viernes, marzo 18, 2005
un Rocky menor
MILLION DOLAR BABY
¿A veces no se sienten a contramano de la humanidad? ¿No hay días en los que el entusiasmo general sobre alguna cosa, se convierte en un misterio impenetrable? ¿Qué es lo que genera el desborde, la unanimidad, la pasión unificadora? Preguntas que me surgieron tras la visión de "Million Dolar Baby", el premiado film de Clint Eastwood. ¿Por qué? ¿Por qué tanta crítica enfervorizada por una película menor, hundida en el melodrama, con actuaciones prescindibles? ¿Qué llevó a que este auténtico Rocky menor que compuso Clint Eastwood, se haya llevado el Oscar a mejor película, dirección y le haya dado el correspondiente a mejor actuación a Hilary Swank? Misterio. No intentemos preguntar mucho.
"Million dolar baby" se compone de dos partes muy claras. La primera, es un film más que prometedor, la historia de una perdedora que busca la única chance de su vida. Nadie cree en ella, el tiempo está en su contra, todos tienden el pulgar hacia abajo. Excepto ella. Y no porque crea en su talento, en la fuerza de su habilidad. Si no porque no tiene otra cosa. Porque si no hay eso, no hay nada. Porque esa es la única chance que puede darle la vida: subirse a un ring y trompearse con otro.
Esa es la mejor parte de la película, el segmento realizado al vaivén cansino sol sureño, la epopeya cotidiana del gimnasio ruinoso, las paredes descascaradas, los afiches rasgados, el olor a sudor, moho, lavandina barata, el cuero ajado a fuerza de golpes. Esas escenas componen el auténtico film que debió contar Clint Eastwood, la gran película del que necesita sacar la cabeza de agujero, para mostrar(se) que existe. Y en contraposición, la figura del entrenador paternal, tan paternal que no se atreve a arriesgar a sus pupilos, para que no se lastimen en competencia. Ese delicado equilibrio entre proteger y anular, el miedo a vivir y a no correr riesgos, que a veces se confunde con precaución y cautela. "A veces, el mejor modo de atacar es retrocediendo. Pero el que retrocede mucho, no pelea" dice Eddie, el personaje en off, magníficamente interpretado por Morgan Freeman.
Bueno, cuando el film se encaminaba a un auténtico Rocky con polleras (no hay que menospreciar el film de Stallone, cuenta muy bien esa historia del camino del héroe), el guión de Paul Haggis (sobre los cuentos de F. X. Toole, un auténtico "cutman", publicados en la revista de vaqueros "Rope Burns") pasa al batatazo kitsch, con un final melodramático que no se engarza con la historia que estaba contando. ¿Cuál es la tesis del film? ¿Por qué cerrar con ese final para el personaje de Maggie Fitzgerald?
"Million dolar baby" termina siendo un filme muy menor, con actuaciones más que discretas, una película fallida. El entusiasmo general de la crítica, tal vez se explique por esa tilinguería que suele uniformar a nuestros críticos, en especial con los últimos trabajos de Clint Eastwood, a quien reconocemos su capacidad artesanal para contar una historia y generar climas, pero que ha venido con una serie de películas varios escalones debajo del elogio superlativo con que fue tratado.
Destacamos el trabajo de Morgan Freeman, sus monólogos en off son una joya, sus comentarios sobre box, antológicos. Brutal y sencillo, al mismo tiempo, el boxeo mantiene esa magia feroz de dos personas tratando de sobrevivir. Poesía sangrienta pero poesía al fin.
Escenas: el diálogo entre Maggie y Frank, la noche del cumpleaños de ella; la conversación de Eddie con Maggie en el bar.
Frases: “Si hay magia en el boxeo es la magia de luchar batallas más allá de toda resistencia, más allá de las costillas fracturadas, los riñones magullados, las retinas desgarradas. Es la magia de arriesgarlo todo por un sueño que nadie ve, excepto tú”; “Tengo 32 años, Mr. Dunn y estoy aquí celebrando el hecho que perdí otro año fregando platos y sirviendo mesas, que es lo que vengo haciendo desde los 13 y, de acuerdo a usted, hasta los 37 no tendré un punch decente, por lo que perdí el último mes golpeando a la bolsa. Otra verdad es que mi hermano está en prisión, mi hermana trampea a la seguridad social, pretendiendo que sus hijos están vivos, mi papá está muerto, mi mamá pesa 150 kg, Francamente, debería volver a casa, encontrar un trailer usado, comprar una freidora y algunas Oreos. El problema es que esto es lo único que siento que hago bien. Si estoy demasiado vieja para esto, no tengo nada. ¿Es suficientemente verdadero para que lo vea?”; “Es dura, no puedo entrar, no puedo acercarme para golpearla”, “¿Sabés por qué?”, “No”, “Porque ella es mejor luchadora, por eso. Es más joven, es más dura, tiene más experiencia. Ahora, ¿qué vas a hacer?” (Maggie sale y la noquea); “¿Qué aprendiste esta noche?”, “Siempre protegerme”, “¿Cuál es la regla?”, “Siempre protegerme”.
CONSEJO: esperar al video, sin mucho apuro.
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