<$BlogRSDUrl$>

críticas chatarras

martes, abril 26, 2005

pochoclín 

Image hosted by Photobucket.com
MASACRE EN LA CÁRCEL 13

Remake de una película de John Carpenter, “Masacre en la cárcel 13” es un típico producto pochoclero, fácilmente digerible y más fácilmente olvidable. Conste: no está mal y se disfruta. Pero no alcanza a acompañarnos ni una cuadra a la salida del cine. Se queda en la puerta, con el pote de pochoclo y el bollito que tiramos con la entrada.

La historia tiene un núcleo clásico: el asedio y la resistencia heroica. Noche de lluvia, cárcel vacía por mudanza, un puñado de policías, unos presos especiales caídos por azar y de pronto, mientras festejábamos el fin de año, con serpentina y champagne, nos dimos cuenta que hay unos tipos afuera que nos están esperando para que no veamos el año que está por empezar. Ante lo inevitable, el héroe (en este caso un policía adicto recuperándose de la culpa de que mataran a su equipo) echa mano a un recurso desesperado: armar a los presos y repeler el ataque.

El delicado equilibrio de una alianza armada por conveniencia, que puede ser rota en cualquier momento y por cualquier motivo. Cuidarse de los que tiran enfrente, pero no olvidarse de mirar, con el rabillo del ojo, al ñato armado que tenemos atrás, supuestamente de nuestro lado.

Eso es básicamente “Masacre en la cárcel 13” y por momentos funciona. Se destaca, especialmente, el diseño de sonido, el punto fuerte de la película. Las balas suenan como si estuvieran incrustándose a centímetros de la butaca. Y el enjambre de disparos, ametrallando la habitación, silba frente a nuestras caras.

Pero en lo que falla este filme, es en la tensión dramática. Todo es muy previsible, todo está muy delineadito, sin salirse del sendero, sin sorprendernos (hasta las sorpresas, no nos sorprenden). El guión de James DeMonaco (sobre el original de John Carpenter) debió jugar más con la dinámica entre el héroe bueno y el héroe malo (Ethan Hawke y Laurence Fishburne), el juego de rivalidad y admiración mutua, que aquí pasa de costado.

Otro paso en falso: las características psicológicas de los personajes están bien delineadas; el problema es que demasiados personajes mueren demasiado pronto para aprovechar estos rasgos, en términos dramáticos.

No obstante, para los que no exijan demasiado y les guste el cine de tiros, muertos y corridas, el filme alcanza. No descubre la pólvora, pero sirve.

Destacados: María Bello en vestidito escotado metalizado azul (babita!) y Drea de Matteo, más fulera que en “Los Sopranos” (Adriana, la novia del sobrino del mafioso Tony Soprano).

Image hosted by Photobucket.com

Hawke no se descarrila, pero no llena el papel; Fishburne, lo da con los ojos cerrados. Una mención a Brian Dennehy, desaprovechado.

Escenas: el escape de la Dra. Alex; el interrogatorio al amigo y policía traidor; el diálogo final entre Bishop y Jake. Frases: “No lo eches a perder, Bishop”, “Corra rápido, Sargento”; “Tus ojos están rojos. ¿Estuviste fumando crack?”, “Tus ojos están glaceados. ¿Estuviste comiendo donas?”.

CONSEJO: esperar al video.

Comments: Publicar un comentario

This page is powered by Blogger. Isn't yours?