viernes, septiembre 23, 2005
inmunodeficiencia social
YESTERDAY
"Yesterday" es una de película de enfermedades, esto es, esa clase de filmes que tienen una intención superior al hecho estético cinematográfico específico: enfocar el reflector sobre un tema de interés social. Como "Filadelfia" pusiera el SIDA en las pantallas de Hollywood, esta película llama la atención sobre la epidemia de la misma enfermedad en el continente africano (Sudáfrica, en este caso particular). A veces, cuando analizamos esta clase de películas, el sentimiento y la emoción se imponen sobre el hecho artístico. Hay una especie de extorsión emocional que nos lleva a darle más puntos que lo que la historia se merece.
Bueno, "Yesterday" no es una película con hallazgos notables. Tiene su valor por su denuncia, por la exposición del problema, por describir como está afectando la infección del SIDA a la población africana, por la denuncia de los agujeros en el sistema de salud. Y tiene la virtud de no caer en golpes bajos, pese a lo duro que es el tema. El logro de Darrell Roodt (director y guionista del filme) es no haberse olvidado de la humanidad de sus personajes, de la emotiva ternura de su protagonista (la espléndida Leleti Khumalo), con esa sonrisa que huele a sol. Algunos momentos poéticos (el hospital que construye Yesterday) y otros trágicos, redondean un buen filme, para ver y tomar conciencia. Sin que revolucione el género, claro está, pero sin caer en el cliché o la concesión rápida.
Yesterday es el nombre de una mujer, madre de una niña chica, esposa de un hombre al que ve cada tanto, cuando el marido regresa de Johannesburgo, donde trabaja como minero. Yesterday vive en una lejana aldea sudafricana. Casa humilde, sol, polvo, una bomba de agua lejos, la naturaleza y el viento. Una tos que no cede y una consulta, para enterarse que es HIV positiva. Desde ese momento, Yesterday se impone una meta: no morirse hasta que su hija empiece la escuela. Ella nunca pasó por las aulas. Su hija, la próxima generación, tendrá ese privilegio.
Recordamos (citamos de memoria), la remake de “La mosca” hecha por David Cronenberg, una más o menos obvia metáfora sobre el SIDA, que recién se revela en los medios de comunicación. El protagonista (que muta de hombre a mosca) dice, en cierto parlamento, algo así como que el propósito de la enfermedad no es matarnos, si no convertirnos en otra cosa que odiamos. La metáfora sigue valiendo ahora. El mérito de Yesterday es no olvidarse que es una persona y que la enfermedad puede terminar con su vida, pero con lo que no debe acabar es con su dignidad. Un buen consejo que sirve, tanto para personas, como para sociedades.
Escenas: la construcción del hospital de chapa; las largas caminatas de Yesterday hacia la clínica; la despedida del marido de Yesterday, agonizando; el primer día de clase de Beauty. Frases: “¿Yesterday? Conozco un Today y dos Tomorrow, pero ninguna Yesterday”, “Me lo puso mi padre. Porque decía que las mejores cosas ocurrieron en el pasado”; “No voy a morir. Porque decidí vivir, para ver a Beauty yendo a la escuela”.
CONSEJO: esperar al video.
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