lunes, septiembre 05, 2005
duro de liberar
BAJO AMENAZA
"Bajo amenaza" es un típico filme pochoclero, uno de esos productos marca registrada Bruce Willis en el orillo. El clásico héroe americano que, a punta de pistola, salva a los inocentes y castiga a los malos. No vamos a descubrir la pólvora en este guión de Doug Richardson sobre la novela de Robert Crais. Es más, está lejos de algunas cimas del género (como "Duro de matar"). Alcanza para redondear un buen filme, más que mirable y con buenos momentos. Pero no es una obra maestra. Sin embargo, tiene algunos pequeños hallazgos que vale la pena señalar, algunas notas al margen que enaltecen una historia sin sorpresas.
Jeff Talley es un negociador de la policía, especialista en convencer a los delincuentes que toman rehenes. El último trabajo de Talley sale mal: mueren una mujer y un niño, tomados como rehenes. Talley larga todo y acepta un tranquilo trabajo como comisario en un pueblo remoto y pachorriento. Como es de esperar, rara vez el destino nos deja en paz: tres jóvenes descontrolados tomarán como rehenes a un padre y sus dos hijos (una adolescente y un niño menor) y allí tiene que ir Talley, a sobreponerse de sus traumas. Como si fuera poco, todo se complicará en el medio y deberá luchar por su familia, tomada también como rehén por otros poderosos, más impunes que los tres loquitos que tomaron la casa del señor Smith.
"Bajo amenaza" presenta algunos puntos interesantes, para despegar el relato del cliché. Anotemos: los grandes planos generales. Florent Emilio Siri, el director de este filme, hace un notable despliegue de cámaras, incorporando al paisaje como otro elemento de guión, para sumarle contexto a la historia. Otro punto: el nivel de angustia que tiene el relato. Toda la película está inmersa en una sensación asfixiante de pánico, de un puño apretado en la boca del estómago, un pozo depresivo que cuesta remontar. Esa presión (la presión del protagonista) está muy bien desarrollada, logra crear el clima ominoso de gran parte del filme (que tampoco es una sucesión ininterrumpida de corridas, tiros, disparos, golpes, etc., etc., si no que se genera mucha acción desde el propio diálogo). El pico es la última escena, en la que el héroe llora desconsolado abrazado a su familia. Allí está la explosión emotiva que el protagonista ha guardado desde la primera escena y que está agazapada, en la máscara marcada en el rostro de Bruce Willis. Otro punto a destacar: la secuencia de los títulos iniciales; agréguese la música, otro elemento que colabora con la angustia latente de la película.
Chimento: la hija de Talley, es la propia hija de Bruce Willis y Demi Moore, Rumer Willis, que ya ha trabajado en algunas películas con papi (y también con mami, como en "Striptease"). Pero las palmas se la llevan Ben Foster como el psicótico Mars y Michelle Horn (Jennifer, la hija de Smith).
Escenas: el cruce de miradas y posterior fueguito, en la última escena entre Mars y Jennifer; la secuencia inicial de toma de rehenes; la secuencia final entre Jeff, Smith y los malos. Frases: "Tú eres mi chica, ¿okey? Y mi chica viene conmigo"; "¿Cuál es el mejor día de tu vida? ¿Puedes recordarlo? Para mí, es hoy"; "¿Por qué el chico sólo lo ve? ¿Qué está haciendo?", "Él no lo ve. Lo está mirando. Lo está mirando morir... Oh, Dios... dimos con el chico equivocado"; "Maldita gente rica"; "¿Sabes lo que hacen los policía cuando se retiran? Juegan golf. Yo no quiero jugar golf. Odio el golf".
CONSEJO: esperar al video. Puede ser para una salida light, pochoclera.
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