críticas chatarras

SIETE ALMAS

Éste es un claro caso de una película melodramática, una historia sin propósito, que apela al golpe bajo como recurso central para emocionar a la señora gorda que se sienta en la platea y exclama: “¿Viste viejo? ¡Pobreeee…!”. Con la dirección de Gabriele Muccino y las actuaciones de Will Smith y Rosario Dawson esperábamos algo mejor. La historia se reduce a la tragedia de un hombre que es demasiado estúpido para perdonarse y toma una decisión tan absurda como desproporcionada. Poco verosímil, sí; ineficiente dramáticamente, también. ¿Cuál es el “mensaje” en “Siete almas”? ¿Qué es lo quiere probar? No mucho. Que hay gente que le pasan cosas horrorosas. Para eso está la vida; el cine es otra cosa.



Ben Thomas es un tipo que está buscando a siete personas para darles un regalo que le cambiará la vida. El tipo esconde algo. Ha perdido su familia y, aunque no sabemos mucho cómo fue, nos queda claro que Ben se siente responsable por lo sucedido. Ben está tramando algo. No sabemos qué, pero se dedica a provocar a un telemarketer ciego, descubrir el mal tipo que es un candidato a un trasplante de médula y rondar a una chica con una enfermedad coronaria severa.

No vamos a contar el final pero el espectador menos avispado se va a dar cuenta cuál es el plan de Ben, a la media hora de película. Y una vez sabido, el filme no nos da más que la ratificación de esa sospecha. Ese es el punto más débil de toda la historia.

Si “Siete almas” no es un bodriazo incomible es por la responsabilidad de Will Smith y de Rosario Dawson, culpables de las mejores escenas del filme. La carita soñadora de Dawson, así medio feucha, medio cianótica, conmueve. Esa pareja daba para algo más. Tal vez, un buen guión.



Nos causó miedo el botox de Woody Harrelson al punto que casi le deseamos que estuviera ciego en serio para que no se vea como sale su cara en pantalla. ¡Espeluznante!

Escenas destacadas: la escena de la medusa en la bañadera; el primer contacto en su casa de Ben y Emily; la cena en casa de Emily.

Las mejores frases, mañana.

CONSEJO: esperar al DVD sin apuro.