazados por los consultores de vinos.
Donde hay vino, hay civilización. No hay barbarie.
Me gustan los vinos que cortan directo mi paladar. Algunos vinos se expanden hacia afuera. Son engañosos. Son los vinos modernos. Los pruebas y tres minutos después dices: “No es malo, pero no tiene profundidad”
Le dije a ella, un refrán: “Los buenos yernos, no son siempre buenos maridos. Los buenos maridos, no suelen ser buenos amantes. Y los buenos amantes, rara vez son buenos maridos”.
-Es el “terroir”.
-¿Es más importante que tu nombre en una botella?
-Diez veces más importante.
¿Puede esperar sentado un minuto?
Cuando tienes el poder, aunque no sea imperialismo, bueno, cuando tienes el poder como Estados Unidos lo tiene, impones tu cultura. Tratas de imponer tus gustos.
-Es el famoso vino californiano “Opus One”
-¿Californiano? ¿No franco-californiano?
-Definitivamente es californiano.
El vino es cultura. Pero la batalla es menos una lucha cultural que económica
Es mejor comprar vinos por adelantado de un protestante. Con los protestantes, tienes la garantía de confiabilidad. Con los católicos, hacer dinero es una causa de culpa. En las culturas latinas el dinero nunca olió bien. Nunca.
-¿Vender vino a los alemanes era una forma de colaboración?
-No. No lo considerábamos colaboración. Si nosotros no vendíamos vino (y digo “nosotros” porque mi familia le vendía a los alemanes también) ellos lo hubieran robado. Así que era mejor vendérselos. Pagaban con nuestro dinero. Dinero que nos robaban. Mejor vendérselos que no hacer nada y poner en riesgo el negocio.
-Parker descubrió la música que hace bailar a Bordeaux.
-¿Y cómo suena?
-¡Increíble! Es una extraordinaria canción. Él dice: “Lo que me gusta es bueno y lo que me gusta más, es mejor”. Y todos responden: “¡Okay!” ¡Bravo!
Terroiristas.
-Nuestros barriles son 100% roble.
-¿Es tradicional? ¿O es nuevo?
-Es casi tradicional…
Fue desde Parker. Porqué él rankeó los vinos y lo hizo como un buen patriota americano, basado en el gusto del roble, siguiendo su gusto personal, pero que también servía a los intereses de los productores californianos, que no tuvieron el tiempo suficiente para descubrir su propio ‘terroir’.
No, seria no. Ella es competente. Es diferente. Competencia y seriedad son diferentes. Y talento y rigor… diferentes cualidades…
-El vino que haces es un reflejo de lo que eres. Papá puede ser encantador y también insoportable.
-Sí…
-¿Lo admite?
-Con orgullo. Y puedo ser odioso.
-El puede ser bastante áspero. Sus vinos son iguales.
-Está cerca de escupirse en su hija, ¿no es cierto?
-No aún…
-Los vinos de papá son rígidos. Casi austeros.
-Es verdad.
-Pero son buenos después de 15 años.
-Sí.
-Es cómo tú. Toma un largo tiempo apreciarte.
-Pero al final, me bebes.
No soy creyente, pero tengo fe en lo que hago. En lo que amo.
El mundo moderno ha creado una nueva forma de fascismo: el fascismo del monopolio de la distribución.
Michel dice: “Sin arte, sin cultura, es virtualmente imposible hacer un gran vino. Un hacedor de vino sin cultura, no puede hacer un gran vino”.
-En general, los indígenas de aquí no tienen sentido de la iniciativa. Son más dejados, gente sin guía…
-Sí, exactamente…
-Socialmente no progresan, no tienen ambiciones.
-¿Por qué?
-Es su cultura.
-Sí, seguro.
-Se debe a su raza, a sus ancestros.
-¿Qué es lo que quieren?
-Sólo vivir. Sin preocupaciones.
-¿Por qué no vende la tierra?
-Soy nativo. Mi padre era pura sangre indígena. Así que yo amo esta tierra.
Quisiera ofrecerle una botella a ti y a la joven dama.
Hay una especie de tradición con nosotros. Siempre hemos sido librepensadores. Mi bisabuelo fue un pensador independiente. Siempre fuimos escépticos y siempre luchamos contra el pensamiento monolítico. Siempre hemos sido de ese modo. Deseo que mis hijos continúen esta tradición.
-¿Piensa que lo harán?
-Con Alix, sucederá. Con Etienne, es menos seguro. Lo heredó de su madre. Es más tradicional… no, no tradicional, no es la palabra… es más un pensador monolítico. Orden. Me gusta el orden pero también el desorden. ¿Por qué no?
Ser rico o ser pobre no es el asunto. Pero éramos un pueblo digno. Un pueblo orgulloso. Puede tomar miles de años. Siempre ha habido una cultura verdaderamente antigua en Cerdeña. Los hombres siempre han vivido aquí con dignidad. ¿Por qué no podríamos vivir con dignidad hoy? No debemos distraernos con los fantasmas del progreso que pueden destruirnos y destruir la naturaleza. Y traer sufrimiento a otros. Debemos vivir en paz en esta tierra. Y hay espacio para otros.
Es muy difícil mantener vivo al vino. No sólo el rico debería ser capaz de hacerlo. Los pobres también tienen ese derecho. Antes, estas colinas estaban cubiertas de pequeñas parcelas. Todos cultivaban. Había vino en todos los lugares. Ahora la gente se volvió perezosa, entusiasmada por el consumismo. Perdieron su identidad. No conocen de dónde vienen ni adónde van. Se hieren a sí mismos. Estamos cayendo al nivel de los animales. Pero los animales, al menos, eligen qué comer. Perdimos nuestra dignidad.
Vamos a microxigenar ese barril
-Pero, señora, ¿entiende qué es la microxigenación?
-No. Ella no sabe un bledo.
-En serio.
-Si ella supiera todo, no me necesitaría. Si yo le digo: “microxigena”’, ella microxigena. Si no funciona, me echa.
-¿En serio?
-Así funciona. “Dejéselo al experto”, le digo. La meta es simple: hacer las cosas mejor. No necesita preguntar porqué.
El vino ha muerto. Seamos claros: el vino ha muerto.
Por milenios, el vino ha tenido una relación casi religiosa con el hombre, esencialmente en el Mediterráneo. Es una religión entre el hombre y la naturaleza. Con la tierra, por supuesto, la tierra viva, libre de productos sintéticos y el clima.
Los vinos que te hacen soñar, trascienden el tiempo. Ellos traen juventud, en lugar de arrugas y muerte. Es el 1% de los vinos del mundo. Entre esos grandes vinos, el Bordeaux es supremo.
Hay que tener un poeta para hacer un gran vino. Han sido reemplazados por los consultores de vinos.
Donde hay vino, hay civilización. No hay barbarie.
Me gustan los vinos que cortan directo mi paladar. Algunos vinos se expanden hacia afuera. Son engañosos. Son los vinos modernos. Los pruebas y tres minutos después dices: “No es malo, pero no tiene profundidad”
Le dije a ella, un refrán: “Los buenos yernos, no son siempre buenos maridos. Los buenos maridos, no suelen ser buenos amantes. Y los buenos amantes, rara vez son buenos maridos”.
-Es el “terroir”.
-¿Es más importante que tu nombre en una botella?
-Diez veces más importante.
¿Puede esperar sentado un minuto?
Cuando tienes el poder, aunque no sea imperialismo, bueno, cuando tienes el poder como Estados Unidos lo tiene, impones tu cultura. Tratas de imponer tus gustos.
-Es el famoso vino californiano “Opus One”
-¿Californiano? ¿No franco-californiano?
-Definitivamente es californiano.
El vino es cultura. Pero la batalla es menos una lucha cultural que económica
Es mejor comprar vinos por adelantado de un protestante. Con los protestantes, tienes la garantía de confiabilidad. Con los católicos, hacer dinero es una causa de culpa. En las culturas latinas el dinero nunca olió bien. Nunca.
-¿Vender vino a los alemanes era una forma de colaboración?
-No. No lo considerábamos colaboración. Si nosotros no vendíamos vino (y digo “nosotros” porque mi familia le vendía a los alemanes también) ellos lo hubieran robado. Así que era mejor vendérselos. Pagaban con nuestro dinero. Dinero que nos robaban. Mejor vendérselos que no hacer nada y poner en riesgo el negocio.
-Parker descubrió la música que hace bailar a Bordeaux.
-¿Y cómo suena?
-¡Increíble! Es una extraordinaria canción. Él dice: “Lo que me gusta es bueno y lo que me gusta más, es mejor”. Y todos responden: “¡Okay!” ¡Bravo!
Terroiristas.
-Nuestros barriles son 100% roble.
-¿Es tradicional? ¿O es nuevo?
-Es casi tradicional…
Fue desde Parker. Porqué él rankeó los vinos y lo hizo como un buen patriota americano, basado en el gusto del roble, siguiendo su gusto personal, pero que también servía a los intereses de los productores californianos, que no tuvieron el tiempo suficiente para descubrir su propio ‘terroir’.
No, seria no. Ella es competente. Es diferente. Competencia y seriedad son diferentes. Y talento y rigor… diferentes cualidades…
-El vino que haces es un reflejo de lo que eres. Papá puede ser encantador y también insoportable.
-Sí…
-¿Lo admite?
-Con orgullo. Y puedo ser odioso.
-El puede ser bastante áspero. Sus vinos son iguales.
-Está cerca de escupirse en su hija, ¿no es cierto?
-No aún…
-Los vinos de papá son rígidos. Casi austeros.
-Es verdad.
-Pero son buenos después de 15 años.
-Sí.
-Es cómo tú. Toma un largo tiempo apreciarte.
-Pero al final, me bebes.
No soy creyente, pero tengo fe en lo que hago. En lo que amo.
El mundo moderno ha creado una nueva forma de fascismo: el fascismo del monopolio de la distribución.
Michel dice: “Sin arte, sin cultura, es virtualmente imposible hacer un gran vino. Un hacedor de vino sin cultura, no puede hacer un gran vino”.
-En general, los indígenas de aquí no tienen sentido de la iniciativa. Son más dejados, gente sin guía…
-Sí, exactamente…
-Socialmente no progresan, no tienen ambiciones.
-¿Por qué?
-Es su cultura.
-Sí, seguro.
-Se debe a su raza, a sus ancestros.
-¿Qué es lo que quieren?
-Sólo vivir. Sin preocupaciones.
-¿Por qué no vende la tierra?
-Soy nativo. Mi padre era pura sangre indígena. Así que yo amo esta tierra.
Quisiera ofrecerle una botella a ti y a la joven dama.
Hay una especie de tradición con nosotros. Siempre hemos sido librepensadores. Mi bisabuelo fue un pensador independiente. Siempre fuimos escépticos y siempre luchamos contra el pensamiento monolítico. Siempre hemos sido de ese modo. Deseo que mis hijos continúen esta tradición.
-¿Piensa que lo harán?
-Con Alix, sucederá. Con Etienne, es menos seguro. Lo heredó de su madre. Es más tradicional… no, no tradicional, no es la palabra… es más un pensador monolítico. Orden. Me gusta el orden pero también el desorden. ¿Por qué no?
Ser rico o ser pobre no es el asunto. Pero éramos un pueblo digno. Un pueblo orgulloso. Puede tomar miles de años. Siempre ha habido una cultura verdaderamente antigua en Cerdeña. Los hombres siempre han vivido aquí con dignidad. ¿Por qué no podríamos vivir con dignidad hoy? No debemos distraernos con los fantasmas del progreso que pueden destruirnos y destruir la naturaleza. Y traer sufrimiento a otros. Debemos vivir en paz en esta tierra. Y hay espacio para otros.
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