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ENTRE MUJERES

Jon Kasdan es el hijo de Lawrence Kasdan, uno de los muy buenos escritores de Hollywood, responsable del mejor capítulo de “La guerra de las galaxias” (“El imperio contraataca” por si teníamos que aclararlo). Bueno, el nene tras actuar en varias películas del padre y escribir para TV, se larga con el primer largo (valga la rima). Papá está en la producción ejecutiva, para no perder el vicio, pero este guión y dirección es responsabilidad plena del nene. Y Jon Kasdan se manda con una más que interesante historia que se mantiene, más o menos bien, hasta la mitad del filme. Y ahí se desbarranca. Una lástima, porque prometía. Pero la película falla y sólo se recordará por lo linda que está Meg Ryan, la actriz con la mirada más hermosa de la pantalla.

El protagonista de “Entre mujeres” es Carter Web, escritor de películas porno de veintipico de años quien empieza el filme, pateado por su novia, una modelo famosa. Carter hunde la cabeza en la depresión y aprovecha para mudarse a la casa de su abuela que está medio pirada y moribunda, para cuidarla y terminar su nunca acabada comedia colegial. Lo que no cuenta Carter es que terminará enamorando(ado) a la vecina, una veterana cuarentona y a la hija de la vecina, una tiernita adolescente. En el juego a dos puntas, Carter se convertirá, casi sin proponérselo, en el hombre que complete lo que ellas buscan.



Ese es el gatillo y la historia se encaminaba a un drama liviano que analizara las distintas etapas femeninas, la adolescencia, la madurez y la vejez, encarnadas en tres personajes y sendas actrices: Sarah (Meg Ryan), Lucy (Kristin Stewart) y Phyllis (Olympia Dukakis). Carter viene de ser pateado por una histérica Sofía que lo demanda y lo abandona, sin preocuparse por su suerte. Y se entromete, sin querer, en el medio de una confrontación entre la mujer que nace y la que eclipsa. Como catalizador, los vecinos están sufriendo una etapa de crisis, con el cáncer descubierto en Sarah. Un buen momento para preguntarse qué se quiere de la vida y qué se ha hecho hasta entonces, meditar si quiere morir con la gente que se está al lado o no.



El problema con “Entre mujeres” es que, en la mitad de la película, cuando Carter se relaciona con Lucy, el guión empieza a perder de vista lo que estaba contando. Si hasta entonces la relación de Carter y Sarah era el eje de la película, el desplazamiento hacia Lucy no favorece el resultado, porque no tiene entidad dramática. El filme se escapa en un final a las apuradas sin que sepamos bien qué quiso contar Kasdan o, lo que es lo mismo, qué es lo que aprendió Carter en su estadía en tierra de mujeres (título original del filme).



Un punto a favor es el casting, con un elenco muy simpático y sólido. Se destaca Meg Ryan, los parlamentos de Olympia Dukakis, la simpatía de Adam Brody. Babita a la veterana Ryan con una remerita muy pero muy apetecible y la rubiecita bebota, Kristen Stewart, a quien vimos en “La habitación del pánico”.



Escenas destacadas: las caminatas de Meg Ryan y Adram Brody, charlando de su vida sentimental; la charla en el bar entre Sarah y Paige, su hija menor, cuando le cuenta que tiene cáncer; la charla entre Sarah y Lucy en el hospital; el beso de Carter a Sarah; la muerte de Phyllis.

Las mejores frases, mañana.

CONSEJO: esperar al DVD, sin mucho apuro.